La DA-MOP, las municipalidades y la Junji son los mandantes con más proyectos en CES

Al cierre de 2023, de un total de 481 proyectos inscritos, continúan destacando los mandantes públicos, en tanto que en los privados, destacan Colbún, Minera Los Pelambres, Club Los Leones Puerto Montt-Angelmó, y la Universidad Austral, aunque aún están al debe.

CES cerró el año 2023 con 481 proyectos inscritos, los que están en distintas etapas del proceso de certificación, y a la fecha, ya son más de 500. Esta cantidad ha ido creciendo exponencialmente desde 2015, cuando se inscribieron sólo nueve proyectos, lo que hace pensar que sin duda, el compromiso de los mandantes de éstos ha ido aumentando proporcialmente al crecimiento de CES. 

“Desde hace aproximadamente tres años el compromiso de las instituciones públicas con la incorporación de la sustentabilidad ha sido muy evidente, lo que va en línea con los compromisos internacionales de reducción de emisiones y la fuerza con la que ha sido impulsado desde el Estado”, dice Hernán Madrid, jefe de CES. En este sentido, destaca el MOP y sus Direcciones de Arquitectura y Aeropuertos, y desde este año se ha sumado con mucha fuerza la Dirección General de Concesiones

Es así como la composición de los mandantes también ha ido variando, aunque la fuerza del sector público no se ha perdido. Al cierre de 2023, la Dirección de Arquitectura contabilizó 265 proyectos inscritos desde 2015, lo que equivale al 55% del sistema de certificación. Aquello habla del gran esfuerzo que ha hecho esta dirección y el mismo Ministerio de Obras Públicas (MOP) para entregar a Chile edificios sustentables, con calidad de ambiente interior y eficiencia energética de distintas tipologías.

Le siguen a la DA-MOP, las municipalidades, con 83 proyectos. En tanto que en tercer lugar, está la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), que cerró el 2023 con 31 proyectos inscritos.

Otro mandante público que presenta presencia en CES desde 2016 es el Instituto Nacional del Deporte (IND), con 16 proyectos. Si bien entre 2018 y 2020 no inscribió proyectos, en 2021 retomó la certificación de su infraestructura, lo que tomó fuerza con los Juegos Panamericanos y Panaparamericanos Santiago 2023.

Piscina Temperada de Talca.

Asimismo, con la aparición de la versión CES Hospitales, los Servicios de Salud (SS) comenzaron a tomar fuerza, con 11 proyectos a la fecha, los cuales aportan en cantidad de superficie certificada y en innovaciones tecnológicas involucradas. Y en los próximos años se sumarán 15 más, de acuerdo a lo informado por el Ministerio de Salud.

Hospital de Curicó.

En tanto, en la categoría Otros públicos, hay 20 inscritos, como Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones de Chile, junto a gobiernos regionales. En tanto, la Dirección General de Concesiones del MOP, suma tres proyectos.

La importancia de estos mandantes se ejemplifica en los Premios CES, que se entregan desde 2019, para promover las mejores prácticas en sustentabilidad en la edificación y destacar los proyectos que han hecho un esfuerzo por certificarse, incorporando la herramienta de certificación nacional, y difundir los resultados del comportamiento de los edificios.

Así, en las cinco versiones de los Premios CES, la DA-MOP a nivel nacional ha participado como unidad técnica en 20 de los proyectos ganadores de un total de 31. Por su parte, han sido 10 los municipios ganadores: Cunco, Purén, Lautaro, Cholchol, Vilcún, Teodoro Schmidt (en dos ocasiones), Talca, Lumaco y Chañaral. Carabineros de Chile ha estado entre los premiados en la categoría Edificio Certificado en tres ocasiones, con el primer, segundo y tercer lugar, mientras que el IND ha destacado en dos oportunidades, con el tercer y primer lugar.

En la categoría Proyecto Precertificado, la Junji ha recibido en dos oportunidades el primer lugar, al igual que la PDI, con el segundo lugar.

Los privados

La participación de los privados aún no ha tomado tanta fuerza. En 2023, el 17% de los inscritos representó al sector privado.

Dentro de los que han obtenido el Premio CES, destacan Colbún, Minera Los Pelambres, Club Los Leones Puerto Montt-Angelmó, y la Universidad Austral, que ha recibido dos veces este galardón.

Entidades públicas y gremiales avanzan en cambio climático y riesgo sísmico 

Los integrantes de ambos comités han consensuado los énfasis de cada certificación, lo que habla de considerar las posibilidades reales de contar con infraestructura y edificaciones más resilientes a nivel país, basándose tanto en la normativa actual como en los datos entregados por distintos programas y organismos públicos.

Sin duda, lo más valioso de los dos comités activos de la versión CES + Resiliencia: riesgo sísmico y cambio climático es “la participación, el entusiasmo de los miembros que lo conforman y el aporte de conocimiento y de diversas herramientas que actualmente se encuentran en trabajo y desarrollo”, señala María José Ibaceta, secretaria técnica del Instituto de la Construcción, a cargo de estas instancias.

