El 2024 marcó un hito histórico para CES con un número récord de proyectos inscritos y precertificados, consolidando su rol como referente en la sustentabilidad de edificios de uso público en Chile. A continuación, un balance de los logros y desafíos del año.
El 2024 será recordado como un año excepcional para la Certificación Edificio Sustentable (CES). Durante este período, se inscribieron 93 proyectos, de los cuales 63 obtuvieron precertificación y 24 fueron certificados, cifras que posicionan al año como el más exitoso en la historia de CES, en términos de inscripción y precertificación de proyectos.
De esta manera, los principales logros del año fueron la ampliación de la base de mandantes, sumando a importantes instituciones como la Dirección de Aeropuertos del MOP, la Universidad Tecnológica Metropolitana y varias municipalidades, entre las que destacan Pudahuel, Colbún y Vitacura. Además, la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) certificó un proyecto e inscribió otros 25, destacándose como el segundo mandante más activo después de la Dirección de Arquitectura del MOP.
Por primera vez, se precertificó un proyecto bajo la versión piloto para edificios existentes, representando un avance significativo en la evaluación de edificaciones ya construidas. Asimismo, se incorporaron cinco hospitales y dos aeropuertos para estos usos, demostrando la adaptabilidad y crecimiento de CES en diferentes sectores.
“El puntaje más alto alcanzado este año en proyectos precertificados fue de 87,5 puntos, mientras que en certificados fue de 73,5, reflejando un compromiso continuo con la excelencia y el cumplimiento de altos estándares de sustentabilidad”, señala Romy Luckeheide, arquitecta en CES.
Tendencias y evolución en una década
A juicio de la profesional, “el crecimiento en el número de proyectos inscritos y precertificados confirma la relevancia de CES en la construcción sustentable en Chile. Desde su inicio en 2014, CES ha evolucionado para integrar nuevas versiones y sectores, consolidando su metodología como un estándar nacional”.
A pesar de los logros, CES enfrenta el reto de continuar promoviendo la sustentabilidad en sectores emergentes y consolidar su presencia en edificaciones existentes. La incorporación de nuevas versiones y mandantes será clave para mantener el dinamismo alcanzado en 2024.
El 2024 fue un año de consolidación y expansión para CES. Los resultados obtenidos no solo reflejan el trabajo colaborativo entre instituciones y profesionales, sino que también abren el camino para nuevos desafíos y oportunidades en el ámbito de la construcción sustentable en Chile.
Con edificios pertenecientes al Cuerpo de Bomberos de Rancagua y Machalí, se inició en octubre de 2024 la certificación de proyectos con la versión CES 1.1, publicada en 2023.
A poco más de un año de publicado el Manual CES 1.1, en 2024 se certificaron los primeros edificios que usaron esta versión. Se trata de tres proyectos ubicados en la región Libertador General Bernardo O’Higgins: la Reposición 8a Compañía de Bomberos de Rancagua, certificado el 4 de octubre de 2024, con 55 puntos, y la 3a Compañía de Bomberos de Machalí – Edificio y la 3a Compañía de Bomberos de Machalí – Departamento, ambos certificados el 9 de octubre con 59 puntos y 55 puntos, respectivamente.
“Parte importante de lo que hemos visto desde la Administración de CES es que esta versión tuvo una muy buena recepción entre los equipos de proyectos, reflejando que la incorporación de estrategia de sustentabilidad ya habían superando el estándar de la versión 1.0, especialmente en lo que se relaciona a la envolvente de los edificios y su relación con demanda y consumo de energía”, señala Hernán Madrid, jefe de CES.
Y añade que “como en todo cambio de versión, se van impulsando ciertas líneas de acción, y en esta versión 1.1 algo que ha quedado en evidencia es que para alcanzar un nivel Destacado de certificación ya no es suficiente tener un muy buen proyecto en Demanda de energía y Confort térmico pasivo, ahora es necesario sumar mayores esfuerzos en otras estrategias”.
Para Julio Duarte, asesor CES de EBP Chile, “fue interesante implementar requerimientos más exigentes en proyectos que habían iniciado su asesoría bajo la versión anterior de la certificación CES. Asimismo, la incorporación de nuevos requerimientos impulsó el diseño de soluciones más eficientes en coordinación con el mandante, logrando mejorar el confort interior de los usuarios y mantener el nivel de certificación”.
En ese sentido, el principal desafío que enfrentaron fue “incorporar requerimientos que no estaban presentes en la versión anterior de la certificación y que no se habían considerado desde la etapa de diseño. Para superarlo, se trabajó en la actualización de diversos aspectos durante el proceso de obra, enfocándose en soluciones más eficientes, como la optimización del consumo de agua. No obstante, algunos procesos, como el plan de gestión de residuos, ya estaban siendo implementados por iniciativa del mandante, lo que facilitó la adaptación de estos a los nuevos estándares de la certificación CES”, precisó Duarte.
Se precertifica primer proyecto de versión CES Edificios Existentes: nuevas oficinas de Volcán
Liset Sapaj, jefa del Área de Especificaciones de Volcán, cuenta los detalles del proceso de certificación con esta nueva versión de CES, argumentando que un edificio certificado implica tener gente con una mejor calidad de vida.
En 2023, se inició el proceso del pilotaje de la metodología CES Edificios Existentes con las nuevas oficinas corporativas de la empresa Volcán, ubicadas en Las Condes. Y en septiembre, el proyecto se precertificó con 57 puntos, siendo el primero en avanzar en esta versión.
Habilitada en la plataforma CES de manera oficial desde 1 de enero del 2023, esta versión tiene como principal objetivo que los edificios existentes realicen un levantamiento de los indicadores de consumo energético, agua y de calidad del ambiente interior, de al menos un año previo a las renovaciones, para posteriormente proponer mejoras en post de la eficiencia energética, eficiencia hídrica y confort interior.
