Actualización de la Ordenanza y CES

Por Hernán Madrid, jefe de CES

Luego de la alegría por la recientemente actualización del artículo 4.1.10 de la Reglamentación Térmica de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), es necesario dimensionar los puntos que requerirán ajustes a los requerimientos de CES.

Evidentemente que el foco principal de la actualización es viviendas, pero también se incorporan requisitos para edificios de uso Educación, Salud y Hoteles. Muchos de los proyectos en los que ya se ha convertido en un estándar incorporar CES, como Jardines Infantiles, Escuelas, Colegios, Liceos y Edificios Educación Superior en el caso de uso educación, y Centros médicos, CESFAM, Hospitales y Clínicas, para uso salud.

Dentro de los puntos que será necesario profundizar el análisis, en atención a posibles modificaciones que necesiten los requerimientos CES, se encuentran:

  1. Sincronía entre la zonificación térmica y zonificación climática, ambas de la NCh1079.
  2. Requerimientos para envolvente térmica mínimos y su relación con el caso de referencia de CES.
  3. Requerimientos de infiltración de aire.

En general, hay una correlación bastante buena entre las zonas térmicas y climáticas, con excepción de algunas zonas pobladas, relevantes pero puntuales, como por ejemplo La Serena- Coquimbo. Será necesario evaluar los ajustes que requiere CES para abordar adecuadamente estas diferencias.

Respecto al segundo punto, envolvente térmica, la actualización de la versión CES Edificios de Uso público v1.1 incluyó, entre varios aspectos, un ajuste en los estándares mínimos para el caso de referencia. Debido a que nuestra actualización se produjo hace casi dos años, sin tener completamente a la vista los nuevos requisitos del 4.1.10 de la OGUC, los requerimientos asociados de la v1.1 se encuentran en el mismo orden de magnitud, pero en algunas zonas presentan leves diferencias. 

Un ejemplo es lo que se muestra en la siguiente tabla, que para el caso de muros presenta algunas diferencias en todas las zonas climáticas (respecto de las térmicas de la OGUC):

En el último punto, infiltración de aire, el esquema de certificación CES ha abordado hasta el momento el tema como requerimiento voluntario, con el ensayo de infiltración de aire (blower door test). Con la actualización del 4.1.10 de la OGUC el escenario cambia, ya que se vuelve una exigencia reglamentaria realizar la prueba y, por lo tanto, debería pasar a ser un requerimiento obligatorio en CES, dejando espacio para el requerimiento voluntario cumplimientos por sobre el mínimo.

Todos estos temas los comenzaremos a revisar en un Comité Técnico especifico al que pronto convocaremos, pero siempre es una buena noticia tener que ajustar los requerimientos voluntarios porque los mínimos reglamentarios avanzan, es el espíritu de la certificaciones y su relación con los reglamentos. 

CES visita el Complejo Interdisciplinario para el Desarrollo Sustentable Michel Durand

En su plan de visitas anual, el equipo de CES incluyó el primer edificio certificado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, ubicado en la rivera del lago Villarica.

El pasado 22 de abril, Romy Luckeheide, arquitecto de CES, visitó en Villarrica el primer edificio certificado CES de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Con un puntaje de 30 puntos, el edificio fue certificado en noviembre de 2020. Éste consta de más de 1.000 m2 construidos, está ubicado en la rivera del lago Villarrica frente a la casa de estudios superiores la sede UC Villarrica. Contempla salas de clases, espacios comunitarios, cafetería, espacios de trabajo, oficinas, salas de reuniones y auditorio. El programa educacional involucra Mayor y Minor en Desarrollo Sustentable, programas de intercambio, cursos y diplomados. 

Al exterior se encuentra el Museo Interactivo Regional de Agroecología y Sustentabilidad MIRAS, gratuito, libre o guiado con acceso universal, que cuenta con una huerta comunitaria. Es un espacio abierto a la comunidad y tiene acceso a la playa. 

“El diseño puso sus esfuerzos por obtener la mayor cantidad de puntaje en las categorías de Calidad del Ambiente Interior a través de estrategias pasivas como activas, en Energía disminuyendo la demanda energética del edificio y Agua con el fin de disminuir el consumo de agua potable durante la operación”, comenta Romy Luckeheide.

Las estrategias en las que trabajó el edificio para mejorar tanto su eficiencia como confort interior están relacionadas al programa de uso. Así, “se maximiza la iluminación natural, logrando una iluminación óptima para el 90% de los recintos regularmente ocupados, y se prioriza la visibilidad hacia el exterior. Se cumple con los requerimientos acústicos de aislación de fachada. En el interior del edificio también existen propuestas que mejoran la calidad acústica, como el control de ruido proveniente de los equipos y un sistema implementado en el cielo que absorbe el sonido y reduce el nivel de ruido generado por la reverberación”, cuenta la arquitecta. 

