Se precertifica 1° proyecto de CES Edificios Existentes: nuevas oficinas de Volcán

Se precertifica primer proyecto de versión CES Edificios Existentes: nuevas oficinas de Volcán 

Liset Sapaj, jefa del Área de Especificaciones de Volcán, cuenta los detalles del proceso de certificación con esta nueva versión de CES, argumentando que un edificio certificado implica tener gente con una mejor calidad de vida.

En 2023, se inició el proceso del pilotaje de la metodología CES Edificios Existentes con las nuevas oficinas corporativas de la empresa Volcán, ubicadas en Las Condes. Y en septiembre, el proyecto se precertificó con 57 puntos, siendo el primero en avanzar en esta versión. 

Habilitada en la plataforma CES de manera oficial desde 1 de enero del 2023, esta versión tiene como principal objetivo que los edificios existentes realicen un levantamiento de los indicadores de consumo energético, agua y de calidad del ambiente interior, de al menos un año previo a las renovaciones, para posteriormente proponer mejoras en post de la eficiencia energética, eficiencia hídrica y confort interior.

Liset Sapaj, jefa del Área de Especificaciones, cuenta que “este proceso fue un aprendizaje en el desarrollo, construcción y habilitación de traslado de las oficinas de Volcán a un edificio que se necesitaba acondicionar para los requerimientos de la compañía”. 

Como especifica la profesional, el cambio se produjo a un edificio con décadas de existencia, donde el proyecto contemplaba un piso completo. “El diseño consideró desafíos de cambios más profundos en la forma de trabajar, apuntando al trabajo en equipo con espacios comunes que entreguen mayor relacionamiento entre áreas y permitan flexibilidad espacial. Estos cambios, debieron equilibrarse con el cumplimiento de aspectos para la certificación CES, como la ventilación y la iluminación de las distintas áreas, para tener las mejores condiciones de habitabilidad en este edificio existente. Asimismo, se consideró soluciones constructivas Volcán para el acondicionamiento acústico y lograr mayor confort interior”, detalla.

En ese sentido, para la evaluación de factibilidad de certificación, se revisaron aspectos como Calidad del ambiente interior, temas relacionados con energía, agua y residuos, además de evaluar el manejo de residuos en la construcción. “Todo lo anterior se alinea con el propósito de Volcán de generar un VIVIR MEJOR, para nuestros colaboradores”, precisa Sapag.

La jefa del Área de Especificaciones cree que lo más complejo del proceso fue contar con el seguimiento de las gestiones realizadas por la constructora en documentación vigente respecto a facturación y porcentaje de costos asociados a cada partida. “Además de este punto es relevante destacar que un proceso de certificación para la habilitación de espacios implica contar con facilidades de obtención de información del edificio construido y sus instalaciones globales, como son manejadoras de aire, flujos de residuos, año y proceso de construcción”, sostiene la arquitecta.

Por otra parte, desde el diseño del proyecto, se pensó en que tuviera énfasis en temas de sostenibilidad con una certificación CES, de manera de abordar los requerimientos lo más tempranamente posible. “Dado lo anterior, los cambios en ajustes del diseño inicial fueron mínimos”, comenta.

“Por eso nos parece importante que los arquitectos de habilitación tengan la información de si el proyecto se enfocará en certificación, cuál es y cuáles son las temáticas para evaluar. Eso focaliza mucho mejor el resultado”, aconseja.

Al ser Volcán una de las empresas del sector que sobresale en avances en sustentabilidad, surge la pregunta de si es recomendable que otras compañías se sumen a CES Edificios Existentes. Frente a ello, Liset Sapaj responde: “Nos parece muy relevante que se incorpore esta categoría al mercado, de manera de impulsar una mejor calidad en los proyectos de habilitación. Existen en desarrollo muchos proyectos de este tipo, tanto de torres de RENTA de oficinas, como áreas comerciales y otras. Recomendamos que la industria incorpore esta certificación para reflejar el buen construir para mejorar la calidad de los ambientes interiores para disminuir consumos y mejorar los espacios de trabajo”.

Y es que como ella relata, “un edificio certificado implica tener gente con una mejor calidad de vida en su interior y aportar al bienestar de todas las personas con un menor consumo energético y una contribución a la carbono neutralidad”.

Detalles técnicos

Para demostrar mejoras y obtener puntaje en la categoría de energía, Volcán optó por presentar boletas de consumo energético durante el último año de operación del piso renovado, obteniendo un 47% de ahorro en comparación con una tabla de referencia establecida a partir de información levantada por el Ministerio de Energía a través de su programa Gestiona Energía y complementada por una adaptación desde el Código Técnico Español (CTE).

La categoría CAI: Calidad del ambiente interior, se abordó, principalmente, por medio de un estudio de la calidad del aire interior de los recintos regularmente ocupados midiendo la concentración de CO2, considerando que el piso habilitado incluye ventilación natural y mecánica. 

En agua se obtuvo 43% de ahorro en lts/año de consumo por griferías y artefactos. 

Respecto de la gestión de residuos en operación, se propuso como estrategia separar todos los residuos reciclables como papeles y cartones, plásticos reciclables, metales y latas, vidrios, cartón para bebidas, residuos electrónicos y buscar un destino apropiada para desechos peligrosos (pilas, ampolletas y otros). 

En innovación, el proyecto presentó un paisajismo interior, con 12 m2 de área verde específicamente en el área de acceso-atención al cliente y área de estar-café, recintos que se orientan al norte. Con el fin de generar una atmósfera óptima y natural, aportando una mejor oxigenación y un balance de la humedad interior. Además, se aprovechó está área dando prioridad al confort visual y térmico a los ocupantes, donde la luz natural presenta una mayor sobre iluminación dejando esta zona como un lugar no óptimo para instalar estaciones de trabajo.

CES celebra 10 años del primer edificio certificado: la CChC Osorno

Con la conmemoración de los 10 años del primer edificio certificado CES, en la CChC de Osorno, la Certificación Edificio Sustentable inició las actividades de celebración del décimo aniversario de esta herramienta nacional.

