SEMINARIO DE VIVIENDA SUSTENTABLE: POTENCIAR LA CONSTRUCCIÓN CON MADERA

CIM UC y MINVU son conscientes de la importancia de las políticas públicas para promover y masificar el uso de la madera en la construcción.

El Seminario de Vivienda Sustentable será la ocasión para revisar los desafíos de las políticas públicas para el desarrollo de vivienda en Chile, desde la perspectiva multidisciplinaria del manejo de la madera como material renovable y altamente versátil para su uso en construcción.

Chile, al igual que el resto del mundo, es parte de la encrucijada que plantean para la construcción elementos como el cambio climático y la creciente demanda de viviendas. Esto nos ha llevado a buscar una forma de construir con la menor huella de carbono y mayor rapidez posible, a la vez que no ponga en riesgo factores como el confort de sus habitantes o la calidad de su estructura. En este proceso, la madera se ha alzado como la mejor materialidad para suplir este conjunto de necesidades.

Conscientes de esto, países alrededor del mundo han comenzado a orientar sus esfuerzos para impulsar tanto la sustentabilidad en la industria como la construcción con madera, ejemplo de esto es un estudio de la ONU de 2016 donde, de 100 países consultados, el 57% dijo tener actualmente implementada o en desarrollo al menos una política pública alrededor de estos temas.

Nuestro país no se ha quedado atrás al respecto, y eso es visible en el creciente número de certificaciones y convenios que el gobierno ha implementado. Sin embargo, ¿Cuáles son estas acciones estatales con las que se está impulsando la construcción con madera en la actualidad? Como CIM UC junto al Ministerio de Vivienda decidimos compilar algunas de estas iniciativas, para dar a conocer su importancia en el desarrollo y avance hacia las metas que nos hemos puesto como Centro y como país.

El Seminario de Vivienda Sustentable se realizará el miércoles 2 y jueves 3 de marzo desde las 9:00 a 12:30 hrs. Con una modalidad Online para permitir la conexión de distintas partes de Chile y el Mundo. Además, siendo conscientes de las restricciones sanitarias producto del COVID.

El evento tendrá grandes exponentes nacionales e internacionales y será una actividad totalmente gratuita. Jornada extensa que expondrá los trabajos, proyectos, desafíos y oportunidades de utilizar la madera como material constructivo: desde la incorporación de tecnología aplicada, investigación de nuevos sistemas constructivos, normativas y políticas Públicas nacionales e internacionales.

Los organizadores del evento, CIM UC y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, han trabajado en distintas regiones desde el 2015 a la fecha, capacitando a los profesionales de los distintos servius en relación a ésta nueva óptica de trabajo, así han conformado Comisiones Regionales, cuya función ha sido construir la “Hoja de Ruta Regional” y velar por la ejecución de las iniciativas planteadas, las que deberán seguir los lineamientos de la estrategia nacional de construcción sustentable vigente.

MINVU, por su parte, tiene un rol crucial desde 2012, cuando inició los planes de sustentabilidad en la construcción a través de la creación del convenio interministerial de construcción sustentable, junto a los Ministerios de Obras Públicas, Medioambiente y Energía. Con el tiempo, diversas iniciativas comenzaron a sumarse, entre las que se cuentan la creación de mesas de trabajo, estrategias y convenios.

Entre estas mesas y planes destaca la Mesa Interministerial de Construcción Sustentable, de la que proviene la Estrategia de Nacional de Construcción Sustentable de 2013, futuro Plan Nacional de Construcción Sustentable 2050. En tanto, dentro de los convenios se encuentra el convenio firmado por el Ministerio y el Centro en 2015, que actualmente continúa vigente. Entre los resultados surgidos de esta colaboración están proyectos como la Torre Peñuelas, los Barrios Ecosustentables y diversas modificaciones a la normativa nacional.

Por su parte, el Centro orienta sus iniciativas al desarrollo de nuevas normativas o modificaciones a las ya existentes, llevando a cabo los estudios, pruebas y mediciones con las cuales sustentar estas regulaciones. Un ejemplo claro de esto es el proyecto que actualmente se encuentra en desarrollo y busca ser la base técnica para poder ampliar la normativa existente, permitiendo el uso de losas industrializadas de madera y madera-hormigón. Esta nueva adición a la regulación existente permitiría un aumento sustancial a la productividad, mientras disminuye la huella de carbono de nuestros edificios habitacionales.

Inscripciones aquí: https://www.stagewebinar.cl/vseminarioviviendasustcimuc

Programa

Ministro Moreno se refiere a Plan Nacional de Infraestructura para la Movilidad 2020-2050

“La infraestructura de este tipo es como la espina dorsal, como el esqueleto que requiere el país para poder crecer. Si no tenemos esa infraestructura, no es posible poder acometer ese crecimiento, porque los requisitos de movilidad que va generando este crecimiento no son posibles de realizar”, agregó el secretario de Estado.

Ministro Moreno por Plan Nacional de Infraestructura para la Movilidad 2020-2050: “Esta infraestructura es la espina dorsal, el esqueleto que necesita el país para crecer”

Avanzar en infraestructura pública que contribuya a mejorar la calidad de vida de todos los chilenos es y seguirá siendo una prioridad. En esa línea, este lunes, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, entregó al Presidente de la República el Plan Nacional de Infraestructura para la Movilidad (PNIM) pensado para las próximas tres décadas.

La actividad desarrollada en el salón O’Higgins sirvió para conocer detalles de un plan país que entrega continuidad a la hoja de ruta iniciada en 1997.

