CES cierra el primer semestre con 30 proyectos inscritos y nuevos mandantes

Junto a ello, destacaron los altos puntajes en la certificación y precertificación. Estas son las cifras totales.

Con 30 proyectos inscritos, destacados puntajes y nuevos mandantes cerró CES el primer semestre de 2024. Asimismo, se precertificaron 30 proyectos y se certificaron 11.

Entre los certificados, destacan la Sala Cuna y Jardín Infantil Pinocho, certificado sobresaliente con 70 puntos. El proyecto de la Junta Nacional de Jardines Infantiles ubicado en Temuco, región de la Araucanía, obtuvo el primer lugar de los Premios CES 2021, en la categoría Proyecto Precertificado, con el diseño de Arquiferreira / Fabián Morales, la asesoría CES de Rodrigo Escobar y la revisión de la Entidad Evaluadora 88 Ltda. Mientras que en el proceso de certificación, trabajaron Wladimir Bugueño como asesor CES y Ecosustenta como entidad evaluadora.

En precertificación, el proyecto de Reposición Escuela Básica Molco Alto alcanzó los 75,5 puntos. También de la región de la Araucanía, este proyecto estará ubicado en Villarrica, su mandante es la Municipalidad de Villarrica, la unidad técnica es la Dirección de Arquitectura del MOP de la región, en tanto la arquitectura está a cargo de ANGO Arquitectura y la asesora CES es de Cecilia Palarino. Además, 88 Ltda. actuó como entidad evaluadora.

Entre los mandantes destacados están la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP), con 14 proyectos, las municipalidades con 5, universidades con 3, la Junta Nacional de Jardines Infantiles con 3, el Instituto Nacional del Deporte con 2, Conaf con 1, Centro de Formación Técnica con 1 y la Dirección de Aeropuertos con 1.

Precisamente, destacaron este primer semestre la incorporación de nuevos mandantes como la Dirección de Aeropuertos del MOP y de dos entidades de educación superior: la Universidad Tecnológica Metropolitana y la Universidad Andrés Bello.

Tipologías

Los usos de los edificios inscritos en el primer semestre de 2024 son:

Educación: 9
Oficinas: 3
Seguridad: 10
Deporte: 3
Cultura: 1
Salud: 2
Hotel o residencia: 1
Transporte: 1

UOH: compromiso con la sostenibilidad y el confort ambiental

Con tres edificios de la Facultad de Ingeniería del Campus Rengo ingresados a CES en 2023, la Universidad de O’Higgins materializa su compromiso con la sostenibilidad ambiental y el bienestar de la comunidad universitaria.

En 2023, la Universidad de O’Higgins ingresó al proceso de certificación de CES bajo la versión 1.1 tres edificios de la Facultad de Ingeniería, en el Campus Rengo: Edificio Escuela, Edificio Auditorio y Casino y Edificio Deportivo, lo que “se traduce en la materialización de un compromiso con la sostenibilidad ambiental, alineado con las demandas globales de preservación y cuidado de los recursos naturales”, de acuerdo con Paula Ávila Oliver, arquitecta de la Dirección Proyecto Campus de Ciencias de la Ingeniería.

Además, “se demuestra el compromiso con el bienestar de la comunidad universitaria al entregarle espacios diseñados bajo óptimas condiciones de confort ambiental que contribuyan a minimizar impactos negativos en la salud, que usualmente generan edificios sin atributos sustentables”, especifica.

Los responsables de la arquitectura son los profesionales Alvaro Ramírez, Martín Schmidt, Carlos Cavagnaro, Francisco Cepeda y Daniel Rojo, quienes para el diseño arquitectónico pasivo consideraron una envolvente térmica eficiente, cuidando detalles que permitan minimizar el riesgo de puentes térmicos. 

En cuanto al diseño de protección solar, se establece un sistema en fachada con el que se garantice el confort térmico y visual. Del mismo modo, se logran estándares de confort acústico propios de edificaciones de enseñanza con los que se aseguran condiciones óptimas para el aprendizaje. 

