Avances en CES Aeropuertos: el despegue de un Chile sustentable

El Tercer Comité Consultivo del estudio liderado por la Dirección de Aeropuertos del MOP reveló los resultados finales y los nuevos parámetros de la Certificación Edificio Sustentable (CES) adaptados al sector aeroportuario, marcando un compromiso decisivo con la sostenibilidad.

En el marco del Tercer Comité Consultivo del estudio “Investigación y Análisis de Parámetros para la Certificación de Proyectos de Infraestructura Aeroportuaria Sostenible”, liderado por la Dirección de Aeropuertos (DAP) del Ministerio de Obras Públicas (MOP), se presentaron importantes avances para adaptar los estándares CES al sector aeroportuario chileno.

El evento, que congregó a diversas entidades públicas, privadas y académicas en el Palacio Pereira, fue un espacio crucial para presentar los resultados finales del estudio y delinear el futuro de los proyectos aeroportuarios bajo una mirada sostenible.

Voluntad y compromiso

Claudia Silva Paredes, directora nacional de Aeropuertos MOP, enfatizó la importancia de la voluntad como motor de la certificación sustentable, destacando que no se trata de una obligación, sino de un compromiso genuino. Además, hizo un llamado a la acción para reducir el impacto ambiental de los aeropuertos, reconociendo la necesidad de disminuir el ruido, la contaminación y las emisiones. “Si esos nuevos aeropuertos son capaces de entregar nuestro granito de arena para gastar menos y ser menos contaminantes globales, va a ser un gran aporte y nos vamos a sentir orgullosos”, afirmó. 

CES: una década de impacto 

El presidente de CES, Ricardo Fernández, expresó su agradecimiento al MOP, al que calificó como el “motor” de la certificación. También mencionó importantes proyectos ya en desarrollo o certificados por CES, como el nuevo Aeropuerto de Santiago, así como también iniciativas en Puerto Natales, Antártica y Viña del Mar. 

Fernández destacó la incorporación de conceptos como huella de carbono, economía circular e hidrógeno verde en las nuevas versiones de CES. Con más de 600 proyectos, CES se consolida como la certificación más relevante a nivel nacional, demostrando que “la construcción sostenible no es más cara y que el beneficio es tremendamente mayor que lo que uno invierte”, afirmó.

Por su parte, Hernán Madrid, jefe de CES, subrayó que el desarrollo de la versión para aeropuertos enriquece todo el sistema, incorporando nuevas variables que serán adoptadas paulatinamente en otras versiones de la certificaciones. Madrid presentó datos contundentes sobre el ahorro que implica la certificación: un edificio de 100.000 m² puede ahorrar 6 millones de kWh al año, lo que se traduce en 150-180 millones de pesos chilenos anuales en costos de operación. En términos de emisiones, esto representa una reducción de 3.000 toneladas anuales de CO2. Destacó que los edificios certificados voluntariamente consumen aproximadamente un tercio de la energía promedio del país.

Por su parte, Martita Molina Fitz, inspectora fiscal del Estudio de la Dirección de Aeropuertos, detalló la trayectoria de la DAP en la incorporación de criterios CES desde 2017, identificando brechas en la certificación original que no reconocía la realidad aeroportuaria. Este análisis llevó al desarrollo del estudio actual, iniciado en 2023 y cuyo primer borrador fue presentado en junio de 2025. Molina resaltó los notables logros en la precertificación, incluyendo el Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, con 86.5 puntos y el aeródromo Teniente. Julio Gallardo de Puerto Natales, que alcanzó 90 puntos, siendo el proyecto precertificado con el puntaje más alto registrado por CES.

Nuevos requisitos para aeropuertos sustentables

El estudio abordó un enfoque integral con etapas de diagnóstico, validación de herramientas en energía, agua y acústica, e innovadores estudios en huella de carbono, economía circular, electromovilidad, hidrógeno verde, Net Zero, cambio climático e infraestructura verde y azul. Un análisis de costos sociales reveló que el uso operacional de energía (Etapa B6) representa el 62% de la huella de carbono en el ciclo de vida de un edificio aeroportuario, mientras que la extracción de materiales y la construcción (A1-A3 y A5) son otras etapas cruciales. 

María Luisa del Campo, directora del Centro Tecnológico KIPUS de la Universidad de Talca, detalló la adaptación de las zonas climáticas a zonas térmicas y la diferenciación de exigencias según la envergadura del aeropuerto (red primaria, secundaria, aeródromos pequeños). Además, se incorporaron requisitos de cubierta para el confort acústico ante el ruido de aeronaves, y la implementación de “zonas de silencio” para personas neurodivergentes.