El equipo de CES, liderado por su presidente Ricardo Fernández, más Hernán Madrid y Romy Luckeheide, acompañados de Marisol Cortéz, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Chilena de la Construcción, y María José Cobo, coordinadora de Proyectos de la CDT, conmemoraron en Osorno el décimo aniversario desde la Certificación CES de las oficinas regionales del gremio de la construcción. Éstas se convirtió en la primera edificación en el país en recibir la condecoración en diciembre del 2014 y como explicó en el evento, Ricardo Fernández, presidente de la Certificación Edificio Sustentable (CES), el sello busca “evidenciar las buenas prácticas en cuanto a acondicionamiento temas de manejo de residuos, acondicionamiento térmico, condiciones acústicas, entre otras” de las construcciones públicas y privadas.

“Hemos celebrado los 10 años de certificación de este edificio, lo que también marca el hito del inicio de los festejos de los 10 años de CES, que ha traído muchos beneficios al país, una eficiencia energética, un menor uso el agua, menores residuos, pero sobre todo ,mejores condiciones de vida para los usuarios de la edificación y certificada”, precisó Fernández.

En el evento también participaron autoridades locales y gremiales, como el alcalde electo Jaime Bertín, el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Francisco Dumay; y actores claves del sector privado, ciudadano y académico.

El edificio, diseñado por Scheel Arquitectos y construido por Constructora Denco, obtuvo la certificación el 24 de diciembre de 2014. Fernández resaltó la importancia de los proyectos sustentables en el país, agregando que aunque las reglamentaciones son obligatorias, las certificaciones son voluntarias. Felipe Pavez, presidente de la CChC Osorno, comentó sobre la importancia del hito para la comuna y la región. “Nosotros fuimos el primer piloto que se hizo a nivel nacional y que se logró después de un trabajo mancomunado entre los socios de la Cámara, el mundo privado y el mundo público”.

Por su parte, Ronald Scheel, expresidente de la CChC Osorno, valoró la Certificación de Edificio Sustentable, conocida tanto en el país como en Sudamérica. “Este es un ejemplo para la comunidad, sobre cómo hoy las edificaciones pueden cumplir con ciertos estándares, que le ayuden y le permitan a sus usuarios tener una mejor experiencia al interior de ellos, al margen de los ahorros de energía y los aprovechamientos, como sol y ventilación natural existentes”, resumió.

Marisol Cortéz, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la CChC, discutió la importancia de las certificaciones de sostenibilidad, específicamente CES, celebrado en la ceremonia. “Este sello busca cumplir con compromisos internacionales como el Acuerdo Escazú y el Tratado de París, promoviendo una menor huella de carbono y ciudades más sostenibles. A diferencia de certificaciones como LEED, el CES se adapta mejor a las condiciones sísmicas y climáticas de Chile”, comentó.

La presidenta de la Comisión de Medio Ambiente CChC añadió que “por supuesto que no solamente tenemos que ir a los edificios públicos, sino también a otros que son particulares, que también tienen que ser certificados bajo el paraguas de que la sostenibilidad antiguamente la veíamos en el área social y en lo económico y hoy pasa a ser preponderante el tema medioambiental para completar este círculo de la sostenibilidad y seguir empujándolo para darle calidad de vida a todos nuestros compatriotas”.

En tanto, Hernán Madrid, jefe de CES, recordó y valoró la visión del equipo de la CChC que impulsó la certificación de este edificio de la Cámara, que lo llevó a ser el primero en Chile en contar con el sello CES.

Se lanzó Red de Economía Circular de la Construcción

El proyecto financiado por el BID y liderado por una alianza público-privada, busca implementar un modelo territorial escalable que fomente la valorización de residuos, la innovación circular y la inversión verde en el sector construcción, impulsando la sostenibilidad y el desarrollo económico en Chile.

En un esfuerzo sin precedentes por avanzar hacia la sostenibilidad y la valorización de recursos en el sector construcción, este martes 17 de diciembre se llevó a cabo el lanzamiento oficial del proyecto Red de Economía Circular de la Construcción (RED-ECC). El evento se realizó en el histórico Palacio Pereira en Santiago y contó con la presencia de autoridades clave del ámbito público y privado, además de líderes de la industria y actores estratégicos del territorio.

La iniciativa, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y seleccionada entre 162 propuestas en Latinoamérica y el Caribe, tiene como objetivo diseñar un modelo territorial que permita implementar una red circular en la construcción escalable en nuestro país. Esta red busca fomentar la valorización de residuos, el encadenamiento productivo y la simbiosis industrial, habilitando inversiones verdes y promoviendo compras sustentables.

Florencia Attademo-Hirt, representante del Grupo BID en Chile, cree que es fundamental que Chile continúe avanzando en economía circular, dado que “sólo 1% de los productos que usamos en América Latina y el Caribe se reciclan o reutilizan, es decir, somos mayormente una economía lineal, por lo que una red como esta crea los incentivos correctos, trabaja en los componentes habilitantes, en un plan de acción para ir quebrando ese paradigma y pensando que cada producto que cumple con su vida útil se puede reutilizar y darle un nuevo uso”.

El proyecto surge gracias a una alianza público-privada integrada por: Construye2025, Corfo, el Gobierno de Santiago, la CDT y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), lo que para José Miguel Benavente, vicepresidente ejecutivo de Corfo, es muy valioso.

“Fomentar a un sector tremendamente importante, ya que ha estado un poco deprimido este último tiempo, pero que es muy intensivo en mano de obra, desde el punto de vista de la política pública es clave”, precisó. También ve un valor importante en esta iniciativa que crea una oportunidad de “generar estos círculos virtuosos que tienen relación con el reciclaje y otro tipo de iniciativas, incorporando partes y desechos del sector, para generar oportunidades de negocios para terceros que produzcan, no solamente un valor económico, sino también y, a través del empleo y de la inversión, un valor social y particularmente medioambiental”.

Algo que justamente valora Conrad von Igel, gerente de Innovación y Sostenibilidad de la Cámara Chilena de la Construcción, entidad que ve muy importante impulsar esta red, ya que “para poder facilitar el surgimiento de productos, de soluciones, que puedan ser utilizados por las constructoras, las inmobiliarias, ser incorporados en los diseños, necesitamos que exista un ecosistema rico, que crezca, que escale, que pueda proveer soluciones de simple implementación y utilización por parte del sector”. 

Por otra parte, José Miguel Benavente destaca el trabajo en red, puesto que “cada uno de los actores no puede trabajar en forma aislada. Aquí hay mecanismos de coordinación y tener una red como un espacio de coordinación de estas iniciativas es tremendamente relevante, en la cual como Corfo hemos estado apoyando y vamos a seguir apoyando”.