En este contexto, la arquitecta del IC cuenta que “nos hemos dado cuenta que existe una cantidad muy considerable de esfuerzos públicos que convergen en la misma temática de resiliencia, donde este espacio abierto de trabajo técnico nos ha permitido interactuar y complementarnos de forma transversal. Hay mucho trabajo por delante y mucha voluntad en seguir avanzando”. 

Así, entre los avances del Comité de Cambio Climático está la revisión de algunas referencias como el Resilience Leadership Program User Guide (RELi) del USGBC: “hemos tenido unas excelentes presentaciones de parte del David Cabieles y Fabián Bustos del Ministerio de Energía sobre los exploradores de Minenergía y la API de Energías Renovables”, dice Ibaceta. Asimismo, se han visto algunas problemáticas de sobrecalentamiento en edificios con Certificación CES, “los cuales sirven para tener de ejemplo de cómo ha afectado el aumento de temperaturas por el cambio climático. Se han reconocido algunas brechas principalmente en la unificación de datos para reconocer la amenaza de determinado evento climático o en algunos casos, información faltante”, añade.

En tanto, en el grupo de Riesgo Sísmico se han revisado algunas referencias en guías y estándares internacionales relacionados con temáticas de resiliencia y enfocadas en eventos sísmicos. “También se ha revisado el trabajo local que están desarrollando profesionales desde las ingenierías civiles y han llevado a la mesa de trabajo actuales normas que se pueden basar para los requerimientos a confeccionar, tanto para la protección sísmica como elementos no estructurales, diseño por desempeño, entre otros temas”, comenta la profesional del IC.

“Hemos ido consensuando ciertos criterios base de desempeño de las estructuras. Es bien importante coincidir en que debemos considerar ciertos factores en base a la normativa y que estamos socializando entre todos los pares estas definiciones. Efectivamente, están siendo llevadas desde el área estructural, pero efectivamente tienen un concepto detrás relacionado con el desempeño de las estructuras y cómo incorporar las nuevas tecnologías dentro de esos análisis, abordando puntos de certeza respecto de los análisis que se están tratando”, detalla Francisca Pedrasa, presidenta de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE).

En ese sentido, Jorge Carvallo, presidente de la Asociación Chilena de Sismología e Ingeniería Antisísmica (Achisina), detalla que “hemos logrado un relativo consenso en términos de usar los objetivos de desempeños deseados como índice para calificar las estructuras y de acuerdo a esto certificarlas”, por lo que, a su juicio, “se debe dar énfasis a la capacidad que tenemos de diseñar y construir estructuras, para las cuales se puede estimar razonablemente bien cómo será la respuesta ante diferentes sismos”.

Para Pedrasa, el enfoque de AICE para esta certificación es “dar la tranquilidad con que los parámetros que se están utilizando o asignando para ciertos factores de resiliencia tengan antecedentes lo más fidedignos posibles y que estén alineados con el avance normativo que tenemos en Chile y con los requerimientos para los diseños de nuestras estructuras”. La ingeniera hace énfasis en este punto, “porque así como está el CES + Resiliencia, que debería aportar en acelerar procesos de búsqueda de mejoras en los análisis y en la innovación respecto de los cálculos estructurales, también está el hecho de que nuestra normativa nos debería dar herramientas para ese tipo de cosas, por lo que tenemos un gran interés en que este CES + Resiliencia vaya en la línea de lo que estamos incorporando en nuestra normativa y tenemos certeza de que somos capaces de abordar y de definir de buena manera, de modo que los proyectos vean reflejados y sea factible considerar estos aportes y no que sean casos muy específicos y finalmente, esto se transforme solo en un indicador de número y no en un indicador de realidad respecto de la resiliencia de las estructuras”.

Lo que viene

Como señala María José Ibaceta, también “contamos con una sesión de Comité Técnico CES + Resiliencia Ampliado para la presentación de la ‘Metodología Complementaria para la evaluación de riesgos de desastres en proyectos de infraestructura pública’, realizada por Orietta Valdés del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, la cual tiene un componente muy importante en la evaluación de la resiliencia en algunos proyectos de inversión de infraestructura pública, es decir, será un componente muy importante en esta materia, el cual se evaluará para determinada infraestructura pública a partir de este año 2024”, agrega María José Ibaceta.

En ambos comités están participando representantes de entidades públicas y privadas, por lo que “esperamos que en las próximas sesiones de trabajo se integren otros ministerios para trabajar y tener su punto de vista en temas de resiliencia e infraestructura, sobre todo ser una mesa de trabajo para conocer los proyectos que están desarrollando actualmente otras entidades respecto a infraestructura y cambio climático”, anuncia la secretaria técnica.

Por otra parte, se espera tener información unificada para esta futura certificación CES + Resiliencia y estudiar en detalle las metodologías que se pueden aplicar para tener edificaciones más resilientes a nivel país.

“Los próximos pasos son ir desarrollando los requerimientos de los distintos comités técnicos para temas de resiliencia e identificar las asesorías que vamos a necesitar en el corto y largo plazo para desarrollar mejor la herramienta de certificación”, concluye.