Las nuevas categorías de certificación incluyen:

  • Calidad interior: Enfoque en confort térmico, visual y acústico adaptado a la realidad aeroportuaria, incluyendo el ruido de aeronaves.
  • Energía: Reducción de la demanda anual de energía para calefacción y enfriamiento, reconociendo el alto consumo de los aeropuertos y el uso de energías renovables como estándar.
  • Agua: Requerimientos para el consumo en paisajismo y humano, con énfasis en la reducción del uso de artefactos y la preservación del agua para consumo no humano en operaciones y torres de enfriamiento.
  • Emisiones: Análisis de la huella de carbono, ampliando la mirada a la medición de materiales, productos y sistema constructivo. Esto se suma a lo que ya tenemos incorporado desde 2023 como huella en la operación del edificio.
  • Economía circular: Integración de prácticas de reutilización y minimización de residuos. Evaluación de los requerimientos para materiales y gestión de residuos, y la ampliación a requerimientos de  Diseño Modular y Plan de desmontaje.
  • Gestión: Aspectos de operación del edificio.
  • Innovación: Nueva categoría que aborda electromovilidad, hidrógeno verde, Net Zero, cambio climático e infraestructura verde y azul.

Directorio IC ratifica oficialmente a Marcos Brito como nuevo director ejecutivo

on una mirada puesta en dinamizar la institución, proponer nuevos modelos de negocio y abrir el IC a nuevas temáticas, el nuevo director ejecutivo puso énfasis en desarrollar una gestión que fortalezca el liderazgo que Chile ostenta en el sector constructivo en Latinoamérica.

En la 312° Reunión Ordinaria de Directorio, realizada este jueves 3 de julio, los directores del Instituto de la Construcción anunciaron que Marcos Brito Alcayaga asumirá de manera oficial como el nuevo director ejecutivo de la entidad, culminando, de esta manera, con la postulación pública que se inició a principios de mayo.

“La designación de Marcos Brito representa un respaldo a la continuidad de un trabajo serio, colaborativo y orientado a fortalecer la sostenibilidad, la productividad y la calidad en la construcción. Desde el Instituto de la Construcción valoramos profundamente su trayectoria y compromiso, y reafirmamos nuestra disposición para seguir articulando esfuerzos junto a él, impulsando iniciativas que contribuyan al desarrollo sostenible del sector y al bienestar de las personas”, sostiene Mauricio Salinas, presidente del Instituto de la Construcción.

Hasta la fecha, Brito ejercía el mismo cargo en calidad de interino. Su desembarco como director oficial da inicio a una nueva etapa, tras la salida de José Pedro Campos, quien ejerció como director ejecutivo por casi 28 años. 

“Asumo este desafío con mucho orgullo y la convicción de que el Instituto de la Construcción debe seguir consolidándose como la principal entidad convocante, de coordinación y articulación, para el desarrollo de temáticas clave para el crecimiento productivo de la construcción, que hoy además, nuestro país necesita para enfrentar tiempos complejos. Sabemos que el sector tiene urgencias en productividad, calidad y sostenibilidad, y nuestro compromiso es ser un puente efectivo entre el sector público, privado y la academia para impulsar soluciones concretas y ser el mayor referente técnico para el sector. El foco de mi gestión estará puesto en fortalecer la colaboración, agilizar los procesos internos del IC y buscar promover iniciativas que aporten mejoras en productividad, calidad, resiliencia, sustentabilidad y -en definitiva- un mejor estándar para la industria y para la vida de las personas”, señala Marcos Brito.

Con 18 años de experiencia profesional en liderazgo de iniciativas estratégicas para la transformación del sector, impulsando principalmente el programa Construye2025 y el Consejo de Construcción Industrializada, Brito asume la Dirección Ejecutiva en un momento clave para dar continuidad a proyectos de alto impacto, tales como la Certificación Edificio Sustentable (CES), la actualización de normativas, la promoción de la economía circular y la resiliencia de la infraestructura frente a desafíos como el cambio climático.

El proceso de selección del nuevo director ejecutivo recibió cinco postulaciones, de las cuales cuatro continuaron en competencia. Tras ser entrevistados para evaluar aspectos como liderazgo, visión estratégica, gestión, comunicación, innovación y ajuste al cargo, se propuso una dupla finalista que presentó sus propuestas ante el directorio el 3 de julio.  

Las tres evaluadoras que han marcado la pauta en los 10 años de CES

88 Limitada, EBP Chile y Ecosustenta lideran ampliamente la lista de entidades evaluadoras del sistema CES, con más de 500 evaluaciones realizadas entre las tres. Han acompañado desde universidades hasta cuarteles de bomberos en la ruta hacia la sustentabilidad.