Asimismo, en la categoría Energía se implementó como estrategia una envolvente aislada con vidrios de termopanel. En la cubierta se utilizó lana mineral y de vidrio; en los muros de hormigón: aislación interior con poliestireno expandido y en los muros de madera se consideró lana de vidrio. Como explica la profesional de CES, “estos elementos ayudan tanto a la aislación térmica como a la acústica. Todos los accesos tienen doble puerta lo que ayuda mucho a controlar la entrada de aire frío al interior cada vez que se utilice”, relata.

Jaime Palacios, jefe Administrativo e Infraestructura Campus Villarrica; Sofía Rojo, coordinadora general, y Romy Luckeheide, arquitecta CES.

De esta manera, esta solución constructiva permitió que el proyecto cumpliera por sobre los rangos obligatorios del requerimiento y obtuviera, además, un 20,8% de disminución de la demanda energética anual en climatización e iluminación.

Indicadores

Estudio de iluminación natural: Se logra una iluminación óptima para casi el 90% de los recintos regularmente ocupados. 
Detalle constructivo envolvente.

Equipo

Arquitecto: Labbe Portugueis Arquitectos 
Asesor: José Espinoza
Entidad Evaluadora: ECOSUSTENTA

CES fue parte de concurso Desafío Net Zero 2030

Mientras Hernán Madrid, jefe de CES, fue jurado de la primera etapa del concurso, Paola Molina, presidenta de CES, es parte del equipo organizador y acompañó al equipo ganador a la pasantía en la Universidad de Nottingham.

Con el objetivo de generar un ecosistema de net zero energía, el concurso Desafío Net Zero 2030, patrocinado por CES, incluyó un jurado compuesto por representantes de instituciones público-privadas y profesionales técnicos, que les permitió entregar una corrección de calidad. 

De esta manera, en la primera etapa del concurso, Hernán Madrid, jefe de CES, formó parte de los jurados institucionales, junto a Patricia Urzúa (DA-MOP), David Cabieles, (Ministerio de Energía), Rubén González (Ministerio de Medio Ambiente), Jadille Baza (Colegio de Arquitectos) y Pablo Ivelic (Construye2025). En tanto que los jurados técnicos fueron los profesionales María Fernanda Aguirre, Gabriela Armijo, Jorge Broughton, María Blender, Hernán Bugueño y Paola Valencia.

Para Madrid, es muy importante que las nuevas generaciones de profesionales integren los conceptos de diseño en línea con la carbono neutralidad, ya que serán ellos los llamados a diseñar proyectos durante los próximos 25 a 30 años, con miras a las metas del 2050. En este sentido, “un concurso de estas características representa una gran contribución a la formación de los estudiantes, ya que les permite investigar y poner en práctica en sus propios diseños estos conceptos”, sostiene el ingeniero.

En esta instancia, Madrid recuerda que “del subconjunto que tuve oportunidad de revisar, mostraba una diferencia bastante grande entre los grupos, todos incorporan al menos a nivel de idea muchos conceptos valiosos para la integración de estrategias de sustentabilidad, energía y carbono neto zero, pero hay un par de grupos que destacan por el nivel de claridad y análisis que combina los efectos en los cuatro pilares del concursos de las estrategias planteadas”.

Hace unas pocos días, el equipo ganador de la Universidad Autónoma de Temuco, conformado por los estudiantes de arquitectura Sebastián Maureira, Cristóbal Torres, Enzo Arriagada, y Carlos Melo y Joaquín Conejero, de Ingeniería en Construcción, viajó a Inglaterra junto a su profesor guía Juan Pablo Cárdenas, a hacer uso de su pasantía de una semana en la Universidad de Nottingham, donde fueron recibidos por el arquitecto chileno radicado por más de 20 años en Inglaterra, Guillermo Guzmán Dumont, académico en Nottingham. Asimismo, tuvieron la oportunidad de conocer a ENERGY HOUSE 2.0 en la Universidad de Salford en Manchester UK, el primer centro de investigación para todo clima del mundo.

El grupo lo completaron Paola Molina, presidenta de CES, y Tatiana Vidal, asesora CES, como representantes del Colegio de Arquitectos, y Christian Cancino, de Construye2025, instituciones que organizaron el concurso.