Adicionalmente, se han considerado criterios activos para la climatización, ventilación, agua caliente sanitaria e iluminación, optimizando parámetros como la potencia de iluminación, la implementación de sistemas de control y la selección de equipamiento con alto rendimiento nominal. “El conjunto de las soluciones mencionadas permite visualizar escenarios de significativos ahorros energéticos”, asegura Ávila. 

Por otro lado, añade que se prevé un bajo consumo hídrico tanto en el interior, gracias al uso de artefactos eficientes, como en el exterior, mediante un diseño paisajístico con vegetación nativa y sistemas de riego eficientes.

Finalmente, “se proyecta la implementación de un plan que contempla la correcta disposición y registro de residuos en etapa de construcción. De igual manera, se ha diseñado un plan para la etapa de operación, que considera la provisión de equipamiento adecuado para la correcta segregación de residuos por parte de los usuarios de las edificaciones”, sostiene.

La evolución de los proyectos de Colbún con CES

Con un puntaje de 73,5, la empresa logró un nivel sobresaliente esta vez con un edificio en el norte de Chile, las oficinas administrativas de una planta fotovoltaica. De esta manera, superó los 33 puntos obtenidos con su primer proyecto CES y los 72 puntos del segundo edificios que la hicieron alcanzar el segundo lugar de los Premios CES en 2022.

En julio se certificó un nuevo proyecto de Colbún. Se trata de las Oficinas Administrativas Planta Fotovoltaica Diego de Almagro Sur, que alcanzó nivel de certificación sobresaliente, con 73,5 puntos. Ya en los Premios CES 2022 obtuvo el segundo lugar con las Oficinas Administrativas Central Hidroeléctrica Colbún, que alcanzaron 72 puntos. En tanto, en 2018, certificaron el Edificio Administración Central Angostura, con 33 puntos.

Por ende, claramente se puede hablar de una evolución en las estrategias utilizadas por la empresa en su infraestructura. Por ello, conversamos con Karen Montes, subgerente de Contratos, encargada de desarrollo del proyecto certificado recientemente, sobre el trabajo que ha venido haciendo Colbún.

“Este proceso es una continuación del trabajo que ya veníamos realizando, primero con las oficinas de la Central Angostura (Biobío) y luego con las oficinas de la Central Colbún (Maule), aprovechando ese aprendizaje y como un estándar para nuestras nuevas oficinas”, confirma Montes.

Asimismo, “conseguir esta tercera certificación CES nos permitió obtener también la primera certificación LEED de nuestras instalaciones, demostrando que la certificación CES resalta aspectos que no sólo son propios de nuestro país, sino que también relevantes a nivel internacional”, sostiene la ejecutiva de Colbún.

¿Cómo fue el trabajo para alcanzar el nivel sobresaliente? Montes comenta que “como base continuamos utilizando el aprendizaje adquirido a partir de nuestras certificaciones previas. En el caso de las oficinas administrativas de Diego de Almagro Sur, la principal diferencia es que cuentan con un componente prefabricado -al ser una base de construcción modular que aportó a optimizar el proceso-, pero que, a su vez, logró adaptarse a los requerimientos necesarios para conseguir la certificación”. 

Adicionalmente, quisieron aprovechar las condiciones climáticas propias del lugar. “A modo de ejemplo: se incorporó una bomba de calor para el agua caliente que aprovecha la temperatura propia de la zona (en palabras simples, transfiere el calor del aire al agua para llevarla a temperatura final de uso en los servicios sanitarios), disminuyendo así el consumo de energía”, cuenta.

Entre las principales estrategias de sustentabilidad utilizadas, Karen Montes explica que el diseño fue realizado bajo los conceptos y requerimientos CES, siendo la eficiencia energética una especialidad más. Además, “se aprovechó la experiencia previa, lo que minimizó el periodo de diseño al extender los estándares definidos para las oficinas anteriores en temas del programa arquitectónico, espacios, instalaciones, materialidad y condiciones de habitabilidad”, añade.

Así, se trabajó en un diseño bioclimático, con un uso eficiente de la energía, que se integró al entorno, tanto en su arquitectura como en colores y paisajismo, basado principalmente en elementos inertes, rocas y algunas cactáceas que requieren mínimo mantenimiento y riego, buscando aprovechar la humedad de la camanchaca.