En ese sentido, Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025, confirma que la articulación y la colaboración entre públicos y privados es fundamental: “estoy segura de que, en conjunto, vamos a poder movilizar a la industria a dar pasos relevantes en la creación de esta red de economía circular en la construcción, que nos permitirá transformar la gran cantidad de residuos que se generan en recursos que pueden ayudar a la sostenibilidad en el mediano y en el largo plazo en nuestro país”.

“Generar una red circular en la región Metropolitana puede ser el inicio de una tremenda oportunidad a nivel país y para todo el sector, en general, para poder trabajar en la circularidad”, opinó Carlos López, gerente general de la CDT.

Los dolores del sector

Como señaló Mauricio Fabry, jefe del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Santiago, uno de los dolores más grandes de la región Metropolitana está en los vertederos ilegales y los microvertederos. “Tenemos más de 50 vertederos de más de una hectárea y el 80% de los materiales son residuos de la construcción y demolición, por lo que como Gobierno de Santiago, estamos muy interesados, no solamente en combatirlo, ya hemos cerrado seis de ellos, sino que también en que esto no se siga produciendo”, enfatizó.

Por ello, Fabry calificó la creación de esta alianza como un hecho tremendamente innovador, puesto que les ayudará a “desarrollar distintas herramientas de gobernanza, de innovación y de implementación, para que nos permitan valorizar los residuos de la construcción, es decir, que estos puedan ser reutilizados o reciclados”.

Para Marisol Cortez, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Chilena en la Construcción, esta Red de Economía Circular de la Construcción, equivale a un avance más para la industria y se suma a iniciativas como “el mapa de Economía Circular, con empresas que prestan servicios y ofrecen insumos; los Acuerdos de Producción Limpia; el Reto Economía Circular, entre otras. Además, cree que la evolución natural de la circularidad en el sector pasa por “los lugares de valorización, para que podamos tener integrados esos materiales y de verdad estos residuos los podamos convertir en materia prima, pero es una colaboración en forma permanente público-privada y la idea es poder generar confianza y seguir trabajando cada vez más fuerte, para que esto se pueda convertir en una realidad, sobre todo en nuestra región Metropolitana”.

Resultados esperados

El lanzamiento de la RED-ECC sienta las bases para una transformación estructural en la industria de la construcción, con impactos positivos en el medioambiente, la economía y la productividad del sector. Se espera generar sinergias entre obras, centros de producción y el territorio, fortaleciendo así las capacidades locales para la oferta de productos y servicios de valorización de residuos, promoviendo un modelo replicable a nivel regional y nacional.

Los componentes del proyecto son:

  1. Modelo de Gobernanza Territorial: Una estructura que garantizará la articulación entre actores y la sostenibilidad del proyecto a largo plazo.
  2. Gestión de Oferta y Demanda de Recursos: Metodologías para la valorización de residuos de construcción y demolición (RCD), fomentando su reutilización y reciclaje.
  3. Inversión y Operación: Desarrollo de proyectos piloto e identificación de incentivos y financiamiento para habilitar instalaciones de valorización.
  4. Innovación Circular: Promoción de tecnologías, modelos de negocio y soluciones innovadoras en la gestión de recursos.
  5. Medidas Habilitantes: Propuestas concretas para superar barreras normativas y promover inversiones circulares.

Para conocer más sobre la iniciativa, puedes escanear el siguiente QR:

Lanzan Manual de Reducción de residuos de construcción y demolición

Como una nueva herramienta del Compromiso PRO de la Cámara Chilena de la Construcción, se presentó este documento que busca ofrecer una guía que permita a las empresas de los distintos ámbitos de la cadena de valor implementar acciones concretas que reduzcan el impacto ambiental de sus operaciones y contribuyan a un desarrollo más sostenible.

El pasado jueves 21 de noviembre, se realizó el lanzamiento del Manual de Reducción de residuos de construcción y demolición (RCD), documento cuya elaboración fue liderada por CDT en el marco del Compromiso PRO de la Cámara Chilena de la Construcción, en colaboración con Reduciclo. 

El proyecto contempló varias etapas, comenzando con un levantamiento de necesidades relacionadas con la reducción de RCD, seguido del desarrollo del contenido y diseño del manual, validando constantemente la información y la estructura a través de reuniones periódicas con el comité técnico integrado por las empresas coautoras para finalizar con el lanzamiento que se llevó a cabo en el Auditorio del edificio CChC, ubicado en la comuna de Las Condes.

Según se detalla en el documento, su objetivo general es proveer directrices para implementar buenas prácticas que reduzcan los Residuos de Construcción y Demolición (RCD), buscando minimizar los residuos en todas las etapas del proyecto, desde el diseño hasta la ejecución, promoviendo la prevención, reducción y la reutilización de residuos y/o materiales.

“Este Manual es una nueva herramienta de nuestro Compromiso PRO, desarrollado con la participación de empresas socias, lo que le da un sentido de realidad: cómo de verdad ponemos en práctica estas herramientas, hacen sentido y cómo son aplicables. Siempre debemos tener una alianza entre lo público, privado y la academia, para poder construir entre todos”, señaló Marisol Cortez, presidenta de la Comisión de Medioambiente CChC, durante sus palabras de bienvenida, agregando que con este manual se espera ofrecer una guía práctica que permita a las empresas de distintos ámbitos de la cadena de valor, implementar acciones concretas que reduzcan el impacto ambiental de sus operaciones, contribuyendo a un desarrollo más sostenible.

El manual fue posible gracias a la colaboración y participación activa de las empresas: Ebco, RVC, Constructora García, Devisa, Flesan, Euro, Empresas Socovesa, Regemac y CTEC, que validaron el contenido de las secciones, las estrategias propuestas y el formato del documento, además de realizar estrategias piloto en sus proyectos de construcción.

Sobre el Manual

Tras las palabras de Cortez, fue el turno de María José Cobo, coordinadora de proyectos de CDT, quien habló sobre la mirada de sostenibilidad de la CChC, que se materializa en los 7 pilares de sostenibilidad del Compromiso PRO y cómo esta nueva herramienta se alinea con el pilar de medio ambiente. Luego explicó el proceso de desarrollo de la herramienta y la división del Manual que se compone de tres tomos: Diseño, Planificación y Ejecución.