En palabras de Paola Molina, ésta fue “una experiencia inolvidable para todos los que participaron, equipo, profesores y equipo organizador, donde se validó el estándar que propuso el Desafío Net Zero 2030 como herramienta para alcanzar el desarrollo sostenible en el sector construcción”.

Por su parte, Christian Cancino, coordinador de Capacidades Tecnológicas de Construye2025, afirma que “el viaje a Inglaterra abrió nuevas perspectivas hacia la sostenibilidad donde la colaboración con la industria es vital. El seguimiento post concurso garantiza la acción, beneficiando al país y a los futuros profesionales”.

Certificaciones y sellos locales en Latinoamérica

Por Hernán Madrid, jefe de CES.

Durante 2023 el Instituto de la Construcción desarrolló una consultoría para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), centrada en la Resiliencia y sostenibilidad en los códigos de construcción de América Latina y El Caribe. En el ámbito de la sustentabilidad se abordaron adicionalmente certificaciones y sellos voluntarios, con colaboración activa del Chile GBC, lo que permitió levantar la situación actual del uso de certificaciones internacionales y locales en cada país de Latinoamérica. 

En este contexto, desde CES y el Instituto, tuvimos la oportunidad de colaborar en una Nota Técnica basada en la información levantada, en la que el Instituto de la Construcción participó en coautoría. 

Uno de los principales hallazgos en el ámbito de la sustentabilidad es el rol que juegan las certificaciones voluntarias, que contemplen variables que no están en los reglamentos y/o sean establecidas por sobre los estándares reglamentados, para, de esta manera, orientar y promover mejores estándares en las edificaciones y construcciones.

En materia de sellos y certificaciones locales, se identificaron 10 certificaciones, distribuidas en Brasil (5), Chile (2), Colombia (1), Costa Rica (1), y Guatemala (1); y 13 sellos o calificaciones distribuidos en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Panamá y Uruguay. Todos estas son aplicables a diferentes usos de edificios y/o viviendas, públicas y privadas. 

Una certificación se considera más robusta cuando un tercero independiente es responsable de realizar pruebas de comprobación y otorgar la certificación. De estos, solo Brasil y Chile cuentan con sistemas de verificación independiente. Por otro lado, únicamente Argentina, Chile, Colombia y México cuentan con etiquetado energético específico para el sector. 

En el ámbito de los incentivos, se observó que países como Colombia, Bolivia, El Salvador y Perú, incluyen incentivos normativos en alguno de sus códigos, beneficios constructivos para aquellas edificaciones que incorporen parámetros de sostenibilidad o alcancen algún nivel de certificación bajo algún esquema local o internacional, sean éstas realizadas por el sector público o privado. 

Se concluye que existe al menos una certificación aplicable a cada país, sean nacionales o internacionales y que las certificaciones nacionales generalmente se adaptan mejor al contexto y prioridades locales. 

Este escenario es una muy buena base para la colaboración en Latinoamérica y El Caribe, en un modelo similar a lo que ha sido el destacado trabajo del Código Modelo de Diseño Sísmico para América Latina y El Caribe en el que el Instituto de la Construcción ha actuado de secretaría general.

Más de 15 hospitales públicos a lo largo del país contarán con certificación CES

Los recién anunciados hospitales de Rengo y Pichilemu, de la Red O’Higgins, se suman a otros 16 recintos, que incorporarán la certificación CES en su diseño.

El 22 de marzo del año en curso se publicó en el Diario Oficial el decreto que adjudica el proyecto Red O’Higgins, que contempla la construcción y operación de los hospitales de Rengo y Pichilemu. Estos recintos, que beneficiarán a una población cercana a los 276.000 habitantes, con 80.000 m2 aproximados construidos, contarán con la Certificación Edificio Sustentable (CES).

La construcción de estos recintos, que implica una inversión de casi 180 millones de dólares, está prevista para el primer semestre de 2025, mientras que sus operaciones comenzarían a partir de 2028.

Los dos hospitales anunciados para la Red O’Higgins se suman los recintos de la Red Maule (Cauquenes, Constitución y Parral), el hospital Buin-Paine, la Red Biobío (Santa Bárbara, Nacimiento, Coronel y Lota), el hospital de La Serena, la Red Los Ríos-Los Lagos (Los Lagos, La Unión, Río Bueno y Puerto Varas), el hospital de Coquimbo, el Instituto Nacional del Cáncer y el Instituto Nacional de Neurocirugía; todos ellos también en proceso de certificación CES.