El actual Plan de Movilidad 2020-2050 presentado al Presidente junto a la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt; el ministro de Economía, Lucas Palacios; el arquitecto Marcial Echeñique y representantes de los distintos gremios y actividades que están relacionadas con la movilidad, busca permitir que el país crezca a futuro de manera equitativa y ambientalmente sustentable.

“Este Plan de Infraestructura de la Movilidad del año 2020 al año 2050, que ha desarrollado un equipo del Ministerio de Obras Públicas y que ha dirigido el arquitecto Marcial Echeñique, que ya hizo esto mismo el año 1997 y cuya planificación de aquella época ya se ha completado en todas las carreteras, aeropuertos, puertos, en fin, lo que se programó hacer en aquella época prácticamente todas ellas están realizadas, y, por lo tanto, es necesario hacer este ejercicio de planificar que es lo que el país necesita hacia adelante”, declaró el ministro Moreno tras la cita en la sede de gobierno.

La nueva hoja de ruta orientada a la movilidad de los próximos 30 años representa un plan multimodal e integrado, es decir, adecua la infraestructura que permitirá modernizar y mejorar la conectividad de las capitales regionales y al exterior a través de tres corredores longitudinales. “La infraestructura de este tipo es como la espina dorsal, como el esqueleto que requiere el país para poder crecer. Si no tenemos esa infraestructura, no es posible poder acometer ese crecimiento, porque los requisitos de movilidad que va generando este crecimiento no son posibles de realizar”, agregó el secretario de Estado dando cuenta de un proyecto que busca trascender a los gobiernos de turno.

El Plan se sustenta en tres ejes; eficiencia económica, equidad territorial e impacto medioambiental, pilares de un modelo que alcanza altas tasas de rentabilidad social, distribuyendo los beneficios per cápita y la infraestructura de manera balanceada entre las regiones consiguiendo menos emisiones en comparación a la situación base y con un bajo impacto en las áreas protegidas del país.

“Tenemos que hacer una inversión en este período de 30 años superior a los 50 mil millones de dólares en estas alternativas; autopistas, aeropuertos, puertos y ferrocarriles, de los cuales lo principal en materia de inversión son carreteras que son 34 mil millones de dólares, donde hay que realizar tanto mejoras, ampliaciones como también la construcción de nuevas carreteras por un total de 20.000 km, particularmente en las tres vías longitudinales; la Ruta 5, la ruta que va más hacia el oriente y la ruta Costera que se van a ir extendiendo por Chile”, destacó la máxima autoridad del MOP respecto al Plan entregado esta tarde en el palacio de La Moneda.

Es importante subrayar que la hoja de ruta considera relevantes avances en infraestructura de carreteras a través de 3 corredores longitudinales; 45 corredores transversales, como también la inversión en 520 km de ferrocarriles; la construcción, ampliación y mejoramiento de 19 aeropuertos y aeródromos, junto a una inversión de más de 5 mil millones de dólares en infraestructura portuaria.

Del mismo modo, el Plan de Movilidad 2020-2050 resalta la urgencia de dotar a la región Metropolitana de un aeropuerto complementario a Arturo Merino Benítez considerando la sostenida proyección de aumento en el número de pasajeros. “El aeropuerto de Santiago tiene hoy día dos pistas y no puede crecer más en el número de aviones que pueden entrar y salir, por lo tanto, hay que tener otro aeropuerto, para lo que ya se están realizando los estudios iniciales de localización, esperemos estén en el segundo semestre de este año para ir dando los primeros pasos para estar listo como digo en la década del 2030, entre ese año y el 2035”, concluyó el secretario de Estado.

Fuente: MOP

Certificaciones nacionales contribuirán a la masificación de la CEEUP

En enero del 2021 se aprobó la Ley de Eficiencia Energética que obliga a las inmobiliarias, constructoras y a proyectos de vivienda pública a usar la Calificación Energética de Vivienda (CEV) y deja consignado un plazo de 4 años para que se desarrolle y entre en operación la Calificación Energética de Edificios de Uso Público (CEEUP).

Esta ley establece la obligatoriedad de etiquetado energético de viviendas a partir del año 2023 y de edificios de uso público, comercial y oficinas a partir del año 2025.

En este sentido, el Instituto de la Construcción (IC) ha liderado el desarrollo de los estudios que permitirán la creación de ésta última calificación de edificios, coordinada e integrada a la Certificación Edificio Sustentable (CES), a través de un trabajo colaborativo en base a un comité técnico conformado por profesionales de los ministerios de Vivienda, Energía y Obras Públicas.

Yoselin Rozas, profesional de la Unidad Edificación y Ciudades de la División de Energías Sostenibles, del Ministerio de Energía, señala que “la colaboración del IC junto a los ministerios en este tipo de estudios permite una mirada que integra los ámbitos público y privado, además de la colaboración con la academia, consultores, y actores relacionados”.

Paola Molina, presidenta del Comité de Economía Circular del IC y presidenta del Directorio de la Certificación CES, señala que la Certificación CES -administrada por el IC- considera dentro de sus variados requerimientos, la demanda de energía, por lo que se vuelve muy necesario el desarrollo de una Calificación Energética de Edificios de Uso Público que permita estandarizar y visibilizar en el sector, la demanda energética de dichos edificios.

”En el proceso de formulación de la CEEUP, ha sido relevante la colaboración desde CES porque ha sido posible traspasar la experiencia y conocimientos de los edificios de uso público adquirida durante los años de funcionamiento, y de esta manera se han incorporado algunas de las condiciones base para la evaluación de edificios, tales como cargas internas, ocupación, desagregación por tipo de uso, entre otras”.

