El 38% de proyectos chilenos certificados por el CBI son de la DA MOP validado con CES

La certificación de estos proyectos por el CBI contribuyó a la segunda emisión de Bonos Verdes Soberanos por el país, y en la primera emisión también estuvo presente la Dirección de Arquitectura del MOP.

El 18 de enero Chile realizó la segunda emisión de bonos verdes soberanos en una operación por un monto aproximado de USD$1.180 millones (euros y dólar), que consideró la cartera de proyectos recientemente certificados por el Climate Bond Initiative (CBI), a los que se le suman el remanente de proyectos certificados en 2019 y 2020 que no fueron incluidos en la primera emisión de bonos verdes.

La cartera de proyectos 2021, por un total de US$369 millones aproximadamente, incluye iniciativas relacionadas con transporte limpio, que aportaron un 56% del total; proyectos de energía renovable en sectores vulnerables (Ministerio de Vivienda) con un 6% del total; y proyectos dependientes del Ministerio de Obras Públicas, entre los que se cuentan iniciativas de Movilidad Sustentable (7%) y Edificios Verdes cuya Unidad Técnica es la Dirección de Arquitectura, que representan un 38% de la cartera y que cuales utilizaron CES como herramienta de validación de reducción de consumos de energía y emisiones.

Esta excelente noticia para Chile tiene muy contentas a las autoridades del Ministerio de Obras Públicas, especialmente de la Dirección de Arquitectura y de la Secretaría de Medio Ambiente y Territorio (SEMAT) y, por supuesto, al Directorio de la Certificación Edificio Sustentable (CES), administrada por el Instituto de la Construcción. “Es una alegría tremenda que hayamos podido colaborar como herramienta de medición en los proyectos de la Dirección de Arquitectura MOP, lo que permitió el aporte de 38% de estos proyectos”, afirmó el jefe de CES, Hernán Madrid.

Los bonos verdes son aquellos donde existe el compromiso del emisor de destinar un monto equivalente a lo recaudado en proyectos con características verdes. El chequeo de esta condición lo hacen entidades externas, las cuales verifican la alineación a los estándares internacionales, así como el beneficio climático de cada uno. En este sentido, los proyectos verdes chilenos recibieron la certificación de la ONG internacional CBI (Climate Bond Initiative).

Desafíos de la certificación

Lograr que CES fuera reconocido como una herramienta válida para cuantificar la reducción de emisiones requirió de un arduo trabajo llevado adelante por el Ministerio de Hacienda, la Dirección de Arquitectura MOP y la Administración de CES, en la que se debió superar un proceso de auditoría llevado a cabo por la agencia francesa Vigeo Eiris para validar las metodologías técnicas incorporadas en la herramienta.

Por ello, la certificación por Climate Bond Initiative y la emisión de bonos verdes soberanos viene a ratificar el enorme trabajo que ha realizado la Dirección de Arquitectura MOP, incorporando la exigencia de Precertificación (diseño) y Certificación (obra) del sistema nacional Certificación Edificio Sustentable (CES) en los términos de referencia de las licitaciones públicas. 

“Este resultado es de gran valor para la Dirección de Arquitectura del MOP, a nivel regional y central, donde hubo un trabajo constante de difusión, supervisión y control permanente de la gestión técnica y administrativa del desarrollo de los proyectos de edificación Pública y la aplicación del proceso de certificación”, afirmó la vicepresidenta del Comité Directivo de CES y jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección de Arquitectura del MOP, Margarita Cordaro. 

Paralelamente, “se llevó a cabo coordinación con la SEMAT y un destacado trabajo técnico con CES. Gracias a la gestión integrada, realmente constituimos un equipo interdisciplinario de trabajo”, añadió Cordaro.

¿El siguiente paso? La Directora General de Obras Públicas hasta marzo de 2021, Mariana Concha, adelantó que Chile ya está avanzando en la certificación de proyectos en los aeropuertos, que tienen características de edificación pública. “Esperamos que todos ellos se certifiquen, esa va a ser una línea de desarrollo muy importante en los próximos años. Pero también quisiéramos que haya una certificación en sustentabilidad para otro tipo de obras, no solamente para las de edificación y ahí tenemos que pensar con el Instituto de la Construcción en una para obras civiles”, dijo. 