CES fue parte de concurso Desafío Net Zero 2030

Mientras Hernán Madrid, jefe de CES, fue jurado de la primera etapa del concurso, Paola Molina, presidenta de CES, es parte del equipo organizador y acompañó al equipo ganador a la pasantía en la Universidad de Nottingham.

Con el objetivo de generar un ecosistema de net zero energía, el concurso Desafío Net Zero 2030, patrocinado por CES, incluyó un jurado compuesto por representantes de instituciones público-privadas y profesionales técnicos, que les permitió entregar una corrección de calidad. 

De esta manera, en la primera etapa del concurso, Hernán Madrid, jefe de CES, formó parte de los jurados institucionales, junto a Patricia Urzúa (DA-MOP), David Cabieles, (Ministerio de Energía), Rubén González (Ministerio de Medio Ambiente), Jadille Baza (Colegio de Arquitectos) y Pablo Ivelic (Construye2025). En tanto que los jurados técnicos fueron los profesionales María Fernanda Aguirre, Gabriela Armijo, Jorge Broughton, María Blender, Hernán Bugueño y Paola Valencia.

Para Madrid, es muy importante que las nuevas generaciones de profesionales integren los conceptos de diseño en línea con la carbono neutralidad, ya que serán ellos los llamados a diseñar proyectos durante los próximos 25 a 30 años, con miras a las metas del 2050. En este sentido, “un concurso de estas características representa una gran contribución a la formación de los estudiantes, ya que les permite investigar y poner en práctica en sus propios diseños estos conceptos”, sostiene el ingeniero.

En esta instancia, Madrid recuerda que “del subconjunto que tuve oportunidad de revisar, mostraba una diferencia bastante grande entre los grupos, todos incorporan al menos a nivel de idea muchos conceptos valiosos para la integración de estrategias de sustentabilidad, energía y carbono neto zero, pero hay un par de grupos que destacan por el nivel de claridad y análisis que combina los efectos en los cuatro pilares del concursos de las estrategias planteadas”.

Hace unas pocos días, el equipo ganador de la Universidad Autónoma de Temuco, conformado por los estudiantes de arquitectura Sebastián Maureira, Cristóbal Torres, Enzo Arriagada, y Carlos Melo y Joaquín Conejero, de Ingeniería en Construcción, viajó a Inglaterra junto a su profesor guía Juan Pablo Cárdenas, a hacer uso de su pasantía de una semana en la Universidad de Nottingham, donde fueron recibidos por el arquitecto chileno radicado por más de 20 años en Inglaterra, Guillermo Guzmán Dumont, académico en Nottingham. Asimismo, tuvieron la oportunidad de conocer a ENERGY HOUSE 2.0 en la Universidad de Salford en Manchester UK, el primer centro de investigación para todo clima del mundo.

El grupo lo completaron Paola Molina, presidenta de CES, y Tatiana Vidal, asesora CES, como representantes del Colegio de Arquitectos, y Christian Cancino, de Construye2025, instituciones que organizaron el concurso.

En palabras de Paola Molina, ésta fue “una experiencia inolvidable para todos los que participaron, equipo, profesores y equipo organizador, donde se validó el estándar que propuso el Desafío Net Zero 2030 como herramienta para alcanzar el desarrollo sostenible en el sector construcción”.

Por su parte, Christian Cancino, coordinador de Capacidades Tecnológicas de Construye2025, afirma que “el viaje a Inglaterra abrió nuevas perspectivas hacia la sostenibilidad donde la colaboración con la industria es vital. El seguimiento post concurso garantiza la acción, beneficiando al país y a los futuros profesionales”.

A mediados de 2024, estaría la nueva Política de Sostenibilidad del MOP

El objetivo de la nueva Política de Sostenibilidad del MOP es contribuir a un desarrollo armónico y equilibrado de Chile, con beneficios en eficiencia y eficacia operativa, incluyendo criterios de equidad, enfoque transversal de género y transparencia, y acorde a los desafíos de la crisis climática y de biodiversidad.

A fines de 2023, el Ministerio de Obras Públicas hizo el primer llamado para participar en los talleres de elaboración de su nueva Política de Sostenibilidad, que actualiza la Política de Sustentabilidad Ambiental del año 2016, ampliando e integrando en el quehacer ministerial los crecientes estándares y desafíos relacionados con las cuatro dimensiones de la sostenibilidad (ambiental, económica, social e institucional). En específico, se está construyendo mediante un proceso de cocreación que engloba a los sectores público y privado y a la academia y la sociedad civil.

Con el objetivo de recoger las miradas de los distintos territorios y ámbitos del país, “en este proceso estamos trabajando con una amplia diversidad de instituciones y representantes del sector público, como los ministerios de Medio Ambiente y Desarrollo Social y Familia; del sector privado, entre ellos, la Cámara Chilena de la Construcción, Construye2025 y el Instituto de la Construcción, representado por Hernán Madrid, jefe de CES; del sector académico, representado por universidades regionales y de ámbito nacional; y, finalmente, de la sociedad civil, como el propio Consejo de la Sociedad Civil del MOP”, comenta Daniel Bifani, jefe de la División de Infraestructura Sostenible (DIS) de la Dirección General de Obras Públicas.