Por otra parte, la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS), liderada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), y administrada por CTeC, contribuye a la labor que desarrolla la Calificación Energética de Vivienda (CEV), fomentando este sistema como herramienta de evaluación de los aspectos de eficiencia energética de las viviendas en Chile.

Allan Ubilla, coordinador de proyectos de CTeC, señala que la CEV, además de ser por sí sola una herramienta de evaluación energética de viviendas, es el único instrumento de evaluación de los requerimientos de confort térmico pasivo y de reducción de demanda térmica de la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS), los cuales, a su vez, son requerimientos obligatorios para acceder a cualquiera de los 3 niveles de certificación que ofrece la CVS. Y esto aplica para las 3 macrozonas que diferencia el sistema CVS.

“Hasta ahora esta calificación es voluntaria, pero con la nueva Ley de Eficiencia Energética ya promulgada y que entrará en vigencia prontamente, se hace obligatorio que las edificaciones, incluyendo viviendas, cuenten con una calificación energética y su etiquetado para obtener la recepción final, por lo que las empresas tendrán prontamente la obligación de calificar sus proyectos”.

Certificaciones nacionales

Las Certificación Edificio Sustentable CES y la Certificación de Vivienda Sustentable CVS incluyen varios aspectos para su análisis como energía, agua, confort, residuos, etc., y las calificaciones energéticas CEV y la futura CEEUP, se enfocan específicamente en el requerimiento de energía y las emisiones que este genera, de manera más detallada, sirviendo para validar este punto con mayor precisión en las certificaciones antes mencionadas.

“Hoy tenemos que estar orgullosos con las herramientas que se han y están levantando en nuestro país, porque están adaptadas a los requerimientos locales y permiten disponer de los recursos necesarios para avanzar en la industria de manera asertiva y pertinente a todos los desafíos que hoy se le plantean para el sector tanto a nivel nacional como mundial. El hacerlo oportunamente, permite una máxima eficiencia y costo, además de una óptima calidad de vida para los usuarios finales”, indica Paola Molina.

Yoselin Rozas, señala que “la Calificación Energética de Viviendas y Edificios formará parte de ambas certificaciones, permitiendo acreditar el ítem de energía, es decir, cuando un mandante decide certificar un proyecto, como parte del proceso de certificación obtendrá también la calificación energética. De esta manera, la contribución de CES y CVS a la calificación es directa”.

“Hay varios beneficios para los usuarios finales de viviendas calificadas y/o certificadas. Primero, al fomentar mejoras en las viviendas en pos de la eficiencia energética a través de la CEV y CVS, el confort térmico al interior debería mejorar ostensiblemente en comparación con una vivienda con los estándares mínimos que establece la OGUC. Asimismo, los gastos operacionales de los usuarios, posiblemente, se verán reducidos por requerir menos energía para calefacción y enfriamiento. Por otro lado, hay algunos instrumentos crediticios para aquellos proyectos que tengan CEV o CVS, lo que ayuda a la ciudadanía a acceder a proyectos más eficientes y sustentables”, agrega Allan Ubilla.

Desafíos

Paola Molina, presidenta del Comité de Economía Circular del IC y presidenta del Directorio de CES, señala que el principal desafío hoy es levantar los estándares mínimos de la Calificación Energética de Vivienda, ya que la letra menor de acuerdo con nuestra actual reglamentación térmica para viviendas es la E, la cual es bastante deficiente en términos de lograr una calidad ambiental térmica interior.

“Con la esperada pronta actualización de la Reglamentación Térmica, este estándar debiese subir a la letra C y D como mínimo, lo que implica lograr estándares valorados internacionalmente que permitan una adecuada calidad térmica del ambiente interior para todas las personas, lo que tiene un gran impacto positivo en el ámbito social y ambiental”.

Sin embargo, también es importante que todo el sector releve esta herramienta de manera oportuna para hacer las adaptaciones necesarias y lograr los mejores resultados. “Tratar de asimilar esto a presión y contra el tiempo, puede conducir a malos resultados, que perjudiquen a inmobiliarias, constructoras, usuarios finales y al país”, agrega Paola Molina.

Allan Ubilla, coordinador de proyectos de CTeC, comenta que este año 2022 se comenzará a trabajar en conjunto con el Minvu para extender la CVS a viviendas existentes y, “más adelante, esperamos también integrar la certificación de la etapa operacional de las viviendas. Si bien se trata de una certificación nueva, a la fecha ya cuenta con 105 proyectos registrados correspondientes a 17 mil unidades de vivienda con una cobertura en 11 regiones; 4 proyectos precertificados y 2 certificados.

Por su parte, en CES también se encuentran trabajando en la versión de edificios existentes y en sumar la versión de CES Aeropuertos a las ya existentes.

Finalmente, Yoselin Rozas comenta que la implementación de la Calificación Energética de Edificaciones tiene importantes desafíos para su masificación “entre ellos, el fortalecimiento de las herramientas que permitirán su correcta implementación una vez que sea obligatoria; la educación y difusión a consumidores y actores relacionados; la gestión de los datos para el cumplimiento de los compromisos internacionales; y un punto que nos parece muy relevante es el reconocimiento a nivel nacional de la Calificación Energética de Edificaciones como un referente de herramienta de medición de la eficiencia energética de las edificaciones”.

Fuente: Instituto de la Construcción

Pablo Ivelic, de Construye2025: “Hemos sido capaces de ir cambiando tendencias”

Los avances alcanzados por el programa de Corfo que busca hacer más sustentable y productiva a la industria de la construcción tienen más que satisfecho a su presidente. ¿La clave para el futuro? Innovación.