“Se incorporó un sitio destinado a la gestión de residuos, que se alinea con el resto de las instalaciones de Colbún, y que cobra especial importancia al realizar el esfuerzo en zonas alejadas de los centros poblados, en localidades en donde no se cuenta con tanta disponibilidad de proveedores para el tratamiento de ellos”, dice Montes.

Además, “dado que la construcción modular es un proceso controlado de producción, genera menos residuos, reduce la actividad en obra y permite una construcción más ajustada al optimizar mano de obra, equipos y materiales”, señala.

Finalmente, al término de la vida útil del proyecto, las oficinas podrán ser desarmadas y reutilizadas en gran parte, minimizando los efectos negativos de la demolición de una construcción tradicional.

La madera en la ingeniería estructural

Por Jorge Tobar Palma, ingeniero civil estructural de la U. Chile, C.E.O CLANN INGENIEROS, director de AICE

Como ingeniero civil estructural y director de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE), así como integrante del Subcomité de Madera, he tenido la oportunidad de observar de cerca la evolución de la madera, tanto desde un punto de vista estructural como medioambiental. El diseño con madera ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus múltiples ventajas, como la disminución de la huella de carbono de las edificaciones; pero también es fundamental asegurarse de que cumple con las normativas vigentes para garantizar la seguridad y la eficiencia de las estructuras.

Cumplimiento normativo

La madera, al igual que cualquier otro material de construcción, debe cumplir con estrictas normativas para ser utilizada de manera segura en proyectos estructurales. En Chile, las normativas que regulan el uso de la madera en la construcción se encuentran detalladas en la Norma Chilena NCh1198, la cual establece los requisitos que deben cumplir las estructuras de madera en cuanto a diseño, materiales, ejecución y mantenimiento.

El diseño con madera debe considerar aspectos como la resistencia a la carga, el comportamiento ante el fuego y la durabilidad frente a factores ambientales. Es crucial que los ingenieros estructurales realicen un análisis exhaustivo y utilicen métodos de diseño avanzados, como el análisis por elementos finitos, para asegurar que las estructuras cumplan con los estándares de seguridad y eficiencia.

Beneficios del diseño con madera

  1. Sostenibilidad: La madera es un material renovable y su uso en la construcción contribuye a la reducción de la huella de carbono. La gestión sostenible de los bosques garantiza un suministro constante de este recurso.
  2. Rapidez de construcción: Las estructuras de madera suelen ser más rápidas de montar en comparación con otros materiales, lo que puede resultar en una reducción significativa de los tiempos de construcción.
  3. Aislamiento térmico y acústico: La madera posee propiedades de aislamiento térmico y acústico, lo que mejoran la eficiencia energética y el confort en los edificios.

Restricciones y desafíos

  1. Resistencia al fuego: Aunque la madera es combustible, los avances en tratamientos ignífugos y diseños estructurales han mejorado su comportamiento ante el fuego. Sin embargo, sigue siendo un aspecto crítico a considerar en el diseño.
  2. Durabilidad: La madera es susceptible a la degradación por humedad, insectos y hongos. Es necesario implementar medidas de protección, como tratamientos químicos y diseños que minimicen la exposición a la humedad.
  3. Normativas y conocimientos técnicos: La adopción de la madera en la construcción requiere un conocimiento especializado y una correcta interpretación y aplicación de las normativas vigentes. La formación continua y la actualización de los profesionales del sector son fundamentales.

En conclusión, el diseño con madera representa una opción viable y sostenible para la construcción de estructuras. Su adecuada implementación requiere el cumplimiento de estrictas normativas y una comprensión profunda de sus propiedades y limitaciones. Como ingenieros estructurales, debemos seguir investigando y desarrollando técnicas que permitan aprovechar al máximo los beneficios de la madera, garantizando, al mismo tiempo, la seguridad y durabilidad de las estructuras. Desde esa perspectiva, tenemos la certeza de que las estructuras mixtas deberían ser el punto de partida en un país sísmico como Chile.