Liset Sapaj, jefa del Área de Especificaciones, cuenta que “este proceso fue un aprendizaje en el desarrollo, construcción y habilitación de traslado de las oficinas de Volcán a un edificio que se necesitaba acondicionar para los requerimientos de la compañía”.
Como especifica la profesional, el cambio se produjo a un edificio con décadas de existencia, donde el proyecto contemplaba un piso completo. “El diseño consideró desafíos de cambios más profundos en la forma de trabajar, apuntando al trabajo en equipo con espacios comunes que entreguen mayor relacionamiento entre áreas y permitan flexibilidad espacial. Estos cambios, debieron equilibrarse con el cumplimiento de aspectos para la certificación CES, como la ventilación y la iluminación de las distintas áreas, para tener las mejores condiciones de habitabilidad en este edificio existente. Asimismo, se consideró soluciones constructivas Volcán para el acondicionamiento acústico y lograr mayor confort interior”, detalla.
En ese sentido, para la evaluación de factibilidad de certificación, se revisaron aspectos como Calidad del ambiente interior, temas relacionados con energía, agua y residuos, además de evaluar el manejo de residuos en la construcción. “Todo lo anterior se alinea con el propósito de Volcán de generar un VIVIR MEJOR, para nuestros colaboradores”, precisa Sapag.
La jefa del Área de Especificaciones cree que lo más complejo del proceso fue contar con el seguimiento de las gestiones realizadas por la constructora en documentación vigente respecto a facturación y porcentaje de costos asociados a cada partida. “Además de este punto es relevante destacar que un proceso de certificación para la habilitación de espacios implica contar con facilidades de obtención de información del edificio construido y sus instalaciones globales, como son manejadoras de aire, flujos de residuos, año y proceso de construcción”, sostiene la arquitecta.
Por otra parte, desde el diseño del proyecto, se pensó en que tuviera énfasis en temas de sostenibilidad con una certificación CES, de manera de abordar los requerimientos lo más tempranamente posible. “Dado lo anterior, los cambios en ajustes del diseño inicial fueron mínimos”, comenta.
“Por eso nos parece importante que los arquitectos de habilitación tengan la información de si el proyecto se enfocará en certificación, cuál es y cuáles son las temáticas para evaluar. Eso focaliza mucho mejor el resultado”, aconseja.
Al ser Volcán una de las empresas del sector que sobresale en avances en sustentabilidad, surge la pregunta de si es recomendable que otras compañías se sumen a CES Edificios Existentes. Frente a ello, Liset Sapaj responde: “Nos parece muy relevante que se incorpore esta categoría al mercado, de manera de impulsar una mejor calidad en los proyectos de habilitación. Existen en desarrollo muchos proyectos de este tipo, tanto de torres de RENTA de oficinas, como áreas comerciales y otras. Recomendamos que la industria incorpore esta certificación para reflejar el buen construir para mejorar la calidad de los ambientes interiores para disminuir consumos y mejorar los espacios de trabajo”.
Y es que como ella relata, “un edificio certificado implica tener gente con una mejor calidad de vida en su interior y aportar al bienestar de todas las personas con un menor consumo energético y una contribución a la carbono neutralidad”.
Detalles técnicos
Para demostrar mejoras y obtener puntaje en la categoría de energía, Volcán optó por presentar boletas de consumo energético durante el último año de operación del piso renovado, obteniendo un 47% de ahorro en comparación con una tabla de referencia establecida a partir de información levantada por el Ministerio de Energía a través de su programa Gestiona Energía y complementada por una adaptación desde el Código Técnico Español (CTE).
La categoría CAI: Calidad del ambiente interior, se abordó, principalmente, por medio de un estudio de la calidad del aire interior de los recintos regularmente ocupados midiendo la concentración de CO2, considerando que el piso habilitado incluye ventilación natural y mecánica.
En agua se obtuvo 43% de ahorro en lts/año de consumo por griferías y artefactos.
Respecto de la gestión de residuos en operación, se propuso como estrategia separar todos los residuos reciclables como papeles y cartones, plásticos reciclables, metales y latas, vidrios, cartón para bebidas, residuos electrónicos y buscar un destino apropiada para desechos peligrosos (pilas, ampolletas y otros).
En innovación, el proyecto presentó un paisajismo interior, con 12 m2 de área verde específicamente en el área de acceso-atención al cliente y área de estar-café, recintos que se orientan al norte. Con el fin de generar una atmósfera óptima y natural, aportando una mejor oxigenación y un balance de la humedad interior. Además, se aprovechó está área dando prioridad al confort visual y térmico a los ocupantes, donde la luz natural presenta una mayor sobre iluminación dejando esta zona como un lugar no óptimo para instalar estaciones de trabajo.
Representantes de diversas instituciones se reunieron en el segundo Comité Consultivo del Estudio Básico “INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE PARÁMETROS PARA CERTIFICACIÓN DE PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA AEROPORTUARIA SUSTENTABLE”, para evaluar avances y compartir perspectivas sobre cómo integrar prácticas sostenibles en el diseño, construcción y operación de los aeropuertos en Chile.
En un esfuerzo por posicionarse como referente en sustentabilidad aeroportuaria, la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (DAP MOP) lidera un innovador estudio que busca sentar las bases para la versión específica CES Aeropuertos que aborde una infraestructura sostenible. Este proyecto es desarrollado en conjunto con diversas entidades públicas, privadas y académicas, marcando un hito en el desarrollo sustentable del país.