La ministra de Obras Públicas, Jessica López, ha impulsado la meta de disponer de esta nueva política a mediados de 2024, según lo expresado en la jornada de inicio de este proceso, en noviembre de 2023. Para abordar esto, “nos encontramos finalizando el proceso participativo multiactor, luego de haber desarrollado talleres regionales presenciales y un taller online de alcance nacional en los primeros tres meses de este año. Esto culminó con un taller-conversatorio, el 16 de abril, centrado en el análisis ya sistematizado de los ejes y acciones identificados en los talleres anteriores”, cuenta.

Su implementación

Paralelamente, y en forma coordinada con la nueva política, el MOP registra avances en este 2024 para actualizar su Plan de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, en sus componentes de infraestructura y de recursos hídricos; y el Plan Director de Servicios de Infraestructura al 2055. En específico, una vez publicada la Política de Sostenibilidad MOP, hacia fines de 2024 se espera terminar y aprobar los planes ya indicados, con foco en la obtención de una cartera y de un conjunto de acciones prospectivas que internalicen los criterios y compromisos asociados a la sostenibilidad a nivel de indicadores y metas.

Adicionalmente, el MOP ha actualizado su institucionalidad para implementar estos desafíos, creando para ello la División de Infraestructura Sostenible, dentro de la Dirección General de Obras Públicas.

“Considerando la función social y económica del Ministerio de Obras Públicas como principal impulsor de la infraestructura y edificación pública en el país, se prevé que la nueva política beneficie en forma integral a todas y todos los chilenos, contribuyendo en menores impactos ambientales, en obras resilientes al cambio climático, en economía circular, en eficiencia energética, en inclusión y enfoque de género, y en mayor y mejor participación ciudadana e indígena”, dice el jefe de la DIS. Para ello, “concebimos a la Política como el instrumento rector que oriente el accionar del MOP en los diversos ámbitos de la sostenibilidad”, añade.

En tanto, CES, como organismo certificador de la sustentabilidad en la edificación pública, “se presenta como un referente en términos de desarrollo de criterios e indicadores que permiten su medición. Por tanto, la política recoge el trabajo realizado y amplía el ámbito de acción hacia la sostenibilidad integral, considerando aspectos como la resiliencia, la participación e involucramiento ciudadano, el financiamiento verde, entre otros. Esto permitirá, en el futuro, contar con métricas de medición, que eventualmente podrán dar paso a nuevas certificaciones de los proyectos de inversión que ejecuta el ministerio”, precisa Bifani.

La guía, asistencia y sistematización para el desarrollo de los talleres ha sido coordinado por la consultora IUS Latam, con el apoyo técnico de Open Contracting Partners (OCP) y su fondo Lift, todo ello bajo la dirección de la División de Infraestructura Sostenible de la Dirección General de Obras Públicas.

“Finalmente, resulta de interés resaltar que con esta nueva Política, el MOP busca contribuir a hacer frente a la triple crisis planetaria derivada del cambio climático, la contaminación ambiental y la pérdida de biodiversidad, focalizando su accionar en los servicios que prestan las obras públicas a las comunidades y los territorios”, concluye la autoridad de la DIS.

Más de 15 hospitales públicos a lo largo del país contarán con certificación CES

Los recién anunciados hospitales de Rengo y Pichilemu, de la Red O’Higgins, se suman a otros 16 recintos, que incorporarán la certificación CES en su diseño.

El 22 de marzo del año en curso se publicó en el Diario Oficial el decreto que adjudica el proyecto Red O’Higgins, que contempla la construcción y operación de los hospitales de Rengo y Pichilemu. Estos recintos, que beneficiarán a una población cercana a los 276.000 habitantes, con 80.000 m2 aproximados construidos, contarán con la Certificación Edificio Sustentable (CES).

La construcción de estos recintos, que implica una inversión de casi 180 millones de dólares, está prevista para el primer semestre de 2025, mientras que sus operaciones comenzarían a partir de 2028.

Los dos hospitales anunciados para la Red O’Higgins se suman los recintos de la Red Maule (Cauquenes, Constitución y Parral), el hospital Buin-Paine, la Red Biobío (Santa Bárbara, Nacimiento, Coronel y Lota), el hospital de La Serena, la Red Los Ríos-Los Lagos (Los Lagos, La Unión, Río Bueno y Puerto Varas), el hospital de Coquimbo, el Instituto Nacional del Cáncer y el Instituto Nacional de Neurocirugía; todos ellos también en proceso de certificación CES.

En el sitio web de la cartera, la ministra de Obras Públicas, Jessica López, destaca que estos anuncios refuerzan el compromiso del gobierno para mejorar la calidad de vida de los chilenos a través de acciones concretas. 

