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Se trata del Hospital Provincial de Curicó, que cuenta con una superficie construida total de 108.763 m2. Su certificación entregará beneficios, tanto a los usuarios como a mandantes y a la ciudad.

Durante mayo ingresó a Certificación Edificio Sustentable (CES) para ser precertificado el Hospital Provincial de Curicó, que cuenta con una superficie construida total de 108.763 metros cuadrados, convirtiéndose así en el primer establecimiento de salud en ser diseñado bajo los requerimientos del Manual CES Hospitales publicado en marzo de este año (para descarga ingresar aquí: http://certificacionsustentable.cl/descarga-de-documentos).

De esta manera, la precertificación sería alcanzada en 2018 y la certificación en 2019. La superficie total se distribuye en 65.430 m2 sobre terreno y 43.444 m2 en subterráneos. El hospital considera varias estrategias sustentables interesantes, dentro de las cuales destacan: orientación óptima (15° NNE), patios interiores que aportan iluminación natural a prácticamente todos los recintos de espera, protecciones solares adecuadamente dimensionadas en fachada norte y un sistema solar térmico que aporta ACS al sistema.

De acuerdo con Diego Pedraza, socio y gerente comercial de B-Green, entidad asesora del establecimiento hospitalario, la metodología CES en Hospitales permite incluir estrategias pasivas de ahorro energético sobre el proyecto de arquitectura, así como también en el diseño de los sistemas principales y que más consumen energía.

“Pero tal vez lo más importante es que obliga a revisar y asegurar que esas estrategias que quedan plasmadas en el proyecto ejecutivo a construcción, efectivamente se aplican durante todo el proceso de construcción, cosa que normalmente no ocurre, sobre todo en proyectos de alta complejidad y grandes superficies, que toman varios años”, comenta Pedraza.

En ese sentido, los usuarios del Hospital de Curicó se verán directamente beneficiados, ya que “la metodología CES obliga a contar con espacios con altos estándares de calidad ambiental interior, especialmente en lo referido a iluminación natural, calidad de aire (bajas concentraciones de CO2) y acceso a vistas al exterior”, precisa el arquitecto y añade que esto es muy relevante, dado que el hecho de que el edificio tenga bajos consumos energéticos o cuente con una envolvente térmica de alta eficiencia “son cosas muy importantes, pero no generan un impacto y una percepción positiva espacial, como sí lo hacen las estrategias mencionadas”.

Y yendo aún más allá, la certificación de este establecimiento también ayudará a la ciudad de Curicó, dado que este será el primer hospital certificado CES de Chile, “lo que asegura una infraestructura de salud con altos estándares de eficiencia energética y sobre todo de calidad ambiental interior, en muchos aspectos muy por sobre lo exigido por norma”, considera el socio de B-Green.

Es por ello que desde esta consultora esperan poder aplicar este aprendizaje que les ha significado este primer hospital en otros recintos, “para además poder hacer un mejoramiento continuo de la metodología, cooperando en este sentido con el Instituto de la Construcción en su rol de Ente Administrador del sistema”, señala Diego Pedraza.

El Hospital Provincial de Curicó tiene como mandante a MOP Concesiones y el Servicio de Salud Maule y los arquitectos son Carvajal Casariego + Riesco Rivera.

La construcción sustentable ayuda a detener la construcción de proyectos ineficientes, de alto consumo energético y, por ende, de alto impacto ambiental. Asimismo, permite diseñar proyectos que incorporan mayores beneficios para los usuarios, como confort térmico, acústico, lumínico, entre otros; para el entorno: disminución de los residuos generados y uso de materiales de menor impacto ambiental; para los administradores de las edificaciones: disminución de costos operativos en climatización, bajo consumo de agua, etc., y finalmente para la ciudad, con la disminución de emisiones contaminantes por la integración de tecnología cada vez más eficientes y amigables con el medio ambiente.