Posteriormente, subió al escenario Lucas Bracho, CEO de Reduciclo, que explicó los objetivos del manual y abordó en detalle los tomos del mismo. “Cada uno en específico, contiene tres cosas: estrategias de cómo reducir, formas de medir y generar indicadores con esas estrategias y capacitación y comunicación”, señaló.

En cuanto al primero de ellos, sobre Diseño, se explicó que tiene como objetivo proporcionar estrategias para integrar prácticas de prevención, reducción y reutilización de residuos desde el diseño inicial de los proyectos de construcción. Las decisiones tomadas durante la fase de diseño de un proyecto tienen un impacto duradero en la cantidad de residuos generados y en la sostenibilidad del mismo. Dentro de las estrategias de este tomo se incluyen: atributos circulares en la selección de materiales, cómo reducir mediante la industrialización de las actividades, optimización en el uso e instalación de materiales y análisis de estructuras pre existentes.

Presentando un caso de éxito de estas estrategias, Hernán Farías, supervisor de Salud, Seguridad y Medio Ambiente de Euro, abordó aquella relacionada a cómo reducir mediante industrialización. En la oportunidad, Farías contó sobre la incidencia en la reducción de residuos en la implementación de encofrado monolítico, lo que trajo como beneficios: una disminución de reprocesos en la generación de hormigón, se dejó de generar entre 0,4 y 0,6 m³ de residuo por pulido y descarachado, se dejó de generar 81 m³ de residuos de madera usados en encintado y huinchas de sacrificio, así como un control de mejor manera en protocolo PREXOR. También se habló sobre la implementación de acero predimensionado en fábrica, cuyos beneficios incluían: disminución de la pérdida del fierro (de un 8% a un 2%), disminución de probabilidad de error en la geometría de los elementos y, al presentarse las cargas listas para su instalación, se elimina el ruido por corte, eliminando el riesgo de incidentes por máquina de doblado. Por último, se mencionó la implementación de prefabricado de tabique yeso cartón, que trajo como beneficios: una disminución de la pérdida de residuos de tabiquería del 24 al 2%, así como una optimización de los tiempos de instalación y reducción de residuos generados por tabiquería.

En cuanto al Tomo II: Planificación, tiene por objetivo proporcionar estrategias para integrar prácticas de prevención, reducción y reutilización de residuos desde la etapa de planificación de los proyectos de construcción. Según explicó Bracho, entre las estrategias para este tomo, se encuentran: identificación de elementos de trabajo reutilizables, integración temprana de colaboradores, comunicación de iniciativas de reducción de RCD, instalación de faena: consejos de optimización y planificación de la deconstrucción.

Para presentar un caso de éxito de estas estrategias, Camila Fuenzalida, jefa de Sostenibilidad de Ebco, habló sobre identificación de elementos de trabajo reutilizables e instalación de faenas y consejos de optimización. Durante su presentación, Fuenzalida explicó que abordaron cuatro iniciativas: búsqueda de materiales en buen estado (donde lo importante era revisar recursos disponibles antes de comprar nuevos), elementos reutilizables (soluciones modulares desarmables para volver a usar), residuos como recursos y sistemas de control para maximizar el uso de los equipos propios y en arriendo.

Por último, el Tomo III: Ejecución, tiene como objetivo proporcionar estrategias para integrar prácticas de prevención, reducción y reutilización de residuos desde la etapa de ejecución de los proyectos de construcción. De acuerdo a Bracho, entre las estrategias para este tomo, se encuentran: almacenamiento y transporte de materiales eficiente, verificación de la adecuada entrega, conservación de elementos reutilizables y metodología de reutilización de residuos in situ.

La presentación del caso de éxito estuvo a cargo de Priscilla Quintana, subgerenta de Prevención de riesgos de RVC, quien se refirió a las estrategias centradas en almacenamiento y transporte de materiales eficiente y en la verificación de la adecuada entrega y recepción de materiales. Para reducir las pérdidas relacionadas con la primera, Quintana explicó que en RVC implementaron acciones como: chequeo de almacenamiento de material, uso de racks, utilización de maquinaria para la carga y descarga, bodegas techadas, optimización de planchas de yeso cartón (modulación) y recuperación de retazos, sistema FIFO y baja rotación de personal, plataformas digitales (IConstruye, ON!Track y Prevn) y revisión de inventario general. En cuanto a la estrategia de verificación de adecuada entrega de materiales, señaló que algunos puntos clave para lograrlo eran: definir criterios de calidad claros, implementar procedimientos de inspección y recepción, realizar auditorías y revisiones periódicas e implementar procedimientos de manejo de hallazgos.

Terminadas las exposiciones, se dio paso a un conversatorio moderado por Katherine Martínez, líder de Sostenibilidad ambiental de CDT, donde tanto el público asistente al evento, como aquellos que seguían la transmisión vía ZOOM, podían realizar sus consultas a los expositores. 

Para conocer todo el detalle del Manual de Reducción de residuos de construcción y demolición (RCD), puedes descargarlo aquí: 

https://www.compromisopro.cl/herramientas

CChC Osorno celebra 10 años de sus oficinas certificadas

Ricardo Fernández, presidente de Certificación Edificio Sustentable (CES), participó de la actividad, destacando al gremio local por ser pioneros en sustentabilidad, al lograr tener el primer edificio sustentable de Chile También asistió el alcalde electo, Jaime Bertin.

La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Osorno conmemoró el décimo aniversario desde su Certificación como Edificio Sustentable (CES). Las oficinas del gremio de la construcción fueron la primera edificación en el país en recibir la condecoración en diciembre del 2014 y como explicó en el evento, Ricardo Fernández, presidente de la Certificación Edificio Sustentable (CES) el sello busca “evidenciar las buenas prácticas en cuanto a acondicionamiento en temas de manejo de residuos, acondicionamiento térmico, condiciones acústicas, entre otras” de las construcciones públicas y privadas.

En el evento participaron autoridades locales y gremiales, como el alcalde electo Jaime Bertín, el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Francisco Dumay; y actores claves del sector privado, ciudadano y académico.

El edificio, diseñado por Scheel Arquitectos y construido por Constructora Denco, obtuvo la certificación el 24 de diciembre de 2014. Fernández resaltó la importancia de los proyectos sustentables en el país, agregando que aunque las reglamentaciones son obligatorias, las certificaciones son voluntarias. Felipe Pavez, presidente de la CChC Osorno, comentó sobre la importancia del hito para la comuna y la región. “Nosotros fuimos el primer piloto que se hizo a nivel nacional y que se logró después de un trabajo mancomunado entre los socios de la Cámara, el mundo privado y el mundo público”.