La DA-MOP, las municipalidades y la Junji son los mandantes con más proyectos en CES

Al cierre de 2023, de un total de 481 proyectos inscritos, continúan destacando los mandantes públicos, en tanto que en los privados, destacan Colbún, Minera Los Pelambres, Club Los Leones Puerto Montt-Angelmó, y la Universidad Austral, aunque aún están al debe.

CES cerró el año 2023 con 481 proyectos inscritos, los que están en distintas etapas del proceso de certificación, y a la fecha, ya son más de 500. Esta cantidad ha ido creciendo exponencialmente desde 2015, cuando se inscribieron sólo nueve proyectos, lo que hace pensar que sin duda, el compromiso de los mandantes de éstos ha ido aumentando proporcialmente al crecimiento de CES. 

“Desde hace aproximadamente tres años el compromiso de las instituciones públicas con la incorporación de la sustentabilidad ha sido muy evidente, lo que va en línea con los compromisos internacionales de reducción de emisiones y la fuerza con la que ha sido impulsado desde el Estado”, dice Hernán Madrid, jefe de CES. En este sentido, destaca el MOP y sus Direcciones de Arquitectura y Aeropuertos, y desde este año se ha sumado con mucha fuerza la Dirección General de Concesiones

Es así como la composición de los mandantes también ha ido variando, aunque la fuerza del sector público no se ha perdido. Al cierre de 2023, la Dirección de Arquitectura contabilizó 265 proyectos inscritos desde 2015, lo que equivale al 55% del sistema de certificación. Aquello habla del gran esfuerzo que ha hecho esta dirección y el mismo Ministerio de Obras Públicas (MOP) para entregar a Chile edificios sustentables, con calidad de ambiente interior y eficiencia energética de distintas tipologías.

Le siguen a la DA-MOP, las municipalidades, con 83 proyectos. En tanto que en tercer lugar, está la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), que cerró el 2023 con 31 proyectos inscritos.

Otro mandante público que presenta presencia en CES desde 2016 es el Instituto Nacional del Deporte (IND), con 16 proyectos. Si bien entre 2018 y 2020 no inscribió proyectos, en 2021 retomó la certificación de su infraestructura, lo que tomó fuerza con los Juegos Panamericanos y Panaparamericanos Santiago 2023.

Piscina Temperada de Talca.

Asimismo, con la aparición de la versión CES Hospitales, los Servicios de Salud (SS) comenzaron a tomar fuerza, con 11 proyectos a la fecha, los cuales aportan en cantidad de superficie certificada y en innovaciones tecnológicas involucradas. Y en los próximos años se sumarán 15 más, de acuerdo a lo informado por el Ministerio de Salud.

Hospital de Curicó.

En tanto, en la categoría Otros públicos, hay 20 inscritos, como Carabineros de Chile, Policía de Investigaciones de Chile, junto a gobiernos regionales. En tanto, la Dirección General de Concesiones del MOP, suma tres proyectos.

La importancia de estos mandantes se ejemplifica en los Premios CES, que se entregan desde 2019, para promover las mejores prácticas en sustentabilidad en la edificación y destacar los proyectos que han hecho un esfuerzo por certificarse, incorporando la herramienta de certificación nacional, y difundir los resultados del comportamiento de los edificios.

Así, en las cinco versiones de los Premios CES, la DA-MOP a nivel nacional ha participado como unidad técnica en 20 de los proyectos ganadores de un total de 31. Por su parte, han sido 10 los municipios ganadores: Cunco, Purén, Lautaro, Cholchol, Vilcún, Teodoro Schmidt (en dos ocasiones), Talca, Lumaco y Chañaral. Carabineros de Chile ha estado entre los premiados en la categoría Edificio Certificado en tres ocasiones, con el primer, segundo y tercer lugar, mientras que el IND ha destacado en dos oportunidades, con el tercer y primer lugar.

En la categoría Proyecto Precertificado, la Junji ha recibido en dos oportunidades el primer lugar, al igual que la PDI, con el segundo lugar.

Los privados

La participación de los privados aún no ha tomado tanta fuerza. En 2023, el 17% de los inscritos representó al sector privado.