Diez años han pasado desde que la Certificación Edificio Sustentable (CES) comenzó a transformar el estándar ambiental de los edificios públicos en Chile. En ese camino, las entidades evaluadoras acreditadas por CES —figuras técnicas encargadas de validar el cumplimiento de los exigentes requisitos de CES— han sido clave para dar credibilidad y rigor al sistema. Estas revisan de forma neutral y rigurosa los proyectos inscritos, verificando que cumplan con los requisitos técnicos del Manual CES. Son clave para otorgar tanto la precertificación como la certificación final y el sello Plus Operación.

Hoy, un análisis de datos revela quiénes han sido las protagonistas de esta primera década. 88 Limitada, EBP Chile y Ecosustenta encabezan el ranking, acumulando el 70 % de los procesos de evaluación realizados desde diciembre de 2014 a la fecha.

Las líderes en cifras

  • 88 Limitada se instala como la evaluadora más activa, con 294 procesos entre precertificaciones (251) y certificaciones (43).
  • Le sigue EBP Chile, con 114 proyectos evaluados (97 precertificados y 17 certificados).
  • Y luego Ecosustenta, con 103, (64 precertificados y 39 certificados).

Pero más allá de los números, su huella está en los proyectos que ayudaron a certificar: obras que hoy marcan la diferencia en eficiencia energética, confort térmico y uso responsable de recursos.

Proyectos que dejan huella

88 Limitada no solo lidera en cantidad, sino también en innovación. De hecho, su nombre está presente en todas los Premios CES, desde 2019 a la fecha. En 2019, estuvieron en el 2° (Reposición Cuartel de Bomberos de Cunco) y 3° lugar (Centro Deportivo Integral Caldera), de la categoría Edificio Certificado, así como en los 3 lugares de la categoría Proyecto Precertificado. Ya en 2020, evaluaron al edificio que obtuvo el primer (Comunidad Terapéutica Drogodependientes) y el tercer lugar (Escuela Cantino). En 2021 y 2022, evaluaron gran parte de los proyectos precertificados ganadores de dicha categoría.

En 2023, participaron del Recinto Modelo Educación y Trabajo Edificios ADE-DEP y ASA-ADI La Laguna, Talca, que obtuvo el primer lugar, y en el proyecto precertificado: Jardín Infantil y Sala Cuna Chinkowe Temuco (1° lugar). En 2024, repitieron el primer lugar con el Liceo B-15 Jorge Teillier, también estuvieron en el 2° lugar, con el Edificio Institucional de la Dirección Regional de Aduanas de Talcahuano (D.R.A.T.), y la Escuela La Piedra, Galvarino, 2° lugar en los proyectos precertificados.

Asimismo, en la empresa se han aventurado como asesores y arquitectos en algunos de los proyectos CES.

EBP Chile, por su parte, ha tenido un rol clave en edificaciones de alto impacto social. Evaluó, por ejemplo, el cuartel de Bomberos de Rancagua, que recientemente obtuvo la certificación con una calificación destacada. También participó en edificios de la Universidad Católica, como el Centro de Investigación Michel Durand, con diseño pasivo y ventilación natural.

Recibieron los Premios CES por primera vez en 2020, con el tercer lugar de la Piscina Temperada de Talca, en la categoría Proyecto Precertificado, mismo proyecto que en 2021 recibió el primer lugar en la categoría Edificio Certificado, completando el proceso CES.

En 2023, con la evaluación de EBP Chile, el Edificio Consistorial de Chañaral obtuvo el segundo lugar categoría Edificio Certificado, en tanto que en la categoría Proyecto Precertificado, se quedaron con el 2° y 3° lugar, con la Reposición Cuartel BICRIM PDI, Villa Alemana, y la Reposición Liceo Claudio Arrau León Doñihue, respectivamente.

En 2024, participaron en la premiación del 3° lugar obtenido por la Subcomisaría de Longaví, y del proyecto precertificado, que obtuvo el 1° lugar: Retén de Carabineros Río Tranquilo, Río Ibáñez.

Ecosustenta ha mantenido un equilibrio notable entre evaluaciones de diseño y certificaciones finales. Entre sus casos más emblemáticos está la Sala Cuna y Jardín Infantil Pinocho, en Temuco, que alcanzó la categoría “sobresaliente” con 70 puntos. Además, ha estado presente en varios proyectos municipales y de educación en regiones, acompañando el proceso completo hasta la obtención del sello.

En los Premios CES, la empresa ha aparecido en 2021, con el 3° lugar de la Subcomisaría de Nonguén; y en 2023, con el 1° lugar del Recinto Modelo Educación y Trabajo Edificios ADE-DEP y ASA-ADI La Laguna, Talca.