Por su parte, Scheel valoró la Certificación de Edificio Sustentable, valorada tanto en el país como en Sudamérica.

Marisol Cortés, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, discutió la importancia de las certificaciones de sostenibilidad, específicamente el sello CES, celebrado en la ceremonia. “Este sello busca cumplir con compromisos internacionales como el Acuerdo Escazú y el Tratado de París, promoviendo una menor huella de carbono y ciudades más sostenibles. A diferencia de certificaciones como LEED, el CES se adapta mejor a las condiciones sísmicas y climáticas de Chile”, cerró.

En tanto, Hernán Madrid, jefe de CES, recordó y valoró la visión del equipo de la CChC que impulsó la certificación de este edificio de la Cámara, que lo llevó a ser el primero en Chile en contar con el sello CES. 

CES trabaja para equiparar el sistema con los cambios a la Reglamentación Térmica 

A través de especialistas del Comité Directivo, las Entidades Evaluadores y Asesores CES, se inició el trabajo que le permitirá adecuar los requerimientos a la actualización de la Reglamentación Térmica, que será obligatoria a partir del próximo año.

La actualización de la Reglamentación Térmica ha traído una serie de modificaciones en distintos ámbitos. De hecho, el equipo de Certificación Edificio Sustentable ya trabaja en un Comité Técnico que “responde a la necesidad de revisar, evaluar e incorporar los impactos que tiene la actualización de la ordenanza en los aspectos de la reglamentación térmica, que incluye un alcance para edificios de uso educación, salud y hoteles”, según cuenta Hernán Madrid, jefe de CES.

A esta instancia están convocados actores de distintas instituciones relevantes. Por ejemplo, desde el Comité Directivo CES, han estado participando la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, el Colegio de Arquitectos, y desde los Comités Consultivos, los ministerios de Salud, Educación, Desarrollo Social y el ChileGBC más la Dirección de Aeropuertos del MOP, representantes de las Entidades Evaluadoras activas y asesores CES. 

“Hemos tenido entre 20 y 25 participantes en cada sesión y prevemos que este comité será acotado en su desarrollo, porque tiene que abordar aspectos específicos, y una vez que se cubra eso, el Comité termina su función al entregar los lineamientos y los ajustes de los requerimientos que tendremos en virtud de la Ordenanza de Urbanismo y Construcciones (OGUC) que entra en vigor el próximo año”, comenta Madrid.

Así, se han detectado diferencias en puntos como la zonificación térmica, el requerimiento mínimo para la envolvente, ventilaciones, condensación e infiltración de aire, elementos que requieren ser ajustados dentro del modelo de certificación, para que esté en sintonía con la nueva reglamentación térmica que se incluye en la OGUC.

“Dentro de los objetivos principales ha sido poder acordar con el comité técnico qué haremos con respecto a un primer punto que es la zonificación térmica y/o climática que usamos actualmente en CES. Un segundo punto es respecto a los requerimientos mínimos de la envolvente, que será una exigencia sólo para salud, educación y hoteles, y si eso es o no extensible a otros usos de edificios que se están actualmente certificando. Un tercer punto es las condiciones de ventilación que se incorporan, un cuarto punto está asociado a las condiciones de evaluación de condensación y un quinto punto está relacionado con infiltración de aire, que será uno de los cambios más importantes del sistema de certificación para adecuarse a lo que exigirá la ordenanza”, explica el ingeniero.

Hasta el momento, el Comité ha tenido cinco sesiones, y los principales acuerdos han sido: primero, respecto a la zonificación térmica versus climática, con el acuerdo de cambiar el uso de todos los sistemas de certificación de las actuales zonas climáticas a las zonas térmicas. “Esto es un acuerdo preliminar, porque Ministerio de Obras Públicas pidió la opción de presentar algún estudio adicional que permita reevaluar la consideración de las zonas climáticas, pero en principio el acuerdo es que lo cambien a las zonas térmicas”, añade Madrid.

Y un segundo acuerdo tiene que ver con el requerimiento mínimo obligatorio que la Ordenanza establece para la envolvente de los edificios, que aplica únicamente a salud, educación y hoteles. “En ese sentido, el acuerdo ha sido que hagamos extensivos los requerimientos a todos los usos de edificios, considerando que, por supuesto salud, educación y hoteles es obligatorio, y para los otros usos que no es obligatorio, la exigencia se transforme en que usemos esos valores de referencia para el modelo de simulación dinámica de demanda, consumo de energía y también confort térmico pasivo, y el requerimiento obligatorio sea una pequeña reducción respecto a ese modelo con esas condiciones, y la estructura del requerimiento que se mantenga igual a la que tenemos hasta al día de hoy. Esos niveles, vamos a tener que ajustarlos y, probablemente, tengamos que hacer un estudio para definirlos”, comenta el jefe de CES.

En términos de condensación, el acuerdo fue en que ésta será la mínima reglamentaria para salud, educación y hoteles, que solicitará la Ordenanza, pero también hacerlo extensible para cualquier tipo de edificio que tenga aislación por el interior y para el caso de uso deportes y, particularmente, en el caso de las piscinas temperadas. 

De esta manera, se espera que este comité técnico finalice a más tardar en enero de 2025.

Chile avanza hacia la certificación sostenible en infraestructura aeroportuaria

Representantes de diversas instituciones se reunieron en el segundo Comité Consultivo del Estudio Básico “INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE PARÁMETROS PARA CERTIFICACIÓN DE PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA AEROPORTUARIA SUSTENTABLE”, para evaluar avances y compartir perspectivas sobre cómo integrar prácticas sostenibles en el diseño, construcción y operación de los aeropuertos en Chile.

En un esfuerzo por posicionarse como referente en sustentabilidad aeroportuaria, la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas (DAP MOP) lidera un innovador estudio que busca sentar las bases para la versión específica CES Aeropuertos que aborde una infraestructura sostenible. Este proyecto es desarrollado en conjunto con diversas entidades públicas, privadas y académicas, marcando un hito en el desarrollo sustentable del país.