Dentro de los que han obtenido el Premio CES, destacan Colbún, Minera Los Pelambres, Club Los Leones Puerto Montt-Angelmó, y la Universidad Austral, que ha recibido dos veces este galardón.

Actualización de la Ordenanza y CES

Por Hernán Madrid, jefe de CES

Luego de la alegría por la recientemente actualización del artículo 4.1.10 de la Reglamentación Térmica de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), es necesario dimensionar los puntos que requerirán ajustes a los requerimientos de CES.

Evidentemente que el foco principal de la actualización es viviendas, pero también se incorporan requisitos para edificios de uso Educación, Salud y Hoteles. Muchos de los proyectos en los que ya se ha convertido en un estándar incorporar CES, como Jardines Infantiles, Escuelas, Colegios, Liceos y Edificios Educación Superior en el caso de uso educación, y Centros médicos, CESFAM, Hospitales y Clínicas, para uso salud.

Dentro de los puntos que será necesario profundizar el análisis, en atención a posibles modificaciones que necesiten los requerimientos CES, se encuentran:

  1. Sincronía entre la zonificación térmica y zonificación climática, ambas de la NCh1079.
  2. Requerimientos para envolvente térmica mínimos y su relación con el caso de referencia de CES.
  3. Requerimientos de infiltración de aire.

En general, hay una correlación bastante buena entre las zonas térmicas y climáticas, con excepción de algunas zonas pobladas, relevantes pero puntuales, como por ejemplo La Serena- Coquimbo. Será necesario evaluar los ajustes que requiere CES para abordar adecuadamente estas diferencias.

Respecto al segundo punto, envolvente térmica, la actualización de la versión CES Edificios de Uso público v1.1 incluyó, entre varios aspectos, un ajuste en los estándares mínimos para el caso de referencia. Debido a que nuestra actualización se produjo hace casi dos años, sin tener completamente a la vista los nuevos requisitos del 4.1.10 de la OGUC, los requerimientos asociados de la v1.1 se encuentran en el mismo orden de magnitud, pero en algunas zonas presentan leves diferencias. 

Un ejemplo es lo que se muestra en la siguiente tabla, que para el caso de muros presenta algunas diferencias en todas las zonas climáticas (respecto de las térmicas de la OGUC):

En el último punto, infiltración de aire, el esquema de certificación CES ha abordado hasta el momento el tema como requerimiento voluntario, con el ensayo de infiltración de aire (blower door test). Con la actualización del 4.1.10 de la OGUC el escenario cambia, ya que se vuelve una exigencia reglamentaria realizar la prueba y, por lo tanto, debería pasar a ser un requerimiento obligatorio en CES, dejando espacio para el requerimiento voluntario cumplimientos por sobre el mínimo.

Todos estos temas los comenzaremos a revisar en un Comité Técnico especifico al que pronto convocaremos, pero siempre es una buena noticia tener que ajustar los requerimientos voluntarios porque los mínimos reglamentarios avanzan, es el espíritu de la certificaciones y su relación con los reglamentos. 

Entidades públicas y gremiales avanzan en cambio climático y riesgo sísmico 

Los integrantes de ambos comités han consensuado los énfasis de cada certificación, lo que habla de considerar las posibilidades reales de contar con infraestructura y edificaciones más resilientes a nivel país, basándose tanto en la normativa actual como en los datos entregados por distintos programas y organismos públicos.

Sin duda, lo más valioso de los dos comités activos de la versión CES + Resiliencia: riesgo sísmico y cambio climático es “la participación, el entusiasmo de los miembros que lo conforman y el aporte de conocimiento y de diversas herramientas que actualmente se encuentran en trabajo y desarrollo”, señala María José Ibaceta, secretaria técnica del Instituto de la Construcción, a cargo de estas instancias.

En este contexto, la arquitecta del IC cuenta que “nos hemos dado cuenta que existe una cantidad muy considerable de esfuerzos públicos que convergen en la misma temática de resiliencia, donde este espacio abierto de trabajo técnico nos ha permitido interactuar y complementarnos de forma transversal. Hay mucho trabajo por delante y mucha voluntad en seguir avanzando”. 