  Desde su creación, el programa Construye2025 de Corfo ha buscado convertirse en un referente estratégico para la construcción, uniendo y articulando al Estado, la industria y la academia para trabajar en iniciativas que incentiven la sustentabilidad, productividad y competitividad de la industria de la construcción. Y, claramente, lo está logrando.

“El programa Construye2025 tiene un desafío de largo plazo, que es transformar a la industria de la construcción en una industria más productiva y más sustentable y hemos ido dando pasos extremadamente importantes, con iniciativas estratégicas que han ido -de a poco- generando esta transformación, por mencionar algunas el Planbim, el DOM en Línea, los centros tecnológicos como el CTeC y el CIPYCS; o el Consejo de Construcción Industrializada (CCI), que empieza a conformar una suerte de comité donde se reúnen actores de la industria para generar industrialización”, afirma el presidente de Construye2025, Pablo Ivelic.

Pero, aunque han sido grandes pasos, 2022 será un año de consolidación. Luego de una serie de consultorías, actualización de la hoja de ruta del programa, acuerdos de colaboración, vienen nuevos hitos. “Estamos buscando, mediante otras iniciativas, generar este interés por industrializar y generar construcción sustentable en la academia, es decir, que los estudiantes se formen en esto”, señala el líder de Construye2025.

En este contexto, el máximo representante del programa de Corfo, afirma que continuarán las acciones de articulación en diferentes ámbitos asociados a la productividad y la industrialización. Igualmente, Pablo Ivelic, destaca el lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular de la Construcción 2025, como puntapié inicial para transformar a la industria en una más amigable con el medioambiente.

Expectativas

Pese a que la industria de la construcción ostenta un diagnóstico duro desde el punto de vista de la productividad, el presidente de Construye2025, rescata que quienes forman parte del programa han sido capaces de generar transformaciones. “Mediante diferentes acciones hemos sido capaces de ir cambiando tendencias. Lo que hoy sucede, con la inauguración de un parque tecnológico para innovar en la construcción, es justamente una muestra del nivel de madurez que hemos ido alcanzando. Eso nos hace pensar que los resultados en el mediano y corto plazo nos van a acompañar y vamos a ser capaces de tener una industria más productiva y más sustentable”, concluye Pablo Ivelic.

Fuente: Construye2025

La moderna y confortable red de salud de la Región del Maule

Centros hospitalarios de primer nivel en Cauquenes, Constitución y Parral se suman al recién inaugurado Hospital de Curicó. Juntos, la infraestructura clínica más eficiente y sustentable de la región.

Red Maule es el primer proyecto del llamado a licitación del segundo “Programa de Concesiones de Establecimientos de Salud”, que comprende el diseño, construcción y mantenimiento de nuevas dependencias de los edificios, además de la provisión, reposición, montaje y mantenimiento del equipamiento médico y mobiliario clínico y no clínico.

El proyecto -según detallan en la Dirección General de Concesiones del MOP- comprende tres establecimientos de salud de mediana a alta complejidad tanto en el ámbito hospitalario (atención cerrada), servicios ambulatorios (atención abierta), como en los servicios de urgencias. Todo esto con el objeto de contar con una capacidad resolutiva que permita atender la demanda de su área de cobertura. También considera crear unidades médicas propias de diálisis y salud mental.

La concesión de la Red Maule involucra una inversión cercana a los US$244 millones que permitirá atender a una población de 174 mil habitantes de las comunas de Cauquenes, Chanco, Pelluhue, Constitución, Empedrado, Parral y Retiro. De ellos, los hospitales de Cauquenes, Parral y Constitución se certificarán con CES.

En total, los establecimientos aportarán 368 camas, en una superficie estimada total de 157 mil m2, que funcionarán en modalidad de red, articulando la referencia de pacientes a hospitales de mayor complejidad, de tal forma que el hospital de Constitución se apoyará en el Hospital de Talca; y los hospitales de Cauquenes y Parral en el Hospital de Linares.

A dicha red se suma, por supuesto, el Hospital de Curicó, que depende de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. Este último es uno de los más modernos de Chile, con sus más de 109 mil m2, 400 camas y 12 pabellones. “Este recinto cuenta con sistema autónomo para la administración eficiente de la energía y destaca por su certificación CES sobresaliente tanto desde el punto de vista pasivo como por su envolvente para prescindir al máximo de las maquinaria, que está pensada más que nada para las renovaciones de aire. La idea es no tener que climatizar demasiado. El 75% del agua caliente que requiere el edificio proviene de paneles solares”, comentó el director de Arquitectura(s) de la Región del Maule, Alejandro Pacheco.

Y es que un establecimiento como este debe permanecer en pie y funcionando en cualquier circunstancia. Por eso, el edificio ofrece tecnología de punta en aislamiento sísmico. “El antiguo Hospital de Curicó quedó muy dañado con ocasión del terremoto de 2010. Por eso, este proyecto fue diseñado para quedar funcionando en una catástrofe. La aislación sísmica hace la gran diferencia. Además, hay muchos elementos cortafuegos, el edificio cuenta con un sistema que lo aísla por sectores, bloqueando las zonas para que no se propaguen las llamas o el humo”, señaló la autoridad regional del MOP.

En definitiva, un proyecto que destaca por su materialidad, arquitectura y confort. “Es un edificio que no tiene nada que envidiar a una de las mejores clínicas del país. Cada sala de espera tiene pantallas para el público, cómodas ubicaciones, cafeterías y climatización”, detalló Alejandro Pacheco. Además, el Hospital de Curicó está rodeado de jardines y cuenta con 800 estacionamientos (400 en superficie y 400 en subterráneo), 27 ascensores y escaleras mecánicas. De esta manera, ofrece un desplazamiento completo a cualquier persona con discapacidad. Un edificio sin barreras.