En ese contexto, fomentar este tipo de construcciones se hace aún más relevante en las ciudades que hoy en Chile están definidas como las más contaminadas: Coyhaique, Osorno, Temuco-Padre las Casas entre las cinco primeras, de acuerdo a un ranking realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Claramente, el impulso hacia la construcción sustentable no se ve en todas las ciudades que fueron mencionadas en este ranking. Escapa de esta realidad Temuco, donde “desde hace unos años el sector inmobiliario ha venido incorporando criterios de eficiencia energética en sus proyectos, lo cual sin duda ha mejorado el estándar de las edificaciones, reduciendo las demandas de energía y propiciando el uso de sistemas de calefacción de baja emisión, como estufas y calderas a pellet, bombas de calor aero termales, uso de acumuladores eléctricos, entre otros”, comenta Rodrigo Escobar, ingeniero acústico y asesor CES de Sarrago Consultores.

Por el momento, la Región de la Araucanía destaca por ser la que presenta más edificios precertificados y en proceso de certificación en todo Chile.

Y es que debido a que Temuco es una de las ciudades más contaminadas, “existe un compromiso de las autoridades por lograr la coherencia entre la eficiencia energética de las nuevas edificaciones y los planes de descontaminación locales; además, la certificación persigue orientar de forma eficaz los recursos con los que cuentan las entidades que administrarán estos edificios, ya que después deben hacerse cargo de los costos de operación (municipios, bomberos, etc.)”, considera Escobar.

Es así como la Certificación Edificio Sustentable (CES) se presenta como un aliado que persigue los mismos objetivos locales: “que los proyectos resulten amigables con el medio ambiente y que reduzcan sus requerimientos de energía, lo que se traduce en menores emisiones y en una disminución de sus costos operacionales”, especifica el ingeniero.

Asimismo, la herramienta asegura que los diseños no solo resuelvan lo ambiental y económico, sino que también permite que los usuarios desarrollen sus actividades en un ambiente confortable, que resuelve sus necesidades de aire limpio, espacios silenciosos, con temperaturas reguladas y con la iluminación necesaria. “Todos estos puntos vienen definidos de forma coherente en los criterios obligatorios que debe resolver un proyecto para ser certificado, los que apuntan a resolver una adecuada ventilación de los recintos, una eficiencia mínima de filtraje, aislación al ruido exterior, una envolvente térmica para todos los elementos constructivos (muros, cubiertas, pisos, ventanas); solicita una adecuada hermeticidad además de especificar un ahorro mínimo para el consumo de agua sanitaria y de riego, entre otras”, precisa el asesor.

El año 2017 ha sido prolífico en términos de proyectos inscritos para Certificación Edificio Sustentable. A la fecha, son 22 en total los que han ingresado al sistema, los que provienen de todo el país.

Entre los últimos en ingresar hay variedad de tipos de edificios, desde escuelas hasta comisarías, centros deportivos y cuarteles de bomberos. Estos son los siguientes:

Mandante: Ilustre Municipalidad de Lonquimay

Arquitecto: Leonardo Fox

Asesor: Rodrigo Escobar

Entidad Evaluadora: CITEC UBB

Mandante: Ilustre Municipalidad de Lonquimay

Arquitecto: Leonardo Fox

Asesor: Rodrigo Escobar

Entidad Evaluadora: CITEC UBB

Mandante: Instituto Nacional del Deporte

Arquitecto: Iglesis Arquitectos

Asesor: Pablo Canales

Entidad Evaluadora: Pendiente

Mandante: Dirección Arquitectura MOP Los Ríos

Arquitecto: Cristian Sanhueza

Asesor: Iván Orellana

Entidad Evaluadora: CITEC UBB

Mandante: Carabineros de Chile

Unidad Técnica: MOP Dirección de Arquitectura región de Antofagasta

Asesor: María Luisa del Campo

Arquitecto: MAO Arquitectos Ltda.

