En Lautaro, Talcahuano y Longaví están los edificios más sustentables de Chile

El Liceo Jorge Teillier de Lautaro, en la región de la Araucanía; el Edificio Institucional de la Dirección Regional de Aduanas de Talcahuano, en la región del Biobío, y la Subcomisaría de Longaví, en la región del Maule, son los edificios que superan los 70 puntos en la certificación. Además, por primera vez se premió a un proyecto de Aysén.

Liceo Jorge Teillier.

La sexta versión de los Premios CES reveló que los edificios más sustentables del país están en el sur de Chile, específicamente en las regiones de La Araucanía, Biobío y Maule. 

Este año, el primer lugar fue para el Liceo B-15 Jorge Teillier, ubicado en la comuna de Lautaro. El segundo lugar fue para el Edificio Institucional de la Dirección Regional de Aduanas de Talcahuano (D.R.A.T.), mientras que en la tercera posición se instaló la Subcomisaría de Longaví.

Cabe mencionar que en la categoría de Proyecto Precertificado, el primer lugar fue para el Retén de Río Tranquilo, de Río Ibáñez, ubicado en la región de Aysén, cuyo mandante es Carabineros de Chile. El segundo lugar quedó en manos de la Escuela La Piedra, de Galvarino, perteneciente a la región de la Araucanía, cuyos mandantes corresponden a la Municipalidad de Galvarino y Desafío Levantemos Chile.

Con una ceremonia realizada en el Auditorio de Contraloría, organizada por Certificación Edificio Sustentable (CES), en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas, los asistentes pudieron celebrar y aplaudir a los mandantes y equipos involucrados en cada edificio y proyecto.

El presidente de CES, Ricardo Fernández, destacó que los proyectos galardonados constatan que se está trabajando “con un alto estándar y cada vez estos premios son más buscados, más deseados”. Asimismo, sostuvo que certificaciones como la que entrega CES “hacen que el nivel de la industria mejore, y estamos proporcionando un hábitat mejor para las personas y cuidando el medioambiente”.

Por su parte, el director general de Obras Públicas, Borís Olguín, celebró “la cantidad de de servicios públicos involucrados: Aduanas, Carabineros” y “el rol del Ministerio de Obras Públicas en toda la edificación pública, que ha sido reconocida por el trabajo que viene realizando desde la Dirección de Arquitectura y también desde la Dirección de Aeropuertos”. Al mismo tiempo, sostuvo que los Premios CES constituyen un incentivo para que más instituciones del sector privado se comprometan con la edificación sustentable.

Un liceo mejor para todos

El renovado liceo Jorge Teillier, de la Municipalidad de Lautaro, estuvo a cargo de la Dirección de Arquitectura de la Región de la Araucanía, con el diseño de Arquitectonica Ltda., la asesoría CES de Alejandro Reyes en etapa de certificación, la evaluación de 88 Ltda., y fue construido por Wörner S.A.

Cuenta con más de 9.200 metros cuadrados de superficie construida total en su conjunto. Con 76/100 puntos, alcanzó el nivel de Certificación Sobresaliente. Además, su diseño le valió el puntaje máximo en las categorías de Construcción y de Gestión, convirtiéndose en el primer edificio en implementar al máximo nivel las estrategias de gestión de residuos durante la construcción.

Manuel Bravo Schilling, Director Regional de Arquitectura MOP La Araucanía, da cuenta de la importancia de los Premios CES, “pues promueven una arquitectura sustentable, fundamental considerando el compromiso que todos debemos tener con las generaciones futuras”. Sobre la obra realizada en el liceo Jorge Teillier, resaltó las estrategias para “maximizar ganancias solares, una envolvente térmica continua, ventilación con un sistema híbrido, iluminación LED, artefactos sanitarios de bajo consumo de agua y un sistema de calefacción de alta eficiencia. Debido a todo ello, el edificio cuenta con una certificación sobresaliente y nos alegra estar generando edificios públicos de excelencia y comprometidos con el medioambiente”.

El nuevo edificio de Aduana en Talcahuano

Con una superficie total de casi 1.400 metros cuadrados construidos; este edificio alcanzó un puntaje de 72,5/100, lo que lo califica en el nivel de Certificación Sobresaliente. 

El Servicio Nacional de Aduanas trabajó con la Dirección Regional de Arquitectura del Biobío, con Prado Arquitectos, Francisco Pizarro como asesor CES, 88 Ltda como Entidad Evaluadora y Gabriel Fernandez de la Maza como constructor.

La directora nacional de Aduanas de Chile, Alejandra Arriaza, manifestó su emoción al recordar que este nuevo edificio viene a reponer el que, en 2010, fue arrasado por el terremoto y tsunami que arrasaron la zona. “Fue un trabajo arduo, anhelado por nuestros funcionarios, por lo tanto, es muy grato contar con un edificio que para nuestra Dirección Regional, para la enorme e importante labor que desarrollamos para el país, tiene la dignidad de esta función”. En esa línea, la directora regional, Katherine Ampuero, añadió que “tenemos un edificio que es la envidia de los otros servicios, incluso algunos nos piden un paseo por las dependencias. Este reconocimiento viene también a darnos fuerzas y a reconocer que el Servicio y el Gobierno están con nosotros”.