Un rol clave en la sustentabilidad pública

Las entidades evaluadoras son piezas técnicas fundamentales del sistema CES. No asesoran ni diseñan; evalúan y revisan que cada proyecto cumpla con las exigencias establecidas. Son las encargadas de dar el visto bueno —o pedir correcciones— y su informe es indispensable para obtener la certificación CES.

La UC apuesta en serio por la sustentabilidad: ya suma 10 edificios con certificación CES

Con dos edificios certificados, tres precertificados y cinco en proceso, la Pontificia Universidad Católica de Chile consolida su compromiso con la carbono neutralidad al 2038. Francisco Palacios, de la Dirección de Infraestructura, destaca cómo CES ha transformado sus estándares de diseño y confort.

La sustentabilidad en la infraestructura universitaria dejó de ser una declaración de principios para convertirse en una política concreta en la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC). La institución ya suma 10 edificios inscritos en la Certificación Edificio Sustentable (CES), herramienta nacional que evalúa el comportamiento ambiental de las edificaciones de uso público en Chile.

Francisco Palacios, profesional de la Subdirección de Planificación y Proyectos de la Dirección de Infraestructura UC, cuenta que la decisión de adoptar CES responde a una meta institucional clara: alcanzar la carbono neutralidad al 2038. “Desde el año 2020 se decidió implementar la certificación CES como un avance concreto en el compromiso de la Universidad”, explica, en línea con el eje de gestión institucional del Plan de Desarrollo UC y la Estrategia para la Acción Climática.

De edificios aislados a una estrategia transversal

Actualmente, la UC cuenta con dos edificios certificados, el Complejo Interdisciplinario Michel Durand, en Villarrica, y el Edificio Aulas Las Pataguas (ex DISE), además de tres precertificados y cinco en proceso de evaluación, que incluyen desde facultades hasta clínicas veterinarias y salas de clases generales en el campus San Joaquín.

Pero más allá de la cantidad, lo relevante es el cambio de enfoque que CES ha generado en la forma de proyectar arquitectura e instalaciones. “El mayor impacto ha sido poder consolidar una metodología para la definición de estándares de diseño arquitectónico y de instalaciones”, señala Palacios. Según explica, hoy los diseños buscan primero reducir la demanda energética mediante estrategias pasivas —como aislación, ventilación e iluminación natural— antes de optar por soluciones activas como climatización o iluminación artificial.

Uno de los aprendizajes más valiosos, apunta Palacios, ha sido la capacidad de incorporar la sustentabilidad como parte integral del desarrollo de cada obra. “Se ha generado una cultura y conocimientos en torno a la sustentabilidad y eficiencia energética”, dice, lo que ha permeado tanto al equipo técnico como al resultado final que experimentan usuarios y usuarias.

“Contar con espacios con estrategias de diseño aplicadas y altos estándares de confort permite que las actividades docentes, académicas y administrativas se desarrollen de mejor forma”, destaca. En ese sentido, el foco ha estado en los espacios para estudiantes, “puesto que son el centro de nuestro quehacer y podemos aportar desde la infraestructura en su desarrollo académico”, afirma.

Lo que viene

A partir de la buena experiencia, la UC ha decidido establecer CES como criterio general para todos los proyectos de más de 1.000 m², y evaluar su aplicación en obras menores, siempre incorporando criterios de eficiencia y asesoría especializada. La sostenibilidad, entonces, ya no es un “plus”, sino un nuevo estándar base.

Con este enfoque, la UC no solo suma metros cuadrados certificados, sino que apuesta por transformar el entorno académico desde el diseño responsable, alineado con sus compromisos climáticos y con una visión que pone a la comunidad universitaria en el centro.

Avances clave en la normativa técnica chilena: La contribución de CES

Hernán Madrid, jefe de la certificación, expuso en un seminario de la UTEM sobre los cambios de la actualización de la medición térmica de la ordenanza, prevista para noviembre. “Estas modificaciones son particularmente relevantes para edificios de uso público, como los de salud y educación, en los cuales CES ha colaborado activamente”, sostuvo.

En el contexto del seminario “Actualización de la normativa técnica chilena en el rubro de la construcción”, realizado el 18 de junio en la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), se dieron cita diversos expertos para abordar las últimas versiones de las normas y su impacto en el sector. 

Uno de los expositores clave fue Hernán Madrid, ingeniero civil y jefe de Certificación CES administrada por el Instituto de la Construcción (IC). Madrid ofreció una detallada presentación sobre el sistema de Certificación Edificio Sustentable (CES), destacando su carácter voluntario y su trayectoria de 10 años, consolidándose como una alianza público-privada que involucra a entidades como el Ministerio de Obras Públicas, la Cámara Chilena de la Construcción, el Colegio de Arquitectos, el Instituto de la Construcción y los ministerios de Energía y Vivienda.