Así, entre los avances del Comité de Cambio Climático está la revisión de algunas referencias como el Resilience Leadership Program User Guide (RELi) del USGBC: “hemos tenido unas excelentes presentaciones de parte del David Cabieles y Fabián Bustos del Ministerio de Energía sobre los exploradores de Minenergía y la API de Energías Renovables”, dice Ibaceta. Asimismo, se han visto algunas problemáticas de sobrecalentamiento en edificios con Certificación CES, “los cuales sirven para tener de ejemplo de cómo ha afectado el aumento de temperaturas por el cambio climático. Se han reconocido algunas brechas principalmente en la unificación de datos para reconocer la amenaza de determinado evento climático o en algunos casos, información faltante”, añade.

En tanto, en el grupo de Riesgo Sísmico se han revisado algunas referencias en guías y estándares internacionales relacionados con temáticas de resiliencia y enfocadas en eventos sísmicos. “También se ha revisado el trabajo local que están desarrollando profesionales desde las ingenierías civiles y han llevado a la mesa de trabajo actuales normas que se pueden basar para los requerimientos a confeccionar, tanto para la protección sísmica como elementos no estructurales, diseño por desempeño, entre otros temas”, comenta la profesional del IC.

“Hemos ido consensuando ciertos criterios base de desempeño de las estructuras. Es bien importante coincidir en que debemos considerar ciertos factores en base a la normativa y que estamos socializando entre todos los pares estas definiciones. Efectivamente, están siendo llevadas desde el área estructural, pero efectivamente tienen un concepto detrás relacionado con el desempeño de las estructuras y cómo incorporar las nuevas tecnologías dentro de esos análisis, abordando puntos de certeza respecto de los análisis que se están tratando”, detalla Francisca Pedrasa, presidenta de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE).

En ese sentido, Jorge Carvallo, presidente de la Asociación Chilena de Sismología e Ingeniería Antisísmica (Achisina), detalla que “hemos logrado un relativo consenso en términos de usar los objetivos de desempeños deseados como índice para calificar las estructuras y de acuerdo a esto certificarlas”, por lo que, a su juicio, “se debe dar énfasis a la capacidad que tenemos de diseñar y construir estructuras, para las cuales se puede estimar razonablemente bien cómo será la respuesta ante diferentes sismos”.

Para Pedrasa, el enfoque de AICE para esta certificación es “dar la tranquilidad con que los parámetros que se están utilizando o asignando para ciertos factores de resiliencia tengan antecedentes lo más fidedignos posibles y que estén alineados con el avance normativo que tenemos en Chile y con los requerimientos para los diseños de nuestras estructuras”. La ingeniera hace énfasis en este punto, “porque así como está el CES + Resiliencia, que debería aportar en acelerar procesos de búsqueda de mejoras en los análisis y en la innovación respecto de los cálculos estructurales, también está el hecho de que nuestra normativa nos debería dar herramientas para ese tipo de cosas, por lo que tenemos un gran interés en que este CES + Resiliencia vaya en la línea de lo que estamos incorporando en nuestra normativa y tenemos certeza de que somos capaces de abordar y de definir de buena manera, de modo que los proyectos vean reflejados y sea factible considerar estos aportes y no que sean casos muy específicos y finalmente, esto se transforme solo en un indicador de número y no en un indicador de realidad respecto de la resiliencia de las estructuras”.

Lo que viene

Como señala María José Ibaceta, también “contamos con una sesión de Comité Técnico CES + Resiliencia Ampliado para la presentación de la ‘Metodología Complementaria para la evaluación de riesgos de desastres en proyectos de infraestructura pública’, realizada por Orietta Valdés del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, la cual tiene un componente muy importante en la evaluación de la resiliencia en algunos proyectos de inversión de infraestructura pública, es decir, será un componente muy importante en esta materia, el cual se evaluará para determinada infraestructura pública a partir de este año 2024”, agrega María José Ibaceta.