En paralelo, la DGOP continúa buscando la economía circular, adecuando todos los proyectos de diseño desde el inicio, con criterios de reutilización de los residuos de la construcción. Además, Chile está apostando por la minimización de los insumos naturales como material granular o combustible, en definitiva, que el proceso de diseño contemple la minimización de todos los insumos y de todos los consumos energéticos.

La Dirección de Arquitectura del MOP cumplió 146 años

Autoridades del ministerio saludaron a los funcionarios que se dedican a proveer y conservar la edificación pública, para favorecer la competitividad y el mejoramiento de la calidad de vida en Chile.

El 25 de enero de 1875 nació la Oficina de Arquitectos Civiles, que luego pasó a ser la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. En sus 146 años, las principales autoridades del MOP, saludaron a sus más de 400 funcionarios que dedican su trabajo a la construcción de edificios públicos de alto estándar. La directora general de Obras Públicas, Mariana Concha, fue una de ellas: “Quiero darles las gracias porque nos acercan a la comunidad, porque hacen obras hermosas que tienen sentido para la gente”, dijo.

Lo mismo hicieron el director de Obras Hidráulicas, Claudio Darrigrandi; la directora nacional de Aeropuertos, Claudia Carvallo; el director nacional de Vialidad, Jaime Retamal; y algunas autoridades regionales que quisieron expresar su reconocimiento por la gran labor que realizan los funcionarios, tanto en la conservación como en la edificación de infraestructura pública. 

Acá te dejamos el video: 

La prueba CES adaptada a la nueva realidad

Este año CES contará con los primeros asesores acreditados a distancia, gracias al diseño de una nueva evaluación igualmente objetiva como la que se realizaba de manera presencial, previo a la pandemia.

Durante el confinamiento CES enfrentó desafíos importantes, como no poder realizar la evaluación en obra de los edificios en certificación en todos los casos. Y si bien para algunos procedimientos fue relativamente rápido adaptarse a la nueva modalidad, hubo otros que necesitaron de una revisión y adaptación más profunda.

Antes de la pandemia, la tradicional prueba que acredita los conocimientos sobre la certificación CES se hacía en las oficinas del Instituto de la Construcción en la región Metropolitana y con apoyo de las Direcciones de Arquitectura regionales del MOP en cada capital regional del país. Pero, debido a las circunstancias, el equipo debió hacer una adaptación que garantizara la calidad y objetividad del procedimiento y que, además, significara un sistema de evaluación simple para los postulantes. Para ello, CES implementó los ajustes del procedimiento que incluyen la rendicón de la prueba de forma on-line.

“Antes de elegir la herramienta fue importante definir los objetivos y tener claridad sobre el procedimiento. Después de hacer ese análisis, ya se hizo más sencillo escoger las tecnologías necesarias para el proyecto”, explica el jefe de CES, Hernán Madrid.

Durante la adaptación a la nueva modalidad existió la oportunidad de revisar nuevamente el proceso de certificación “para el 2021 queremos seguir avanzando y poco a poco seguir vinculando nuestro sistema de certificación a las nuevas tecnologías. Ya dimos el primer paso y este año esperamos tener a nuestros primeros asesores CES acreditados en modalidad a distancia”, afirma Hernán Madrid.

Aumentan en 37% los edificios certificados con CES

En 2020, 18 edificios se certificaron con CES, en tanto que 60 ingresaron al sistema y 58 se precertificaron. Destacan la inscripción de 5 hospitales, que aportaron más de 400.000 m2 y el primer edificio inmobiliario para venta.

Pese al contexto de la pandemia del año 2020, se vio confirmada una tendencia al alza que se venía produciendo desde el inicio de CES en la certificación de edificios de uso público. Es así como Certificación Edificio Sustentable aumentó la cantidad de proyectos inscritos y, con ello, los edificios certificados aumentaron 37% en comparación con 2019, llegando a 18.

En total, la cantidad de edificios que ingresaron en 2020 al sistema de certificación llegó a 60, y también 58 proyectos fueron precertificados.