Durante el segundo Comité Consultivo del Estudio Básico “INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS DE PARÁMETROS PARA CERTIFICACIÓN DE PROYECTOS DE INFRAESTRUCTURA AEROPORTUARIA SUSTENTABLE”, expertos y representantes de distintas instituciones evaluaron avances y compartieron perspectivas sobre cómo integrar prácticas sostenibles en el diseño, construcción y operación de los aeropuertos en Chile. Las presentaciones estuvieron a cargo de la arquitecta Martita Molina, inspectora fiscal del Estudio de la Dirección de la DAP MOP, y de María Luisa Del Campo, asesora CES.

Martita Molina y María Luisa del Campo.

“Estamos muy contentos de haber realizado este segundo comité consultivo con una amplia participación y muchas consultas. Este estudio aborda distintas visiones, no solo de la Dirección de Aeropuertos, sino también de otras áreas del MOP y del sector privado. Es un paso clave hacia la certificación sostenible que esperamos concretar el próximo año”, destacó Martita Molina.

El proyecto no solo busca implementar medidas de eficiencia energética e infraestructura verde, sino también establecer una certificación que posicione a Chile como líder en prácticas sustentables a nivel regional. Según Margarita Cordaro, vicepresidenta de CES y representante del MOP, “generar una certificación aeroportuaria representa un avance increíble para Chile. Este trabajo, que reúne tecnología y la colaboración de especialistas, academia e instituciones públicas y privadas, marca un punto de partida en una especialidad maravillosa. Aunque aún queda camino por recorrer, lo logrado hasta ahora es una contribución significativa al desarrollo sustentable”.

Por su parte, el sector privado también ha jugado un rol crucial en este proceso. John Rathkamp, gerente de Sustentabilidad de Nuevo Pudahuel S.A., destacó los esfuerzos realizados para reducir el impacto ambiental de las operaciones aeroportuarias: “Estamos comprometidos con avanzar en la sustentabilidad del aeropuerto, no sólo entregando infraestructura de calidad, sino también reduciendo el impacto ambiental. Medidas como eficiencia energética, uso de energía verde certificada y puentes de embarque sustentables son parte de este esfuerzo por un futuro más sostenible”.

La importancia de este trabajo radica en su capacidad para incorporar innovaciones claves en el diseño y la operación de aeropuertos, como explicó Evelyn Reid, jefa de Edificación y Planes Maestros de la Dirección de Aeropuertos. “Este estudio nos permite integrar temas actuales de sustentabilidad como huella de carbono, net zero e infraestructura verde y azul. Estamos explorando nuevas soluciones que nos ayudarán a mejorar nuestros diseños y medir los avances en sostenibilidad, algo fundamental para el desarrollo de mejores proyectos aeroportuarios”, afirmó.

Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, participó de esta instancia y comentó que “para el programa es muy importante la certificación CES Aeropuertos, y la inclusión de la economía circular en las certificaciones. Hay muchas oportunidades en la inclusión de materiales con atributos sustentables, como lo son los áridos reciclados y artificiales”.

De esta manera, el estudio continúa avanzando y se espera que en el próximo comité consultivo se consoliden más detalles sobre esta herramienta de certificación, que podría posicionar a Chile como líder en infraestructura sostenible en la región.

Enrique Browne: “Las plantas, los parques y plazas no pasan de moda”

La entrega del galardón que lo distingue como Profesional Destacados en los Premio CES 2024, nos permitió tener una conversación con el también Premio Nacional de Arquitectura (2010) y conocer de cerca algunos instantes clave de su carrera, en la que sobresale el icónico edificio Consorcio.

No solo los edificios protagonizaron la ceremonia de entrega de los Premios CES 2024. También hubo espacio para reconocer el trabajo de profesionales destacados por su aporte a la construcción sustentable en el país. Una de las distinciones recayó en el arquitecto y Máster en Planificación Urbana, Enrique Browne.

Dado que el arquitecto no pudo estar presente en la ceremonia, tuvo la gentileza de recibir a una delegación de CES en su propia oficina, ocasión en que se hizo entrega del premio. Lo recibió feliz y emocionado, más aún sabiendo que se trató de un veredicto unánime del Directorio CES.

La entrega del premio fue precedida de una amena conversación, en la que contó algunos detalles de su trayectoria a Paola Molina, Past President; Hernán Madrid, jefe de CES, y Romy Luckeheide, arquitecta de CES. Después de obtener el título de arquitecto y el Máster en Planificación Urbana con distinción en la PUC, continuó estudiando en Estados Unidos, ganó becas en la misma PUC, en la Fundación Ford, en la del Social Science Research Council y en la prestigiosa Guggenheim Foundation

Su carrera le ha significado numerosos premios. En 2009, la Unión de Facultades de Arquitectura de Latinoamérica (UDEFAL) lo distinguió como el Principal Referente de la Arquitectura Sustentable. El mismo año obtuvo el Premio Bicentenario por el Edificio Consorcio, ubicado en Santiago y reconocido por sus alcances bioclimáticos que mejoran la calidad de vida de los usuarios, aportan a la eficiencia energética y a disminuir la sensación de isla de calor. En 2010 recibió el Premio Nacional de Arquitectura, mientras que en el 2011 obtuvo el Premio Nacional a la Innovación Avonni.

En Chile, ha sido precursor del concepto de la doble piel vegetal, y es autor de emblemáticas obras, como el mencionado Edificio Consorcio, la Casa Caracola, la Iglesia Colegio Villa María, Sonda y las Oficinas Pioneer, entre muchas otras. Ha ejercido su vida profesional enfocado en aportar al entorno ambiental y social, con el que a través de sus obras logró una valorada interacción y resultado, siendo un aporte indiscutible no solo para los usuarios de sus edificios sino también para su entorno, la ciudad. 

“Hay dos libros, porque gracias a Dios los proyectos han sido bien publicados, en los que yo nada tengo que ver y que mencionan al edificio Consorcio como el primer edificio en el mundo en tener doble piel verde en altura”, relata, mientras muestra uno de los libros que menciona y que fueron editados por el Center for Buildings Habitats.

Llama la atención ver cómo la naturaleza se apropió del edificio de manera natural, formando un ecosistema.

Claro,  y tiene el beneficio de que funcionan (las plantas) de acuerdo con las estaciones, según si necesita luz, aire… Y otra cosa buena es que, a diferencia de edificios en que el verde es pegado al muro, en los que la persona de adentro no ve nada; en el Consorcio sí se ve el verde, eso me parece muy importante.

Y ha sido objeto de estudio. Desde el Laboratorio de Bioclimática de la Universidad Central, los alumnos iban a hacer mediciones y encuestas de la calidad de vida y salía muy bien evaluado.