Entidad Evaluadora: Pendiente

Asimismo, logró la precertificación el proyecto de reposición Escuela G-392 Lifko de Nueva Imperial, ubicada en un terreno de 1.491,05 m2 con 430,40 m2 de superficie construida.

Luego de más de seis meses de edición y validación por parte del Ministerio de Salud, la metodología CES Hospitales ya cuenta con su propio Manual de Operación, el que está disponible para descarga en el sitio web de Certificación Edificio Sustentable: http://certificacionsustentable.cl/descarga-de-documentos

La metodología CES Hospitales fue planteada para responder a la demanda que generarán los proyectos de centros de alta complejidad en salud que estarán desarrollando durante los próximos años en Chile. La meta es que estos emplazamientos incluyan la certificación CES.

Entre las principales diferencias con la metodología CES que está en marcha desde 2014, se cuentan las condiciones de ventilación y el control de temperatura, cuyos parámetros son muy distintos comparados con los tipos de edificios que se incluyen en la versión vigente de la herramienta nacional.

A juicio de Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable, estas diferencias se dan puesto que “debemos tener en cuenta que las necesidades de ventilación influyen en la calidad del ambiente interior y también en la cantidad de energía que se hace necesaria para climatizar el aire que se mueve en ambientes de alta complejidad”.

Señala también que “el criterio utilizado para ventilación en todo tipo de edificios tiene que ver con contar con el aire suficiente para remover el CO2 que generan las personas en el interior. Sin embargo, en el caso de recintos médicos, la necesidad es mayor, ya que se requiere el aire suficiente para remover microorganismos y otros agentes; entonces, el concepto es distinto y también los volúmenes que se deben considerar”, explica.

En el caso de la envolvente, los requerimientos son mucho más exigentes que en la metodología CES original. “Estos cambios de niveles de aislación en la envolvente -sumados a las condiciones propias de ventilación y control de la temperatura- tienen un impacto importante en las posibilidades de reducción de la demanda de energía, que es una línea de acción que tiene una ponderación importante en el sistema”, indica Madrid.

Otras características diferenciadoras de CES Hospitales con la metodología base se encuentran la calibración de los porcentajes de mejora en demanda/consumo de energía, mayores requerimientos de confort lumínico y acústico en habitaciones.

Durante el año 2016, tanto el Ministerio de Salud como el de Obras Públicas, habían incorporado CES como requerimiento en cuatro proyectos hospitalarios, entre ellos el Hospital de Curicó, Linares y los anteproyectos de establecimientos de mediana complejidad de Parral, Cauquenes y Constitución, todos en la Región del Maule.

Con más de 430 m2 de superficie útil, el proyecto Fiscalía Local de Pucón, en la Región de la Araucanía, que se encuentra en proceso de certificación CES, destaca por su planteamiento de la utilización de materiales regionales de fácil adquisición y mantención, lo que permite tener una baja huella de carbono.

De acuerdo con Francisco Pizarro, el edificio –mandatado por la Dirección Nacional de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas- fomenta el uso de la luz natural a través de una lucarna longitudinal y vanos controlados en las áreas de trabajo, reduciendo el uso de luz artificial. Destaca también que el predominio del lleno sobre el vacío permitirá generar una envolvente térmica de alta eficiencia, que junto con la estrategia de masa térmica, ventilación natural y forzada, hará posible controlar la pérdida de calor durante los meses fríos y mantener temperaturas confortables en los meses cálidos.

El arquitecto también da cuenta del uso de especies nativas dentro del paisajismo del proyecto. De esta manera, se utilizarán árboles caducos en la fachada norte y perennes al sur, junto con arbustos y cubrepisos de vegetación baja, con el fin de generar un gasto mínimo en mantención y asegurar el crecimiento de las especies.