En el sitio web de la cartera, la ministra de Obras Públicas, Jessica López, destaca que estos anuncios refuerzan el compromiso del gobierno para mejorar la calidad de vida de los chilenos a través de acciones concretas. 

“La salud es uno de los temas más importantes, por lo que debemos mejorar la infraestructura hospitalaria y como ministerio estamos construyendo 25 hospitales en todo el país. La Red O’Higgins está compuesta por dos proyectos que suman 180 millones de dólares, con muchos miles de metros construidos y con la última tecnología disponible para la ciudadanía”, sostuvo la secretaria de Estado. 

“Para CES representa un gran hito colaborar con la certificación de proyectos de tanta relevancia para chilenas y chilenos, contribuyendo a evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de hospitales a lo largo del territorio”, precisa Hernán Madrid, jefe de CES.

Actualmente, son tres recintos hospitalarios públicos certificados. Se trata del Hospital Biprovincial Quillota-Petorca, el primer en recibir la certificación; el Hospital Provincial de Curicó (primer lugar en los Premios CES 2022), el Hospital de Alto Hospicio (tercer lugar en los Premios CES 2023). En tanto, hay tres precertificados: Hospital Base de Linares, Hospital de Puerto Varas y el Hospital Dr. Leopoldo Ortega de Chile Chico

En el sector privado, se han sometido a los requerimientos de la versión CES Hospitales, el Centro de Atención Providencia Mutual CChC.

Al día de hoy están formalmente en proceso CES los siguientes proyectos: Construcción Hospital Provincia Cordillera, Reposición con Relocalización Hospital de Melipilla, Habilitación Servicios Público Provinciales En Ex Hospital Puerto Natales, Hospital de Simulación Clínica Universidad Católica de Temuco, Hospital de Cauquenes, Hospital de Constitución, Hospital de Parral, Hospital Buin-Paine

CES + Resiliencia constituye comités técnicos de riesgos sísmicos y cambio climático

Se constituyeron los comités técnicos que trabajarán en los requerimientos para riesgos sísmicos y de cambio climático de la futura versión CES + Resiliencia. 

El desarrollo de la nueva herramienta CES + Resiliencia, resultado de un trabajo de colaboración entre Certificación de Edificio Sustentable y el Instituto de la Construcción; y pensada para visibilizar y poner en valor estrategias que se incorporen a los edificios de modo de hacerlos capaces de enfrentar los principales riesgos que esperan en los próximos años —los desastres naturales y los eventos extremos del clima—, avanza a paso firme. 

Hernán Madrid, jefe de Certificación de Edificio Sustentable, comenta que la idea surge a raíz de combinar tres experiencias importantes. La consultoría sobre Resiliencia y Sostenibilidad en los códigos de construcción en América Latina y El Caribe para el Banco Interamericano BID el año pasado, la exitosa experiencia del IC como secretaria general del Código Modelo Sísmico para América Latina y El Caribe, y la experiencia de CES en administración y desarrollo de certificaciones asociadas a sustentabilidad. 

La idea fue aprobada con gran entusiasmo en el Directorio del IC, Directorio de CES y en el Comité Consultivo CES, y se propuso, en consistencia con los recursos disponibles, comenzar con la formación de dos comités técnicos para riesgos sísmicos y cambio climático. El objetivo de estos dos comités técnicos es “plantear las líneas de acción para requerimientos asociados, las metodologías técnicas específicas de evaluación y las necesidades de estudios específicos que deban realizarse”, indica. Es importante tener presente que este trabajo es con miras a una primera versión, la que puede sin duda ampliarse a nuevos temas o riesgos en una segunda etapa.

La primera reunión del comité técnico riesgos sísmicos se llevó a cabo el 9 de abril, con representantes de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE), la Asociación Chilena de Sismología e Ingeniería Antisísmica (Achisina), la Dirección de Arquitectura y la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (MOP), la Sociedad Chilena de Tecnología (Sochige) y RyV Ingenieros, con la secretaría técnica de María José Ibaceta.

Primera sesión del comité técnico riesgos sísmicos.

“El foco de los sistemas de certificación siempre es abordar aspectos por sobre los mínimos reglamentarios en la materia, de modo de impulsar y visibilizar su incorporación a los proyectos”, explica Madrid. Por ello, en esta primera reunión se plantearon tres líneas de acción para requerimientos: uno orientado al desempeño sísmico (diseño por desempeño), para que un edificio continúe sus operaciones a pesar de los daños.

Además de cumplir con los estándares mínimos, “queremos que el edificio tenga un desempeño de tal tipo que siga funcionando a la hora después de que ocurrió un terremoto, y entonces requiere que se incorporen, dentro su diseño, algunos otros elementos”, precisa el ingeniero.