En ambos comités están participando representantes de entidades públicas y privadas, por lo que “esperamos que en las próximas sesiones de trabajo se integren otros ministerios para trabajar y tener su punto de vista en temas de resiliencia e infraestructura, sobre todo ser una mesa de trabajo para conocer los proyectos que están desarrollando actualmente otras entidades respecto a infraestructura y cambio climático”, anuncia la secretaria técnica.

Por otra parte, se espera tener información unificada para esta futura certificación CES + Resiliencia y estudiar en detalle las metodologías que se pueden aplicar para tener edificaciones más resilientes a nivel país.

“Los próximos pasos son ir desarrollando los requerimientos de los distintos comités técnicos para temas de resiliencia e identificar las asesorías que vamos a necesitar en el corto y largo plazo para desarrollar mejor la herramienta de certificación”, concluye.

Aislación sísmica y sustentabilidad en un edificio universitario

Con un sistema de aislación sísmica que genera una estructura suspendida y una planta fotovoltaica que incluye paneles BIPV, se certificó este 2024 el edificio UTA Industrial Campus Saucache.

A simple vista, dos son los elementos que llaman la atención del edificio de Ingeniería Industrial de la Universidad de Tarapacá, en el Campus Saucache de Arica: los paneles solares de su fachada y los aisladores sísmicos.

Con un nivel destacado y un puntaje de 57, este edificio se certificó en enero de este año, con el diseño arquitectónico de Marsino Arquitectos, el cálculo estructural de Claudio Hinojosa, la asesoría CES de Francisco González, en tanto que el CIAES UCN actuó como Entidad Evaluadora.

“Este edificio se concibe como un prototipo, un módulo repetitivo, resiliente y sustentable. Su diseño de planta libre permite una flexibilidad total de usos. Los volúmenes aislados del primer piso se adaptan fácilmente al programa y al terreno donde se emplacen”, cuenta el arquitecto Francisco González.

El especialista comenta que este la fachada del edificio se ha concebido como un soporte para la generación de energía renovable, incorporando aleros fotovoltaicos y una doble piel de paneles perforados para la protección solar, con un fuerte énfasis en mejorar las condiciones de habitabilidad y confort interior.

“Las amplias superficies vidriadas de la fachada buscan maximizar la iluminación y ventilación natural de los recintos docentes y oficinas, reforzando la relación visual entre los usuarios y el campus”, añade.

En tanto, el núcleo del edificio actúa como un canal de ventilación natural forzada, permitiendo la ventilación cruzada del interior de los recintos y cumpliendo con los requerimientos de ventilación natural. Los pisos 2, 3 y 4 están suspendidos del suelo, mientras que el nivel superior del núcleo vertical de circulación se abre hacia el exterior para lograr el efecto chimenea de ventilación.

“Los sistemas activos del edificio incluyen climatización de expansión directa tipo VRF y unidades interiores tipo cassette en oficinas y laboratorios de computación. Además, se han incorporado artefactos sanitarios de bajo consumo, luminarias eficientes y equipamiento para un manejo adecuado de residuos durante la operación”, especifica González.

La planta fotovoltaica de este edificio consiste en lo diferenciador, como señala el asesor CES, “en paneles fotovoltaicos de última tecnología Bifaciales, PERC, Monocristalinos, de doble vidrio, y sin marcos, que además tienen el grado de “Integración de Fotovoltaica del Edificio” (BIPV, por us siglas en inglés), que no solo hacen un aporte energético al edificio, sino que también les permite ser parte de los elementos constructivos del mismo”.

Como paneles BIPV, en este proyecto se instalaron como aleros del edificio, en cada piso y en las cuatro caras, lo que les permite reducir la cantidad de radiación solar que ingresa por las ventanas y, a su vez, no bloquear totalmente el paso de luz. 

“Los paneles tradicionales tienen una lámina trasera de PVC blanca que no permite que pase la luz ni se vean claramente las celdas; sin embargo, en este proyecto se consideró este panel tipo vidrio-celda-vidrio, que permite pasar la luz entre los espacios que hay entre celda y celda, para que los usuarios tengan cierto grado de luminosidad natural y así también poder visualizar las celdas fotovoltaicas desde el interior del edificio”, detalla el profesional.