Al mismo tiempo, a juicio del profesional, este edificio demuestra que es posible respetar la normativa local y, al mismo tiempo, integrar tecnología y eficiencia, lo que podría convertir a este proyecto en un “buen referente en el desarrollo futuro de edificios de uso público”, permitendo así entregar un alto estándar de confort y habitabilidad a los usuarios de este tipo de edificaciones.

Desde enero a la fecha, han ingresado más de 15 nuevos proyectos al proceso de certificación CES, entre los que destacan escuelas y comisarías a lo largo del país.

Sigue destacando el hecho de que la Región de la Araucanía tiene la mayor cantidad de edificios en proceso de certificación. Durante las últimas semanas, a esta lista se han sumado la Escuela Pivadenco, Escuela Petrona Paillaleo, ambos ubicados en la comuna de Los Sauces, además de la Escuela Fundo Molulco y Escuela Caren, ubicadas en Melipeuco. En Gorbea se añadió el proyecto Escuela Rural de Milirrehue y en Purén las escuelas básicas Quilaco y Huintranlebu.

Asimismo, destaca la inscripción de dos nuevas comisarías ubicadas en Chillán Viejo y Quinta Normal, en ambos proyectos los mandantes son la Dirección Nacional de Arquitectura del MOP y Carabineros de Chile.

Finalmente, durante febrero también fueron inscritos el proyecto de Reposición Teatro Andrés Pérez, en Tocopilla, y la Escuela Olegario Morales, en la comuna de Paillaco, en la Región de los Ríos.

Con cuatro edificios precertificados y 13 en proceso de certificación, hoy la Región de la Araucanía es la que ha utilizado la Certificación Edificio Sustentable más intensivamente en todo Chile.

Las razones tras ese comportamiento están claras: ciudades como Temuco, Talca, Coyhaique y Santiago superan los índices recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en contaminación atmosférica y esto se ha transmitido a sus habitantes.

“El fenómeno de la contaminación ha sido creciente en los últimos años, básicamente porque ha crecido la población urbana y ha habido mucha migración desde el campo hacia la ciudad.

Esto ha despoblado los campos y estas concentraciones de desarrollos urbanos con aglomeración de personas ha traído inconvenientes para la ciudad, que hace 20 años no los teníamos”, comenta Iván Cerda, ex presidente de Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Temuco y actual miembro de la Comisión de Eficiencia Energética de la CChC.

Por ejemplo, Temuco y Coyhaique tienen un denominador común, ya que presentan mucha demanda de energía térmica en invierno y mucha biomasa disponible, “entonces eso hace que, en definitiva, el combustible más barato que se use en invierno para calefacción sea justamente la leña, porque todas estas ciudades tienen el acceso a un recurso que es renovable y que es de bajo costo y no compite con ninguno de los combustibles fósiles ni eléctricas”,  afirma Cerda.

A ello se suma la tecnología en calefactores que, a juicio de Iván Cerda, no ha evolucionado: “la calefacción con biomasa se ha quedado atrás, los calefactores que hoy tiene la mayor parte de la gente son tremendamente ineficientes y contaminantes, contamos con estufas de combustión lenta, generalmente eso es lo que más se vende, porque son más accesible en el precio del aparato y del combustible”, explica.

Frente a este escenario, Iván Cerda asegura que la Novena Región es la que más ha avanzado en términos de innovación en estos modelos inmobiliarios.

“Nuestra región tiene hoy un mercado inmobiliario distinto al resto del país y que ha avanzado mucho. Para lograr eso, se tuvieron que cumplir cuatro elementos esenciales: innovación, conocimiento, iniciativa privada e incentivos del Estado”, comenta el ex presidente de la CChC de Temuco.

De esta manera, han podido abordar un tema urgente, que es “cómo atendemos la problemática de la contaminación, pero de una manera sustentable. En la práctica, ha sido una tarea pensando de manera sustentable en el futuro y responsablemente, ya que nosotros no tenemos que buscar métodos alternativos de quemar leña, sino que debemos ir mucho más allá, y no quemar leña; tenemos que hacer viviendas o edificios o construcciones sustentables, que no requieran tanta energía y el uso de combustible como agente de calor sea mínimo. Y en eso ha estado la región estos últimos 10 años”, cuenta Cerda.

