El Edificio Consistorial Timaukel, el Anteproyecto Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin y la Reposición Escuela Básica Molco Alto demostraron su excelencia en diseño sostenible, marcando un hito para la infraestructura pública en Chile.
La Certificación Edificio Sustentable (CES) dio a conocer los tres proyectos que lograron la precertificación en la última entrega de los Premios CES, realizada el 30 de septiembre. Se trata del Edificio Consistorial Timaukel, el Anteproyecto Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, ambos ubicados en la Región de Magallanes; y el proyecto Reposición Escuela Básica Molco Alto, ubicado en la Región de la Araucanía.
El primer lugar, Edificio Consistorial Timaukel, obtuvo una puntuación de 87,5, seguido por el Anteproyecto Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin con 86,5 puntos, y el proyecto Reposición Escuela Básica Molco Alto en tercer lugar, con 75,5 puntos.
Este importante reconocimiento demuestra el compromiso de estos proyectos con la eficiencia, la innovación y la calidad ambiental, validando que cumplen con los requerimientos técnicos para una construcción sustentable.
1. Edificio Consistorial Timaukel: Máximo Puntaje y Alto Rendimiento
Con un total de 87,5 puntos, este proyecto se ha posicionado como un referente en la integración de criterios de sustentabilidad desde su diseño. Este premio llega al “sector más austral de Chile, con todo un trabajo en conjunto de infraestructura que desarrolla el Ministerio de Obras Públicas a través de la Dirección de Vialidad. Es un desafío fuerte, un proyecto ancla para el desarrollo de este sector”, subrayó Jorge Cortés Pereira, director regional de Arquitectura del MOP de la Región de Magallanes y de la Antártica.
Este anteproyecto alcanzó 86,5 puntos y sobresalió por su enfoque en la eficiencia energética y el uso de energías renovables. Paulo Epul, jefe del departamento de Proyectos de la Dirección de Aeropuertos del MOP, sostuvo que “este proyecto no solo representa un desafío técnico, sino también logístico para toda la zona extrema del país, y también representa el compromiso que estamos haciendo como Estado de Chile en cuanto a conectividad, ciencia, soberanía; y es uno de los lineamientos transversales que tiene la Dirección de Aeropuertos”.
Reducción del 100% en el consumo anual de energía de todo el edificio.
Cobertura del 100% de la demanda de energía primaria del edificio con ERNC (Energías Renovables No Convencionales).
Reducción de un 50% en el consumo de agua potable.
Aislamiento acústico de fachada de 50 dB(A).
3. Reposición Escuela Básica Molco Alto: Educación y Sostenibilidad de la Mano
Con un puntaje de 75,5, este proyecto escolar demostró un fuerte compromiso con la sustentabilidad, especialmente en el uso responsable de recursos. Manuel Bravo Schilling, director regional de Arquitectura de la Región de la Araucanía, manifestó que “este reconocimiento nos llena de orgullo, porque creemos que es el reflejo de diseñar espacios para la educación básica, con un alto estándar. Debemos pensar en cómo va a mejorar la calidad de vida de todos estos niños y niñas, cómo van a cambiar positivamente sus vidas”.
Una reducción de horas de disconfort térmico pasivo del 17%.
El 75% de los recintos con acceso visual al exterior.
Aislamiento acústico a ruido aéreo entre recintos de 36 dB(A).
Reducción del 64% en el consumo de agua potable.
Disminución del 43,5% en la potencia instalada de iluminación artificial.
Estos resultados no solo validan el esfuerzo y la innovación de los equipos detrás de cada proyecto, sino que también señalan un camino prometedor hacia una construcción más consciente y sostenible para el futuro de las edificaciones públicas en Chile.
Margarita Cordaro, arquitecta, vicepresidenta de CES y pionera de la construcción sustentable en el sector público, repasa su trayectoria impulsando la certificación desde la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. Asegura que CES ha sido clave para verificar la calidad de los edificios públicos y proyecta los nuevos desafíos del sistema.
Con más de cuatro décadas de experiencia en arquitectura pública, Margarita Cordaro ha sido una de las principales impulsoras del enfoque sustentable en la edificación estatal en Chile. Desde su rol en la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP), ha participado en el desarrollo de estudios, proyectos, convenios, capacitaciones y lineamientos técnicos que hoy son base del modelo de la Certificación Edificio Sustentable (CES). Fue parte activa desde los inicios de este sistema, integrando el Comité de Certificación de Calidad Ambiental de Edificios, y ha seguido colaborando activamente como representante del MOP. Ha sido presidenta y vicepresidenta del CES en varios periodos, y en 2020 obtuvo el Premio CES al Profesional Destacado.
En esta entrevista, Margarita Cordaro recorre los hitos del proceso que dio origen a CES, los aportes del sector público a su desarrollo, el impacto que ha tenido en la gestión de proyectos y los desafíos que enfrentará en el futuro. Sus respuestas reflejan el compromiso institucional y personal con una arquitectura que combina calidad, diseño pasivo, eficiencia energética y responsabilidad ambiental.
¿Cómo recuerda los inicios de CES?
Me integré en 2007 al Instituto de la Construcción representando a la Dirección de Arquitectura en el Comité de Certificación de Calidad Ambiental de Edificios. Fue un proceso lleno de expectativa, con participación amplia desde lo público, privado, academia y consultores. Se revisaron normativas y certificaciones, y se llegó a un listado de cerca de mil requerimientos. Fue clave postular a Corfo Innova, porque se necesitaba un desarrollo profesional riguroso que considerara la diversidad territorial y climática del país.