Asimismo, el edificio cuenta con un sistema de aislación sísmica generando una estructura suspendida, compuesta por un sistema ortogonal de pilares y vigas que convergen en una base estructural diagonal. 

UTA INDUSTRIAL_CORTE.
UTA INDUSTRIAL_PLANTA TIPO.

Hito: Ingresa proyecto 500, 1° de la Antártica y el 1° piloto de la versión aeropuertos

Se trata del Anteproyecto Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, de 400 metros cuadrados, a cargo de la Dirección de Aeropuertos del MOP.

El 8 de mayo pasado se inscribió en CES el Anteproyecto Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, que marca algunos hitos dentro del sistema de certificación nacional. Por una parte, se convirtió en el proyecto número 500 registrado y, por otra, en el primer proyecto piloto de la versión CES Aeropuertos, actualmente en desarrollo, así como también en el primer proyecto ubicado en la Antártica en iniciar el proceso de certificación con CES.

Teniendo como mandante a la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (MOP), el proyecto fue diseñado por Ferrer y Asociados Ingenieros Consultores S.A., y como asesora CES participa María Luisa del Campo, en tanto que la entidad evaluadora recae en ECOSUSTENTA.

Como señala Walter Kaempfe, jefe del Departamento de Proyectos de la Dirección de Aeropuertos del MOP, “el refugio de pasajeros del aeródromo Teniente Marsh es parte de un trabajo que la Dirección de Aeropuertos del MOP (DAP) ha estado desarrollando e incorporando en los diseños desde 2017. Sin embargo, este proyecto es el primero en ingresar al sistema de evaluación para poder precertificarse”.

Considerando los tiempos que implica la ejecución de un proyecto de estas características, su precertificación se hará mediante piloto de la versión CES Edificios de Uso Público. Mientras tanto, “la DAP está desarrollando en paralelo el estudio básico “Investigación y análisis de parámetros para certificación de proyectos de infraestructura aeroportuaria sustentable”, cuyo objetivo es obtener la herramienta de Certificación CES para Aeropuertos, lo cual está previsto para el año 2025”, asegura. 

De acuerdo a los datos de la licitación publicada en 2022, este proyecto busca el resguardo de los pasajeros en la Base Aérea Teniente Marsh, con una superficie estimada de 400 metros cuadrados, incluyendo sala de embarque de pasajeros, bodega y servicios higiénicos, entre otras áreas.

En ese sentido, este proyecto servirá como la principal puerta de entrada al continente antártico y mejorará considerablemente la conectividad entre la Antártida y el territorio nacional, beneficiando a los funcionarios y a la comunidad en general.

“El proyecto de ampliación y mejoramiento del aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, ubicado en la Antártica chilena, consideró en su desarrollo los requerimientos establecidos en la Certificación Edificio Sustentable (CES), por lo que cumple con todos los requisitos obligatorios establecidos en el manual CES y algunos voluntarios, considerando las condiciones climáticas extremas de la isla Rey Jorge, territorio donde está emplazado este recinto aeroportuario”, comenta Kaempfe.

Dentro de los desarrollos más relevantes están los aislamientos de fachadas ante las adversas temperaturas exteriores, los que contemplan índices de transmitancia térmica corroborados mediante simulaciones. “Cabe destacar que el diseño contempló medidas para que en su futura etapa de construcción, sea un edificio prefabricado e industrializado en el continente, lo que reducirá su huella de carbono y emisión de residuos”, sostiene Walter Kaempfe.

“Desde la administración CES nos alegramos enormemente de estos hitos, por una parte llegar el proyecto inscrito N°500 es fruto del trabajo por más de 8 años en la operación y promoción de CES, y algo que consideramos más relevante, en generar confianza en los procesos de certificación y que éstos lleguen a todas las regiones de Chile, en este caso incluso la Antártica”, dice Hernán Madrid, jefe de CES.

Por otra parte, “que sea el primer piloto para la futura versión CES Aeropuertos nos llena de satisfacción, ya que el trabajo con la Dirección de Aeropuertos MOP ya ha sido muy intenso y gratificante”, añade, complementando que “esperamos seguir cumpliendo hitos para CES este 2024”.