Durante el segundo Comité Consultivo del Estudio Básico “INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE PARÁMETROS PARA CERTIFICACIÓN DE PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA AEROPORTUARIA SUSTENTABLE”, expertos y representantes de distintas instituciones evaluaron avances y compartieron perspectivas sobre cómo integrar prácticas sostenibles en el diseño, construcción y operación de los aeropuertos en Chile. Las presentaciones estuvieron a cargo de la arquitecta Martita Molina, inspectora fiscal del Estudio de la Dirección de la DAP MOP, y de María Luisa Del Campo, asesora CES.
Martita Molina y María Luisa del Campo.
“Estamos muy contentos de haber realizado este segundo comité consultivo con una amplia participación y muchas consultas. Este estudio aborda distintas visiones, no solo de la Dirección de Aeropuertos, sino también de otras áreas del MOP y del sector privado. Es un paso clave hacia la certificación sostenible que esperamos concretar el próximo año”, destacó Martita Molina.
El proyecto no solo busca implementar medidas de eficiencia energética e infraestructura verde, sino también establecer una certificación que posicione a Chile como líder en prácticas sustentables a nivel regional. Según Margarita Cordaro, vicepresidenta de CES y representante del MOP, “generar una certificación aeroportuaria representa un avance increíble para Chile. Este trabajo, que reúne tecnología y la colaboración de especialistas, academia e instituciones públicas y privadas, marca un punto de partida en una especialidad maravillosa. Aunque aún queda camino por recorrer, lo logrado hasta ahora es una contribución significativa al desarrollo sustentable”.
Por su parte, el sector privado también ha jugado un rol crucial en este proceso. John Rathkamp, gerente de Sustentabilidad de Nuevo Pudahuel S.A., destacó los esfuerzos realizados para reducir el impacto ambiental de las operaciones aeroportuarias: “Estamos comprometidos con avanzar en la sustentabilidad del aeropuerto, no sólo entregando infraestructura de calidad, sino también reduciendo el impacto ambiental. Medidas como eficiencia energética, uso de energía verde certificada y puentes de embarque sustentables son parte de este esfuerzo por un futuro más sostenible”.
La importancia de este trabajo radica en su capacidad para incorporar innovaciones claves en el diseño y la operación de aeropuertos, como explicó Evelyn Reid, jefa de Edificación y Planes Maestros de la Dirección de Aeropuertos. “Este estudio nos permite integrar temas actuales de sustentabilidad como huella de carbono, net zero e infraestructura verde y azul. Estamos explorando nuevas soluciones que nos ayudarán a mejorar nuestros diseños y medir los avances en sostenibilidad, algo fundamental para el desarrollo de mejores proyectos aeroportuarios”, afirmó.
Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, participó de esta instancia y comentó que “para el programa es muy importante la certificación CES Aeropuertos, y la inclusión de la economía circular en las certificaciones. Hay muchas oportunidades en la inclusión de materiales con atributos sustentables, como lo son los áridos reciclados y artificiales”.
De esta manera, el estudio continúa avanzando y se espera que en el próximo comité consultivo se consoliden más detalles sobre esta herramienta de certificación, que podría posicionar a Chile como líder en infraestructura sostenible en la región.
Ambos proyectos cuentan con estrategias pasivas que buscan aumentar el confort de los usuarios mientras hacen que ambos recintos sean más eficientes y sustentables.
El retén de Carabineros Río Tranquilo, en la comuna de Ibáñez, Aysén; y la Escuela La Piedra, en Galvarino, fueron los ganadores del primer y segundo lugar de la categoría Proyecto Precertificado de los Premios CES 2024. La precertificación aplica a tanto a proyectos con diseño de arquitectura y especialidades, como a edificios ya construidos que serán sujetos a mejoramiento de su arquitectura e instalaciones.
El Retén de Carabineros Río Tranquilo, de Río Ibáñez cuenta con 741 metros cuadrados de superficie construida y obtuvo el mayor puntaje, con 81 de 100 puntos en el proceso de precertificación.
En este proyecto se implementaron estrategias pasivas basadas en el aprovechamiento de la radiación solar en invierno y de la luz natural en un clima frío y húmedo. La incorporación de sistemas eficientes juega un rol fundamental en la calidad del ambiente interior, lo que se traduce en: mayor confort térmico pasivo, con un 23% de reducción de horas de disconfort; reducción de las demandas de energía para calefacción e iluminación de casi 76%; aumento del caudal de ventilación de un 25%; reducción de los consumos de energía en iluminación artificial de 36% y reducción del consumo de agua de 63%.
El diseño de este edificio le permitió obtener el puntaje máximo en la categoría de instalaciones-calidad de ambiente interior, y en los requerimientos de confort térmico y demanda de energía.
La asesora CES Cecilia Palarino destaca “el diseño integrado que se llevó a lo largo de todo el proyecto, que permitió mantener la coherencia a lo largo del desarrollo y trabajar de forma integrada con todas las especialidades; y a nosotros como asesores poder ir cubriendo todos los aspectos de la certificación CES”.
Por su parte, el teniente Germán Beroiza, jefe de Tenencia de Puerto Ingeniero Ibáñez, señaló que “nuestros cuarteles poseen un promedio de 60 años de historia. El nuestro se encuentra en servicio desde el año 1968, constituyendo una estructura con diseño y tecnología de hace 60 años. El riguroso clima de Aysén, su lluvia, nieve y viento generan un proceso de deterioro más avanzado que en otras regiones de la zona norte de nuestro país”, por lo que “este cuartel no solo constituye un lugar para acoger denuncias o mantener en custodia detenidos, sino también un espacio de encuentro para la comunidad. En tal sentido, la obtención de este Premio CES constituye un reconocimiento al trabajo que nuestros carabineros desarrollan en beneficio de la comunidad, una mejora en las condiciones de infraestructura y habitabilidad constituye un mejor confort ambiental para quienes aquí se desempeñan, construyendo y mejorando los espacios para la comunidad en sus demandas por seguridad en situaciones de emergencia, generando un impacto positivo en el entorno urbano en que se encuentra insertado este cuartel”.
