Un edificio moderno, con aislación basal y marcos sísmicos en dos direcciones perpendiculares, acogerá a las más de 100 mil personas que recibirán atención en Iquique.
El Hospital de Alto Hospicio, construido por Sacyr Chile, con la DA MOP Tarapacá como Unidad Técnica y diseñado por Bbats Consulting and Projects S.L.P, exigió una inversión superior a los 84 mil millones de pesos, para descongestionar al Hospital Regional de Iquique. En 48.000 m2, el recinto albergará 235 camas, siete pabellones quirúrgicos, tres salas de parto integral, 12 sillones de diálisis, siete puestos dentales, 18 box de consultas médicas, 14 box de procedimientos y nueve boxes de urgencias.
Los desafíos fueron varios. Pero, hoy, el asesor CES, Javier Durán, socio del Área de Consultoría de B-Green Chile, mira con satisfacción la obra encomendada por el Servicio de Salud de Iquique. “En términos de eficiencia energética, como la que normalmente se pide a los proyectos, cuando tienes climas más templados que requieren muy poca calefacción y que, al mismo tiempo, tienen amplitudes térmicas muy bajas, con climas muy estables, las demandas energéticas son mucho más bajas que la que ves en el sur o en la zona central. Entonces, conseguir los ahorros es más difícil”, explicó.
Sin embargo, el edificio logró la certificación CES, gracias a su diseño y la protección solar, que cubre prácticamente el 100% de la fachada en exteriores. “Eso afecta también la imagen del proyecto y, de alguna manera, la estética típica que tienen los hospitales. Le da una imagen diferente y creo que ese elemento que es protagónico regula también la luz, la radiación y la sombra en las ventanas. Todo esto contribuye al confort y la reducción del uso de la energía”, señala Javier Durán.
El edificio monobloque, compacto y homogéneo, de robusta protección sísmica, gracias a sus dispositivos de aislación de última generación, cuenta con cuatro pisos, el primero de ellos en zócalo, más helipuerto y paneles fotovoltaicos, que complementan el suministro de energía del recinto. En el zócalo están todos los servicios logísticos e industriales del hospital, los estacionamientos, la farmacia, las bodegas, la central de alimentación y la zona de vestuarios y servicios generales. En tanto, en el segundo piso destacan el acceso y las zonas de urgencia, imagenología, medicina física y rehabilitación, atención abierta, diálisis, toma de muestras y el área administrativa.
El valor de CES
“El sistema CES es muy bueno. Usar los requerimientos del diseño integrado generan la coordinación que requiere el proyecto con las diferentes especialidades. Eso le da relevancia al tema. Todos los participantes se enteran de lo que está pasando en cada área y eso es clave”, sostiene el especialista de B-Green Chile.
El nuevo hospital cuenta también con pabellones, zona de maternidad, UTI, laboratorio, servicio de salud mental, consultas médicas, área de cuidados paliativos, salud dental y hospitalización para adultos y niños. En sus patios de luz interiores, se construyeron fachadas que aumentan el aislamiento térmico, mientras que un sistema de control centralizado, mantiene la climatización de acuerdo con los requerimientos específicos de cada espacio.