Una comisaría acogedora

Con la Subcomisaría de Longaví, Carabineros de Chile se hace presente en cuatro de las seis ceremonias de los Premios CES. Con el diseño de BIS Arquitectos, la asesoría CES de Fernanda Soto y la evaluación de EBP Chile, la nueva comisaría cuenta con más de 1.200 metros cuadrados de superficie construida y obtuvo el tercer mayor puntaje, con 71/100 puntos, alcanzando el nivel de Certificación Sobresaliente. En tanto, la construcción estuvo a cargo de Angel Bartolomé Cecchi Ltda.

El coronel Fabián Rocha, jefe del Depto. de Cuarteles, quiso “enfatizar el gran trabajo en equipo detrás de esto y la alianza estratégica que tenemos con el MOP desde hace 14 años, a través de lo que hemos podido llegar a estas certificaciones y estos premios. Estos edificios públicos deben ser puntos de encuentro para la comunidad y hacia allá va nuestra línea de trabajo”.

Para el capitán de Carabineros y subcomisario de Longaví, Diego Rivera Bravo, las principales características de la nueva comisaría son “un buen espacio, un buen confort para los que trabajamos al interior, una buena aislación térmica que permite que las temperaturas sean adecuadas tanto en verano como en invierno, la iluminación adecuada que permite mantener lugares visibles en todo momento, sin necesidad de usar de forma exagerada la luz eléctrica”. Asimismo, recalca que, como usuario, agradece que el edificio haya sido bien pensado para su función de comisaría, lo que resulta en espacios cómodos y de buena amplitud para organizar de mejor manera el espacio en el día a día.

Profesionales, empresas y política pública

En la oportunidad, también fueron reconocidos como Profesionales Destacados el arquitecto Enrique Browne, precursor en Chile del concepto de la doble piel vegetal, además es autor de emblemáticas obras, entre las cuales destaca el Edificio Consorcio, la Casa Caracola, la Iglesia Colegio Villa María, Sonda y las Oficinas Pioneer, entre muchas otras, y José Pedro Campos, director ejecutivo del Instituto de la Construcción, donde ha destacado por diversas iniciativas.

Asimismo, el Comité Directivo de CES entregó este año una nueva distinción, denominada “Reconocimiento CES a la Construcción desde la Academia”, orientada a quienes han contribuido desde las diversas universidades de nuestro país a fortalecer la construcción sustentable en el sector. Este reconocimiento toma el nombre del profesor Gabriel Rodríguez Jaque, quien desde los años setenta, formó a miles de profesionales de las carreras de arquitectura, ingeniería civil y construcción civil, contribuyendo, desde la universidad, al gran cuerpo de normas técnicas y regulaciones para la construcción en nuestro país, las que fueron una base a los sistemas de certificación como CES.

El Premio CES a la Empresa Destacada recayó en Sacyr, especialmente por el trabajo que han realizado en la construcción de hospitales en nuestro país, y el de la Política Pública Destacada, lo obtuvo la Dirección de Aeropuertos del MOP, por el trabajo de impulso y compromiso que ha tenido con la certificación de infraestructura sustentable.

Desde Sacyr, Ángel Plaza, administrador de Contrato Hospital Quillota Petorca y Hospital Sótero del Río, explicó que “nuestro compromiso con la sostenibilidad es ineludible, estamos trabajando en ello, por ejemplo, en estudios de huella de carbono, cosa que todavía no se había hecho en este país; y tenemos la certificación de residuos cero, que es la primera que se obtiene en una obra en este país, que garantiza que valorizamos y reutilizamos más de 95% de nuestros residuos”.

Claudia Silva, directora nacional de Aeropuertos del MOP, señaló que el compromiso de su gestión es “que todos nuestros edificios y todas nuestras construcciones se hagan de manera sustentable y estamos constantemente mejorando los recintos aeroportuarios”.

Estas son las características de sustentabilidad del Hospital de Coquimbo

Mandatado por la Dirección General de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas, este hospital está apuntando a un puntaje mayor a 60 puntos, bajo el diseño y asesoría de BBATS CONSULTING & PROJECTS S.L.P.

Inscrito en agosto de este 2024, el Hospital de Coquimbo viene a complementar la lista de estos grandes recintos hospitalarios que cuentan con certificación, apostando por altos puntajes.

De hecho, así lo manifiesta Alex Mollà Domenech, jefe de proyecto “Hospital de Coquimbo”, en representación de BBATS CONSULTING & PROJECTS S.L.P. y la SOCIEDAD CONCESIONARIA HOSPITAL DE COQUIMBO S.A.: “Es imprescindible que los proyectos hospitalarios apunten a un alto puntaje, puesto que esto, como se ha comprobado, es directamente proporcional a la inversión en mantenimiento y consumo energético que se realiza. Un edificio sustentable no solo aporta beneficios a los usuarios, sino que también hace que el proyecto se pueda mantener por más tiempo y a un menor coste”.

Por ello, “en Bbats somos conscientes de ese desafío y lo hemos aplicado en cada uno de nuestros proyectos y el Hospital de Coquimbo es un buen ejemplo de ello”, asegura. 

En ese sentido, cuenta que el hospital está en proceso de obtener una precertificación, en la que esperan alcanzar un puntaje de 61 puntos, que corresponde a una futura certificación destacada.

“El enfoque general del proyecto se adapta a las particularidades del clima de la región, asegurando un diseño que no sólo es eficiente en términos de energía, sino también en el uso sostenible de los recursos”, puntualiza Fabriciano San Martín Lagos, especialista en eficiencia energética y certificación CES “Hospital de Coquimbo”.

Ambos especialistas coinciden en que “si bien tenemos variada experiencia y en la misma región, para este caso localizado en la costa norte, particularmente en Coquimbo, las condiciones climáticas exigen parámetros de diseño específicos que inciden directamente en la reducción del consumo energético”.