Educación rural y cultural
Sobre el proyecto que obtuvo el segundo lugar, la Escuela La Piedra, cabe resaltar que el edificio cuenta con aproximadamente 1.400 metros cuadrados construidos, y obtuvo el segundo mayor puntaje, con 76 de 100 puntos.
En términos de sustentabilidad, la escuela cuenta con un diseño educativo pensado para la comunidad, que considera las condiciones climáticas del lugar. Dentro de las estrategias pasivas se prioriza una envolvente hermética, la maximización de la iluminación natural, ventilación cruzada adecuada de recintos incorporando distintos elementos para lograr calidad, confort y eficiencia en los sistemas. Todo esto conlleva un significativo aumento del confort térmico pasivo, con 38% de reducción de horas de disconfort; una reducción de las demandas de energía para calefacción e iluminación, de aproximadamente 30%; ventilación natural para el 100% de los recintos, reducción de consumo de energía en iluminación artificial de 81% y una reducción del consumo de agua de 61%.
El diseño de este edificio le permitió obtener el puntaje máximo en los requerimientos de confort térmico pasivo y consumo de agua potable.
Marcela Gutiérrez, directora de Educación y Cultura de la Fundación Desafío Levantemos Chile, puso de relieve la importancia de “entregar escuelas sustentables de alta eficiencia energética a las comunidades educativas que más lo necesitan. La educación también es una emergencia y por eso estamos ahí, atendiendo a niños y comunidades educativas que más lo necesitan, siendo un puente entre aquellos que pueden ayudar y aquellos que quieren ser ayudados”.
Uno de los aspectos que destaca Eugenio Correa Alliende, arquitecto senior de Correa 3, es la distribución, para lo cual se consultó antes a la comunidad de La Araucanía y “nos explicaron algunas condiciones que debían tener: en las mismas ceremonias, están todos en círculo y no hay nadie a más distancia que el de al lado, todos tienen que estar a la misma distancia. De ahí que las salas de clases tenían que tener una suerte de circunferencia para que no hubiera ningún niño detrás del otro”.
La luz también es muy importante. “Les gusta que entre el rayo de luz del día antes que ingresen los niños a la sala de clases”, precisa. Asimismo, el patio de ceremonias, donde hay un árbol al medio, y todo el mundo ofrece a la madre Tierra.
“Nos preocupamos por el uso de estrategias pasivas, que vayan en beneficio de la sustentabilidad, es decir, estar muy pendientes y muy conscientes de la disposición de las ventanas, de manera tal que permitan una iluminación completa de manera natural al recinto, igualmente poder implementar estrategias de ventilación cruzada para que el recinto esté con una constante ventilación de aire, entre otras”, añadió Felipe Martínez, arquitecto de Correa 3.
El asesor CES Alejandro Reyes, cree que fue un desafío desarrollar este proyecto, porque “había que hacer conversar la arquitectura y requerimientos propios de una escuela, con todo lo que pedía la comunidad en una consulta, relacionado con la cosmovisión mapuche, eso luego acoplarlo a lo que pide CES, para lograr un buen confort para los estudiantes y los usuarios, y una baja demanda energética”.
Esta escuela cuenta con “una estructura que optimiza los puentes térmicos, mejora la hermeticidad a través de una doble capa, donde van las instalaciones que disminuyen las penetraciones en la envolvente higrotérmica, y además de robustecer la resistencia térmica de la misma, maneja bien el control de vapor y de la hermeticidad”, sostiene Reyes.
En el caso de Aduana, el edificio ganador del segundo lugar obtuvo el puntaje máximo en el requerimiento de consumo de energía, mientras que la comisaría, ganadora del tercer lugar, recibió máxima distinción en la categoría de consumo eficiente de agua.
Sin duda, la zona centro-sur del país fue la gran protagonista de la sexta edición de los premios CES, dado que el segundo lugar se quedó en la Región del Biobío, específicamente en el Edificio Institucional de la Dirección Regional de Aduanas de Talcahuano (D.R.A.T.), mientras que la tercera posición, se quedó en la Región del Maule, en la Subcomisaría de Longaví. Estos son los detalles de cada recinto.
Aduana en Talcahuano
Merecedor del segundo lugar, el edificio de Aduanas ostenta una superficie de casi 1.400 metros cuadrados construidos; alcanzando un puntaje de 72,5/100, lo que lo califica en el nivel de Certificación Sobresaliente.
El Servicio Nacional de Aduanas trabajó con la Dirección Regional de Arquitectura del Biobío, con Prado Arquitectos, Francisco Pizarro como asesor CES, 88 Ltda. como Entidad Evaluadora y Gabriel Fernandez de la Maza como constructor.
En su construcción, destacan las estrategias de diseño pasivo para el uso de iluminación natural y la incorporación de diseño y equipamiento eficiente de los sistemas que consumen agua, lo que se traduce en que los recintos con iluminación natural óptima superen el 75% de la superficie, una importante reducción de los consumos de energía para climatización e iluminación (superior al 41%) y una gran disminución del uso de agua potable para consumo humano, superior al 70%.
Hugo Cautivo, Seremi MOP Biobío, menciona que la certificación sobresaliente en CES va en la “línea de nuestro gobierno de construcciones que son sustentables, amigables con el entorno”.