Reunión en el MOP proyecto Innova DA-MOP, 2012.
¿Qué la motivó personalmente a involucrarse?
Como arquitecta de la DA MOP, ya en 1993 trabajaba con lineamientos de diseño pasivo y eficiencia energética. Aunque hubo dificultades para aplicarlos por desconocimiento técnico, el concepto me desafió y me motivó. Fue una oportunidad para proyectar edificios públicos con criterios de eficiencia y calidad ambiental. Desde entonces, hemos desarrollado estudios, cursos y diplomados en todo el país, generando herramientas como los TDRe de la DA para generar sinergia en el desarrollo de las licitaciones con criterios de sustentabilidad.
Desde el MOP, ¿por qué era importante una certificación como CES? La DA ya contaba con guías técnicas agrupadas en cuatro ámbitos —diseño pasivo, confort ambiental, ahorro de energía y agua— que se alineaban con los principios de CES. Esta certificación permite verificar el cumplimiento de esas variables mediante una evaluación técnica independiente, lo que da transparencia y objetividad al proceso.
Reunión Comité Directivo CES, 2013.
¿Cuáles fueron los principales aportes del MOP al sistema CES?
El más importante fue visibilizar la gestión que implica un proyecto de inversión pública. Propusimos incorporar una etapa de precertificación del diseño, separada de la certificación de obra. Esto responde a la realidad de los proyectos públicos, que suelen desarrollarse en etapas distintas y con cambios de autoridades. También fue útil contar con edificios públicos como casos reales para medición y evaluación.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con otras instituciones? Fue enriquecedora. Escuchar, valorar y consensuar distintas miradas nos permitió generar una unidad conceptual que se plasmó en los parámetros de la certificación chilena. Fue un aprendizaje colectivo.
¿Qué valor le asigna a la colaboración público-privada? Es esencial, y sumo también a la academia. Esta alianza permite una visión integral, que fortalece las iniciativas y conduce a las instituciones a generar las condiciones técnicas y legales para su implementación.
¿Cómo evalúa la evolución de CES en estos 10 años? Ha sido notable. Sin ser ley ni obligación, CES se ha instalado como una gestión de calidad necesaria. Se ha ampliado a nuevos usos como hospitales y aeropuertos, y ha crecido la demanda de certificaciones. Ha habido reconocimiento internacional a través de la aplicación del sistema en proyectos gestionados por la DA MOP, lo que fue auditado y valorado y que permitió al país emitir Bonos Verdes.
¿Qué hitos destaca con especial orgullo? Uno es el protocolo formal de colocación de placas CES en edificios certificados, con participación local de usuarios, consultores y comunidad. El otro, el cumplimiento de la meta ambiental del Plan de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático 2017–2022, gracias al uso de CES y TDRe de la DA en licitaciones públicas. También el reconocimiento internacional por la gestión de la DA MOP, que dio pie a los Bonos Verdes y formalizado a través del Ministerio de Hacienda.
¿Qué cambios ha visto en los mandantes públicos? Ahora hay un enfoque más integral. Desde la firma del convenio entre la DA y el mandante, se incorporan exigencias de sustentabilidad y Certificación CES. Esto permite verificar resultados en diseño y obra. Los mandantes ahora conocen cómo funcionará su edificio y valoran el confort ambiental y el ahorro energético.
¿Qué desafíos enfrenta CES hacia el futuro? Los desafíos ya están aquí. El cambio climático y las amenazas naturales exigen incorporar resiliencia, considerando riesgos sismológicos, aluvionales o de inundación. Otro reto es una zonificación climática más detallada, incluso para la Antártica. Además, hay que avanzar en el fortalecimiento de certificación en etapa de operación: CES Plus Operación.
¿Qué rol debe jugar el Estado en consolidar la sustentabilidad? El Estado debe liderar. Tenemos compromisos globales que requieren políticas de largo plazo. Aunque no es fácil equilibrar lo financiero con lo ambiental, debemos generar gobernanza para lograrlo.
¿Y qué le gustaría ver en CES en 10 años?
Un CES más formalizado, con fuerte compromiso institucional y financiamiento adecuado, que garantice un desarrollo técnico continúo y transparente en la certificación de edificios e infraestructura pública.
En la presentación “Nuestros Edificios Públicos”, Margarita Cordaro y Romy Luckeheide destacaron los avances, logros y desafíos de la Certificación Edificio Sustentable, que ya cumple una década promoviendo mejores estándares en la edificación pública.
Durante la jornada que partió con la bienvenida del director nacional subrogante de Arquitectura, Martín Urrutia, la vicepresidenta de CES, Margarita Cordaro, arquitecto de la Unidad Arquitectura y Patrimonio, Sección Normas y Sustentabilidad de la DA-MOP, dio cuenta de la gestión sustentable de la Dirección de Arquitectura ante los desafíos del presente y futuro.
Uno de los momentos clave de la jornada fue la presentación de Romy Luckeheide, arquitecta del equipo CES en el Instituto de la Construcción, quien abordó la evolución de la Certificación a lo largo de sus primeros 10 años de implementación. En su exposición, titulada “Certificación nacional CES: logros y desafíos”, destacó la consolidación del sistema como una herramienta técnica y confiable para evaluar el comportamiento ambiental de edificios de uso público en Chile. Además, mostró los avances del desarrollo de las nuevas versiones de CES.