Es por ello que “las características del clima local influyeron directamente en el diseño, como la volumetría, en la envolvente térmica y considerando que la cantidad de iluminación es alta, la proporción de ventanas y muros para optimizar la iluminación natural”, dice Mollà.

Características

Como indica el asesor CES, el diseño del hospital incorpora una envolvente térmica adecuada al clima local, lo que asegura una correcta eficiencia energética. Las celosías se integran según la orientación del edificio, lo que maximiza la autonomía lumínica y reduce el deslumbramiento, permitiendo que el edificio aproveche la luz natural sin comprometer el confort visual. También para controlar la iluminación indirecta en los patios se optimiza el ancho de estos para así disponer de iluminación natural sin deslumbramiento. “Se ha predominado el uso de recintos en fachadas o patios interiores que estén mayormente ocupados para que los usuarios y trabajadores del hospital puedan disponer de luz natural”, añade.

De acuerdo con Alex Mollà, “los proyectos de esta magnitud se estudia la implantación en el terreno”, por lo que en esta ocasión, “se ha diseñado un edificio compacto para poder controlar la superficie de fachada con unos patios orientados norte sur para maximizar las horas que estos pueden iluminar naturalmente los recintos. De esta forma, se controla el gasto energético, tanto para la iluminación de los mismos como para la necesidad de clima en los recintos que dan a fachada”.

Así, una vez que se ha diseñado el volumen como estrategia pasiva principal, se ha optimizado el uso de cristales con propiedades de control solar que equilibran el acceso visual con la reducción de las cargas térmicas, disminuyendo el consumo energético tanto en calefacción como en enfriamiento. 

En cuanto a las soluciones activas, Fabriciano San Martín comenta que “el sistema de climatización está basado en bombas de calor de alta eficiencia, lo que permite una recuperación de energía que maximiza el ahorro operativo del edificio. Además, el sistema de ventilación asegura una excelente calidad del aire interior mediante el uso de sistemas de recuperación de calor a lo largo de todo el edificio”.

Asimismo, los profesionales entregan la siguiente información:

Iluminación y Consumo de Agua: 

El sistema de iluminación artificial utiliza tecnología LED de bajo consumo, garantizando niveles de iluminación adecuados en cumplimiento con las normativas chilenas, al mismo tiempo que minimiza el consumo energético. 

En cuanto al consumo de agua, el hospital cuenta con grifería de bajo consumo, lo que maximiza el ahorro de agua potable. Este aspecto es especialmente importante en la zona, debido a la escasez hídrica. Por ello, el ahorro de agua es un objetivo prioritario, apoyado por un sistema de riego eficiente. 

Paisajismo y Riego: 

El diseño paisajístico se ha centrado en la incorporación de especies nativas de bajo consumo de agua, lo que reduce la necesidad de riego. Se cumple la superficie de áreas verdes requeridas para poder optar al mayor puntaje en esta especialidad. El sistema de riego es por goteo, tecnificado y monitoreado, optimizando el uso del recurso hídrico. 

Gestión de Residuos: 

En cuanto a la gestión de residuos durante la etapa de operación, se han incorporado sistemas de reciclaje en todas las zonas públicas del hospital, como salas de espera y áreas comunes. En cuanto al control de manejo de obra, para la etapa de construcción se desarrolló un plan de gestión de residuos que especifica un mínimo de reciclaje de materiales. También se define un área en la unidad de recogida de residuos para poder albergar el reciclaje de los mismos. 

Generación de Energía y Sistemas de Agua Caliente: 

Para la generación de agua caliente sanitaria, se ha implementado un sistema de energía solar térmica, que maximiza el ahorro energético a largo plazo. 

Climatización y Control Centralizado:

El hospital cuenta con un sistema de control centralizado que monitorea constantemente la temperatura en todas las zonas del edificio y gestiona los niveles de CO2 en áreas de alta densidad de ocupación. Este control garantiza un clima interior adecuado y saludable, ajustándose a condiciones óptimas. 

Ya están precertificados los tres hospitales de la Red de Salud Maule

Energías Renovables No Convencionales, eficiencia energética en el diseño de la envolvente térmica, así como en los sistemas de climatización, ventilación e iluminación, son algunas de las estrategias de sustentabilidad de los tres recintos que ya pasaron la etapa de precertificación. 

A menos de un año de su ingreso al sistema de Certificación CES, los hospitales de Constitución, Cauquenes y Parral, obtuvieron su precertificación con muy buenos puntajes: 65,5, 63,0 y 62,5, respectivamente.

Con el diseño del estudio luis vidal + arquitectos y la asesoría CES de b-green, los tres hospitales han aplicado criterios de sustentabilidad consistentes, destacando la implementación de Energías Renovables No Convencionales, la eficiencia energética en el diseño de la envolvente térmica, así como en los sistemas de climatización, ventilación e iluminación, como cuenta Nathalie Jaimes, coordinadora de Proyectos de b-green.

Es así como los tres hospitales estarán equipados con sistemas de colectores solares que contribuyen con un 45 % a la producción de Agua Caliente Sanitaria (ACS) en sus instalaciones.

“También se ha optimizado el uso del agua mediante la selección de artefactos sanitarios, griferías, paisajismo y sistemas de riego de bajo consumo. En cuanto a los materiales, se ha considerado la reutilización y el reciclaje de los residuos generados tanto en la etapa de construcción como en la de operación. Además, el acero utilizado en el sistema estructural de los edificios proviene de productores sostenibles”, precisa la profesional.