Hospital de Cauquenes

Este establecimiento hospitalario de mediana a alta complejidad ofrecerá una capacidad de 136 camas, con una superficie proyectada de 47 mil m2. El Hospital de Cauquenes será el único establecimiento de estas características en la provincia y atenderá la demanda de Cauquenes, Chanco y Pelluhue, además de la coordinación con los otros centros asistenciales que conforman el Servicio de Salud del Maule.

La población beneficiaria de su área de cobertura se estima en aproximadamente 59.000 personas, considerando a toda la provincia de Cauquenes que presenta altos índices de ruralidad, además de ser una de las zonas de la Región del Maule que presenta uno de los mayores tiempos de desplazamiento hacia los otros establecimientos de mayor complejidad.

Será certificado con CES.

Hospital de Constitución

El proyecto consiste en un establecimiento hospitalario de mediana a alta complejidad, que tendrá una capacidad de 111 camas, con una superficie proyectada de 46 mil m2 y se ubicará en la comuna de Constitución, Región del Maule. El Hospital de Constitución será el establecimiento de referencia para los establecimientos de salud ubicados en la costa del Maule, coordinado con la red del Servicio de Salud del Maule, con una población beneficiaria de 57.000 habitantes aproximadamente.

Será certificado con CES.

Hospital de Parral

El proyecto consiste en un establecimiento hospitalario de mediana a alta complejidad, que tendrá una capacidad de 121 camas, con una superficie proyectada de 41 mil m2 y se ubicará en la comuna de Parral. El Hospital de Parral será el único establecimiento de estas características en la zona sur de la provincia de Linares y por tanto los centros asistenciales de ese sector podrán derivar hacia este nuevo Hospital, además de la coordinación con los otros establecimientos que conforman el Servicio de Salud del Maule.

La población beneficiaria de su área de cobertura se estima en aproximadamente 58.000 personas, incluyéndose a toda la zona sur de la provincia de Linares que presenta altos índices de ruralidad.

Será certificado con CES.

Hospital de Linares

El Hospital Base de Linares está precertificado desde julio de 2020, a la espera de ser certificado.

Manual de edificios existentes toma forma 

La Certificación Edificio Sustentable buscó abordar en forma diferenciada a los edificios existentes, basándose en la estructura de requerimientos que ya existen, con un nuevo enfoque de levantar línea base y que irá acompañado de un edificio piloto.

Santiago de Chile.

Luego de un intenso trabajo de comités técnicos en el que se plantearon los enfoques técnicos para los requerimientos el Manual CES para edificios existentes, los que se basaran en comparar una línea base levantada del propio edificio con el desempeño de las estrategias implementadas.

En términos generales, CES Edificios Existentes busca representar el edificio que con sus características de funcionamiento en términos de consumo de energía y agua, así como condiciones interiores del edificio: temperatura, iluminación, ventilación, niveles de ruido, entre otros, para hacer un diagnóstico del edificio y sobre eso mejorar. “El criterio apuntó a la mejora de al menos un 20%. Buscamos un confort interior de temperatura, por ejemplo, para que hagas un diagnóstico del edificio”, explicó el jefe de CES, Hernán Madrid.

En lo que respecta al consumo de energía de un edificio, “En los casos en que se pueda medir el edificio existente y si no ocurre un cambió de uso significativo, se abordará de forma comparativa. Si lo anterior no es posible se establece un valor de referencia para plantear la comparación”, comentó el ejecutivo.

La lógica del manual fue abordar todos los requerimientos que ya existen en la certificación. En este sentido, la evaluación de los comités consultivos indicó que la estructura actual de CES sigue representando los lineamientos para Chile, por lo tanto, un manual para edificios existentes debía seguir esa línea: enfocarse en el diseño pasivo, características de consumo respecto al diseño de demanda, etc. “Eso transmitimos con el enfoque propio a esta versión. No lo hemos lanzado aún porque estamos esperando los resultados del monitoreo de edificios, evaluación de un piloto y la compatibilidad con otras herramientas”, indicó Hernán Madrid.

CES vuelve a terreno con recorrido por los edificios sustentables del sur de Chile

El jefe de CES, Hernán Madrid, completó una gira que incluyó la visita a cinco edificios certificados desde Valdivia a Chiloé, en la que pudo constatar una reducción en el consumo de energía superior al 50% en cada proyecto.

En Valdivia comenzó la visita del jefe de Certificación Edificio Sustentable (CES), Hernán Madrid, quien inició su recorrido visitando la sala cuna de la Universidad Austral de Chile, un edificio de más de 500 m2 que atiende a cerca de 40 hijos e hijas de funcionarios. “Solo hubo comentarios positivos del lugar, porque la temperatura allí funciona muy bien”, explicó el jefe de CES. 

Posteriormente, Hernán Madrid se trasladó al Cecrea Valdivia, ubicado en la ex estación de trenes de la ciudad.

La siguiente parada fue en Puerto Montt, en el Centro Terapéutico que obtuvo el primer lugar en la categoría “Certificado” de los Premios CES 2020. Este centro clínico mandatado por el Club de Leones y la Universidad Austral de Chile ha estado funcionando a capacidad completa durante los últimos meses. “En términos prácticos, destaca la iluminación natural, pues hay estrategias que permiten trabajar sin luz eléctrica durante buena parte del año, lo que se refleja en las condiciones de quienes trabajan ahí”, afirmó Hernán Madrid.