Con casi 600 proyectos registrados desde su inicio en 2014, la certificación CES ha permitido integrar criterios de eficiencia energética, confort ambiental y sustentabilidad en el diseño, construcción y operación de edificios públicos.
También se reconocieron proyectos recientemente destacados por CES, como el Hospital de Alto Hospicio (tercer lugar en 2023), presentado por el director regional DA Iquique, Rodrigo Jara; el Complejo Penitenciario La Laguna en Talca (primer lugar en 2023), a cargo del inspector fiscal de la DA Maule, Carlos Valverde, y el Liceo Jorge Teillier de Lautaro (primer lugar en 2024), con la presentación del director regional de la DA Araucanía, Manuel Bravo.
La actividad finalizó con un panel de conversación en el que participaron representantes del MOP, del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, y del propio CES, generando un valioso espacio de diálogo interinstitucional sobre el rol de la edificación sustentable en las políticas públicas.
Desde el jueves 3 al próximo 20 de abril estará abierta al público la exposición “Nuestros Edificios Públicos: 150 años de la Dirección de Arquitectura del MOP” en el Centro Cultural La Moneda, la cual invita a conocer parte de la historia del país a través de su propia arquitectura.
El jueves 03 de abril se inauguró, en el Centro Cultural La Moneda, la exposición que conmemora los 150 años de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. La muestra, que estará abierta al público hasta el 20 de abril, busca relevar y dar a conocer las principales obras de edificación pública nacional que han sido desarrolladas por esta Dirección a lo largo de su historia.
En este contexto, la ministra de Obras Públicas, Jessica López destaca que “el objetivo de esta conmemoración es ser un espacio de reunión y reflexión de funcionarios, autoridades y diversos actores de la sociedad civil, que incorpore una mirada integral de la infraestructura como soporte fundamental para el desarrollo de políticas públicas”.
Por su parte, la directora de Arquitectura del MOP, Loreto Wahr releva que la conmemoración de los 150 años celebra su trayectoria, pero también representa un espacio para reflexionar en cuanto a los desafíos que se necesitan para innovar de acuerdo con las necesidades cambiantes de la ciudadanía y del Estado. “Se trata de una muestra alegórica que incluye planos, maquetas y un espacio inmersivo de las principales obras de edificación en las que ha participado la Dirección de Arquitectura. Los visitantes podrán ver y valorar obras de infraestructura pública como escuelas, hospitales, recintos deportivos, policiales y culturales en todo el país”.
La directora del Centro Cultural La Moneda, Regina Rodríguez, destacó la colaboración virtuosa entre el CCLM y el MOP en este hito que celebra sus 150 años de historia, señala además que el patrimonio, en su línea curatorial, pone en valor la historia y el análisis sobre los acontecimientos para la reflexión de las dinámicas políticas, económicas y culturales. “Buscamos todos los caminos posibles para acercar el centro cultural a la ciudadanía a través de actividades y exposiciones como la de hoy, las y los invitamos a continuar con esta alianza significativa, que, sin duda, fortalecerá y profundizará el contacto permanente de quienes poco a poco van haciendo suyo este lugar”.
En línea con lo anterior, la exposición considera un programa de actividades que incluye el lanzamiento de una guía de edificación pública que establece criterios de género; conversatorios de participación ciudadana en la formulación de proyectos de infraestructura pública; temas sustentabilidad y arte público en la ciudad.
Después del 20 de abril, la muestra iniciará una itinerancia por todas las regiones del país.
Contexto
El 25 de enero de 1875 se creó la Oficina Central de Arquitectos Civiles (Decreto n°264), primer nombre que tuvo la Dirección de Arquitectura, y que dependía del entonces Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción. Desde entonces tuvo distintas denominaciones hasta que el 4 de julio de 1953 se aprobó la Ley Orgánica del Ministerio de Obras Públicas en la cual se designó definitivamente al Servicio como Dirección de Arquitectura. Para entonces la institución contaba con atribuciones como el estudio, construcción y conservación de los edificios públicos, la supervigilancia del cumplimiento de la Ley de Construcciones y Urbanización, el estudio de planes intercomunales y el estudio y construcción de los edificios de aeropuertos que ejecutara el Ministerio con fondos fiscales.
La Vicerrectoría de Vinculación con el Medio de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) fue el lugar escogido para realizar el segundo espacio de conversación, en el marco de la conmemoración de los 150 años de la Dirección de Arquitectura.
El pasado jueves 14 de noviembre se conformaron dos paneles de expertos para llevar a cabo el segundo diálogo titulado “Sustentabilidad y Cambio Climático”, en el cual se respondieron a las preguntas sobre cómo inciden las políticas sobre el cambio climático y la sustentabilidad en la edificación pública y cuáles son las nuevas estrategias y tecnologías de la construcción que se presentan para que la sociedad pueda adaptarse al cambio climático.
Al respecto, la directora nacional de Arquitectura, Loreto Wahr, destacó la importancia de generar estos espacios de conversación, a pocos meses de celebrar los 150 años de la Dirección de Arquitectura que se cumplen el próximo 25 de enero de 2025. “Es sumamente importante considerar el ciclo completo de los proyectos, desde la planificación, el diseño y la construcción, estableciendo buenas conversaciones con un trabajo integrado para, posteriormente, innovar en la construcción”, aseguró Whar, recalcando la importancia de incorporar a la mujer y la perspectiva de género en la industria, además del uso de tecnologías avanzadas.