En tanto, Juan Andrés Vega, director regional de Arquitectura, y Margot Vallejos, inspectora fiscal, destacan que las estrategias de sustentabilidad están dadas por la orientación. “Si bien era un pie forzado en la habilitación del edificio, la orientación de las oficinas hacia la fachada nororiente, protegiendo del exceso de sol mediante celosía, son parte de una fachada ventilada, ahorrando con estas medidas pasivas, el consumo eléctrico, ya sea por iluminación o por ventilación”.
Vega añade que la incorporación de dos patios interiores aporta luminosidad a los pasillos internos del edificio, lo que “unido a los tabiques vidriados otorga un aporte de iluminación que ayuda a la baja de consumo eléctrico por este ítem”.
Katherine Ampuero, directora regional de Aduana Talcahuano, agradece a la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, “que nos permite, a través de este proyecto de infraestructura, poder ganar este premio, que se inserta dentro de los compromisos que tiene el Servicio Nacional de Aduanas y el Estado Verde de gobierno”.
Andrés Barrientos, director (S) de Aduana Talcahuano, manifestó que el nuevo edificio constituye el anhelado hogar laboral para los funcionarios de esta institución, luego de años de pasar por varias construcciones.
En palabras de Barrientos, “nos sentimos orgullosos del edificio porque nos da una calidez y un lugar de trabajo muy hermoso, muy renovado, con muchas características que hacen que uno esté contento acá: la luminosidad, los espacios de esparcimiento, las salas donde tomamos el desayuno, hacemos la colación, cada una de las ubicaciones que tienen los funcionarios tienen su propia sistema de calefacción”, por lo que hoy los usuarios disfrutan más pasar tiempo en su espacio de trabajo.
Para el asesor CES de FP Energy, Francisco Pizarro, este proyecto les planteó un desafío importante, puesto que se trataba del reciclaje de dos edificios, “uno de los cuales era una bodega de almacenaje de Aduanas, La idea principal que tuvimos como equipo de diseño fue lograr la mejor iluminación posible en los espacios de oficinas. En ese contexto, se generaron estos patios de luz, que además le entregara a los usuarios del edificio un espacio de recreación y contemplación”.
El asesor CES Iván Orellana, añade otra limitante del proyecto: “el galpón existente limitaba la altura total del edificio, por lo tanto, inhabilitaba el poder tener en el cielo las instalaciones de clima, por eso se generaron clósets, que dividen los espacios de oficinas, que contienen la distribución de la central térmica, que se trata de un chillier polivalente, de alta eficiencia, como también la distribución del sistema central de ventilación mecánica”.
Subcomisaría de Longaví
Con este recinto, Carabineros de Chile se hace presente en cuatro de las seis ceremonias de los Premios CES. Con el diseño de BIS Arquitectos, la asesoría CES de Fernanda Soto y la evaluación de EBP Chile, la nueva comisaría cuenta con más de 1.200 metros cuadrados de superficie construida y obtuvo el tercer mayor puntaje, con 71/100 puntos, alcanzando el nivel de Certificación Sobresaliente. En tanto, la construcción estuvo a cargo de Angel Bartolomé Cecchi Ltda.
En ella, destacan las estrategias de diseño pasivo para la reducción de las necesidades de uso de energía y agua, lo que se traduce en una reducción de la demanda de energía para climatización e iluminación de casi el 30%, una gran disminución del uso de agua potable para consumo humano, superior al 42% y una enorme reducción del uso de agua potable para riego de paisajismo, superior al 70%.
El arquitecto a cargo, Nicolás Martínez de BIS Arquitectos, destaca la relevancia del desarrollo de la arquitectura pública y del estudio de estrategias para mejorar la calidad de los edificios y su habitabilidad. “Es muy importante para nosotros incorporar las estrategias CES; hemos estado hace algunos años participando en estos concursos, aplicando las estrategias y nuestra idea es ir mejorando y hacer que nuestros edificios tengan mejor categoría”, indica.
Para el capitán de Carabineros y subcomisario de Longaví, Diego Rivera Bravo, las principales características de la nueva comisaría son “un buen espacio, con un buen confort para los que trabajamos al interior, una buena aislación térmica que permite que las temperaturas sean adecuadas tanto en verano como en invierno, la iluminación adecuada que permite mantener lugares visibles en todo momento, sin necesidad de usar de forma exagerada la luz eléctrica”. Asimismo, como usuario, agradece que el edificio haya sido bien pensado para su función de comisaría, lo que resulta en espacios cómodos y de buena amplitud para organizar de mejor manera el espacio en el día a día.
La Entidad Evaluadora de este proyecto fue EBP Chile. En su representación, Julio Duarte destaca el orden en la entrega de la documentación por parte de la asesora CES Fernanda Soto. “Su característica principal es su forma compacta y cómo organiza su zonificación interior con recintos principales hacia el norte. Por otra parte, cuenta con una buena envolvente con una buena aislación trópica continua, marco de PVC, y una buena relación entre marco de ventana y protecciones solares, según su orientación”, puntualiza.
Y añade que gracias a esto, “se obtienen excelentes resultados de iluminación, demanda térmica y confort interior, priorizando un diseño pasivo adecuado con ventilación natural y sistemas de climatización individuales y eficientes. Quiero destacar también el espacio exterior, con la adición de especies de bajo consumo hídrico y un sistema de riego automatizado, obteniendo así resultados significativos de ahorros en agua potable destinada a paisajismo”.
Gracias a sus estrategias de diseño pasivo, en función de los requerimientos climáticos del lugar, la reutilización y reciclaje de residuos durante la construcción y la incorporación de diseño y equipamiento altamente eficiente de los sistemas que consumen energía, este liceo obtuvo el máximo puntaje de la certificación CES en 2023.