Administrada por el Instituto de la Construcción, CES opera mediante la evaluación de un tercero, asegurando la objetividad en la certificación. Esta aborda tres grandes categorías: ambiente interior y energía (las más impactadas por las recientes actualizaciones normativas), eficiencia en el uso de agua, materiales y residuos, e innovación.

Con más de 600 proyectos en diversas etapas de certificación, distribuidos en todas las regiones del país, CES ha demostrado ser una herramienta efectiva para la sostenibilidad. “Los edificios certificados logran un ahorro energético significativo, con consumos que oscilan entre un tercio y un 50% del promedio nacional, lo que se traduce en una notable reducción de emisiones y un impacto relevante en los presupuestos de operación, especialmente en edificaciones de gran escala como hospitales”, explicó Madrid. 

Desafíos y actualizaciones en la normativa térmica

Madrid se centró en los cambios que trae la actualización de la medición térmica de la ordenanza, cuya entrada en vigor está prevista para noviembre. “Estas modificaciones son particularmente relevantes para edificios de uso público, como los de salud y educación, en los cuales CES ha colaborado activamente con mesas de trabajo junto a los ministerios de Salud, Educación y Vivienda”, detalló.

Los cinco puntos clave de esta actualización, desde la perspectiva de los edificios de uso público, son:

  1. Cambio en la zonificación térmica: Se transita de zonas climáticas a zonas térmicas para establecer los requisitos, lo cual impactará directamente en el modelo de certificación del CES.
  2. Nuevos requisitos de calidad para la envolvente: Se exigirán estándares mínimos actualizados para los cerramientos, que, aunque en su mayoría ya estaban cubiertos por la certificación CES en versión 1.1, requerirán algunos ajustes finos.
  3. Exigencia de condensación superficial e intersticial: La evaluación de la condensación, que antes en CES se limitaba a salas de clase en educación, ahora se amplía a todos los recintos docentes y médicos.
  4. Incorporación de la medición de infiltración de aire: Se establece un requisito obligatorio para medir la infiltración de aire no controlado, lo que requerirá la implementación de ensayos específicos para edificios de salud y educación.
  5. Requerimientos de ventilación: Este aspecto, vital para el confort y la calidad del aire interior, ya estaba cubierto por el sistema de certificación CES, por lo que no demanda mayores actualizaciones.

En el seminario también participaron otros destacados expertos como Lucio Ricke, presidente del Consejo de Normalización de la Construcción del IC, quien enfatizó el rol de su entidad en la articulación de la normativa y la necesidad de aumentar el conocimiento sobre los procesos normativos. También expuso Susana Jara, del Departamento de Tecnologías de la Construcción del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), quien abordó la actualización de la normativa para la industrialización en el sector habitacional, destacando el avance en la vivienda industrializada tipo (VIT) y sus beneficios en la reducción de plazos y residuos; y Marlena Murillo, consejera del Colegio de Ingenieros y miembro del Instituto Chileno del Acero (ICHA), que detalló el rol de este en la promoción del uso del acero y el desarrollo de normas técnicas, incluyendo las de diseño de elementos de acero y sísmico.

El seminario completo está disponible aquí:

CES avanza en la actualización de su modelo de certificación ante nueva RT

El comité técnico de la Certificación Edificio Sustentable (CES) trabaja en la adecuación de su modelo a los cambios que entrarán en vigencia en noviembre de 2025. Las actualizaciones consideran zonificación, exigencias para envolventes, condensación y control de infiltración de aire.

Santiago whhite cityscape

Durante el segundo semestre de 2024, el comité técnico de la Certificación Edificio Sustentable (CES) inició un proceso de revisión y actualización de su modelo de certificación en respuesta a las modificaciones introducidas por la nueva Reglamentación Térmica (RT), que comenzará a regir en octubre de este año. El grupo convocó a representantes de más de 20 instituciones y consultoras, entre ellas asesores, evaluadoras y miembros de los Comité Directivo y Consultivo de CES.

Según explica Hernán Madrid, jefe de CES, se identificaron cuatro aspectos claves que deben ser actualizados: la adopción de una nueva zonificación térmica, los requerimientos mínimos para envolventes, la evaluación de condensación (superficial e intersticial) y las exigencias en materia de infiltración de aire.

En cuanto al primer punto, CES cambiará zonificación para definir exigencias, pasando  de las zonas climáticas a adoptar las zonas térmicas, ambas definidas en la norma NCh1079, buscando mayor homogeneidad entre distintos tipos de edificaciones a nivel nacional. “Esto implica un cambio importante, pero apunta a la simplificación en el uso de zonificación para todo tipo de uso de edificaciones”, indica Madrid.