Dentro del total de inscritos, destacan cinco hospitales, hoy en proceso de certificarse, que aportan la mayor cantidad de superficie certificada, con 481.314 m2, mientras que los 55 edificios restantes representan 173.276 m2.

Los hospitales que aportaron en 2020 la mayor cantidad de superficie en certificación son: Alto Hospicio, Linares, Cordillera, Sótero del Río y Melipilla. “Todo ello es gracias al impulso entregado por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y del Ministerio de Salud, a través de sus Servicios de Salud”, señala Hernán Madrid, jefe de CES.

También destacó la inscripción del Edificio Majestic, el primer edificio inmobiliario para venta (oficinas y comercio), que ingresa al sistema CES. Con 15.068 m2, el proyecto de la Inmobiliaria y Constructora Santa Ana está ubicado en la calle Santo Domingo, en Santiago. “Este es un gran hito para nosotros, porque dado que el sector público ha impulsado con mucho énfasis la certificación, nos faltaba ingresar más al mercado privado y el Edificio Majestic es un primer paso en ese camino”, reflexiona Madrid.

El principal uso de los edificios certificados está en Educación y, además, estos también tienen un sello regional, ya que todos los edificios certificados se ubican en regiones distintas a la Metropolitana y en la Región de La Araucanía se certificaron cinco proyectos, lo que corresponde a un 28% de los edificios a nivel nacional.

El Sello Plus Operación

El 2020 también marcó un hito para la Certificación Edificio Sustentable y la edificación, en general, al lograr el primer proyecto en ser certificado con el Sello “Plus Operación”, con el Edificio de Aulas y Facultades de la Universidad Católica del Maule, del arquitecto Christian López Olivari, que tuvo a 88 Limitada como asesores y a Efizity como Entidad Evaluadora.

Con ello, “la Universidad Católica del Maule está marcando la diferencia en sustentabilidad, no solo en infraestructura, sino también en operaciones y mantenimiento”, explica Hernán Madrid.

El Sello “Plus Operación” implica un compromiso de cumplir con los requerimientos durante cinco años, en los que el cliente y/o administrador del edificio debe entregar informes anuales de diagnóstico y medidas correctivas.

Avances para 2021

Este escenario ha permitido que CES logre el autofinanciamiento al quinto año de operación, lo que, a su vez, ha entregado la posibilidad de desarrollar bajo el esquema de cofinanciamiento de nuevas versiones de la certificación, las que podrían definirse entre una para aeropuertos y otra para retail. En 2021, también se publicará CES versión 1.1, así como el manual CES para edificios existentes.

Los buenos resultados permitieron ampliar y extender a 2021 el Convenio de Colaboración entre el Instituto de la Construcción y los ministerios de Energía y Obras Públicas para realizar nuevas acciones, como el “Estudio del estado del arte de definiciones de edificación cero energía neta y cero emisiones netas en el contexto regulatorio internacional”, que permitirá lograr un acuerdo estandarizado de la definición de de net zero o cero neto para los dueños, diseñadores y operadores, de edificios, además de los distintos documentos de las políticas de estado, para armonizar metodologías y establecer metas. También se pudo desarrollar el segundo estudio para el desarrollo de la calificación energética de edificios de uso público, comerciales y oficinas, así como el estudio piloto de medición de huella de carbono en el ciclo de vida de un edificio de uso público desarrollado por la DA MOP.

Majestic: el primer edificio privado de planta libre que ingresa a CES

Más de un tercio de consumo de energía y agua ahorraría este proyecto, que es el primero de inmobiliaria para venta o arriendo de oficinas en ingresar al proceso de certificación CES. Vidrios que reducen la transferencia de calor, una estrategia pasiva y artefactos eficientes harán del edificio comercial y oficinas un lugar acogedor y sustentable, alineado con las nuevas demandas mundiales. 

Así como ha cambiado la forma de trabajar en la oficina, también han cambiado el diseño, la arquitectura y la construcción. Un ejemplo de ello es el proyecto Majestic, el primer edificio de inmobiliaria para venta o arriendo de oficinas que ingresa al proceso de certificación CES y está emplazado en Santo Domingo esquina Av. San Martín, en pleno centro de Santiago. 

Durante el proceso de diseño, los consultores de B-Green han acompañado a los mandantes de este edificio de oficinas de plantas libres que incorporó la sustentabilidad en etapa temprana.