La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, Alejandra Tapia, remarcó el valor de estos 150 años de experiencia que tiene la Dirección y aspectos claves en la gestión como “la responsabilidad en el diseño de los proyectos y los impactos que estos pueden causar, tanto ambientales como sociales.”
Algo en lo que también coincide el jefe de la División de Infraestructura Sustentable (DIS) de la Dirección General de Obras Públicas, Daniel Bifani, es en que “la planificación es crucial por la importancia estratégica de las obras que se planifican de facto en el territorio, lo que requiere una estrecha colaboración con organismos regionales y el sector académico”. Todo esto, bajo el alero de los cuatro pilares de la Política de Sostenibilidad MOP, que incluyen lo ambiental, lo económico-financiero, lo social y lo institucional.
Desde su área, Rodolfo Jiménez, decano de la Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido de la Universidad de Santiago de Chile, señaló que el mayor desafío que están enfrentando es algo que ya están abordando, y tiene que ver con la formación. “Nuestro enfoque principal es la educación de profesionales. Desde los primeros años, tratamos todos los temas relacionados con la sustentabilidad con nuestros estudiantes. Ahora, creemos que es posible establecer una sinergia mucho mayor con las instituciones públicas, a través de metodologías como el aprendizaje y servicio, lo que permitiría la realización de convenios de colaboración”, agregó.
Andrés Venegas, gerente de Proyecto en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), expresó que es fundamental que la arquitectura se transforme en un sistema eficiente, que minimice el uso de energía y recursos, y que tenga una incidencia positiva a largo plazo en el entorno. Agregando que “el desafío ahora es implementar estas iniciativas, compartirlas transversalmente en la sociedad y educar a las personas para poder construir una nueva sociedad que proteja el planeta y permita nuestra subsistencia como especie.”
En ese sentido, el jefe de la Certificación Edificio Sustentable (CES), Hernán Madrid, consideró que esta fue una oportunidad de “poner en valor el trabajo de política pública que ha hecho la Dirección de Arquitectura con CES, que ha dado muestras de ser una política pública consistente en el tiempo, que empezaron a trabajar hace más de 10 años y que empezaron ellos a apoyar fuertemente incorporando proyectos a certificación”, con lo cual se refuerza la importancia de la planificación como un instrumento clave en esta materia.
El primer panel fue moderado por la arquitecta Margarita Cordaro, funcionaria de la Sección de Sustentabilidad y Normas de la Dirección de Arquitectura, y contó con la participación de Macarena Ortiz Arrieta, secretaria ejecutiva de la Construcción Sustentable DITEC del MINVU; Orietta Valdés, de la División de Evaluación Social de Inversiones del Ministerio de Desarrollo Social y Familia; Alexandre Carbonnel Torralbo, académico de la USACH, Daniel Bifani y Hernán Madrid. Mientras que el segundo panel fue moderado por la arquitecta Paulina Ortiz, jefa (s) de la Unidad de Proyectos de la Dirección de Arquitectura, y contó con la participación de David Cabieles, del Departamento de Edificación y Ciudad del Ministerio de Energía; Evelyn Medel, jefa del Departamento de Sostenibilidad y Cambio Climático de la DGOP; Daniela Vásquez, gerenta del Programa Tecnológico de Construye Zero del Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción; Andrés Venegas, Alejandra Tapia y Rodolfo Jiménez.
El Liceo Jorge Teillier de Lautaro, en la región de la Araucanía; el Edificio Institucional de la Dirección Regional de Aduanas de Talcahuano, en la región del Biobío, y la Subcomisaría de Longaví, en la región del Maule, son los edificios que superan los 70 puntos en la certificación. Además, por primera vez se premió a un proyecto de Aysén.
Liceo Jorge Teillier.
La sexta versión de los Premios CES reveló que los edificios más sustentables del país están en el sur de Chile, específicamente en las regiones de La Araucanía, Biobío y Maule.
Este año, el primer lugar fue para el Liceo B-15 Jorge Teillier, ubicado en la comuna de Lautaro. El segundo lugar fue para el Edificio Institucional de la Dirección Regional de Aduanas de Talcahuano (D.R.A.T.), mientras que en la tercera posición se instaló la Subcomisaría de Longaví.
Edificio Aduana de Talcahuano.
Subcomisaría de Longaví.
Cabe mencionar que en la categoría de Proyecto Precertificado, el primer lugar fue para el Retén de Río Tranquilo, de Río Ibáñez, ubicado en la región de Aysén, cuyo mandante es Carabineros de Chile. El segundo lugar quedó en manos de la Escuela La Piedra, de Galvarino, perteneciente a la región de la Araucanía, cuyos mandantes corresponden a la Municipalidad de Galvarino y Desafío Levantemos Chile.
Con una ceremonia realizada en el Auditorio de Contraloría, organizada por Certificación Edificio Sustentable (CES), en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas, los asistentes pudieron celebrar y aplaudir a los mandantes y equipos involucrados en cada edificio y proyecto.
El presidente de CES, Ricardo Fernández, destacó que los proyectos galardonados constatan que se está trabajando “con un alto estándar y cada vez estos premios son más buscados, más deseados”. Asimismo, sostuvo que certificaciones como la que entrega CES “hacen que el nivel de la industria mejore, y estamos proporcionando un hábitat mejor para las personas y cuidando el medioambiente”.