Respecto a los requerimientos mínimos de envolvente, el comité acordó alinear los valores de CES con los establecidos en la actualización de la ordenanza, lo que se traducirá en ajustes menores en los valores de referencia respecto a lo existente en CES v1.1.

En los temas de condensación e infiltración de aire, CES ha iniciado mesas de trabajo con los ministerios de Vivienda, Salud y Educación, con el fin de definir lineamientos generales, para luego retomar el trabajo con el Comité Técnico. La actualización contempla ampliar la exigencia de evaluar condensación superficial más allá de las salas de clases a otros recintos docentes y edificios de salud, además de incorporar el análisis de condensación intersticial.

Finalmente, en el caso de la infiltración de aire, CES desarrollará un nuevo apéndice que incluirá protocolos específicos para la evaluación de ensayos e incorporará las exigencias reglamentarias de la actualización de la OGUC como requerimiento obligatorio.

Madrid aclaró que el único aspecto de la RT que no requerirá ajustes es el relacionado con ventilación mínima, ya que esta exigencia ya se encuentra cubierta en el modelo vigente de CES, tanto en sus requerimientos obligatorios como voluntarios.

“Diseñar con responsabilidad ambiental fue un gran cambio y una gran oportunidad”

Margarita Cordaro, arquitecta, vicepresidenta de CES y pionera de la construcción sustentable en el sector público, repasa su trayectoria impulsando la certificación desde la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas. Asegura que CES ha sido clave para verificar la calidad de los edificios públicos y proyecta los nuevos desafíos del sistema.

Con más de cuatro décadas de experiencia en arquitectura pública, Margarita Cordaro ha sido una de las principales impulsoras del enfoque sustentable en la edificación estatal en Chile. Desde su rol en la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP), ha participado en el desarrollo de estudios, proyectos, convenios, capacitaciones y lineamientos técnicos que hoy son base del modelo de la Certificación Edificio Sustentable (CES). Fue parte activa desde los inicios de este sistema, integrando el Comité de Certificación de Calidad Ambiental de Edificios, y ha seguido colaborando activamente como representante del MOP. Ha sido presidenta y vicepresidenta del CES en varios periodos, y en 2020 obtuvo el Premio CES al Profesional Destacado.

En esta entrevista, Margarita Cordaro recorre los hitos del proceso que dio origen a CES, los aportes del sector público a su desarrollo, el impacto que ha tenido en la gestión de proyectos y los desafíos que enfrentará en el futuro. Sus respuestas reflejan el compromiso institucional y personal con una arquitectura que combina calidad, diseño pasivo, eficiencia energética y responsabilidad ambiental.

¿Cómo recuerda los inicios de CES?

Me integré en 2007 al Instituto de la Construcción representando a la Dirección de Arquitectura en el Comité de Certificación de Calidad Ambiental de Edificios. Fue un proceso lleno de expectativa, con participación amplia desde lo público, privado, academia y consultores. Se revisaron normativas y certificaciones, y se llegó a un listado de cerca de mil requerimientos. Fue clave postular a Corfo Innova, porque se necesitaba un desarrollo profesional riguroso que considerara la diversidad territorial y climática del país.

Reunión en el MOP proyecto Innova DA-MOP, 2012.

¿Qué la motivó personalmente a involucrarse?
Como arquitecta de la DA MOP, ya en 1993 trabajaba con lineamientos de diseño pasivo y eficiencia energética. Aunque hubo dificultades para aplicarlos por desconocimiento técnico, el concepto me desafió y me motivó. Fue una oportunidad para proyectar edificios públicos con criterios de eficiencia y calidad ambiental. Desde entonces, hemos desarrollado estudios, cursos y diplomados en todo el país, generando herramientas como los TDRe de la DA  para generar sinergia en el desarrollo de las licitaciones con criterios de sustentabilidad.

Desde el MOP, ¿por qué era importante una certificación como CES?
La DA ya contaba con guías técnicas agrupadas en cuatro ámbitos —diseño pasivo, confort ambiental, ahorro de energía y agua— que se alineaban con los principios de CES. Esta certificación permite verificar el cumplimiento de esas variables mediante una evaluación técnica independiente, lo que da transparencia y objetividad al proceso.

Reunión Comité Directivo CES, 2013.