Con siete pisos, Majestic cuenta con una primera planta de locales comerciales y oficinas para arriendo desde el piso dos hasta el siete, además de tres plantas de subterráneos de 1.700 m2 cada una. “Una de las características es la envolvente de vidrio con muro cortina. Lo primero que analizamos fue esa envolvente, para dar cumplimiento a lo que exige CES. Al ser una envolvente térmica vidriada donde su fachada principal da hacia el norte era importante sombrearla para disminuir la ganancia térmica”, explica el asesor CES de B-Green, Cristián Gutiérrez.

El diseño de esta infraestructura consideró protecciones solares materializadas en un cristal de alto rendimiento que reduce la transferencia de calor, como es el KNT 140 que tiene un factor solar de 0,28. “Eso permite reducir la radiación solar que ingresa al edificio y con ese tipo de cristal más las protecciones solares teníamos, conseguimos una reducción importante de radiación”, comenta Gutiérrez.

De esta manera los 7.800 m2 de oficinas y los 1.500 m2 de locales comerciales del proyecto Majestic disminuyen la demanda de energía, mediante una estrategia pasiva. Al tratarse de oficinas de arriendo, los mandantes evalúan -en conjunto con sus asesores- una reducción en la potencia eléctrica: “optamos por una reducción de 30%, dado que eso va a quedar estipulado en un reglamento de copropiedad. La luminaria generalmente uno la deja instalada, pero, esto quedará en el reglamento que los arrendatarios van a tener que respetar, respondiendo a la reducción de energía”, señala el asesor CES de B-Green.

Igualmente, el diseño del proyecto contempló artefactos sanitarios y griferías de consumo eficiente, apuntando a una reducción de 40% en el uso del agua. Todos los análisis se hicieron mediante imágenes de modelación, en un software que permite calcular la demanda y consumo de energía, para entregar resultados de iluminación natural. Tras modelar el proyecto e ingresar toda la información, se definió el uso de varios muros de hormigón armado y mucho vidrio. “La gran envolvente es el vidrio. Había que seleccionar uno que cumpliera con los estándares que se requieren, ya que mientras más disminuye el consumo de energía mucho mejor”, concluye Cristián Gutiérrez.

Ficha técnica
Mandante: Inmobiliaria y Constructora Santa Ana S.A.
Arquitectos: José Tuca Garcés, Alex Brahm y Jorge Nordenflycht
Asesores: B-Green
Entidad Evaluadora: CIAES de la Universidad Católica del Norte

Con piloto RCD, UACh marca tendencia en manejo de residuos

Con la gestión de residuos plásticos, madera, metales, vidrios, papeles y cartones entre otros materiales, se espera minimizar al máximo la generación de residuos, bajar las emisiones de C02 y contribuir al desarrollo sostenible. En este desafío la UACh se alinea con “Hoja de ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035”, estrategia multisectorial implementada a nivel país.

Se estima que un tercio del total de los residuos generados en Chile corresponde a residuos de construcción y demolición, tendencia que también se aprecia a nivel mundial, posicionando a la industria de la construcción como una de las más contaminantes del planeta donde impera el modelo de economía lineal de “extraer, usar y botar”. 

Exigir a las constructoras que gestionen sus residuos es un tema que recién se está impulsando en el país y que muy pocas empresas constructoras —en su mayoría de Santiago— han adoptado implementando acciones de manejo de residuos de obra en la actualidad.

Publicada en junio de 2019, la Norma Chilena 3562 establece una clasificación para residuos de construcción y demolición (RCD), contempla las consideraciones mínimas para la gestión de RCD no peligrosos que se generan en obras de construcción y demolición y los contenidos de un plan de gestión de RCD.

Adelantándose a estos lineamientos regulatorios generales la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico (DIDF) de la UACh exige a los contratistas el manejo de los residuos desde el año 2017, buenas prácticas que decidió incrementar en un plan piloto a partir del 2020. “Uno de los problemas que existe en Chile y el mundo en el manejo de los residuos en la construcción es la falta de implementación; falta llevarlo a la práctica, por lo que como Universidad y como mandantes decidimos dar el primer paso desarrollando un plan más exhaustivo y ambicioso para cooperar con nuestra sociedad y el planeta que tanto lo necesita”, dice Wilson Aravena, director de la DIDF. 