“La salud es uno de los temas más importantes, por lo que debemos mejorar la infraestructura hospitalaria y como ministerio estamos construyendo 25 hospitales en todo el país. La Red O’Higgins está compuesta por dos proyectos que suman 180 millones de dólares, con muchos miles de metros construidos y con la última tecnología disponible para la ciudadanía”, sostuvo la secretaria de Estado. 

“Para CES representa un gran hito colaborar con la certificación de proyectos de tanta relevancia para chilenas y chilenos, contribuyendo a evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de hospitales a lo largo del territorio”, precisa Hernán Madrid, jefe de CES.

Actualmente, son tres recintos hospitalarios públicos certificados. Se trata del Hospital Biprovincial Quillota-Petorca, el primer en recibir la certificación; el Hospital Provincial de Curicó (primer lugar en los Premios CES 2022), el Hospital de Alto Hospicio (tercer lugar en los Premios CES 2023). En tanto, hay tres precertificados: Hospital Base de Linares, Hospital de Puerto Varas y el Hospital Dr. Leopoldo Ortega de Chile Chico

En el sector privado, se han sometido a los requerimientos de la versión CES Hospitales, el Centro de Atención Providencia Mutual CChC.

Al día de hoy están formalmente en proceso CES los siguientes proyectos: Construcción Hospital Provincia Cordillera, Reposición con Relocalización Hospital de Melipilla, Habilitación Servicios Público Provinciales En Ex Hospital Puerto Natales, Hospital de Simulación Clínica Universidad Católica de Temuco, Hospital de Cauquenes, Hospital de Constitución, Hospital de Parral, Hospital Buin-Paine

CES + Resiliencia constituye comités técnicos de riesgos sísmicos y cambio climático

Se constituyeron los comités técnicos que trabajarán en los requerimientos para riesgos sísmicos y de cambio climático de la futura versión CES + Resiliencia. 

El desarrollo de la nueva herramienta CES + Resiliencia, resultado de un trabajo de colaboración entre Certificación de Edificio Sustentable y el Instituto de la Construcción; y pensada para visibilizar y poner en valor estrategias que se incorporen a los edificios de modo de hacerlos capaces de enfrentar los principales riesgos que esperan en los próximos años —los desastres naturales y los eventos extremos del clima—, avanza a paso firme. 

Hernán Madrid, jefe de Certificación de Edificio Sustentable, comenta que la idea surge a raíz de combinar tres experiencias importantes. La consultoría sobre Resiliencia y Sostenibilidad en los códigos de construcción en América Latina y El Caribe para el Banco Interamericano BID el año pasado, la exitosa experiencia del IC como secretaria general del Código Modelo Sísmico para América Latina y El Caribe, y la experiencia de CES en administración y desarrollo de certificaciones asociadas a sustentabilidad. 

La idea fue aprobada con gran entusiasmo en el Directorio del IC, Directorio de CES y en el Comité Consultivo CES, y se propuso, en consistencia con los recursos disponibles, comenzar con la formación de dos comités técnicos para riesgos sísmicos y cambio climático. El objetivo de estos dos comités técnicos es “plantear las líneas de acción para requerimientos asociados, las metodologías técnicas específicas de evaluación y las necesidades de estudios específicos que deban realizarse”, indica. Es importante tener presente que este trabajo es con miras a una primera versión, la que puede sin duda ampliarse a nuevos temas o riesgos en una segunda etapa.

La primera reunión del comité técnico riesgos sísmicos se llevó a cabo el 9 de abril, con representantes de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE), la Asociación Chilena de Sismología e Ingeniería Antisísmica (Achisina), la Dirección de Arquitectura y la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (MOP), la Sociedad Chilena de Tecnología (Sochige) y RyV Ingenieros, con la secretaría técnica de María José Ibaceta.

Primera sesión del comité técnico riesgos sísmicos.

“El foco de los sistemas de certificación siempre es abordar aspectos por sobre los mínimos reglamentarios en la materia, de modo de impulsar y visibilizar su incorporación a los proyectos”, explica Madrid. Por ello, en esta primera reunión se plantearon tres líneas de acción para requerimientos: uno orientado al desempeño sísmico (diseño por desempeño), para que un edificio continúe sus operaciones a pesar de los daños.

Además de cumplir con los estándares mínimos, “queremos que el edificio tenga un desempeño de tal tipo que siga funcionando a la hora después de que ocurrió un terremoto, y entonces requiere que se incorporen, dentro su diseño, algunos otros elementos”, precisa el ingeniero.

Por otra parte, también durante abril se reunió el comité técnico de riesgo cambio climático, con la participación de asesores CES acreditados y entidades evaluadoras CES, representantes de la Dirección de Arquitectura y la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (MOP), Chile Green Building Council y el Colegio de Ingenieros.

“Para dar inicio al comité de cambio climático, se presenta la necesidad de evaluar el aumento de temperatura proyectado, disminución de lluvias y lluvias concentradas. En base a esto, se levantaron diversas problemáticas, así como también documentación existente asociada a lo que se ha hecho hasta hoy respecto de la resiliencia en la edificación”, comenta Romy Luckeheide, arquitecta de CES.  