El primer lugar de los Premios CES 2024 recayó en el Liceo B-15 Jorge Teillier, ubicado en la comuna de Lautaro, proyecto a cargo de la Dirección de Arquitectura de la Región de la Araucanía, con el diseño de Arquitectonica Ltda., la asesoría CES en diseño de Tatiana Vidal y en construcción de Alejandro Reyes , la evaluación de 88 Ltda., y construido por Wörner S.A.
Éste cuenta con más de 9.200 metros cuadrados de superficie construida total en su conjunto. Con 76/100 puntos, alcanzó el nivel de Certificación Sobresaliente.
En este edificio, destacan las estrategias de diseño pasivo en función de los requerimientos climáticos del lugar, la reutilización y reciclaje de residuos durante la construcción y la incorporación de diseño y equipamiento altamente eficiente de los sistemas que consumen energía, lo que se traduce en una importante reducción de las demandas de energía para climatización e iluminación, superior al 35%; una reducción de los consumos de energía de un 56%; una disminución del uso de agua potable para consumo humano del 56% y una reducción del 82% de residuos con la implementación de estrategias de reutilización y reciclaje de residuos durante la construcción.
La asesora CES, Tatiana Vidal, destaca los ejes principales que se trabajaron en este proyecto: el confort ambiental interior, el acceso a la iluminación natural y los sistemas de control de los sistemas activos. “Sobre el confort ambiental, aparte de la envolvente, fue relevante la aislación acústica entre recintos. En la iluminación natural, aposté por no cubrir con celosías todos los vanos, para tener vistas al exterior, sobre todo en el sur, donde tenemos cielos más nublados, por lo tanto, se evaluó exactamente en el ángulo más complejo que corresponde el control solar, para despejar la vista y un poquito de radiación en invierno”, explica. También se incorporaron sistemas de control para termostatos y sensores de ocupación para activar la ventilación mecánica, para evitar así que solo hubiera un control horario.
Por su parte, Alejandro Reyes, también asesor CES, señala que el proyecto “se llevó a cabo en una época complicada; sin embargo, se pudo sacar adelante. Logramos demostrar un ahorro del consumo energético de 56%, y también en ahorro de agua, y lo que destaco en este proyecto, por lo que significa durante la construcción la generación de residuos, fue lograr un 81% de reducción y valorización de estos”.
En tanto, Manuel Bravo Schilling, director regional de Arquitectura MOP La Araucanía, menciona la importancia de los Premios CES, “pues promueven una arquitectura sustentable, fundamental considerando el compromiso que todos debemos tener con las generaciones futuras”.
También resalta las estrategias para “maximizar ganancias solares, una envolvente térmica continua, ventilación con un sistema híbrido, iluminación LED, artefactos sanitarios de bajo consumo de agua y un sistema de calefacción de alta eficiencia. Debido a todo ello, el edificio cuenta con una certificación sobresaliente y nos alegra estar generando edificios públicos de excelencia y comprometidos con el medioambiente”.
El reelegido alcalde de Lautaro*, Ricardo Jaramillo, se muestra satisfecho con esta obra, que después de trece años de trabajo finalmente está disponible para la comunidad. “Con este premio y esta certificación, este edificio viene a demostrar que lo que se visualizó, se puso en práctica y se entregó en los estándares que esperábamos, tanto de ahorro económico, energético y también en el ahorro del agua potable, que está controlada”, sostiene.
Los beneficiarios directos del establecimiento se manifestaron felices con este reconocimiento. Pedro Figueroa, director del Liceo Jorge Teillier, destaca que se trata de “un edificio con alto estándar en todos los aspectos, ya sea aulas, luminarias, calefacción, todo el sistema de calefacción sustentable a base de pellets, que produce calor en las calderas, para distribuirse en todo el edificio a través de radiadores”.
En representación del alumnado, Vitobela Bitner, presidenta del Centro de Estudiantes, afirma que “como usuaria y como alumna, ha sido un verdadero placer poder pasar desde la infraestructura anterior a esta, viendo los diversos cambios que ha habido tanto en el ambiente escolar como dentro de la sala, en el patio, la verdad es que venir a estudiar ahora es verdaderamente un agrado”.
El diseño de este edificio le permitió obtener el puntaje máximo en las categorías de Construcción y de Gestión, convirtiéndose en el primer edificio en implementar al máximo nivel las estrategias de gestión de residuos durante la construcción.
Mandatado por la Dirección General de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas, este hospital está apuntando a un puntaje mayor a 60 puntos, bajo el diseño y asesoría de BBATS CONSULTING & PROJECTS S.L.P.
Inscrito en agosto de este 2024, el Hospital de Coquimbo viene a complementar la lista de estos grandes recintos hospitalarios que cuentan con certificación, apostando por altos puntajes.
De hecho, así lo manifiesta Alex Mollà Domenech, jefe de proyecto “Hospital de Coquimbo”, en representación de BBATS CONSULTING & PROJECTS S.L.P. y la SOCIEDAD CONCESIONARIA HOSPITAL DE COQUIMBO S.A.: “Es imprescindible que los proyectos hospitalarios apunten a un alto puntaje, puesto que esto, como se ha comprobado, es directamente proporcional a la inversión en mantenimiento y consumo energético que se realiza. Un edificio sustentable no solo aporta beneficios a los usuarios, sino que también hace que el proyecto se pueda mantener por más tiempo y a un menor coste”.
Por ello, “en Bbats somos conscientes de ese desafío y lo hemos aplicado en cada uno de nuestros proyectos y el Hospital de Coquimbo es un buen ejemplo de ello”, asegura.