Con visión de futuro, la estrategia de la UACh es un enorme paso para avanzar de manera efectiva hacia una economía circular al mejorar la gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD), mediante un uso más eficiente de recursos donde prima la reducción de los elementos. “Este modelo apunta a minimizar la producción al mínimo indispensable, y cuando es necesario hacer uso de un producto, priorizar la reutilización de los elementos que por sus propiedades no pueden volver al medio ambiente”, explica.

Pero esta iniciativa va aún más allá en la búsqueda de una sociedad más sostenible. En esa dirección aspira a contribuir en la formación de los estudiantes desde una perspectiva más vivencial. “Las instituciones de educación superior también necesitan mucha infraestructura, lo bueno es que nuestros estudiantes pueden ver el esfuerzo que se realiza por liderar estos cambios. La teoría se aplica y pueden verlo in situ, complementando el trabajo que realiza la Unidad de Gestión Ambiental con fuerte participación en la academia y en el área operativa”, indica Aravena destacando los fundamentos de la Política de Sustentabilidad que guían a esta institución.

RCD en las bases técnicas de licitación

“Que mejor que liderar el cambio desde la perspectiva del mandante”, sostiene Wilson Aravena, convencido de que estas acciones irán permeando gradualmente en la sociedad. Con ese norte, los profesionales de esta Dirección diseñaron un modelo que, plasmado en el primer Plan de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), se incorporó a las bases técnicas de licitación que deben cumplir las empresas constructoras. 

Para llevar a la práctica el Plan RCD fue elegido el Proyecto Pabellón Docente, edificio que está construyéndose en el Campus Isla Teja desde noviembre del 2020. Esta infraestructura fue sometida a altos estándares de sustentabilidad y espera obtener la certificación CES (Certificación Edificio Sustentable), tanto en diseño como en construcción. 

“La implementación de la gestión y manejo sustentable de los RCD en el Pabellón Docente, Campus Isla Teja, marca un tremendo hito en los casos a nivel nacional al ser un ejemplo para las distintas instituciones educacionales y otras, en cuanto a implementar políticas de sustentabilidad”, indica Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025.

“Esta iniciativa liderara por la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh, implica un gran esfuerzo para salir de la zona de confort, y de la inercia de cómo se hacen habitualmente las cosas, a través del cambio hacia una cultura sostenible en la forma de construir y en el impacto que esto conlleva. Lo más difícil es generar el cambio, y el mandante, tiene un inmenso potencial para realizarlo”, destaca Alejandra Tapia. 

Refiriéndose a los beneficios de implementar planes RCD, fue enfática en señalar que éstos no solo son ambientales. “A corto plazo, las constructoras se dan cuenta que al medir y controlar sus residuos comienzan también a ver beneficios económicos al disminuir el volumen a disponer y las pérdidas de materiales, así como también mejoran la seguridad de los trabajadores”, señala. 

Acota que “sin duda, la gestión de este proyecto ha generado un sinnúmero de aprendizajes, tanto para la constructora como para el mandante, este último a través de la gestión del conocimiento, podrá enriquecer los aprendizajes de los propios estudiantes a partir de su experiencia”.

Uso eficiente de recursos

Fiel a los procedimientos del Plan RCD y al modelo de economía circular, los materiales que se consideraban residuos (o desperdicios de un proceso) y se destinaban a vertedero, ahora son valorizados a través de la reutilización y/o el reciclaje. Ver video Economía Circular en Construcción

Comprender este nuevo paradigma no es fácil y su aplicación es de largo aliento, tiempo precioso si se piensa en la emergencia climática y en las problemáticas sociales que estamos viviendo. “Todos sabemos que los cambios son difíciles y a las empresas les cuesta tomar iniciativas sin conocer resultados, por ende, es mejor que la RCD sea parte de las exigencias del mandante, de las bases especiales de licitación y del contrato”, precisó Aravena.