La gente, gracias a Dios, lo quiere mucho; y eso me encanta. La felicidad más grande es que el cliente quede satisfecho, es como un cocinero que le da comida a gente y pucha, que queden contentos, que los comensales después te digan “oye, millón, de gracias, estaba delicioso”. 

Se ha transformado en ícono de Consorcio en cuanto a compañía.

Claro, es como el logo del edificio.

Enrique, y esta información usted la estudió, la investigó, se capacitó… ¿Cómo recibe está información y de manera tan temprana a nivel mundial?

(El arquitecto saca un libro, en este caso de su propia autoría, para ir repasando distintos proyectos en los que ha participado) Proyecté un edificio verde con 60 o 70 pisos de altura, con plazas adentro, y tenía agua, y los departamentos eran como casas, tenían árboles… Después seguí con las casas Parrones, los parrones eran estos, mira… y después este fue el primero que hice con doble piel. Hice estas pérgolas, son todas de circulación vertical en un eje, entra el sol por arriba, cae agua en verano… tienen 2 pérgolas y estas pérgolas tienen un espacio por fuera… esto es del año 74.

¿Cuál era su inspiración en esa época?

Mi padre tenía un campo, que era re malo como campo: no era tan grande, entonces nosotros, en la época de vacaciones, nos íbamos los tres meses y era la libertad total, íbamos a caballo a la playa, a las rocas, nos metíamos a hacer las cosas más peligrosas que hay, entonces, en la vida, esta combinación de campo con mar, de estar siempre en contacto con la naturaleza, siempre me gustó la naturaleza, fue por gusto.

Volviendo a Consorcio, ¿cómo fue la selección de esa planta o trepadora?

La hizo un hombre que es lo mejor que hay en este país para paisajes: Juan Grim. Yo confié en él, lo único que le dije es que teníamos que trabajar con hoja caduca por el paso de las estaciones, pero nada más, y aquí está la explicación de los tipos de formas que vimos. Mira esto primero dije. Bueno, quiero poner los parrones, pero horizontales de esos que le den sombra. Otra posibilidad era poner arbolitos, y después me decidí por la que conocemos.

¿Esa elección fue por el impacto visual que iba a tener? 

Bueno, la de los parrones se acomoda muy poco, primero tiene un problema con la rasante… y los árboles, tú sabes que está calculado la cantidad de árboles que tú tienes para arriba, tiene relación con las raíces, es decir, la cantidad de raíces que tú tienes abajo en la esquina es una cantidad muy grande, eso es tierra vegetal al final, entonces llega un momento que no resiste.

Se dice que los médicos tapan su errores con tierra y los arquitectos con plantas, ¿qué opinión le merece esa frase? 

La verdad de las cosas, yo no estoy tapando ningún defecto. Yo estoy buscando algo, de una manera que sea razonable, entonces, en invierno y en otoño, tú tienes seis meses con verde, seis meses con sol, ves la hoja cambiar de color, ves cómo cae… eso se busca.

¿Cómo logró instalar un proyecto como el de Consorcio en los 90, cuando era un poco mal mirado el verde en la arquitectura? 

Quería mostrarte algo respecto de lo que decíamos, de que la naturaleza se va tomando una arquitectura. Mira, yo creo que eso es muy bueno, un caso típico es el cerro Santa Lucía, el peñón con una serie de monumentos y escalinatas en la subida, yo a Vicuña Mackenna lo encuentro lo mejor que hay, pero hoy el verde se comió a los edificios, como dicen, eran eclécticos, diferentes tipos, y hoy un peñón verde, ¿por qué no? Además, lo hace atemporal, el edificio Consorcio se podría hacer 40 años atrás o 40 años más tarde, da lo mismo: las plantas, los parques y las plazas no pasan de moda, no tienen tiempo. Pueden cambiar los materiales de construcción, las formas con la moda, una arquitectura, pero el verde mismo no va a pasar de moda.

Y en el caso de Consorcio, ¿cómo fue la relación con el mandante?

Primero mostramos el proyecto al director de Consorcio, que, en ese momento, era de una compañía norteamericana. Aquí cayó bien, le fue bien a la proposición, pero en un punto los norteamericanos dijeron “no podemos aprobar una cosa así, que no conocemos hecha, no la hemos visto nunca, tenemos que ir a la central del banco”. Llevamos una foto que mostraba la situación de Santiago; y mostramos que la ciudad en los ochenta estaba llena de edificios. Había pisos que eran blancos y después tenían balcones, los balcones eran algo muy necesario para los chilenos, para poder tener algo en el espacio intermedio, tener algo en relación con la naturaleza. Esos balcones, que protegían del sol, eran de madera, como cortinitas. Bueno, con el tiempo la madera se ha reemplazado por las plantas interiores. La madera protegía del sol y al final, era como un sándwich de lechuga, con lechuga entre medio, y presentamos fotos de eso. Después de que dijeron que nos aprobaban, nos apoyaron en todo, hay que reconocer que Consorcio fue salvaje, soy amigo de toda la gente de Consorcio, desde la gente que trabaja en el subterráneo… bastante loco, así que bueno, entendieron que los chilenos necesitábamos el verde y se abrieron puertas para eso.

Después de una carrera tan destacada, que nos puso en lo más alto de la arquitectura mundial como país, ¿qué imagina para el futuro?

Mira, yo creo que la sustentabilidad y el tema energético, lo ecológico, lo sustentable, es algo que es tendencia mundial; entonces si uno lo ve en el automóvil, en la vida diaria, vamos a ver qué pasará con la inteligencia artificial también, pero esto se va a expandir y va a ser como el signo de los tiempos, igual que el signo de los tiempos en la época del siglo XX fue la industrialización y también la urbanización: la gente que vivía en la ciudad vivía mejor que en el campo, había migraciones… Ahora será distinto, primero la gente va a estar más en contacto con la naturaleza, va a cuidar más la naturaleza… Y las cosas casi sin forzarlas van a empezar a ir por ahí. A principios del siglo XX, realmente todo era industrialización y mecanización y hasta aquí el límite. Ahora vamos hacia otra cosa, entonces, de la época industrial a la época, no sé si me gusta ponerle nombre, pero se podría llamar “época digital sustentable”. 