Por su parte, el director general de Obras Públicas, Borís Olguín, celebró “la cantidad de de servicios públicos involucrados: Aduanas, Carabineros” y “el rol del Ministerio de Obras Públicas en toda la edificación pública, que ha sido reconocida por el trabajo que viene realizando desde la Dirección de Arquitectura y también desde la Dirección de Aeropuertos”. Al mismo tiempo, sostuvo que los Premios CES constituyen un incentivo para que más instituciones del sector privado se comprometan con la edificación sustentable.
Boris Olguín.
Ricardo Fernández.
Un liceo mejor para todos
El renovado liceo Jorge Teillier, de la Municipalidad de Lautaro, estuvo a cargo de la Dirección de Arquitectura de la Región de la Araucanía, con el diseño de Arquitectonica Ltda., la asesoría CES en diseño de Tatiana Vidal y en construcción de Alejandro Reyes, la evaluación de 88 Ltda., y fue construido por Wörner S.A.
Cuenta con más de 9.200 metros cuadrados de superficie construida total en su conjunto. Con 76/100 puntos, alcanzó el nivel de Certificación Sobresaliente. Además, su diseño le valió el puntaje máximo en las categorías de Construcción y de Gestión, convirtiéndose en el primer edificio en implementar al máximo nivel las estrategias de gestión de residuos durante la construcción.
Manuel Bravo Schilling, Director Regional de Arquitectura MOP La Araucanía, da cuenta de la importancia de los Premios CES, “pues promueven una arquitectura sustentable, fundamental considerando el compromiso que todos debemos tener con las generaciones futuras”. Sobre la obra realizada en el liceo Jorge Teillier, resaltó las estrategias para “maximizar ganancias solares, una envolvente térmica continua, ventilación con un sistema híbrido, iluminación LED, artefactos sanitarios de bajo consumo de agua y un sistema de calefacción de alta eficiencia. Debido a todo ello, el edificio cuenta con una certificación sobresaliente y nos alegra estar generando edificios públicos de excelencia y comprometidos con el medioambiente”.
El nuevo edificio de Aduana en Talcahuano
Con una superficie total de casi 1.400 metros cuadrados construidos; este edificio alcanzó un puntaje de 72,5/100, lo que lo califica en el nivel de Certificación Sobresaliente.
El Servicio Nacional de Aduanas trabajó con la Dirección Regional de Arquitectura del Biobío, con Prado Arquitectos, Francisco Pizarro como asesor CES, 88 Ltda como Entidad Evaluadora y Gabriel Fernandez de la Maza como constructor.
La directora nacional de Aduanas de Chile, Alejandra Arriaza, manifestó su emoción al recordar que este nuevo edificio viene a reponer el que, en 2010, fue arrasado por el terremoto y tsunami que arrasaron la zona. “Fue un trabajo arduo, anhelado por nuestros funcionarios, por lo tanto, es muy grato contar con un edificio que para nuestra Dirección Regional, para la enorme e importante labor que desarrollamos para el país, tiene la dignidad de esta función”. En esa línea, la directora regional, Katherine Ampuero, añadió que “tenemos un edificio que es la envidia de los otros servicios, incluso algunos nos piden un paseo por las dependencias. Este reconocimiento viene también a darnos fuerzas y a reconocer que el Servicio y el Gobierno están con nosotros”.
Una comisaría acogedora
Con la Subcomisaría de Longaví, Carabineros de Chile se hace presente en cuatro de las seis ceremonias de los Premios CES. Con el diseño de BIS Arquitectos, la asesoría CES de Fernanda Soto y la evaluación de EBP Chile, la nueva comisaría cuenta con más de 1.200 metros cuadrados de superficie construida y obtuvo el tercer mayor puntaje, con 71/100 puntos, alcanzando el nivel de Certificación Sobresaliente. En tanto, la construcción estuvo a cargo de Angel Bartolomé Cecchi Ltda.
El coronel Fabián Rocha, jefe del Depto. de Cuarteles, quiso “enfatizar el gran trabajo en equipo detrás de esto y la alianza estratégica que tenemos con el MOP desde hace 14 años, a través de lo que hemos podido llegar a estas certificaciones y estos premios. Estos edificios públicos deben ser puntos de encuentro para la comunidad y hacia allá va nuestra línea de trabajo”.
Para el capitán de Carabineros y subcomisario de Longaví, Diego Rivera Bravo, las principales características de la nueva comisaría son “un buen espacio, un buen confort para los que trabajamos al interior, una buena aislación térmica que permite que las temperaturas sean adecuadas tanto en verano como en invierno, la iluminación adecuada que permite mantener lugares visibles en todo momento, sin necesidad de usar de forma exagerada la luz eléctrica”. Asimismo, recalca que, como usuario, agradece que el edificio haya sido bien pensado para su función de comisaría, lo que resulta en espacios cómodos y de buena amplitud para organizar de mejor manera el espacio en el día a día.
Profesionales, empresas y política pública
En la oportunidad, también fueron reconocidos como Profesionales Destacados el arquitecto Enrique Browne, precursor en Chile del concepto de la doble piel vegetal, además es autor de emblemáticas obras, entre las cuales destaca el Edificio Consorcio, la Casa Caracola, la Iglesia Colegio Villa María, Sonda y las Oficinas Pioneer, entre muchas otras, y José Pedro Campos, director ejecutivo del Instituto de la Construcción, donde ha destacado por diversas iniciativas asociadas a la sustentabilidad.