¿Pero cómo llevar a terreno estos conceptos? “Como es algo cultural del día a día en las obras, lo mejor es tener a un experto a tiempo completo junto a equipos multidisciplinarios que entreguen conocimiento y luego fiscalicen el cambio. Como son temáticas nuevas a nivel mundial se debe ser un evangelizador para el éxito de estas buenas prácticas” indica.

Para tal efecto, Luis Romero, ingeniero civil ambiental de la empresa constructora que ejecuta la construcción del Edificio Pabellón Docente trabaja desde el inicio de esta obra implementando acciones orientadas a la reducción de residuos que contempla el Manual informativo y de procedimientos de gestión de residuos de la construcción y demolición desarrollado por la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh, junto a la NCh 3562:2019.

La separación o segregación de los residuos es una medida fundamental, por eso la disposición de contenedores es uno de los primeros cambios en el “paisaje de la obra”. Para fierros y metales, por ejemplo, la gestión de residuos tiene un reporte económico favorable para la constructora y para el mandante.

Al respecto, Romero describe el procedimiento, “internamente en la obra hay punto de acopio para metales en general y otro para fierros y latas; acopiamos chatarra, despuntes de fierro, alambres de cobre, restos de tubos de aluminio y de lo que se encontró en el terreno antes de empezar la obra de construcción.  Los retira una empresa que se encarga de reciclar materiales metálicos y los valoriza de acuerdo con el tipo de metal”. 

Con una dinámica parecida son tratados los residuos de madera, plástico, papel y cartón, botellas plásticas y de vidrio, escombros de hormigón y residuos orgánicos de origen vegetal. Datos preliminares indican que hasta mediados del mes de enero se habían manejado 109 kilos de plásticos; 66 kg de papel y cartón; 405 kg de madera y 3 kg de orgánicos, por citar algunos. 

“Estas cifras nos tienen muy contentos como Universidad, ya que aun cuando son cantidades menores, podemos ver que el plan de RCD ha tenido efectos importantes en la obra, reduciendo al máximo los residuos generados”, dice el director de la DIDF. Como bajar los impactos ambientales es uno de los principales objetivos, actualmente se trabaja en los indicadores locales que permitirán organizar una potente base de datos para enfrentar proyectos en el futuro. 

Cabe señalar que el plan piloto de la UACh también tiene una dimensión social que considera a los trabajadores como beneficiarios directos de ciertas acciones que van más allá de aumentar las plazas de trabajo en la región, ya que muchos materiales son donados para que puedan ser usados en sus propias viviendas y reciben capacitación en forma constante.

Hoja de Ruta RCD 

Con objetivos similares avanza a nivel país “Hoja de ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035”, iniciativa multisectorial que lidera el Comité Consultivo de la Estrategia RCD, conformado por los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas, más CORFO y su programa Construye2025. 

El documento, presentado en agosto de 2020, busca fomentar y promover la gestión sustentable de los residuos de construcción y demolición, bajo el foco de Economía Circular. “Una de sus grandes fortalezas es la articulación del sector público, privado y la academia y en ese contexto plantea metas compartidas, que dependen de la coordinación y compromiso de diferentes actores. Es en este punto donde destaca el compromiso de la Universidad Austral de Chile, ya que es imposible cumplir las metas en forma individual, por ejemplo, alcanzar al menos el 70% de valorización de los RCD al 2035”, dice la coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025. 

Asimismo, valora el interés por avanzar en la inserción de la sustentabilidad en el currículum. Al respecto dijo, “existen enormes desafíos, en cómo incorporar la economía circular en las mallas curriculares, y desde el diseño de los proyectos -integrando a arquitectos, ingenieros, diseñadores, ingenieros constructores, entre otras especialidades- disminuir los residuos, desarrollar y utilizar sistemas constructivos y materiales más sustentables”. 

“Existen muchas oportunidades en investigación, desarrollo e innovación para explorar en nuevos proyectos, y comenzar por la gestión sustentable de los residuos, es un gran paso”, afirma la profesional.

Chile avanza en su estrategia de huella de carbono para la construcción

Gracias al trabajo público-privado, el país contará con lineamientos, metas, responsables e indicadores de seguimiento para fomentar el uso sustentable de los recursos, a lo largo de todo el ciclo de vida de los proyectos.