Retén Río Tranquilo y Escuela La Piedra: diseño ajustado a condiciones locales

Ambos proyectos cuentan con estrategias pasivas que buscan aumentar el confort de los usuarios mientras hacen que ambos recintos sean más eficientes y sustentables.

El retén de Carabineros Río Tranquilo, en la comuna de Ibáñez, Aysén; y la Escuela La Piedra, en Galvarino, fueron los ganadores del primer y segundo lugar de la categoría Proyecto Precertificado de los Premios CES 2024. La precertificación aplica a tanto a proyectos con diseño de arquitectura y especialidades, como a edificios ya construidos que serán sujetos a mejoramiento de su arquitectura e instalaciones.

El Retén de Carabineros Río Tranquilo, de Río Ibáñez cuenta con 741 metros cuadrados de superficie construida y obtuvo el mayor puntaje, con 81 de 100 puntos en el proceso de precertificación. 

En este proyecto se implementaron estrategias pasivas basadas en el aprovechamiento de la radiación solar en invierno y de la luz natural en un clima frío y húmedo. La incorporación de sistemas eficientes juega un rol fundamental en la calidad del ambiente interior, lo que se traduce en: mayor confort térmico pasivo, con un 23% de reducción de horas de disconfort; reducción de las demandas de energía para calefacción e iluminación de casi 76%; aumento del caudal de ventilación de un 25%; reducción de los consumos de energía en iluminación artificial de 36% y reducción del consumo de agua de 63%.

El diseño de este edificio le permitió obtener el puntaje máximo en la categoría de instalaciones-calidad de ambiente interior, y en los requerimientos de confort térmico y demanda de energía. 

La asesora CES Cecilia Palarino destaca “el diseño integrado que se llevó a lo largo de todo el proyecto, que permitió mantener la coherencia a lo largo del desarrollo y trabajar de forma integrada con todas las especialidades; y a nosotros como asesores poder ir cubriendo todos los aspectos de la certificación CES”. 

Por su parte, el teniente Germán Beroiza, jefe de Tenencia de Puerto Ingeniero Ibáñez, señaló que “nuestros cuarteles poseen un promedio de 60 años de historia. El nuestro se encuentra en servicio desde el año 1968, constituyendo una estructura con diseño y tecnología de hace 60 años. El riguroso clima de Aysén, su lluvia, nieve y viento generan un proceso de deterioro más avanzado que en otras regiones de la zona norte de nuestro país”, por lo que “este cuartel no solo constituye un lugar para acoger denuncias o mantener en custodia detenidos, sino también un espacio de encuentro para la comunidad. En tal sentido, la obtención de este Premio CES constituye un reconocimiento al trabajo que nuestros carabineros desarrollan en beneficio de la comunidad, una mejora en las condiciones de infraestructura y habitabilidad constituye un mejor confort ambiental para quienes aquí se desempeñan, construyendo y mejorando los espacios para la comunidad en sus demandas por seguridad en situaciones de emergencia, generando un impacto positivo en el entorno urbano en que se encuentra insertado este cuartel”. 

Educación rural y cultural

Sobre el proyecto que obtuvo el segundo lugar, la Escuela La Piedra, cabe resaltar que el edificio cuenta con aproximadamente 1.400 metros cuadrados construidos, y obtuvo el segundo mayor puntaje, con 76 de 100 puntos.

En términos de sustentabilidad, la escuela cuenta con un diseño educativo pensado para la comunidad, que considera las condiciones climáticas del lugar. Dentro de las estrategias pasivas se prioriza una envolvente hermética, la maximización de la iluminación natural, ventilación cruzada adecuada de recintos incorporando distintos elementos para lograr calidad, confort y eficiencia en los sistemas. Todo esto conlleva un significativo aumento del confort térmico pasivo, con 38% de reducción de horas de disconfort; una reducción de las demandas de energía para calefacción e iluminación, de aproximadamente 30%; ventilación natural para el 100% de los recintos, reducción de consumo de energía en iluminación artificial de 81% y una reducción del consumo de agua de 61%.

El diseño de este edificio le permitió obtener el puntaje máximo en los requerimientos de confort térmico pasivo y consumo de agua potable. 

Marcela Gutiérrez, directora de Educación y Cultura de la Fundación Desafío Levantemos Chile, puso de relieve la importancia de “entregar escuelas sustentables de alta eficiencia energética a las comunidades educativas que más lo necesitan. La educación también es una emergencia y por eso estamos ahí, atendiendo a niños y comunidades educativas que más lo necesitan, siendo un puente entre aquellos que pueden ayudar y aquellos que quieren ser ayudados”.

Uno de los aspectos que destaca Eugenio Correa Alliende, arquitecto senior de Correa 3, es la distribución, para lo cual se consultó antes a la comunidad de La Araucanía y “nos explicaron algunas condiciones que debían tener: en las mismas ceremonias, están todos en círculo y no hay nadie a más distancia que el de al lado, todos tienen que estar a la misma distancia. De ahí que las salas de clases tenían que tener una suerte de circunferencia para que no hubiera ningún niño detrás del otro”.

La luz también es muy importante. “Les gusta que entre el rayo de luz del día antes que ingresen los niños a la sala de clases”, precisa. Asimismo, el patio de ceremonias, donde hay un árbol al medio, y todo el mundo ofrece a la madre Tierra. 

“Nos preocupamos por el uso de estrategias pasivas, que vayan en beneficio de la sustentabilidad, es decir, estar muy pendientes y muy conscientes de la disposición de las ventanas, de manera tal que permitan una iluminación completa de manera natural al recinto, igualmente poder implementar estrategias de ventilación cruzada para que el recinto esté con una constante ventilación de aire, entre otras”, añadió Felipe Martínez, arquitecto de Correa 3.

El asesor CES Alejandro Reyes, cree que fue un desafío desarrollar este proyecto, porque “había que hacer conversar la arquitectura y requerimientos propios de una escuela, con todo lo que pedía la comunidad en una consulta, relacionado con la cosmovisión mapuche, eso luego acoplarlo a lo que pide CES, para lograr un buen confort para los estudiantes y los usuarios, y una baja demanda energética”. 

Esta escuela cuenta con “una estructura que optimiza los puentes térmicos, mejora la hermeticidad a través de una doble capa, donde van las instalaciones que disminuyen las penetraciones en la envolvente higrotérmica, y además de robustecer la resistencia térmica de la misma, maneja bien el control de vapor y de la hermeticidad”, sostiene Reyes.