Dicho edificio, consume del orden de un cuarto de lo que gasta otro edificio de similares características. Igual de eficiente es la sede Chiloé de la Universidad de Los Lagos, que estuvo funcionando parcialmente durante el último semestre. “Es un edificio importante para la ciudad y muy bien logrado. Al conversar con los encargados de operación y mantención de la sede y comparar con otras es considerablemente mejor en sus condiciones interiores de temperatura, ventilación, e iluminación, así como en eficiencia energética”, dijo el jefe de CES.

Sede Chiloé, U. de Los Lagos.

En la Isla Grande de Chiloé, Madrid también visitó el Cecrea de Castro, donde “las condiciones interiores son muy buenas. Es un edificio espectacular, un ícono para la ciudad de Castro. Partió como un museo, simula una ballena y está revestido con tejuelas de alerce”, detalló.

Dicho recinto, que cuenta con una superficie total superior a 4.600 m2, ha estado funcionando todo el año ofreciendo muchas actividades para los niños. “Es un centro abierto con instalaciones para danza, música, trabajo audiovisual y muchos usos. La directora dice que es el mejor edificio de los Cecrea en Chile e incluso tiene vista al mar. Es muy acogedor y funciona fantástico en términos de temperatura”, comentó el jefe de CES.

En términos generales, hemos podido constatar que todos los edificios han cumplido el objetivo con el que fueron diseñados y certificados, entregar buenas condiciones interiores para los usuarios, siendo eficientes desde el punto de vista de consumo de energía. En todos los edificios que visitamos los usuarios destacaron sus condiciones de temperatura interior e iluminación natural, lo que cobra aún más valor considerando los climas de ciudades como Valdivia, Puerto Montt y Castro. Es una alegría enorme para nosotros escuchar los testimonios y comprobar que la incorporación de CES en los edificios cumple su objetivo.

La flexibilidad de la infraestructura para el desarrollo creativo

Los edificios Cecrea, ubicados en Vallenar, La Ligua, Valdivia y Castro fueron diseñados para ser altamente adaptables en espacio y tiempo, pensando siempre en la versatilidad que un espacio creativo necesita.

El Programa Cecrea nació para fomentar el desarrollo de las capacidades creativas en un espacio de colaboración y aprendizaje mutuo. Su objetivo es potenciar, facilitar y desarrollar el derecho a imaginar y crear de niños y jóvenes, a través de procesos creativos de aprendizaje que convergen en las artes, las ciencias, las tecnologías y la sustentabilidad. Por ello, el diseño de los edificios debía fomentar, especialmente, las “escuchas activas” que son fundamentales en estos espacios donde niños de entre siete y 19 años desarrollan su creatividad.

“Generamos una infraestructura donde sean los niños los protagonistas. Buscamos que los niños digan qué hacer. Así, creamos los consejos de niños y niñas y desarrollamos una metodología llamada ‘escuchas creativas’ para oír las demandas de los niños para los territorios donde viven. Entonces, se empieza a construir infraestructura que estimule y acoja, asociada a un programa arquitectónico donde colocamos espacios como un invernadero, una maestranza y otros con criterio de eficiencia energética, en un trabajo colaborativo con la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas”, explicó David Donoso, encargado de Infraestructura del Programa Cecrea del Departamento de Educación y Formación en Artes y Cultura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Cuatro edificios Cecrea ya cuentan con certificación CES. Ellos se emplazan en Vallenar, La Ligua, Valdivia y Castro. “Son edificios que buscan generar espacio para que los niños sean los protagonistas. En cuanto a arquitectura, deben adaptarse en el tiempo y ser flexibles en su construcción y materialidad”, comentó el arquitecto David Donoso, para quien es fundamental el reconocimiento previo de las comunidades, como sucedió en Castro, un proyecto patrimonial rescatado.

Cecrea La Ligua

Según Natalia Spörke, asesora CES del Cecrea La Ligua, los edificios destinados a la cultura se consideran espacios flexibles y de gran tamaño, para adaptarse a la versatilidad de usos que puedan tener. “Esto los diferencia de edificios de oficinas, en que los usos de los diferentes espacios están claramente determinados y no son variables”, detalló.

En este aspecto, los distintos usos pueden tener requerimientos de confort específicos y diferentes entre ellos, como por ejemplo en iluminación, tasas de ocupación, actividades metabólicas, etc. “Es por esto que el diseño debe contemplar todos estos escenarios para lograr una buena calidad ambiental interior”, argumentó Natalia Spörke.

Cecrea La Ligua.

En el caso del Cecrea La Ligua, el principal atributo para obtener la certificación del proyecto fue el diseño integrado entre arquitectura y las especialidades para lograr sinergias. “Así el proyecto logra un ahorro importante en cuanto a consumo de energía para climatización e iluminación artificial, las instalaciones sanitarias son de bajo consumo para ahorro hídrico, al igual que el paisajismo eficiente con un bajo requerimiento de riego”, comentó.

Construcción: primer sector que define Estrategia de Economía Circular al 2025 

En el marco de la hoja de ruta nacional definida por el Ministerio de Medio Ambiente, la construcción lidera las acciones del sector privado promoviendo cambios que servirán de referencia para otros sectores y gremios.

La Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y el programa Construye2025 de Corfo, guiados por la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), lanzaron hoy la Estrategia de Economía Circular en Construcción, que presenta los lineamientos para el tránsito hacia una nueva cultura del sector.