El trabajo de CES + resiliencia continuará con reuniones periódicas de los comités técnicos, que se llevarán a cabo dos veces por mes.

Edificio Aulas Las Pataguas UC: Infraestructura universitaria en evolución 

El proyecto precertificado CES y emplazado en el campus San Joaquín, reúne tanto salas de clases como oficinas y departamentos de atención a universitarios, y se organiza en dos edificios relativamente opuestos e independientes entre sí. 

La necesidad de brindar a la comunidad universitaria espacios con elevados estándares de calidad inspiró la construcción del edificio Aulas Las Pataguas (ingresado a CES como Edificio Inclusión y Servicios Estudiantiles Campus San Joaquín), en el campus San Joaquín de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Compuesto por dos torres independientes entre sí, Las Pataguas alberga salas de clases, oficinas, subterráneos y zócalos, entre otras instalaciones.

La construcción está emplazada en un terreno de 50 x 50 metros, rodeada por edificios de diversas escalas, por el sur un edificio de aproximadamente 34 metros de alto, por el norte una construcción de un piso de altura y por el oriente un volumen horizontal de aproximadamente 9 metros, lo que deja un frente despejado hacia el poniente, por el que se instalará el acceso principal.

Francisco Palacios, jefe de proyecto de la Subdirección de Planificación y Proyectos Dirección de Infraestructura UC, remarcó durante el recorrido que “la arquitectura también va evolucionando y la universidad no tiene una estandarización tan rígida en términos de diseño, lo que da a los arquitectos la posibilidad de proponer un diseño de estructuras variados. La estandarización, por parte nuestra, va en el orden de los tamaños de las superficies, los temas ambientales, y el tema de la certificación CES, que también es para nosotros, un estándar directo”.

Dos torres

La Torre A se distribuye en 10 plantas de oficinas de 800 m2 cada una, con un núcleo central desplazado hacia un costado, definiendo así dos tipologías de posibles espacios en cuanto a sus proporciones y particiones. Las 25 salas de clases de la Torre B se distribuyen en 7 niveles (un zócalo y 6 niveles superiores) de aproximadamente 700 m2, con un corredor abierto hacia la cara poniente.

En un recorrido para conocer los avances, en el que fue posible constatar que la torre B, que da lugar a las salas de clases, se encuentra completamente terminada y que la torre A está aún en desarrollo. Los profesionales a cargo del proyecto explicaron la importancia de contar con las certificaciones requeridas para que las edificaciones del campus cumplan con los objetivos de la universidad relacionados con sustentabilidad, específicamente la huella de carbono. 

“Todas las iniciativas relacionadas con la energía van orientadas para ese lado, aportan a ese a ese número que tiene varias vertientes. La certificación CES ha venido a estandarizar bastante cosas concretas, objetivos medibles”, destacó Palacios.

En el mismo sentido, el arquitecto puntualizó que los estándares que se supervisan son relacionados con el espacio –metro cuadrado por alumno, metro cuadrado por persona en puesto de trabajo– y estándares de climatización, todos con miras a garantizar que las personas se desenvuelvan cómodamente en los espacios que habitan durante su permanencia en las instalaciones. Cabe destacar que son alrededor de 30.000 usuarios los que se verán beneficiados con el Edificio Aulas Las Pataguas. 

El nuevo edificio también contempla elementos de inclusión como baños universales, infraestructura para acompañar a estudiantes que requieren algún tipo de apoyo, señalética, entre otros. 

En la visita, participaron Francisco Palacios, jefe de proyecto de la Subdirección de Planificación y Proyectos Dirección de Infraestructura UC; José Jodar Reverte de EBP Chile SpA, quien fue el asesor CES de este proyecto; Yanira Morales de la Subdirección de Planificación y Proyectos de la Dirección de Infraestructura UC, y Hernán Madrid, jefe de CES.

Edificio D.R.A.T.: Un ejemplo perfecto del reciclaje de edificios

Como la culminación de un proceso iniciado en 2016, el edificio Institucional Dirección Regional de Aduanas de Talcahuano logró la certificación CES en septiembre de 2023, con un puntaje sobresaliente. La planificación, las lecturas del espacio y los métodos constructivos permitieron la obtención de un alto nivel.

Con 72,5 puntos y un nivel sobresaliente, el Edificio Institucional de la Dirección Regional de Aduanas de Talcahuano se certificó el 13 de septiembre de 2023, bajo la versión CES 1.

El proceso para este edificio comenzó en 2016, incorporando nuevas estrategias de eficiencia energética desde el diseño para la precertificación, las que se mantuvieron durante y posterior a la construcción de este proyecto.

El asesor CES en ambas etapas (precertificación y certificación) fue Francisco Pizarro, quien comenta que “fue un trabajo conjunto entre oficina de arquitectura y especialidades en la primera instancia, lográndose la precertificación CES destacada, y continuó años después con una coordinación exhaustiva junto a la empresa constructora y especialistas encargados de la ejecución, para poder lograr el máximo de puntaje posible dadas ciertas complejidades respecto a actualización de equipos y proyectos, después de los años pasados desde el proyecto base”.