Asimismo, las estrategias de diseño han abordado aspectos clave para asegurar el confort de los usuarios. “Se ha garantizado un óptimo confort visual pasivo mediante una adecuada aportación de luz natural, así como un buen confort acústico a través de la configuración de los elementos constructivos interiores y exteriores. La calidad del aire será óptima gracias al diseño de ventanas operables y un sistema mecánico de inyección de aire exterior, equipado con filtros de alta eficiencia. Estos elementos, junto con los parámetros de diseño de climatización, aseguran también el confort térmico de los usuarios”, añade.

Desafíos particulares

Hospital de Constitución.

Si bien el nivel de dificultad en la integración de estrategias CES fue equivalente para los tres recintos hospitalarios, “podría considerarse que en el Hospital de Constitución fue más desafiante lograr el cumplimiento del aporte de luz natural, atribuyendo esto a las condiciones de emplazamiento y orientación”, afirma Jaimes.

Esto llevó a que el análisis iterativo del diseño de fachada fuese más exhaustivo, “buscando dar respuesta a soluciones que no afectaran la coherencia del lenguaje arquitectónico, pero que sobre todo, otorgaran la mayor uniformidad posible y el cumplimiento de las condiciones mínimas que permitieran el máximo aprovechamiento de la luz natural”, dice.

Para el sistema de control solar, éste se priorizó a través de la selección de cristales con propiedades adecuadas. “Complementario a esto y al diseño retranqueado de ventanas de los paramentos de fachadas, se incorporaron elementos de protección solar adicionales en función de la ubicación y la orientación”, específica la profesional.

Así, en el Hospital de Cauquenes, “se han diseñado celosías horizontales en la fachada norte para reducir la incidencia solar, especialmente en las áreas de hospitalización, igual que en los hospitales de Parral y Constitución, en los que adicionalmente se disponen lamas verticales en las fachadas este y oeste. Adicionalmente, en el Hospital de Constitución se han considerado mallas microperforadas para reducir la exposición solar en los tramos de muro cortina”, asegura.

Hospital de Cauquenes.

Por último, Nathalie Jaimes cuenta que la reducción del consumo en iluminación se generará mediante la instalación de dispositivos LED en el 100% de las instalaciones. Los hospitales contarán con un sistema de control centralizado con opciones de configuración de programación y ajuste teniendo en cuenta factores como la ocupación y las horas del día. 

“El sistema, además, contempla la instalación de sensores de presencia, movimiento y de regulación de la intensidad de la luz. Cabe destacar que se ha desarrollado un plan de gestión y mantenimiento de las instalaciones, por lo que las auditorías periódicas del consumo energético, permitirán evaluar el comportamiento del sistema identificando áreas de mejora y ajustes según sea necesario”, sostiene.

Hospital de Parral.

UOH: compromiso con la sostenibilidad y el confort ambiental

Con tres edificios de la Facultad de Ingeniería del Campus Rengo ingresados a CES en 2023, la Universidad de O’Higgins materializa su compromiso con la sostenibilidad ambiental y el bienestar de la comunidad universitaria.

En 2023, la Universidad de O’Higgins ingresó al proceso de certificación de CES bajo la versión 1.1 tres edificios de la Facultad de Ingeniería, en el Campus Rengo: Edificio Escuela, Edificio Auditorio y Casino y Edificio Deportivo, lo que “se traduce en la materialización de un compromiso con la sostenibilidad ambiental, alineado con las demandas globales de preservación y cuidado de los recursos naturales”, de acuerdo con Paula Ávila Oliver, arquitecta de la Dirección Proyecto Campus de Ciencias de la Ingeniería.

Además, “se demuestra el compromiso con el bienestar de la comunidad universitaria al entregarle espacios diseñados bajo óptimas condiciones de confort ambiental que contribuyan a minimizar impactos negativos en la salud, que usualmente generan edificios sin atributos sustentables”, especifica.

Los responsables de la arquitectura son los profesionales Alvaro Ramírez, Martín Schmidt, Carlos Cavagnaro, Francisco Cepeda y Daniel Rojo, quienes para el diseño arquitectónico pasivo consideraron una envolvente térmica eficiente, cuidando detalles que permitan minimizar el riesgo de puentes térmicos. 

En cuanto al diseño de protección solar, se establece un sistema en fachada con el que se garantice el confort térmico y visual. Del mismo modo, se logran estándares de confort acústico propios de edificaciones de enseñanza con los que se aseguran condiciones óptimas para el aprendizaje. 

Adicionalmente, se han considerado criterios activos para la climatización, ventilación, agua caliente sanitaria e iluminación, optimizando parámetros como la potencia de iluminación, la implementación de sistemas de control y la selección de equipamiento con alto rendimiento nominal. “El conjunto de las soluciones mencionadas permite visualizar escenarios de significativos ahorros energéticos”, asegura Ávila. 

Por otro lado, añade que se prevé un bajo consumo hídrico tanto en el interior, gracias al uso de artefactos eficientes, como en el exterior, mediante un diseño paisajístico con vegetación nativa y sistemas de riego eficientes.

Finalmente, “se proyecta la implementación de un plan que contempla la correcta disposición y registro de residuos en etapa de construcción. De igual manera, se ha diseñado un plan para la etapa de operación, que considera la provisión de equipamiento adecuado para la correcta segregación de residuos por parte de los usuarios de las edificaciones”, sostiene.