Asimismo, el Comité Directivo de CES entregó este año una nueva distinción, denominada “Reconocimiento CES a la Construcción desde la Academia”, orientada a quienes han contribuido desde las diversas universidades de nuestro país a fortalecer la construcción sustentable en el sector. Este reconocimiento toma el nombre del profesor Gabriel Rodríguez Jaque, quien desde los años setenta, formó a miles de profesionales de las carreras de arquitectura, ingeniería civil y construcción civil, contribuyendo, desde la universidad, al gran cuerpo de normas técnicas y regulaciones para la construcción en nuestro país, las que fueron una base a los sistemas de certificación como CES.
El Premio CES a la Empresa Destacada recayó en Sacyr, especialmente por el trabajo que han realizado en la construcción de hospitales en nuestro país, incorporando sustentabilidad, incluso por sobre los estándares de CES, y el Premio a la Política Pública Destacada, lo obtuvo la Dirección de Aeropuertos del MOP, por el trabajo de impulso y compromiso que ha tenido con la certificación de infraestructura sustentable.
Desde Sacyr, Ángel Plaza, administrador de Contrato Hospital Quillota Petorca y Hospital Sótero del Río, explicó que “nuestro compromiso con la sostenibilidad es ineludible, estamos trabajando en ello, por ejemplo, en estudios de huella de carbono, cosa que todavía no se había hecho en este país; y tenemos la certificación de residuos cero, que es la primera que se obtiene en una obra en este país, que garantiza que valorizamos y reutilizamos más de 95% de nuestros residuos”.
Claudia Silva, directora nacional de Aeropuertos del MOP, señaló que el compromiso de su gestión es “que todos nuestros edificios y todas nuestras construcciones se hagan de manera sustentable y estamos constantemente mejorando los recintos aeroportuarios”.
Al cierre de 2023, de un total de 481 proyectos inscritos, continúan destacando los mandantes públicos, en tanto que en los privados, destacan Colbún, Minera Los Pelambres, Club Los Leones Puerto Montt-Angelmó, y la Universidad Austral, aunque aún están al debe.
CES cerró el año 2023 con 481 proyectos inscritos, los que están en distintas etapas del proceso de certificación, y a la fecha, ya son más de 500. Esta cantidad ha ido creciendo exponencialmente desde 2015, cuando se inscribieron sólo nueve proyectos, lo que hace pensar que sin duda, el compromiso de los mandantes de éstos ha ido aumentando proporcialmente al crecimiento de CES.
“Desde hace aproximadamente tres años el compromiso de las instituciones públicas con la incorporación de la sustentabilidad ha sido muy evidente, lo que va en línea con los compromisos internacionales de reducción de emisiones y la fuerza con la que ha sido impulsado desde el Estado”, dice Hernán Madrid, jefe de CES. En este sentido, destaca el MOP y sus Direcciones de Arquitectura y Aeropuertos, y desde este año se ha sumado con mucha fuerza la Dirección General de Concesiones.
Es así como la composición de los mandantes también ha ido variando, aunque la fuerza del sector público no se ha perdido. Al cierre de 2023, la Dirección de Arquitectura contabilizó 265 proyectos inscritos desde 2015, lo que equivale al 55% del sistema de certificación. Aquello habla del gran esfuerzo que ha hecho esta dirección y el mismo Ministerio de Obras Públicas (MOP) para entregar a Chile edificios sustentables, con calidad de ambiente interior y eficiencia energética de distintas tipologías.
Le siguen a la DA-MOP, las municipalidades, con 83 proyectos. En tanto que en tercer lugar, está la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), que cerró el 2023 con 31 proyectos inscritos.
Asimismo, con la aparición de la versión CES Hospitales, los Servicios de Salud (SS) comenzaron a tomar fuerza, con 11 proyectos a la fecha, los cuales aportan en cantidad de superficie certificada y en innovaciones tecnológicas involucradas. Y en los próximos años se sumarán 15 más, de acuerdo a lo informado por el Ministerio de Salud.
Hospital de Curicó.
En tanto, en la categoría Otros públicos, hay 20 inscritos, como Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones de Chile, junto a gobiernos regionales. En tanto, la Dirección General de Concesiones del MOP, suma tres proyectos.
La importancia de estos mandantes se ejemplifica en los Premios CES, que se entregan desde 2019, para promover las mejores prácticas en sustentabilidad en la edificación y destacar los proyectos que han hecho un esfuerzo por certificarse, incorporando la herramienta de certificación nacional, y difundir los resultados del comportamiento de los edificios.
Así, en las cinco versiones de los Premios CES, la DA-MOP a nivel nacional ha participado como unidad técnica en 20 de los proyectos ganadores de un total de 31. Por su parte, han sido 10 los municipios ganadores: Cunco, Purén, Lautaro, Cholchol, Vilcún, Teodoro Schmidt (en dos ocasiones), Talca, Lumaco y Chañaral. Carabineros de Chile ha estado entre los premiados en la categoría Edificio Certificado en tres ocasiones, con el primer, segundo y tercer lugar, mientras que el IND ha destacado en dos oportunidades, con el tercer y primer lugar.
En la categoría Proyecto Precertificado, la Junji ha recibido en dos oportunidades el primer lugar, al igual que la PDI, con el segundo lugar.
Los privados
La participación de los privados aún no ha tomado tanta fuerza. En 2023, el 17% de los inscritos representó al sector privado.
Se constituyeron los comités técnicos que trabajarán en los requerimientos para riesgos sísmicos y de cambio climático de la futura versión CES + Resiliencia.