Elevated view of the city of Antofagasta, Chile

Debido al impacto que genera la construcción y operación de las edificaciones en el medioambiente, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Instituto de Cemento y Hormigón de Chile (ICH) formaron, en 2018, una mesa público- privada que buscaba definir metodologías de levantamiento de monitoreo reporte y verificación, bases de datos y calculadoras para promover la gestión y reducción de Huella de Carbono en la Construcción.

Con este fin, el Minvu –a través de la Secretaría ejecutiva de Construcción Sustentable de la Ditec- convocó a 10 instituciones del sector construcción, entre ellos, los ministerios de Medio Ambiente, Obras Públicas y Energía, el Instituto de Cemento y Hormigón de Chile (ICH), el Instituto Chileno del Acero (ICHA), Madera21 de Corma y el Instituto de la Construcción, con la participación de Hernán Madrid, jefe de CES, como representante. 

El primer año se dedicó a nivelar conocimiento y gestionar acuerdos. Luego, se acordó formalizar una mesa técnica, cuyo fin era definir una visión estratégica y plan de trabajo a mediano plazo, asociado a actividades, productos y estrategia de financiamiento. Así fue como, a mediados de 2019, en el Instituto de la Construcción, se consolidó el Comité de Huella de Carbono del Sector Construcción, como una de las iniciativas del programa de trabajo del Convenio entre el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el IC, en el que también participó el jefe de CES. 

Uno de los logros de este comité fue el estudio “Estado del arte nacional e internacional de alternativas metodológicas para levantamiento de datos, monitoreo, reporte y verificación y calculadoras de Huella de Carbono”, que permitió conocer el estado del arte nacional e internacional y hoy están disponibles en el sitio web de CES. Como segunda etapa, se definieron objetivos y hoja de ruta para los próximos tres años, lo que llevó a pensar en la implementación de una estrategia a largo plazo para la gestión de la huella de carbono del sector.

Hoy, se desarrolla la “Estrategia Nacional de Huella de Carbono Sector Construcción, Chile”, que establecerá lineamientos, metas, responsables e indicadores de seguimiento para fomentar el uso sustentable de los recursos, a través de la gestión eficiente de la huella de carbono del sector a lo largo de todo el ciclo de vida, es decir, incluyendo tanto el carbono incorporado como el carbono operacional. 

Los documentos de la estrategia ya están disponibles para consulta en el sitio web de Certificación Edificio Sustentable.

Descarga aquí la Estrategia Nacional Huella de Carbono y la presentación del Minvu.

CVS lanza campaña de registro gratuito de viviendas desde el 4 al 15 de enero

Como una forma de incentivar el desarrollo de proyectos sustentables en beneficio de la comunidad, la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) liderada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y administrada por el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC), lanzó este lunes 4 de enero y hasta el 15 del mismo mes, una campaña que invita a los desarrolladores inmobiliarios a registrar de forma gratuita sus proyectos e iniciar el proceso para obtener la certificación CVS.

¿Quiénes pueden postular?

Todos aquellos proyectos que incorporen en su desarrollo criterios de sustentabilidad, considerando características como: alto desempeño ambiental y energético, como calidad del aire; temperatura confortable; iluminación natural; sistemas de climatización eficientes; sellos contra infiltraciones; artefactos sanitarios eficientes; sistemas de riego; relación con el medio ambiente; uso eficiente de los materiales; manejo de los residuos generados por la construcción; manejo de los residuos generados por los usuarios; conectividad con transporte y servicios, entre muchas otras variables.

El proceso de precertificación y/o certificación consta de 6 pasos:

  1. Elección de un asesor (https://cvschile.cl/#/register)
  2. Registro del Proyecto
  3. Recopilación de Documentación
  4. Entrega de Documentación
  5. Revisión de Documentación
  6. Entrega de Precertificación y/o Certificación

Más información sobre el proceso de certificación: https://cvschile.cl/#/certification

¿Qué es la CVS?

La Certificación de Vivienda Sustentable CVS es un sistema voluntario de certificación ambiental que evalúa el desempeño de los proyectos residenciales a nivel nacional. Es aplicable a cualquier tipo de vivienda nueva, ya sea pública o privada, y busca incentivar la mejora de la calidad, a través de la verificación de la correcta implementación de buenas prácticas de diseño y construcción, que permiten, entre otras ventajas, reducir los costos de operación y mantenimiento de los hogares, cuidar el medio ambiente, y mejorar la calidad de vida de las personas.