La evolución de los proyectos de Colbún con CES

Con un puntaje de 73,5, la empresa logró un nivel sobresaliente esta vez con un edificio en el norte de Chile, las oficinas administrativas de una planta fotovoltaica. De esta manera, superó los 33 puntos obtenidos con su primer proyecto CES y los 72 puntos del segundo edificios que la hicieron alcanzar el segundo lugar de los Premios CES en 2022.

En julio se certificó un nuevo proyecto de Colbún. Se trata de las Oficinas Administrativas Planta Fotovoltaica Diego de Almagro Sur, que alcanzó nivel de certificación sobresaliente, con 73,5 puntos. Ya en los Premios CES 2022 obtuvo el segundo lugar con las Oficinas Administrativas Central Hidroeléctrica Colbún, que alcanzaron 72 puntos. En tanto, en 2018, certificaron el Edificio Administración Central Angostura, con 33 puntos.

Por ende, claramente se puede hablar de una evolución en las estrategias utilizadas por la empresa en su infraestructura. Por ello, conversamos con Karen Montes, subgerente de Contratos, encargada de desarrollo del proyecto certificado recientemente, sobre el trabajo que ha venido haciendo Colbún.

“Este proceso es una continuación del trabajo que ya veníamos realizando, primero con las oficinas de la Central Angostura (Biobío) y luego con las oficinas de la Central Colbún (Maule), aprovechando ese aprendizaje y como un estándar para nuestras nuevas oficinas”, confirma Montes.

Asimismo, “conseguir esta tercera certificación CES nos permitió obtener también la primera certificación LEED de nuestras instalaciones, demostrando que la certificación CES resalta aspectos que no sólo son propios de nuestro país, sino que también relevantes a nivel internacional”, sostiene la ejecutiva de Colbún.

¿Cómo fue el trabajo para alcanzar el nivel sobresaliente? Montes comenta que “como base continuamos utilizando el aprendizaje adquirido a partir de nuestras certificaciones previas. En el caso de las oficinas administrativas de Diego de Almagro Sur, la principal diferencia es que cuentan con un componente prefabricado -al ser una base de construcción modular que aportó a optimizar el proceso-, pero que, a su vez, logró adaptarse a los requerimientos necesarios para conseguir la certificación”. 

Adicionalmente, quisieron aprovechar las condiciones climáticas propias del lugar. “A modo de ejemplo: se incorporó una bomba de calor para el agua caliente que aprovecha la temperatura propia de la zona (en palabras simples, transfiere el calor del aire al agua para llevarla a temperatura final de uso en los servicios sanitarios), disminuyendo así el consumo de energía”, cuenta.

Entre las principales estrategias de sustentabilidad utilizadas, Karen Montes explica que el diseño fue realizado bajo los conceptos y requerimientos CES, siendo la eficiencia energética una especialidad más. Además, “se aprovechó la experiencia previa, lo que minimizó el periodo de diseño al extender los estándares definidos para las oficinas anteriores en temas del programa arquitectónico, espacios, instalaciones, materialidad y condiciones de habitabilidad”, añade.

Así, se trabajó en un diseño bioclimático, con un uso eficiente de la energía, que se integró al entorno, tanto en su arquitectura como en colores y paisajismo, basado principalmente en elementos inertes, rocas y algunas cactáceas que requieren mínimo mantenimiento y riego, buscando aprovechar la humedad de la camanchaca.

“Se incorporó un sitio destinado a la gestión de residuos, que se alinea con el resto de las instalaciones de Colbún, y que cobra especial importancia al realizar el esfuerzo en zonas alejadas de los centros poblados, en localidades en donde no se cuenta con tanta disponibilidad de proveedores para el tratamiento de ellos”, dice Montes.

Además, “dado que la construcción modular es un proceso controlado de producción, genera menos residuos, reduce la actividad en obra y permite una construcción más ajustada al optimizar mano de obra, equipos y materiales”, señala.

Finalmente, al término de la vida útil del proyecto, las oficinas podrán ser desarmadas y reutilizadas en gran parte, minimizando los efectos negativos de la demolición de una construcción tradicional.

Aislación sísmica y sustentabilidad en un edificio universitario

Con un sistema de aislación sísmica que genera una estructura suspendida y una planta fotovoltaica que incluye paneles BIPV, se certificó este 2024 el edificio UTA Industrial Campus Saucache.

A simple vista, dos son los elementos que llaman la atención del edificio de Ingeniería Industrial de la Universidad de Tarapacá, en el Campus Saucache de Arica: los paneles solares de su fachada y los aisladores sísmicos.

Con un nivel destacado y un puntaje de 57, este edificio se certificó en enero de este año, con el diseño arquitectónico de Marsino Arquitectos, el cálculo estructural de Claudio Hinojosa, la asesoría CES de Francisco González, en tanto que el CIAES UCN actuó como Entidad Evaluadora.

“Este edificio se concibe como un prototipo, un módulo repetitivo, resiliente y sustentable. Su diseño de planta libre permite una flexibilidad total de usos. Los volúmenes aislados del primer piso se adaptan fácilmente al programa y al terreno donde se emplacen”, cuenta el arquitecto Francisco González.

El especialista comenta que este la fachada del edificio se ha concebido como un soporte para la generación de energía renovable, incorporando aleros fotovoltaicos y una doble piel de paneles perforados para la protección solar, con un fuerte énfasis en mejorar las condiciones de habitabilidad y confort interior.

“Las amplias superficies vidriadas de la fachada buscan maximizar la iluminación y ventilación natural de los recintos docentes y oficinas, reforzando la relación visual entre los usuarios y el campus”, añade.