“En esta materia hay que ser atrevido y eso significa decir, por ejemplo, cómo en Chile hago un auto mejor que el Mercedes Benz, con más tecnología y más seguridad, pero venderlo al mismo precio del Mercedes; eso es una tremenda apuesta para competir y estar al alcance de la gente”, señala Iván Cerda.

Y eso fue precisamente lo que ocurrió en Temuco, donde se conjugaron la innovación, el conocimiento, la iniciativa privada y los incentivos del Estado, para dar con una casa que consume el 5% de lo que lo hace otra, y cuesta lo mismo. “Esa es una apuesta del mercado, que esta gente empezó a conocer y, en el fondo, la demanda empezó a entender y a responder, hoy la demanda quiere casas con envolvente, sin infiltraciones, con renovaciones de aire”, sostiene.

Aun así, no está todo dicho en la región. De acuerdo a Cerda, todavía están al debe en materia de certificar lo que se construye: “No sacamos nada con hacer tremendas innovaciones si las guardamos en el secreto más oculto, si esto que funciona, en el fondo, tiene que ver con la responsabilidad con la comunidad, el planeta y con el futuro de la sustentabilidad. En ese sentido, la certificación es un elemento clave, esencial en esta cadena, ya que todo este esfuerzo se ve validado con una certificación, esa es la próxima tarea de los inmobiliarios de Temuco, llevar toda la edificación a las certificaciones”.

Luego de más de seis meses en proceso de asesoría, el Edificio Corporativo de Caja Los Andes obtuvo la Certificación Edificio Sustentable alcanzando el nivel de Certificación Destacada.

De acuerdo a Tamara Quiroz, arquitecta en Efizity y quien estuvo a cargo del proyecto durante el proceso de postulación a la certificación, una de las características de sustentabilidad más destacadas en el edificio es la incorporación de estrategias de sistemas de control de iluminación, lo que tiene por objetivo sacar el máximo provecho de la iluminación natural, reemplazando el encendido de luminarias, para asegurar de esta manera el confort visual y térmico de los usuarios.

En esa misma línea, se contempló también la automatización de cortinas roller, las que se abren y cierran dependiendo de los niveles de radiación e iluminación. Quiroz menciona también el control que existe sobre el encendido y apagado de luminarias ubicadas en recintos perimetrales del edificio, los que también dependen de los niveles de iluminancia provistos por luz natural.

Lo anterior, según la profesional, “se plantea como una estrategia que apunta al ahorro energético. Cabe destacar que, de acuerdo a los análisis realizados, el 94% de los recintos regularmente utilizados cumplen con niveles de autonomía lumínica”.

Quiroz también señala que alcanzar una certificación como CES tiene por ebjetivo que los edificios establezcan estándares y cumplan requerimientos de determinadas características, que permitan disminuir el consumo de agua y energía durante la operación del edificio, y que se aseguren niveles de confort para los usuarios, entre otros.

Y en este sentido, que el Edificio Corporativo Caja Los Andes cuente con la certificación CES significa que “ha logrado cumplir con estándares de eficiencia y sustentabilidad, aplicables a la realidad nacional”, comenta la arquitecta. Esto toma mayor relevancia al considerar que CES no solo se apoya en la normativa nacional, sino que también en estándares internacionales que permiten analizar variables que no están lo suficientemente regualadas en el país, como las tasas de inyección de aire fresco y la potencia instalada en iluminación.

De acuerdo con Hernán Madrid, jefe de CES, la certificación de este edificio, en particular, es muy importante dado que “luego de la etapa piloto, este proyecto es el primero de propiedad privada en ser certificado y esperamos que sirva de ejemplo para que otras empresas puedan certificar proyectos nuevos y/o existentes en post de la construcción sustentable nacional”.