¿Cuáles fueron los principales aportes del MOP al sistema CES?
El más importante fue visibilizar la gestión que implica un proyecto de inversión pública. Propusimos incorporar una etapa de precertificación del diseño, separada de la certificación de obra. Esto responde a la realidad de los proyectos públicos, que suelen desarrollarse en etapas distintas y con cambios de autoridades. También fue útil contar con edificios públicos como casos reales para medición y evaluación.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con otras instituciones?
Fue enriquecedora. Escuchar, valorar y consensuar distintas miradas nos permitió generar una unidad conceptual que se plasmó en los parámetros de la certificación chilena. Fue un aprendizaje colectivo.

¿Qué valor le asigna a la colaboración público-privada?
Es esencial, y sumo también a la academia. Esta alianza permite una visión integral, que fortalece las iniciativas y conduce a las instituciones a generar las condiciones técnicas y legales para su implementación.

¿Cómo evalúa la evolución de CES en estos 10 años?
Ha sido notable. Sin ser ley ni obligación, CES se ha instalado como una gestión de calidad necesaria. Se ha ampliado a nuevos usos como hospitales y aeropuertos, y ha crecido la demanda de certificaciones. Ha habido reconocimiento internacional a través de la aplicación del sistema en proyectos gestionados por la DA MOP, lo que fue auditado y valorado y que permitió al país emitir Bonos Verdes.

¿Qué hitos destaca con especial orgullo?
Uno es el protocolo formal  de colocación de placas CES en edificios certificados, con participación local de usuarios, consultores y comunidad. El otro, el cumplimiento de la meta ambiental del Plan de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático 2017–2022, gracias al uso de CES y TDRe de la DA en licitaciones públicas. También el reconocimiento internacional por la gestión de la DA MOP, que dio pie a los Bonos Verdes y formalizado a través del Ministerio de Hacienda.

¿Qué cambios ha visto en los mandantes públicos?
Ahora hay un enfoque más integral. Desde la firma del convenio entre la DA y el mandante, se incorporan exigencias de sustentabilidad y Certificación CES. Esto permite verificar resultados en diseño y obra. Los mandantes ahora conocen cómo funcionará su edificio y valoran el confort ambiental y el ahorro energético.

¿Qué desafíos enfrenta CES hacia el futuro?
Los desafíos ya están aquí. El cambio climático y las amenazas naturales exigen incorporar resiliencia, considerando riesgos sismológicos, aluvionales o de inundación. Otro reto es una zonificación climática más detallada, incluso para la Antártica. Además, hay que avanzar en el fortalecimiento de certificación en etapa de operación: CES Plus Operación.

¿Qué rol debe jugar el Estado en consolidar la sustentabilidad?
El Estado debe liderar. Tenemos compromisos globales que requieren políticas de largo plazo. Aunque no es fácil equilibrar lo financiero con lo ambiental, debemos generar gobernanza para lograrlo.

¿Y qué le gustaría ver en CES en 10 años?
Un CES más formalizado, con fuerte compromiso institucional y financiamiento adecuado, que garantice un desarrollo técnico continúo y transparente en la certificación de edificios e infraestructura pública.

Leer entrevista completa aquí.

10 años de CES: los asesores que lideran en proyectos sustentables en Chile

Con más de 70 proyectos inscritos en la Certificación Edificio Sustentable, Fernanda Soto encabeza la lista de profesionales que han contribuido a transformar la edificación de uso público en el país. Le siguen +E Arquitectura Sustentable y Nórdica, con un portafolio diverso que abarca jardines infantiles, centros de salud y edificios institucionales.

A 10 años del inicio de la Certificación Edificio Sustentable, se registran 329 asesores CES acreditados, entre los que se encuentran personas naturales y jurídicas, divididas en 14 regiones (ver gráfico), aunque con una concentración en la zona centro sur del país. 

Un análisis a las inscripciones revela a los asesores con mayor cantidad de proyectos, los que han aportado a la consolidación de una edificación de uso público más eficiente y sustentable en Chile. Entre ellos, destaca Fernanda Soto, quien lidera la lista con 71 proyectos en su historial.

Su trabajo se ha extendido principalmente en la zona sur del país, con especial énfasis en infraestructura educacional, incluyendo escuelas rurales y jardines infantiles diseñados bajo criterios de confort térmico, eficiencia hídrica y estrategias pasivas para eficiencia energética. Su enfoque ha sido clave para incorporar criterios sustentables a edificios en climas extremos y con realidades locales diversas.

Su nombre ha aparecido en cuatro versiones de los Premios CES: en 2020, por el tercer lugar de la Piscina Temperada de Talca, en la categoría Proyecto Precertificado, que en 2021, cambió al primer lugar en la categoría Edificio Certificado. En 2023, fue con el segundo lugar por el Edificio Consistorial de Chañaral, y en 2024, por el tercer lugar de la Subcomisaría de Longaví, ambos en la categoría Edificio Certificado. Todos estos edificios han alcanzado puntajes en los niveles Sobresaliente y Destacado.