En ese sentido, cuenta que el hospital está en proceso de obtener una precertificación, en la que esperan alcanzar un puntaje de 61 puntos, que corresponde a una futura certificación destacada.
“El enfoque general del proyecto se adapta a las particularidades del clima de la región, asegurando un diseño que no sólo es eficiente en términos de energía, sino también en el uso sostenible de los recursos”, puntualiza Fabriciano San Martín Lagos, especialista en eficiencia energética y certificación CES “Hospital de Coquimbo”.
Ambos especialistas coinciden en que “si bien tenemos variada experiencia y en la misma región, para este caso localizado en la costa norte, particularmente en Coquimbo, las condiciones climáticas exigen parámetros de diseño específicos que inciden directamente en la reducción del consumo energético”.
Es por ello que “las características del clima local influyeron directamente en el diseño, como la volumetría, en la envolvente térmica y considerando que la cantidad de iluminación es alta, la proporción de ventanas y muros para optimizar la iluminación natural”, dice Mollà.
Características
Como indica el asesor CES, el diseño del hospital incorpora una envolvente térmica adecuada al clima local, lo que asegura una correcta eficiencia energética. Las celosías se integran según la orientación del edificio, lo que maximiza la autonomía lumínica y reduce el deslumbramiento, permitiendo que el edificio aproveche la luz natural sin comprometer el confort visual. También para controlar la iluminación indirecta en los patios se optimiza el ancho de estos para así disponer de iluminación natural sin deslumbramiento. “Se ha predominado el uso de recintos en fachadas o patios interiores que estén mayormente ocupados para que los usuarios y trabajadores del hospital puedan disponer de luz natural”, añade.
De acuerdo con Alex Mollà, “los proyectos de esta magnitud se estudia la implantación en el terreno”, por lo que en esta ocasión, “se ha diseñado un edificio compacto para poder controlar la superficie de fachada con unos patios orientados norte sur para maximizar las horas que estos pueden iluminar naturalmente los recintos. De esta forma, se controla el gasto energético, tanto para la iluminación de los mismos como para la necesidad de clima en los recintos que dan a fachada”.
Así, una vez que se ha diseñado el volumen como estrategia pasiva principal, se ha optimizado el uso de cristales con propiedades de control solar que equilibran el acceso visual con la reducción de las cargas térmicas, disminuyendo el consumo energético tanto en calefacción como en enfriamiento.
En cuanto a las soluciones activas, Fabriciano San Martín comenta que “el sistema de climatización está basado en bombas de calor de alta eficiencia, lo que permite una recuperación de energía que maximiza el ahorro operativo del edificio. Además, el sistema de ventilación asegura una excelente calidad del aire interior mediante el uso de sistemas de recuperación de calor a lo largo de todo el edificio”.
Asimismo, los profesionales entregan la siguiente información:
Iluminación y Consumo de Agua:
El sistema de iluminación artificial utiliza tecnología LED de bajo consumo, garantizando niveles de iluminación adecuados en cumplimiento con las normativas chilenas, al mismo tiempo que minimiza el consumo energético.
En cuanto al consumo de agua, el hospital cuenta con grifería de bajo consumo, lo que maximiza el ahorro de agua potable. Este aspecto es especialmente importante en la zona, debido a la escasez hídrica. Por ello, el ahorro de agua es un objetivo prioritario, apoyado por un sistema de riego eficiente.
Paisajismo y Riego:
El diseño paisajístico se ha centrado en la incorporación de especies nativas de bajo consumo de agua, lo que reduce la necesidad de riego. Se cumple la superficie de áreas verdes requeridas para poder optar al mayor puntaje en esta especialidad. El sistema de riego es por goteo, tecnificado y monitoreado, optimizando el uso del recurso hídrico.
Gestión de Residuos:
En cuanto a la gestión de residuos durante la etapa de operación, se han incorporado sistemas de reciclaje en todas las zonas públicas del hospital, como salas de espera y áreas comunes. En cuanto al control de manejo de obra, para la etapa de construcción se desarrolló un plan de gestión de residuos que especifica un mínimo de reciclaje de materiales. También se define un área en la unidad de recogida de residuos para poder albergar el reciclaje de los mismos.
Generación de Energía y Sistemas de Agua Caliente:
Para la generación de agua caliente sanitaria, se ha implementado un sistema de energía solar térmica, que maximiza el ahorro energético a largo plazo.
Climatización y Control Centralizado:
El hospital cuenta con un sistema de control centralizado que monitorea constantemente la temperatura en todas las zonas del edificio y gestiona los niveles de CO2 en áreas de alta densidad de ocupación. Este control garantiza un clima interior adecuado y saludable, ajustándose a condiciones óptimas.
Energías Renovables No Convencionales, eficiencia energética en el diseño de la envolvente térmica, así como en los sistemas de climatización, ventilación e iluminación, son algunas de las estrategias de sustentabilidad de los tres recintos que ya pasaron la etapa de precertificación.
A menos de un año de su ingreso al sistema de Certificación CES, los hospitales de Constitución, Cauquenes y Parral, obtuvieron su precertificación con muy buenos puntajes: 65,5, 63,0 y 62,5, respectivamente.
Con el diseño del estudio luis vidal + arquitectos y la asesoría CES de b-green, los tres hospitales han aplicado criterios de sustentabilidad consistentes, destacando la implementación de Energías Renovables No Convencionales, la eficiencia energética en el diseño de la envolvente térmica, así como en los sistemas de climatización, ventilación e iluminación, como cuenta Nathalie Jaimes, coordinadora de Proyectos de b-green.
Es así como los tres hospitales estarán equipados con sistemas de colectores solares que contribuyen con un 45 % a la producción de Agua Caliente Sanitaria (ACS) en sus instalaciones.