En tanto, el núcleo del edificio actúa como un canal de ventilación natural forzada, permitiendo la ventilación cruzada del interior de los recintos y cumpliendo con los requerimientos de ventilación natural. Los pisos 2, 3 y 4 están suspendidos del suelo, mientras que el nivel superior del núcleo vertical de circulación se abre hacia el exterior para lograr el efecto chimenea de ventilación.

“Los sistemas activos del edificio incluyen climatización de expansión directa tipo VRF y unidades interiores tipo cassette en oficinas y laboratorios de computación. Además, se han incorporado artefactos sanitarios de bajo consumo, luminarias eficientes y equipamiento para un manejo adecuado de residuos durante la operación”, especifica González.

La planta fotovoltaica de este edificio consiste en lo diferenciador, como señala el asesor CES, “en paneles fotovoltaicos de última tecnología Bifaciales, PERC, Monocristalinos, de doble vidrio, y sin marcos, que además tienen el grado de “Integración de Fotovoltaica del Edificio” (BIPV, por us siglas en inglés), que no solo hacen un aporte energético al edificio, sino que también les permite ser parte de los elementos constructivos del mismo”.

Como paneles BIPV, en este proyecto se instalaron como aleros del edificio, en cada piso y en las cuatro caras, lo que les permite reducir la cantidad de radiación solar que ingresa por las ventanas y, a su vez, no bloquear totalmente el paso de luz. 

“Los paneles tradicionales tienen una lámina trasera de PVC blanca que no permite que pase la luz ni se vean claramente las celdas; sin embargo, en este proyecto se consideró este panel tipo vidrio-celda-vidrio, que permite pasar la luz entre los espacios que hay entre celda y celda, para que los usuarios tengan cierto grado de luminosidad natural y así también poder visualizar las celdas fotovoltaicas desde el interior del edificio”, detalla el profesional.

Asimismo, el edificio cuenta con un sistema de aislación sísmica generando una estructura suspendida, compuesta por un sistema ortogonal de pilares y vigas que convergen en una base estructural diagonal. 

UTA INDUSTRIAL_CORTE.
UTA INDUSTRIAL_PLANTA TIPO.

CES visita el Complejo Interdisciplinario para el Desarrollo Sustentable Michel Durand

En su plan de visitas anual, el equipo de CES incluyó el primer edificio certificado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, ubicado en la rivera del lago Villarica.

El pasado 22 de abril, Romy Luckeheide, arquitecto de CES, visitó en Villarrica el primer edificio certificado CES de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Con un puntaje de 30 puntos, el edificio fue certificado en noviembre de 2020. Éste consta de más de 1.000 m2 construidos, está ubicado en la rivera del lago Villarrica frente a la casa de estudios superiores la sede UC Villarrica. Contempla salas de clases, espacios comunitarios, cafetería, espacios de trabajo, oficinas, salas de reuniones y auditorio. El programa educacional involucra Mayor y Minor en Desarrollo Sustentable, programas de intercambio, cursos y diplomados. 

Al exterior se encuentra el Museo Interactivo Regional de Agroecología y Sustentabilidad MIRAS, gratuito, libre o guiado con acceso universal, que cuenta con una huerta comunitaria. Es un espacio abierto a la comunidad y tiene acceso a la playa. 

“El diseño puso sus esfuerzos por obtener la mayor cantidad de puntaje en las categorías de Calidad del Ambiente Interior a través de estrategias pasivas como activas, en Energía disminuyendo la demanda energética del edificio y Agua con el fin de disminuir el consumo de agua potable durante la operación”, comenta Romy Luckeheide.

Las estrategias en las que trabajó el edificio para mejorar tanto su eficiencia como confort interior están relacionadas al programa de uso. Así, “se maximiza la iluminación natural, logrando una iluminación óptima para el 90% de los recintos regularmente ocupados, y se prioriza la visibilidad hacia el exterior. Se cumple con los requerimientos acústicos de aislación de fachada. En el interior del edificio también existen propuestas que mejoran la calidad acústica, como el control de ruido proveniente de los equipos y un sistema implementado en el cielo que absorbe el sonido y reduce el nivel de ruido generado por la reverberación”, cuenta la arquitecta. 

Asimismo, en la categoría Energía se implementó como estrategia una envolvente aislada con vidrios de termopanel. En la cubierta se utilizó lana mineral y de vidrio; en los muros de hormigón: aislación interior con poliestireno expandido y en los muros de madera se consideró lana de vidrio. Como explica la profesional de CES, “estos elementos ayudan tanto a la aislación térmica como a la acústica. Todos los accesos tienen doble puerta lo que ayuda mucho a controlar la entrada de aire frío al interior cada vez que se utilice”, relata.

Jaime Palacios, jefe Administrativo e Infraestructura Campus Villarrica; Sofía Rojo, coordinadora general, y Romy Luckeheide, arquitecta CES.

De esta manera, esta solución constructiva permitió que el proyecto cumpliera por sobre los rangos obligatorios del requerimiento y obtuviera, además, un 20,8% de disminución de la demanda energética anual en climatización e iluminación.

Indicadores

Estudio de iluminación natural: Se logra una iluminación óptima para casi el 90% de los recintos regularmente ocupados. 
Detalle constructivo envolvente.

Equipo

Arquitecto: Labbe Portugueis Arquitectos 
Asesor: José Espinoza
Entidad Evaluadora: ECOSUSTENTA

Hito: Ingresa proyecto 500, 1° de la Antártica y el 1° piloto de la versión aeropuertos

Se trata del Anteproyecto Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, de 400 metros cuadrados, a cargo de la Dirección de Aeropuertos del MOP.