El propósito es avanzar hacia el desarrollo sostenible, social, ambiental y económico de la industria, a través del apoyo a iniciativas que involucran a los sectores público, privado y académico.

En el lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular en Construcción, el ministro de Medio Ambiente Javier Naranjo relevó que el sector de la construcción es uno de los de mayor potencial para la circularidad. Felicitó la iniciativa e invitó al trabajo colaborativo para avanzar en innovación y nuevos modelos de negocio para la reactivación verde.

Pedro Plaza, vicepresidente de la CChC y presidente del Consejo de Sostenibilidad del gremio, destacó que esta Estrategia es “una poderosa aliada, que abre múltiples oportunidades de innovación y nuevos modelos de negocio para todos los sectores productivos, permitiendo un uso más eficaz de los recursos y minimizando los residuos e impactos ambientales”.

Pedro Plaza dijo que el país es pionero en el mundo al contar con una Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040. Señaló que la economía circular y la reducción de residuos de construcción son el foco del pilar Medio Ambiente de la estrategia que promueve el Consejo de Sostenibilidad Empresarial de la CChC. 

En tanto, Pablo Ivelic, presidente del Consejo Directivo de Construye2025, destacó que si al realizar una actividad se obtiene una ganancia, esta no puede ser a expensas de generar un impacto negativo en el entorno. Por ello, apuntó a la necesidad del desarrollo sostenible, en el que debe convivir el beneficio económico con el beneficio social y medioambiental. “Es bueno preguntarse cómo se comporta nuestro rubro y la respuesta es mal: el 40% de las materias primas que se generan son consumidas por la industria de la construcción y, al mismo tiempo, el 35% de los residuos que se generan a nivel mundial provienen de la construcción y demolición de infraestructura. En adición, el 30% de los gases de efecto invernadero son producidos por nuestra industria”, sostuvo.

Por eso, hizo un llamado a “transformar nuestra industria desde la economía lineal hacia una economía circular y a partir de hoy tenemos una hoja de ruta para esta transición”.

Ricardo Fernández, presidente del Instituto de la Construcción, señaló que la transformación desde una economía lineal a una circular requiere inversiones, cambios regulatorios y conductuales y el convencimiento de que es imprescindible el cuidado y buen uso de los recursos naturales.

“Quiero destacar el gran trabajo que ha hecho y está haciendo el Subcomité de Economía Circular del Instituto, conformado en noviembre de 2020. A la fecha, son 29 las instituciones que participan activamente en este Subcomité, que ha trabajado durante este primer año, en generar bajadas concretas dentro de las 37 acciones planteadas por la estrategia, para que las instituciones participantes puedan proponer y concretar acciones libremente y de acuerdo con sus capacidades”.

Asimismo, agregó que “estamos frente a una oportunidad única para impulsar un cambio en la industria, que favorezca el mejoramiento de los procesos de producción, hacia una circularidad en nuestras obras y un manejo responsable de residuos durante la operación y demolición de edificios. Los instamos a seguir trabajando para su implementación y desarrollo, lo que sin duda traerá innumerables y beneficios para toda la sociedad”.

Ejes de la estrategia

En la actividad participaron también Miguel Pérez, líder del Pilar de Medio Ambiente del Consejo de Sostenibilidad CChC y la subgerenta de Desarrollo de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), Katherine Martínez; y, quienes dieron a conocer el detalle de la Estrategia, que consta de seis ejes:

Colaboración: Crear espacios de encuentro, intercambio de conocimientos, colaboración y construcción de confianza para producir sinergia entre los distintos actores de la cadena de valor de la construcción e industrias relacionadas.

Formación: Contar con profesionales, técnicos y operarios capacitados para realizar proyectos que incorporen la economía circular en el sector construcción.

Marco Normativo: Resolver asimetrías de información respecto al marco normativo y fortalecer la colaboración entre el sector público y privado para el desarrollo normativo.

Benchmarking y Difusión: Disponibilizar casos, datos e indicadores para fomentar la incorporación de conceptos de Economía Circular tanto en la cadena de suministros/ aprovisionamiento, como en etapas tempranas de diseño, construcción y operación.

Innovación: Generar instancias de vinculación entre empresas, academia y ecosistema emprendedor para favorecer la innovación en economía circular.

Incentivos: Generar incentivos que permitan promover que el sector privado cultive una cultura de Economía Circular.

“Hoy, junto con presentar la Estrategia, damos a conocer los frutos tempranos y el despliegue territorial que la CChC ha iniciado, donde destacamos el Acuerdo de Producción Limpia de la región de Valparaíso, y la creación de una mesa interregional para que esta iniciativa exista en el norte y sur de Chile”, mencionó Katherine Martínez, subgerenta de Desarrollo de la CDT.

Por su parte, Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, explicó que esta estrategia ha sido el fruto de un gran trabajo colaborativo de distintas personas e instituciones “donde hemos tenido que coordinar y alinear muchos focos de trabajo”. 

A su vez, especificó que “como Construye2025, estamos para colaborar en acelerar la transformación de la construcción y para ello hemos trabajado promoviendo la innovación, acercando soluciones circulares a las empresas para facilitar la incorporación de nuevos modelos de negocios, lo que se hizo a través de un estudio que desarrolló tres modelos con su factibilidad económica y técnica y también Corfo realizó un tremendo esfuerzo en apoyar la economía circular en construcción al llamar al sector a disminuir la pérdida de recursos a través de soluciones tecnológicas, donde ganaron ocho proyectos”. 

A ello se suma un segundo ámbito de colaboración, para generar las capacidades para que se desarrollen estos modelos de negocios y mercados circulares. “Para esto nos encontramos trabajando en un reglamento al alero de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 para generar un marco jurídico con énfasis en valorización y foco en economía circular”, precisó.