“También se ha optimizado el uso del agua mediante la selección de artefactos sanitarios, griferías, paisajismo y sistemas de riego de bajo consumo. En cuanto a los materiales, se ha considerado la reutilización y el reciclaje de los residuos generados tanto en la etapa de construcción como en la de operación. Además, el acero utilizado en el sistema estructural de los edificios proviene de productores sostenibles”, precisa la profesional.
Asimismo, las estrategias de diseño han abordado aspectos clave para asegurar el confort de los usuarios. “Se ha garantizado un óptimo confort visual pasivo mediante una adecuada aportación de luz natural, así como un buen confort acústico a través de la configuración de los elementos constructivos interiores y exteriores. La calidad del aire será óptima gracias al diseño de ventanas operables y un sistema mecánico de inyección de aire exterior, equipado con filtros de alta eficiencia. Estos elementos, junto con los parámetros de diseño de climatización, aseguran también el confort térmico de los usuarios”, añade.
Desafíos particulares
Hospital de Constitución.
Si bien el nivel de dificultad en la integración de estrategias CES fue equivalente para los tres recintos hospitalarios, “podría considerarse que en el Hospital de Constitución fue más desafiante lograr el cumplimiento del aporte de luz natural, atribuyendo esto a las condiciones de emplazamiento y orientación”, afirma Jaimes.
Esto llevó a que el análisis iterativo del diseño de fachada fuese más exhaustivo, “buscando dar respuesta a soluciones que no afectaran la coherencia del lenguaje arquitectónico, pero que sobre todo, otorgaran la mayor uniformidad posible y el cumplimiento de las condiciones mínimas que permitieran el máximo aprovechamiento de la luz natural”, dice.
Para el sistema de control solar, éste se priorizó a través de la selección de cristales con propiedades adecuadas. “Complementario a esto y al diseño retranqueado de ventanas de los paramentos de fachadas, se incorporaron elementos de protección solar adicionales en función de la ubicación y la orientación”, específica la profesional.
Así, en el Hospital de Cauquenes, “se han diseñado celosías horizontales en la fachada norte para reducir la incidencia solar, especialmente en las áreas de hospitalización, igual que en los hospitales de Parral y Constitución, en los que adicionalmente se disponen lamas verticales en las fachadas este y oeste. Adicionalmente, en el Hospital de Constitución se han considerado mallas microperforadas para reducir la exposición solar en los tramos de muro cortina”, asegura.
Hospital de Cauquenes.
Por último, Nathalie Jaimes cuenta que la reducción del consumo en iluminación se generará mediante la instalación de dispositivos LED en el 100% de las instalaciones. Los hospitales contarán con un sistema de control centralizado con opciones de configuración de programación y ajuste teniendo en cuenta factores como la ocupación y las horas del día.
“El sistema, además, contempla la instalación de sensores de presencia, movimiento y de regulación de la intensidad de la luz. Cabe destacar que se ha desarrollado un plan de gestión y mantenimiento de las instalaciones, por lo que las auditorías periódicas del consumo energético, permitirán evaluar el comportamiento del sistema identificando áreas de mejora y ajustes según sea necesario”, sostiene.
Con tres edificios de la Facultad de Ingeniería del Campus Rengo ingresados a CES en 2023, la Universidad de O’Higgins materializa su compromiso con la sostenibilidad ambiental y el bienestar de la comunidad universitaria.
En 2023, la Universidad de O’Higgins ingresó al proceso de certificación de CES bajo la versión 1.1 tres edificios de la Facultad de Ingeniería, en el Campus Rengo: Edificio Escuela, Edificio Auditorio y Casino y Edificio Deportivo, lo que “se traduce en la materialización de un compromiso con la sostenibilidad ambiental, alineado con las demandas globales de preservación y cuidado de los recursos naturales”, de acuerdo con Paula Ávila Oliver, arquitecta de la Dirección Proyecto Campus de Ciencias de la Ingeniería.
Terreno Norte.
Además, “se demuestra el compromiso con el bienestar de la comunidad universitaria al entregarle espacios diseñados bajo óptimas condiciones de confort ambiental que contribuyan a minimizar impactos negativos en la salud, que usualmente generan edificios sin atributos sustentables”, especifica.
Los responsables de la arquitectura son los profesionales Alvaro Ramírez, Martín Schmidt, Carlos Cavagnaro, Francisco Cepeda y Daniel Rojo, quienes para el diseño arquitectónico pasivo consideraron una envolvente térmica eficiente, cuidando detalles que permitan minimizar el riesgo de puentes térmicos.
En cuanto al diseño de protección solar, se establece un sistema en fachada con el que se garantice el confort térmico y visual. Del mismo modo, se logran estándares de confort acústico propios de edificaciones de enseñanza con los que se aseguran condiciones óptimas para el aprendizaje.
Adicionalmente, se han considerado criterios activos para la climatización, ventilación, agua caliente sanitaria e iluminación, optimizando parámetros como la potencia de iluminación, la implementación de sistemas de control y la selección de equipamiento con alto rendimiento nominal. “El conjunto de las soluciones mencionadas permite visualizar escenarios de significativos ahorros energéticos”, asegura Ávila.
Por otro lado, añade que se prevé un bajo consumo hídrico tanto en el interior, gracias al uso de artefactos eficientes, como en el exterior, mediante un diseño paisajístico con vegetación nativa y sistemas de riego eficientes.
Finalmente, “se proyecta la implementación de un plan que contempla la correcta disposición y registro de residuos en etapa de construcción. De igual manera, se ha diseñado un plan para la etapa de operación, que considera la provisión de equipamiento adecuado para la correcta segregación de residuos por parte de los usuarios de las edificaciones”, sostiene.