El Edificio Corporativo de Caja Los Andes, que tuvo a DECON de la Universidad Católica como Entidad Evaluadora, está ubicado en la comuna de Providencia, fue construido el año 2016 y posee una superficie útil de 12.000 m2 y más de 20.000 m2 de superficie construida.

Desde 2013 a la fecha, a través del Grupo Alerce de la CChC, se han realizado 105 charlas de variados temas, en los que Norman Goijberg se refiere a sustentabilidad y construcción sustentable.

El vicepresidente del Comité Directivo de Certificación Edificio Sustentable, Norman Goijberg, hace un tiempo se dedica a dar charlas sobre sustentabilidad, en general, y sobre construcción sustentable, en particular, en distintos colegios del país, pertenecientes a la Corporación Educacional de la Construcción (Coreduc), creada por la CChC en 1981.

Las charlas están a cargo del Grupo Alerce, creado en 2006. Este es un reconocimiento a los socios elegidos y un grupo de honor de la Cámara Chilena de la Construcción, formado por socios de más de 70 años que hayan tenido una actividad gremial destacada. Y el arquitecto Norman Goijberg es uno de los representantes de este grupo.

Si bien en 2006 se hicieron algunas charlas esporádicas, a partir de 2013 estas se institucionalizaron. Ese mismo año Goijberg fue nombrado vicepresidente del Grupo Alerce, cargo en el que permaneció durante dos períodos de dos años, y fue precisamente motivado por ese cargo que asumió la iniciativa de organizar las charlas de temas variados, no solamente de construcción sustentable.

De esta manera, han ido aumentado la cantidad de charlas y el interés de los expositores:

Hace algún tiempo, dado su cargo de expresidente y actual vicepresidente de CES, Norman Goijberg ha comenzado a abordar “el concepto de la sustentabilidad, como parte de eso la construcción sustentable, la manera de definirla, cuantificarla y certificarla, donde menciono en particular al CES”.

El concepto de la sustentabilidad, que se ha definido como “El que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades”, es importante inculcarlo a toda la población y en particular a las nuevas generaciones, a juicio del arquitecto.

“Considera el aumento de la población del mundo y el cambio desde las zonas rurales a las urbanas, con una creciente demanda de materiales, energía y emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático y el calentamiento global. El ambiente construido -las ciudades y los edificios- es responsable de porcentajes importantes de estos efectos. La buena noticia es que sí es posible mejorarlo, y eso es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. Esto no es culpa de nadie”, precisa.

En ese sentido, considera que todos los estudiantes deberían aprender este concepto y hacerlo suyo; “y en este caso en particular, porque estudian en liceos técnicos relacionados con la construcción”.

“La construcción sustentable debe incorporar estos conceptos en todo su ciclo de vida, desde el origen de los materiales, si son renovables o no, su proceso de extracción, transporte, producción de materiales, la construcción propiamente tal, y luego el uso y operación de los edificios. Además de nuevos conceptos, esto es fuente de nuevos trabajos y oportunidades para las nuevas generaciones”, sostiene el vicepresidente de CES.

Continuando con el ingreso de proyectos al proceso de Certificación Edificio Sustentable, durante los primeros días de 2017 ingresaron al sistema la 1° Comisaría de Lautaro y la 3° Comisaría de La Unión, los que se suman al Retén Alemania de Taltal, en la Región de Antofagasta.

Ambos cuentan con poco más de 1.300 metros cuadrados de superficie útil y son mandatados por la Dirección Nacional de Logística de Carabineros de Chile. Asimismo, son parte de los proyectos de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.

Los dos están siendo asesorados por Rodrigo Vargas y postulan al nivel de Edificio Certificado, sometiéndose a la evaluación del diseño y construcción.