Finalmente, Paola Molina, presidenta del Subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, indicó que hay una gran esperanza puesta en esta estrategia porque generará un impulso para avanzar de manera temprana hacia una economía circular.

“Esta estrategia incluye a todo el ecosistema de la industria de la construcción. Mientras más representantes tengamos, tendremos una visión más amplia para levantar todas estas acciones. En el comité hemos podido ver cómo el trabajo colaborativo genera el impulso para poder desarrollar esto de manera acelerada y poder responder a todos los desafíos que tenemos por delante”, dijo.

Descargar Estrategia:

Sitio: https://economiacircularconstruccion.cl/

IC y Construye2025 apoyan APL para disminuir los RCD en Valparaíso

En noviembre recién pasado se firmó un Acuerdo de Producción Limpia (APL) entre la Cámara Chilena de la Construcción y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, con el objetivo de gestionar los residuos de construcción y demolición (RCD) e impulsar nuevos modelos de negocios circulares en la Región de Valparaíso.

El Instituto de la Construcción (IC) entidad gestora del Programa Construye2025 de Corfo, es una de las instituciones –junto a los Ministerios del Medio Ambiente y Salud; Dirección General de Obras Públicas; las Municipalidades de Concón, Quillota, Limache y Villa Alemana; Seremis de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas y Medio Ambiente; y Universidad de Valparaíso- que prestará apoyo a través de la participación en mesas de trabajo y actividades de difusión, entre otros, con el fin de colaborar para el cumplimiento de objetivos y metas de este acuerdo que se pretende implementar en un plazo de 24 meses.

Gustavo Cortés, jefe de Proyecto Construye2025, señala que “el Instituto de la Construcción suscribe este APL en calidad de “Tercero Interesado” representando al Programa Construye2025, que tendrá un rol de articulador y coordinador de los diferentes actores, participando activamente en reuniones técnicas necesarias para la implementación de estrategias de economía circular, principalmente vinculadas a la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 que el Programa lideró”.

El APL es un instrumento de gestión que implica compromisos voluntarios entre distintos actores del sector público y privado, y se basa en implementar medidas concretas que apunten a aumentar sus condiciones productivas, ambientales y sociales, a través de mejoras en sus procesos, servicios y productos.

La Región de Valparaíso es la segunda generadora de RCD a nivel nacional, con un promedio anual de 710 mil toneladas en la última década. Al proyectar esta tendencia de generación a los años 2025-2035, la cantidad de RCD aumenta a 986 mil toneladas anuales, lo que equivale a una generación diaria de 2.703 toneladas y a una demanda de procesamiento diario de 4.108 toneladas.

En este sentido, los residuos de la construcción se producen por ineficiencias en el diseño y en los procesos, lo que se traduce en un tremendo desperdicio de materiales e inadecuada gestión que genera costos ambientales y gastos al sector público”, señala Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad del Programa Construye2025.

“Entre los impactos que se esperan con el APL, está implementar la trazabilidad en la gestión de los residuos, reducir su generación, fomentar la valorización y uso de materiales reciclados en obras públicas y privadas, y lo que no se pueda valorizar, disponerlo en forma adecuada. Un aspecto clave es el desarrollo de proveedores para la gestión de residuos y la economía circular, a través de las mejores prácticas y la innovación”, añade Alejandra Tapia.

Paralelamente, se espera trabajar en distintas mesas de trabajo para ir generando las condiciones habilitantes para el cumplimiento de metas y compromisos, como por ejemplo definir una estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la eliminación de residuos.

Cabe señalar que este acuerdo está muy alineado con el trabajo que se ha realizado en la Hoja de Ruta para un Chile Circular 2040 y, principalmente, en la del sector con la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035,  liderada por el programa Construye2025, “la cual contribuye a identificar con una mayor claridad tanto las problemáticas como las posibles soluciones. Además, una de sus principales fortalezas es propiciar la coordinación pública para generar las condiciones habilitantes para el desarrollo de la economía circular, y el alineamiento y colaboración de las instituciones y distintos actores con un horizonte común”, agrega Alejandra Tapia.

Este APL está dirigido a los distintos actores de la cadena de valor del sector construcción de la Región de Valparaíso, es decir, constructoras, contratistas, proveedores, entre otros, quienes una vez adheridos, implementarán un plan de gestión de residuos y declararán su generación, valorización y disposición final. 

Además, cada empresa generadora de residuos fijará metas cuantitativas de prevención de generación y valorización para sus distintos tipos de residuos, las que no pueden ser menor al 10% del total generado, e identificará oportunidades de mejora.

También se desarrollará un catastro de gestores de residuos que operen en la región y sitios de disposición final autorizados y se definirá una estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la eliminación de RCD. Por otra parte, las empresas desarrollarán indicadores de sostenibilidad e implementarán un programa de capacitación y difusión de prácticas de economía circular y sus beneficios.

Finalmente, la coordinadora de Sustentabilidad del Programa Construye2025, señala que “existen grandes oportunidades para generar eficiencias en las obras de construcción, ya hay algunos avances en la valorización de RCD e innovación en el sector público. A modo de ejemplo, la Dirección de Vialidad del MOP, de la región, ha avanzado en esta materia reutilizando los residuos de asfaltos generados en el fresado de vías concesionadas, en la pavimentación de caminos vecinales, obteniendo enormes ahorros en costos, reduciendo la extracción de áridos vírgenes e impactando positivamente en la comunidad”.

Fuente: Instituto de la Construcción