El desarrollo de la nueva herramienta CES + Resiliencia, resultado de un trabajo de colaboración entre Certificación de Edificio Sustentable y el Instituto de la Construcción; y pensada para visibilizar y poner en valor estrategias que se incorporen a los edificios de modo de hacerlos capaces de enfrentar los principales riesgos que esperan en los próximos años —los desastres naturales y los eventos extremos del clima—, avanza a paso firme.
Hernán Madrid, jefe de Certificación de Edificio Sustentable, comenta que la idea surge a raíz de combinar tres experiencias importantes. La consultoría sobre Resiliencia y Sostenibilidad en los códigos de construcción en América Latina y El Caribe para el Banco Interamericano BID el año pasado, la exitosa experiencia del IC como secretaria general del Código Modelo Sísmico para América Latina y El Caribe, y la experiencia de CES en administración y desarrollo de certificaciones asociadas a sustentabilidad.
La idea fue aprobada con gran entusiasmo en el Directorio del IC, Directorio de CES y en el Comité Consultivo CES, y se propuso, en consistencia con los recursos disponibles, comenzar con la formación de dos comités técnicos para riesgos sísmicos y cambio climático. El objetivo de estos dos comités técnicos es “plantear las líneas de acción para requerimientos asociados, las metodologías técnicas específicas de evaluación y las necesidades de estudios específicos que deban realizarse”, indica. Es importante tener presente que este trabajo es con miras a una primera versión, la que puede sin duda ampliarse a nuevos temas o riesgos en una segunda etapa.
Primera sesión del comité técnico riesgos sísmicos.
“El foco de los sistemas de certificación siempre es abordar aspectos por sobre los mínimos reglamentarios en la materia, de modo de impulsar y visibilizar su incorporación a los proyectos”, explica Madrid. Por ello, en esta primera reunión se plantearon tres líneas de acción para requerimientos: uno orientado al desempeño sísmico (diseño por desempeño), para que un edificio continúe sus operaciones a pesar de los daños.
Además de cumplir con los estándares mínimos, “queremos que el edificio tenga un desempeño de tal tipo que siga funcionando a la hora después de que ocurrió un terremoto, y entonces requiere que se incorporen, dentro su diseño, algunos otros elementos”, precisa el ingeniero.
Por otra parte, también durante abril se reunió el comité técnico de riesgo cambio climático, con la participación de asesores CES acreditados y entidades evaluadoras CES, representantes de la Dirección de Arquitectura y la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (MOP), Chile Green Building Council y el Colegio de Ingenieros.
“Para dar inicio al comité de cambio climático, se presenta la necesidad de evaluar el aumento de temperatura proyectado, disminución de lluvias y lluvias concentradas. En base a esto, se levantaron diversas problemáticas, así como también documentación existente asociada a lo que se ha hecho hasta hoy respecto de la resiliencia en la edificación”, comenta Romy Luckeheide, arquitecta de CES.
El trabajo de CES + resiliencia continuará con reuniones periódicas de los comités técnicos, que se llevarán a cabo dos veces por mes.
Pese a las complejidades climáticas y geográficas, la región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo gana terreno en la certificación CES. Estas son las estrategias de diseño de los proyectos que, incluso, han obtenido destacados puntajes.
Hogar de Ancianos Padre Antonio Ronchi.
Chile Chico, Coyhaique, O’Higgins y Aysén son las cuatro comunas en las que durante los últimos dos años se han concentrado los proyectos que han ingresado al proceso de certificación con CES, sumando un total de 13 proyectos de la región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo. Seis de ellos ingresaron en 2023.
Algunos de ellos fueron apoyados por la arquitecta Catalina Yurisic Alvarado, como asesora CES. A su juicio, ha crecido el interés por certificar proyectos en la región, dado que “tiene un clima bastante extremo, uno de los más fríos de nuestro país y, a la vez, con baja radiación solar, por lo que gran cantidad de actividades que en otras zonas pueden ser exteriores, allá se realizan al interior de los edificios”.
De esta manera, hay gran conciencia de la importancia del confort interior y la eficiencia energética que esto requiere. Asimismo, “los proyectos se ven largamente beneficiados al adquirir los estándares CES, ya que generan un mayor confort interno para sus ocupantes y pueden ahorrar un porcentaje importante en sus gastos de operación, junto con un menor ausentismo (menos enfermedades entre sus ocupantes), y con la certificación se asegura que los estándares sean los óptimos para la zona”, opina Yurisic.
Por su parte, “la DA Aysén mantiene los lineamientos que el MOP en general aplica para con sus proyectos, esto es proyectar y construir servicios de infraestructura que sean sustentable y resilientes, continuando el trabajo que impulsó en su momento la Dirección Nacional de Arquitectura en conjunto con otros socios estratégicos del ámbito público y privado”, dice Paola Azócar, directora arquitectura de la región de Aysén.
Por ello, buscan que junto con que cada construcción perdure en el tiempo, “responda también adecuadamente a las necesidades de los territorios como el de Aysén, que se mantenga un adecuado tratamiento de los residuos y que en la operación se disminuyan los costos y la generación de energías innecesarias”, sostiene.
Complejidades propias de la zona
Desde el punto de vista de las condiciones climáticas de la región, el mayor desafío que deben enfrentar los profesionales de la región en sus diseños es el frío. “Ésta presenta muy bajas temperaturas en todo su territorio, acentuándose más hacia el interior, las que están normalmente bajo la media de confort deseado para el ser humano”, explica la asesora CES.