Por otra parte, también durante abril se reunió el comité técnico de riesgo cambio climático, con la participación de asesores CES acreditados y entidades evaluadoras CES, representantes de la Dirección de Arquitectura y la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (MOP), Chile Green Building Council y el Colegio de Ingenieros.

“Para dar inicio al comité de cambio climático, se presenta la necesidad de evaluar el aumento de temperatura proyectado, disminución de lluvias y lluvias concentradas. En base a esto, se levantaron diversas problemáticas, así como también documentación existente asociada a lo que se ha hecho hasta hoy respecto de la resiliencia en la edificación”, comenta Romy Luckeheide, arquitecta de CES.  

El trabajo de CES + resiliencia continuará con reuniones periódicas de los comités técnicos, que se llevarán a cabo dos veces por mes.

Edificio Aulas Las Pataguas UC: Infraestructura universitaria en evolución 

El proyecto precertificado CES y emplazado en el campus San Joaquín, reúne tanto salas de clases como oficinas y departamentos de atención a universitarios, y se organiza en dos edificios relativamente opuestos e independientes entre sí. 

La necesidad de brindar a la comunidad universitaria espacios con elevados estándares de calidad inspiró la construcción del edificio Aulas Las Pataguas (ingresado a CES como Edificio Inclusión y Servicios Estudiantiles Campus San Joaquín), en el campus San Joaquín de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Compuesto por dos torres independientes entre sí, Las Pataguas alberga salas de clases, oficinas, subterráneos y zócalos, entre otras instalaciones.

La construcción está emplazada en un terreno de 50 x 50 metros, rodeada por edificios de diversas escalas, por el sur un edificio de aproximadamente 34 metros de alto, por el norte una construcción de un piso de altura y por el oriente un volumen horizontal de aproximadamente 9 metros, lo que deja un frente despejado hacia el poniente, por el que se instalará el acceso principal.

Francisco Palacios, jefe de proyecto de la Subdirección de Planificación y Proyectos Dirección de Infraestructura UC, remarcó durante el recorrido que “la arquitectura también va evolucionando y la universidad no tiene una estandarización tan rígida en términos de diseño, lo que da a los arquitectos la posibilidad de proponer un diseño de estructuras variados. La estandarización, por parte nuestra, va en el orden de los tamaños de las superficies, los temas ambientales, y el tema de la certificación CES, que también es para nosotros, un estándar directo”.

Dos torres

La Torre A se distribuye en 10 plantas de oficinas de 800 m2 cada una, con un núcleo central desplazado hacia un costado, definiendo así dos tipologías de posibles espacios en cuanto a sus proporciones y particiones. Las 25 salas de clases de la Torre B se distribuyen en 7 niveles (un zócalo y 6 niveles superiores) de aproximadamente 700 m2, con un corredor abierto hacia la cara poniente.

En un recorrido para conocer los avances, en el que fue posible constatar que la torre B, que da lugar a las salas de clases, se encuentra completamente terminada y que la torre A está aún en desarrollo. Los profesionales a cargo del proyecto explicaron la importancia de contar con las certificaciones requeridas para que las edificaciones del campus cumplan con los objetivos de la universidad relacionados con sustentabilidad, específicamente la huella de carbono. 

“Todas las iniciativas relacionadas con la energía van orientadas para ese lado, aportan a ese a ese número que tiene varias vertientes. La certificación CES ha venido a estandarizar bastante cosas concretas, objetivos medibles”, destacó Palacios.

En el mismo sentido, el arquitecto puntualizó que los estándares que se supervisan son relacionados con el espacio –metro cuadrado por alumno, metro cuadrado por persona en puesto de trabajo– y estándares de climatización, todos con miras a garantizar que las personas se desenvuelvan cómodamente en los espacios que habitan durante su permanencia en las instalaciones. Cabe destacar que son alrededor de 30.000 usuarios los que se verán beneficiados con el Edificio Aulas Las Pataguas. 

El nuevo edificio también contempla elementos de inclusión como baños universales, infraestructura para acompañar a estudiantes que requieren algún tipo de apoyo, señalética, entre otros. 

En la visita, participaron Francisco Palacios, jefe de proyecto de la Subdirección de Planificación y Proyectos Dirección de Infraestructura UC; José Jodar Reverte de EBP Chile SpA, quien fue el asesor CES de este proyecto; Yanira Morales de la Subdirección de Planificación y Proyectos de la Dirección de Infraestructura UC, y Hernán Madrid, jefe de CES.