El 8 de mayo pasado se inscribió en CES el Anteproyecto Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, que marca algunos hitos dentro del sistema de certificación nacional. Por una parte, se convirtió en el proyecto número 500 registrado y, por otra, en el primer proyecto piloto de la versión CES Aeropuertos, actualmente en desarrollo, así como también en el primer proyecto ubicado en la Antártica en iniciar el proceso de certificación con CES.

Teniendo como mandante a la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (MOP), el proyecto fue diseñado por Ferrer y Asociados Ingenieros Consultores S.A., y como asesora CES participa María Luisa del Campo, en tanto que la entidad evaluadora recae en ECOSUSTENTA.

Como señala Walter Kaempfe, jefe del Departamento de Proyectos de la Dirección de Aeropuertos del MOP, “el refugio de pasajeros del aeródromo Teniente Marsh es parte de un trabajo que la Dirección de Aeropuertos del MOP (DAP) ha estado desarrollando e incorporando en los diseños desde 2017. Sin embargo, este proyecto es el primero en ingresar al sistema de evaluación para poder precertificarse”.

Considerando los tiempos que implica la ejecución de un proyecto de estas características, su precertificación se hará mediante piloto de la versión CES Edificios de Uso Público. Mientras tanto, “la DAP está desarrollando en paralelo el estudio básico “Investigación y análisis de parámetros para certificación de proyectos de infraestructura aeroportuaria sustentable”, cuyo objetivo es obtener la herramienta de Certificación CES para Aeropuertos, lo cual está previsto para el año 2025”, asegura. 

De acuerdo a los datos de la licitación publicada en 2022, este proyecto busca el resguardo de los pasajeros en la Base Aérea Teniente Marsh, con una superficie estimada de 400 metros cuadrados, incluyendo sala de embarque de pasajeros, bodega y servicios higiénicos, entre otras áreas.

En ese sentido, este proyecto servirá como la principal puerta de entrada al continente antártico y mejorará considerablemente la conectividad entre la Antártida y el territorio nacional, beneficiando a los funcionarios y a la comunidad en general.

“El proyecto de ampliación y mejoramiento del aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, ubicado en la Antártica chilena, consideró en su desarrollo los requerimientos establecidos en la Certificación Edificio Sustentable (CES), por lo que cumple con todos los requisitos obligatorios establecidos en el manual CES y algunos voluntarios, considerando las condiciones climáticas extremas de la isla Rey Jorge, territorio donde está emplazado este recinto aeroportuario”, comenta Kaempfe.

Dentro de los desarrollos más relevantes están los aislamientos de fachadas ante las adversas temperaturas exteriores, los que contemplan índices de transmitancia térmica corroborados mediante simulaciones. “Cabe destacar que el diseño contempló medidas para que en su futura etapa de construcción, sea un edificio prefabricado e industrializado en el continente, lo que reducirá su huella de carbono y emisión de residuos”, sostiene Walter Kaempfe.

“Desde la administración CES nos alegramos enormemente de estos hitos, por una parte llegar el proyecto inscrito N°500 es fruto del trabajo por más de 8 años en la operación y promoción de CES, y algo que consideramos más relevante, en generar confianza en los procesos de certificación y que éstos lleguen a todas las regiones de Chile, en este caso incluso la Antártica”, dice Hernán Madrid, jefe de CES.

Por otra parte, “que sea el primer piloto para la futura versión CES Aeropuertos nos llena de satisfacción, ya que el trabajo con la Dirección de Aeropuertos MOP ya ha sido muy intenso y gratificante”, añade, complementando que “esperamos seguir cumpliendo hitos para CES este 2024”.

Edificio Aulas Las Pataguas UC: Infraestructura universitaria en evolución 

El proyecto precertificado CES y emplazado en el campus San Joaquín, reúne tanto salas de clases como oficinas y departamentos de atención a universitarios, y se organiza en dos edificios relativamente opuestos e independientes entre sí. 

La necesidad de brindar a la comunidad universitaria espacios con elevados estándares de calidad inspiró la construcción del edificio Aulas Las Pataguas (ingresado a CES como Edificio Inclusión y Servicios Estudiantiles Campus San Joaquín), en el campus San Joaquín de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Compuesto por dos torres independientes entre sí, Las Pataguas alberga salas de clases, oficinas, subterráneos y zócalos, entre otras instalaciones.

La construcción está emplazada en un terreno de 50 x 50 metros, rodeada por edificios de diversas escalas, por el sur un edificio de aproximadamente 34 metros de alto, por el norte una construcción de un piso de altura y por el oriente un volumen horizontal de aproximadamente 9 metros, lo que deja un frente despejado hacia el poniente, por el que se instalará el acceso principal.

Francisco Palacios, jefe de proyecto de la Subdirección de Planificación y Proyectos Dirección de Infraestructura UC, remarcó durante el recorrido que “la arquitectura también va evolucionando y la universidad no tiene una estandarización tan rígida en términos de diseño, lo que da a los arquitectos la posibilidad de proponer un diseño de estructuras variados. La estandarización, por parte nuestra, va en el orden de los tamaños de las superficies, los temas ambientales, y el tema de la certificación CES, que también es para nosotros, un estándar directo”.