De acuerdo con Hernán Madrid, jefe de CES, el ingreso progresivo de proyectos al sistema “nos demuestra que estamos haciendo las cosas bien y que la construcción sustentable es un tema instalado en el país”. Agrega que el hecho de que la mayoría de los proyectos en proceso se encuentren en regiones “es muy relevante y confirma la efectividad y eficacia de la herramienta en distintos tipos de climas y ubicaciones geográficas”.

Junto a estos proyectos, ingresó también al sistema de certificación CES un nuevo Centro Deportivo Integral, cuyo mandante es el Instituto Nacional del Deporte y que se encuentra ubicado en la comuna de Independencia en la Región Metropolitana. A este se sumaron dos escuelas rurales de la Región de la Araucanía, que buscan certificar sus diseños: la Escuela Básica Cantino de la comuna de Vilcún y la reposición de la Escuela G-392 Lifko, de Nueva Imperial.

Con el objetivo de medir, calificar y certificar criterios de sustentabilidad que entreguen mayor bienestar a los usuarios de prácticas deportivas en sus Centros Deportivos Integrales (CDI), el Instituto Nacional del Deporte (IND) ha incluido la Certificación Edificio Sustentable en las bases de licitación de estos recintos.

De acuerdo a Jocelyn Petit, arquitecta de la Unidad de Diseño del IND, en la inclusión de estos criterios de sustentabilidad se tomaron en cuenta factores tan importantes como la materialidad, los aportes de iluminación natural, la eficiencia, tanto en agua interior como en paisajismo, y, al mismo tiempo, han evaluado la posibilidad de incorporar sistemas de reutilización de aguas grises o energías renovables. Asimismo, han considerado condiciones acústicas especiales para cada disciplina, la ubicación geográfica y las condiciones climáticas locales, que varían dependiendo de la ubicación de cada centro.

Que este tipo de recintos ingrese al sistema de certificación nacional CES es de gran importancia para la institución, en tanto buscan fomentar diversas prácticas deportivas, mejorando la calidad de vida de las personas. Y según Petit “al certificar CES queremos mejorar el confort ambiental del edificio y su entorno”, lo que permite generar un menor impacto ambiental.

De acuerdo con la arquitecta, uno de los puntos importantes a tener en cuenta al momento de incluir criterios de sustentabilidad y CES, es que al construir sustentablemente desde el proceso de diseño se reducen los costos de operación y mantención de las edificaciones, lo que “es un incentivo para nosotros como IND y para los futuros administradores de los recintos”, afirma.

Es enfática en señalar también que “es importante incluir un estándar de este tipo en nuestros proyectos, sobretodo porque muchas veces estos inmuebles son emplazados en localidades con recursos públicos acotados, por lo tanto estos deben ser eficientes y prácticos a la hora del mantenimiento y operación”.

“Debemos considerar, además, que son recintos de permanencia, no tan solo para deportistas, sino que de público en general, por lo que creemos que esta también es una forma de educar y transmitir a los usuarios este tipo de temáticas y cómo aportan a la sociedad, a la economía y al medio ambiente”, comenta.

Actualmente, el IND tiene ocho proyectos en proceso de certificación en las comunas de Independencia, San Antonio, Quinta Normal, La Unión, Chillán Viejo, San Ramón, Caldera y San José de la Mariquina (este último ya cuenta con la precertificación de diseño).

Jocelyn Petit sostiene que la intención es seguir utilizando CES en futuras licitaciones, pues para el IND es muy importante “diseñar y construir edificios de uso público que tengan condiciones adecuadas de confort ambiental”. Y en este sentido, señala que “el hecho de que tengan un aporte de sustentabilidad en su diseño, construcción y operación es la superación de una brecha en términos de proyectos públicos, donde no existen muchos proyectos así; sin embargo, esta visión se está incorporando cada vez más”.

“La incorporación de CES en nuestros proyectos es una manera de aportar como IND a estos desafíos y visiones”, finaliza.