A la vez, esta región presenta una baja radiación solar, ya que los rayos del sol llegan de forma más oblicua y, por lo tanto, calientan menos la superficie terrestre. Así, “estas dos condiciones, bajas temperaturas y baja radiación, son abordadas de diferente manera, ya que por un lado buscamos aislarnos del frío exterior, pero por otra parte, necesitamos abrir los espacios para obtener la mayor radiación y luminosidad natural posible, por lo que hay que encontrar la mejor combinación para satisfacer ambas variantes”, explica.
Adicionalmente, hay importantes lluvias en algunas zonas de la región, principalmente en la costa, lo que disminuye considerablemente a mayor altura y hacia el interior. En esos casos, “debemos protegernos de esta variable considerando zonas secas o protegidas para que no ingrese el agua o la nieve al interior de los edificios, junto con sellos adecuados para impermeabilizar la envolvente”, añade.
Principales estrategias
Como asegura Catalina Yurisic, la principal estrategia para este tipo de complejidades es una buena aislación térmica, gracias a una envolvente térmica adecuada en todo el perímetro del edificio. Junto con eso, “hemos implementado estudios de ganancias solares, con la incorporación de lucarnas o utilizando sistemas que generen ganancias tipo invernadero en los proyectos, lo que junto con ayudar a la temperatura interior contribuye a tener una mejor iluminación natural y disminuir el consumo eléctrico”, especifica.
Por su parte, Paola Azócar da cuenta que en particular, en la región de Aysén “es primordial poder aplicar estas estrategias que permitan contar con edificaciones que generen el menor impacto en lo ambiental y en su entorno, y que trabajen por reducir los costos en las etapas de construcción y de operación”. Por ello, es clave “proyectar teniendo claras las condiciones climáticas de cada zona de la región, aplicando materialidades adecuadas y considerar las logísticas de construcción para llegar a los lugares más apartados, como por ejemplo territorios insulares o más lejanos del eje principal de conectividad (ruta 7)”, complementa la autoridad regional.
Es por eso que también es una variable a considerar la dificultad de acceso de los materiales. “Hemos trabajado en el proceso de diseño de varios proyectos en esta región, por lo que hemos ido adquiriendo experiencia en las necesidades propias del lugar y la factibilidad de materiales”, dice Catalina Yurisic.
Buenos resultados
Otra novedad de la región han sido proyectos con altos puntajes, como el Hogar de Ancianos Padre Antonio Ronchi, que obtuvo 83 puntos en la etapa de precertificación, alcanzando el nivel Sobresaliente.
Por otra parte, Yurisic cuenta de otros proyectos precertificados CES, que alcanzaron nivel “Destacado” y es posible que opten a sobresaliente en etapa de construcción. También está asesorando al “Edificio Consistorial de Chile Chico”, el cual está postulando a la certificación con versión CES 1.1, “por lo que esto es un nuevo desafío para nosotros, ya que este manual es más exigente y con variables diferentes, por lo que estamos buscando nuevas oportunidades para hacer de este un edificio sustentable”, precisa.
Edificio Consistorial Chile Chico.
Y la arquitecta espera que CES se “siga extendiendo en todas las regiones de Chile y ojalá logre extenderse a todo Latinoamérica, tanto en proyectos públicos como privados, ya que eso permite mejorar los estándares de los edificios, y con ello se consigue no solo un mayor confort para sus ocupantes sino economías en su operación y disminución de uso de energías y combustibles junto con disminución de gases de efecto invernadero que provocan nuestra actual crisis climática”.
Tras analizar una nómina de postulantes seleccionados a través de Alta Dirección Pública, el Primer Mandatario eligió a esta arquitecta y magíster en desarrollo urbano con más de dos décadas de experiencia en instituciones públicas y privadas.
El Presidente de la República, Gabriel Boric, nombró a Loreto Wahr Rivas como nueva Directora Nacional de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, tras finalizar el proceso de selección efectuado por el sistema de Alta Dirección Pública del Servicio Civil.
Arquitecta de la Universidad Central y Magíster en Desarrollo Urbano de la Universidad Católica, Loreto Wahr posee más de 20 años de experiencia profesional en instituciones públicas y privadas, enfocándose principalmente en materias de gestión y planificación urbana y gerenciamiento de proyectos en todas sus etapas. Asimismo ha ejercido como profesora universitaria y fue una de las fundadoras de Instituto Ciudad, organismo no gubernamental enfocado a relevar el valor de la experiencia de las personas en el ámbito urbano.
Junto con ejercer hasta ahora como directora de Empresas de Ferrocarriles del Estado, hasta inicios de este año trabajó en el Gobierno Regional Metropolitano como subgerente del proyecto de recuperación del Eje Alameda. Previamente fue directora inmobiliaria social de la Fundación Techo Para Chile, directora ejecutiva de la Asociación de Municipalidades Mapocho La Chimba para la regeneración urbana de ese barrio, asesora del Consejo de Políticas de Infraestructura y coordinadora intersectorial de la Intendencia Metropolitana.
Loreto Wahr también se desarrolló profesionalmente en el ámbito del transporte, desempeñándose a mediados de la década pasada como gerenta de infraestructura del Directorio de Transporte Público Metropolitano del MTT y previamente como encargada de medio ambiente e integración de Metro de Santiago. Asimismo, en sus inicios profesionales trabajó como asesora en la Coordinación General de Concesiones del MOP.