Todos los profesionales debieron enfrentar desafíos importantes desde el diseño, ya que se reciclaron dos edificios existentes, un pequeño edificio oficina y un gran galpón posterior, “lo que implicó un importante desafío arquitectónico que lograra no solo satisfacer el programa de Aduanas, sino también entregar un gran estándar de confort lumínico, térmico y visual, para los usuarios”, precisa Pizarro.

En materia de sustentabilidad, las estrategias pasivas se basaron en el aprovechamiento máximo de la iluminación natural, a través de la creación de patios interiores y un diseño de fachada norte completamente abierta, pero con un sistema de celosías para el control solar. También, se incluyó una envolvente térmica de alta eficiencia, que le permitió obtener los puntajes máximos en reducción de la demanda de energía y altos en confort térmico, según cuenta el arquitecto.

Como parte del diseño activo, el edificio considera, entre otros, “un sistema de climatización y ventilación de alta eficiencia que debió adaptarse a las condiciones del galpón inicial, por lo que se distribuyen dentro de closets integrados al diseño arquitectónico, lo que entrega un ejemplo no convencional de solución de climatización”, explica el asesor CES. Asimismo, cuenta con sistema de iluminación artificial de alta eficiencia, que se adapta a las condiciones bases antes mencionadas, logrando el más alto estándar. 

Juan Vega, director regional de Arquitectura de la región del Biobío, especifica que el diseño fue aportado por el mandante Servicio Nacional de Aduanas y, previa licitación, se desarrolló una revisión interna con especialistas del nivel central de la DA, los que aportaron sus observaciones de temas a mejorar.

Así, una vez que fue adjudicado, dice que el asesor CES Francisco Pizarro propuso ajustes menores de griferías, inclinación de celosías exteriores y equipos de iluminación, tendientes a elevar los puntales en la precertificación y posterior certificación. “En sumatoria, se logra esta construcción de 72,5 puntos, lo que la califica como un proyecto sobresaliente desde el punto de vista CES”, complementa Vega.

Por su parte, Francisco Pizarro cree que el edificio D.R.A.T. no sólo es un edificio público de excelencia, “sino también un ejemplo perfecto de cómo es posible el reciclaje de edificios de cualquier índole y transformarlos en edificios contemporáneos de primer nivel energético y de confort para sus usuarios”.

CES Aeropuertos: avances en agua, acústica y energía

Hernán Madrid, resumió los principales avances que ha tenido la versión CES Aeropuertos, que permitirá contar terminales aéreas sustentables en distintas zonas del territorio nacional.

La Certificación de Edificio Sustentable (CES) versión para aeropuertos y aeródromos avanza a paso firme en tres importantes frentes: eficiencia en el uso de aguas, acústica y eficiencia en el uso de energía. Hernán Madrid, jefe de CES, explicó los principales avances realizados recientemente en cada uno de estos ámbitos.

Sobre el uso eficiente de agua, existen tres aristas principales: actualización de artefactos sanitarios y procesos —incluyendo el paisajismo—, reutilización de aguas y captación y reutilización de aguas lluvias, dependiendo del emplazamiento y condiciones climáticas de cada recinto.

“Algo nuevo que se levantó es que existen procesos distintos en un aeropuerto o en  otro, que tienen que ver por ejemplo con el lavado de la pista de aterrizaje y el lavado, en algunos casos, de las aeronaves”, indica Madrid, agregando que se está estudiando el uso de aguas recicladas y reutilización de aguas grises para la realización de estas labores, al igual que para la descarga de sanitarios. Asimismo, también se ha avanzado en el estudio del uso del agua recolectada de las lluvias en aquellas zonas donde el clima lo propicia, para minimizar el uso de agua potable en las tareas ya descritas.

El segundo tema, centrado en acústica, contempla la medición de los distintos niveles de ruido que se registran en las tres escalas de recintos aeroportuarios visitadas: aeropuerto, aeródromo y pequeño aeródromo. A su vez, se registraron mediciones de niveles de ruido de diferentes aeronaves: comerciales, privadas, helicópteros, e incluso, aviones militares.

Hernán Madrid explicó que esto ha permitido caracterizar y tener muy definidas las condiciones para la reducción de ruidos de tránsito terrestre y aéreo (aeronaves), “y en este caso, tenemos en el terminal de pasajeros, lado tierra y lado aire, vehículos y aviones, por lo que se ha hecho una caracterización y una propuesta de reducción de ruido aéreo distinta”, señala. Considerando la diferencia de las fuentes, “también se evaluó lo que llamamos un ‘criterio de simultaneidad’, porque en un aeropuerto va a haber más de un avión al mismo tiempo, entonces hay una simultaneidad de ruido que también afecta”, puntualiza Madrid. 

El tercer foco, correspondiente al estudio de energía, ha trabajado en las condiciones previas para las evaluaciones, a fin de que permitan caracterizar el movimiento de los distintos terminales aéreos contemplando agenda de uso, cantidad de ocupación, niveles de iluminación, sistemas de ventilación, entre otros factores que influyen en la performance de cada recinto. 