Dos torres

La Torre A se distribuye en 10 plantas de oficinas de 800 m2 cada una, con un núcleo central desplazado hacia un costado, definiendo así dos tipologías de posibles espacios en cuanto a sus proporciones y particiones. Las 25 salas de clases de la Torre B se distribuyen en 7 niveles (un zócalo y 6 niveles superiores) de aproximadamente 700 m2, con un corredor abierto hacia la cara poniente.

En un recorrido para conocer los avances, en el que fue posible constatar que la torre B, que da lugar a las salas de clases, se encuentra completamente terminada y que la torre A está aún en desarrollo. Los profesionales a cargo del proyecto explicaron la importancia de contar con las certificaciones requeridas para que las edificaciones del campus cumplan con los objetivos de la universidad relacionados con sustentabilidad, específicamente la huella de carbono. 

“Todas las iniciativas relacionadas con la energía van orientadas para ese lado, aportan a ese a ese número que tiene varias vertientes. La certificación CES ha venido a estandarizar bastante cosas concretas, objetivos medibles”, destacó Palacios.

En el mismo sentido, el arquitecto puntualizó que los estándares que se supervisan son relacionados con el espacio –metro cuadrado por alumno, metro cuadrado por persona en puesto de trabajo– y estándares de climatización, todos con miras a garantizar que las personas se desenvuelvan cómodamente en los espacios que habitan durante su permanencia en las instalaciones. Cabe destacar que son alrededor de 30.000 usuarios los que se verán beneficiados con el Edificio Aulas Las Pataguas. 

El nuevo edificio también contempla elementos de inclusión como baños universales, infraestructura para acompañar a estudiantes que requieren algún tipo de apoyo, señalética, entre otros. 

En la visita, participaron Francisco Palacios, jefe de proyecto de la Subdirección de Planificación y Proyectos Dirección de Infraestructura UC; José Jodar Reverte de EBP Chile SpA, quien fue el asesor CES de este proyecto; Yanira Morales de la Subdirección de Planificación y Proyectos de la Dirección de Infraestructura UC, y Hernán Madrid, jefe de CES.

Edificio D.R.A.T.: Un ejemplo perfecto del reciclaje de edificios

Como la culminación de un proceso iniciado en 2016, el edificio Institucional Dirección Regional de Aduanas de Talcahuano logró la certificación CES en septiembre de 2023, con un puntaje sobresaliente. La planificación, las lecturas del espacio y los métodos constructivos permitieron la obtención de un alto nivel.

Con 72,5 puntos y un nivel sobresaliente, el Edificio Institucional de la Dirección Regional de Aduanas de Talcahuano se certificó el 13 de septiembre de 2023, bajo la versión CES 1.

El proceso para este edificio comenzó en 2016, incorporando nuevas estrategias de eficiencia energética desde el diseño para la precertificación, las que se mantuvieron durante y posterior a la construcción de este proyecto.

El asesor CES en ambas etapas (precertificación y certificación) fue Francisco Pizarro, quien comenta que “fue un trabajo conjunto entre oficina de arquitectura y especialidades en la primera instancia, lográndose la precertificación CES destacada, y continuó años después con una coordinación exhaustiva junto a la empresa constructora y especialistas encargados de la ejecución, para poder lograr el máximo de puntaje posible dadas ciertas complejidades respecto a actualización de equipos y proyectos, después de los años pasados desde el proyecto base”.

Todos los profesionales debieron enfrentar desafíos importantes desde el diseño, ya que se reciclaron dos edificios existentes, un pequeño edificio oficina y un gran galpón posterior, “lo que implicó un importante desafío arquitectónico que lograra no solo satisfacer el programa de Aduanas, sino también entregar un gran estándar de confort lumínico, térmico y visual, para los usuarios”, precisa Pizarro.

En materia de sustentabilidad, las estrategias pasivas se basaron en el aprovechamiento máximo de la iluminación natural, a través de la creación de patios interiores y un diseño de fachada norte completamente abierta, pero con un sistema de celosías para el control solar. También, se incluyó una envolvente térmica de alta eficiencia, que le permitió obtener los puntajes máximos en reducción de la demanda de energía y altos en confort térmico, según cuenta el arquitecto.

Como parte del diseño activo, el edificio considera, entre otros, “un sistema de climatización y ventilación de alta eficiencia que debió adaptarse a las condiciones del galpón inicial, por lo que se distribuyen dentro de closets integrados al diseño arquitectónico, lo que entrega un ejemplo no convencional de solución de climatización”, explica el asesor CES. Asimismo, cuenta con sistema de iluminación artificial de alta eficiencia, que se adapta a las condiciones bases antes mencionadas, logrando el más alto estándar. 

Juan Vega, director regional de Arquitectura de la región del Biobío, especifica que el diseño fue aportado por el mandante Servicio Nacional de Aduanas y, previa licitación, se desarrolló una revisión interna con especialistas del nivel central de la DA, los que aportaron sus observaciones de temas a mejorar.

Así, una vez que fue adjudicado, dice que el asesor CES Francisco Pizarro propuso ajustes menores de griferías, inclinación de celosías exteriores y equipos de iluminación, tendientes a elevar los puntales en la precertificación y posterior certificación. “En sumatoria, se logra esta construcción de 72,5 puntos, lo que la califica como un proyecto sobresaliente desde el punto de vista CES”, complementa Vega.

Por su parte, Francisco Pizarro cree que el edificio D.R.A.T. no sólo es un edificio público de excelencia, “sino también un ejemplo perfecto de cómo es posible el reciclaje de edificios de cualquier índole y transformarlos en edificios contemporáneos de primer nivel energético y de confort para sus usuarios”.