La aplicación de la certificación ayuda a reducir los costos de operación y mantención de las viviendas, particularmente en temas de consumo energético y de agua. Por otro lado, permite reducir los impactos ambientales relacionados con el cambio climático. La CVS es liderada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, con apoyo de los ministerios de Energía y del Medio Ambiente, además de la colaboración del Colegio de Arquitectos, la Asociación de Oficinas de Arquitectura, el Instituto de la Construcción, la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, la Corporación de Desarrollo Tecnológico, la Cámara Chilena de la Construcción y el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción, entre otras entidades públicas y privadas.

Crean plataforma de valorización e intercambio de subproductos industriales en Valparaíso

Marketplace ofrece materiales, subproductos y residuos no peligrosos que pueden valorizarse, para fomentar la economía circular en la industria.

“Mercado Residuo@Recurso” es la nueva plataforma creada por Plataforma Industria Cicular, que impulsará la economía circular en la Región de Valparaíso. En ella, empresas, transportistas, asesores y todos quienes se registren podrán ofrecer y encontrar subproductos y residuos no peligrosos que puedan valorizarse. “La región tiene el potencial de ser un territorio líder en economía circular, en particular en su sector industrial”, afirmó José Tomás Videla, coordinador del proyecto ejecutado por la Universidad de Valparaíso y cofinanciado por el Gobierno Regional de Valparaíso.

Según el investigador, una economía variada y exportadora con ubicación y servicios estratégicos, además de patrones de distribución y coexistencia de diversas industrias favorece la reutilización de materiales, energía e información. Por eso, Plataforma Industria Circular diseñó una plataforma de facilitación y seguimiento de iniciativas de apoyo mutuo, “entendiendo esto como transacciones y reutilización de residuos y subproductos industriales no peligrosos, entre empresas de la región”, señaló por su parte Patricia Martínez, directora del proyecto.

El marketplace permitirá conocer la valorización potencial de subproductos y residuos no peligrosos, y visualizar la oferta y demanda de los mismos, entre otras funcionalidades. Esta iniciativa se integra a su vez al portal plataforma-industria-circular.cl, que cuenta con un directorio de empresas, gestores, asesores y transportistas; y un módulo información, que permite el seguimiento y difusión de información relevante para las empresas e instituciones. “Esperamos que esta herramienta funcione como un bien público para potenciar la simbiosis empresarial y bajar las barreras de la economía circular que hay en la región”, agregó José Tomás Videla.

Junto con generar las condiciones de vinculación y transacción de residuos y recursos, “Mercado Residuo@Recurso” permite generar indicadores de desempeño de triple base y reportes con información relevante para las empresas, impulsando un mercado formal de materiales, subproductos y residuos no peligrosos valorizables.

Para ser parte de esta red de sinergia y potenciar la economía circular de la región, solo hay que registrarse en: http://plataforma-residuo-recurso.uv.cl/

Certificación Edificio Sustentable, CES: Es momento de que los privados se certifiquen

En una amena charla con la revista Negocio&Construcción, Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable (CES), repasó los hitos más importantes del CES durante este año y conversó sobre lo que viene para este nuevo año.

¿Qué temas que trataron durante el año 2020 en la revista “Negocio & Construcción” les permitió movilizar la industria de la construcción?
Sin duda, la revista demostró que en el sector de la construcción hay muchas actividades e iniciativas sucediendo en simultáneo, y gran parte de ellas está relacionadas con hacer que nuestro sector sea más sustentable. Ejemplo de ello es que en 2020 aumentamos las cifras de proyectos inscritos. Por otra parte, el dinamismo en proyectos de hospitales mostrados en la revista también da cuenta del énfasis que este tipo de construcción tuvo en CES, con la inscripción de cinco hospitales, hoy en proceso de certificarse: Alto Hospicio, Linares, Cordillera, Sótero del Río y Melipilla. Todo ello es gracias al impulso entregado por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y del Ministerio de Salud, a través de sus servicios.

La entrevista completa está disponible AQUÍ.