Es importante mencionar que la carga de ocupación de aeropuertos y aeródromos está diseñada para ir creciendo en el tiempo, a diferencia de lo que ocurre con un edificio de uso público común, que atiende una cantidad estándar de público (como sucede en un hospital, centro de estudios, entre otros). Al tener que pensar en un número creciente de pasajeros, se debe proyectar la cantidad máxima según lo que dure el periodo de operación o concesión. Para esto, existe un criterio de diseño llamado “la hora 40” o “H 40”, que ordena, de mayor a menor, las horas con su respectiva afluencia de usuarios, hasta llegar a la hora 40, que alcanzaría el peak. “Ha sido una discusión importante, pero ya estamos de acuerdo y ahora se está trabajando en las simulaciones energéticas específicas para poder definir los rangos de mejora en cada uno de los tipos de zonas climáticas y tipo de escala de aeropuerto”, concluye Madrid.

Finalmente, el ingeniero detalla que los pilotos están avanzando sobre todo en tres terminales: el aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin de la Antártica; el aeródromo de Puerto Natales, Teniente Julio Gallardo y el aeródromo La Florida, de La Serena, aún en etapa de licitación.

Asimismo, cuenta que para el desarrollo de esta versión han sostenido reuniones con entidades internacionales, como el Consejo Internacional de Aeropuertos (en inglés, Airports Council International, ACI) y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), y en enero realizaron una visita al Aeropuerto Arturo Merino Benítez, junto con profesionales de la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (MOP).

Teodoro Fernández: “Más arquitectos están interesados en la construcción sustentable”

Conversamos con el arquitecto reconocido en los Premios CES 2023 como uno de los Profesionales Destacados, quien ya había participado en una ceremonia anterior, por el diseño del Centro de visitantes Santuario Santa Inés de Minera Los Pelambres, reconocido en la categoría Proyecto Prefertificado.

Con satisfacción y una cierta sorpresa, declara el arquitecto Teodoro Fernández L. haber recibido el Premio CES 2023 como Profesional Destacado. “Si bien cuando se enfrenta un trabajo no se hace pensando en algún premio, en este caso, postular al premio CES es un argumento objetivo de las bondades del proyecto para el mandante, y en ese sentido, un aliciente para llevar adelante el proyecto”, opina.

Por otra parte, “los Premios CES están destinados a las obras y a los mandantes, por lo que sí me sorprendió recibir el de Profesional Destacado. Se agradece”, añade el profesional que ha sido merecedor de otros reconocimientos, como el Premio “Fermín Vivaceta” (2002); Reconocimiento a la Excelencia Académica (2008); Premio Internacional Reina Sofía de Patrimonio Cultural por Centro Cultural Estación Mapocho (2008); Gran Medalla AOA (2013); Premio Nacional de Arquitectura (2014) y Miembro de Honor del American Institute of Architects (Hon. FAIA), Estados Unidos (2016).

Y es que, a su juicio, “hay diferentes premios: los premios a proyectos en concursos son aquellos a los cuales se postula para poder realizar determinadas obras, básicamente obras públicas o de relevancia, permiten la realización de las obras, y el afianzamiento de una carrera profesional. Por otra parte, los premios a los que no se postula, son esos ‘verdaderos premios’, como en este caso de Profesional Destacado CES, son sobre todo argumentos para los mandantes, señales que están en el camino correcto, que valen la pena los esfuerzos por mejorar la calidad de los proyectos y obras”, puntualiza.

En ese sentido, ¿cómo ve la construcción sustentable en el país?

Es un tema que cobra cada vez más relevancia. Por otra parte, no se debe separar del avance de la arquitectura y del esfuerzo de los arquitectos, escuelas de arquitectura y organismos públicos y otros, que han puesto una visión integral respecto al territorio, y el desarrollo de la arquitectura, así como temas como el cambio climático y la economía en la sociedad.

Desde su visión, ¿qué cree que falta para que más arquitectos se motiven a participar de la construcción sustentable?

Veo que cada vez más arquitectos están interesados en el desarrollo del tema, y en aplicar los parámetros de sustentabilidad en forma integral a los proyectos, como lo propone CES.

El hecho que los Premios CES vayan dirigidos al mandante y a la obra y no específicamente a los arquitectos, es un excelente argumento que tenemos los arquitectos para convencer al mandante, que al final es el que pone los recursos, que vale la pena el esfuerzo de tener una mirada global y de una arco temporal amplio de la vida de la obra para lograr una economía real en la construcción. Es decir, no sólo el costo material inicial de la obra, sino también el costo ambiental anterior, desde la extracción y costo de los materiales, huella de carbono, sino que el ciclo completo, costo de su mantención y confort.

Por ello, el galardonado profesional concluye que “ojalá en CES se posicionara en un futuro cercano de una manera similar a como todos, arquitectos y organismos públicos, entendemos la necesidad de responder a normas diversas incorporadas como básicas de la construcción, como son por ejemplo, las de accesibilidad y cálculo estructural”.