En segundo lugar se encuentra +E Arquitectura Sustentable, con 51 proyectos. Tatiana Vidal ha participado en obras relevantes como el Liceo B-15 Jorge Teillier, con el que ganó el segundo lugar del Premio CES en 2019, en la categoría Proyecto Precertificado, y luego, en 2024, el primer lugar, en la categoría Edificio Certificado. Con los siguientes proyectos alcanzó el primer lugar en los Premios CES en la categoría Proyecto Precertificado: Reposición Terminal de Buses Hualpín (2020), Construcción Cuartel de Bomberos, Segunda Faja, Villarrica (2022), Jardín Infantil y Sala Cuna Chinkowe Temuco (2023). En tanto, en 2023, volvió a subirse al podio por el primer lugar en la categoría Edificio Certificado, con el Recinto Modelo Educación y Trabajo Edificios ADE-DEP y ASA-ADI La Laguna, Talca.

Suma a su haber varios recintos de salud, educación y seguridad a lo largo del país. Sus propuestas se caracterizan por incorporar soluciones bioclimáticas, sistemas de climatización eficientes y manejo de residuos desde la etapa de construcción.

Nórdica, con 49 proyectos, ocupa el tercer lugar del listado. La consultora ha estado presente en edificaciones complejas, como hospitales, centros de salud mental y cuarteles policiales, aplicando estrategias orientadas al confort del usuario y a la reducción de impactos ambientales. El nombre de Rodrigo Escobar también está asociado a los Premios CES. En la primera versión de 2019, subió al escenario por el segundo lugar de la Reposición Cuartel de Bomberos de Cunco, en la categoría Edificio Certificado, el primer lugar en la categoría Proyecto Precertificado, con la Escuela Básica Huitranlebu, y el tercer lugar con la Escuela Rural Rucapangue, en la misma categoría. En 2020, obtuvo galardón por doble partida en la categoría Edificio Certificado: el primer lugar con la Comunidad Terapéutica Drogodependientes, y el tercer lugar con la Escuela Cantino. En 2021, nuevamente obtuvo el primer lugar en la categoría Proyecto Precertificado, con el Sala Cuna y Jardín Infantil Pinocho. En 2023, apareció en la premiación del primer lugar del Recinto Modelo Educación y Trabajo Edificios ADE-DEP y ASA-ADI La Laguna, Talca, aunque esta vez su mención fue como asesor en la etapa de precertificación.

Otros asesores destacados incluyen a Catalina Yurisic (46 proyectos), FP Energy (43) y EBP Chile (37), todos con una amplia trayectoria en proyectos de uso públicos que han obtenido niveles sobresalientes de certificación. Algunos de estos profesionales han trabajado en proyectos como el Hospital de Curicó, la Facultad de Medicina de la Universidad de Atacama y el Complejo Fronterizo Cardenal Samoré.

El análisis también pone en valor la diversificación de proyectos certificados a lo largo del país, desde jardines infantiles rurales en el sur, hasta infraestructuras estratégicas en zonas extremas del norte. Esta evolución refleja no solo la madurez del sistema CES, sino también el compromiso de asesores y entidades públicas con una construcción más sustentable, resiliente y humana.

150 años DA-MOP: Arquitectura pública sustentable: pasado con historia, futuro con visión

En la presentación “Nuestros Edificios Públicos”, Margarita Cordaro y Romy Luckeheide destacaron los avances, logros y desafíos de la Certificación Edificio Sustentable, que ya cumple una década promoviendo mejores estándares en la edificación pública.

En el contexto de la exposición “Nuestros Edificios Públicos. 150 años de la Dirección de Arquitectura del MOP”, se realizó el martes 15 de abril la actividad “La vida de un edificio sustentable”, enfocada en los desafíos del cambio climático y la sustentabilidad en la infraestructura pública.

Durante la jornada que partió con la bienvenida del director nacional subrogante de Arquitectura, Martín Urrutia, la vicepresidenta de CES, Margarita Cordaro, arquitecto de la Unidad Arquitectura y Patrimonio, Sección Normas y Sustentabilidad de la DA-MOP, dio cuenta de la gestión sustentable de la Dirección de Arquitectura ante los desafíos del presente y futuro.

Uno de los momentos clave de la jornada fue la presentación de Romy Luckeheide, arquitecta del equipo CES en el Instituto de la Construcción, quien abordó la evolución de la Certificación a lo largo de sus primeros 10 años de implementación. En su exposición, titulada “Certificación nacional CES: logros y desafíos”, destacó la consolidación del sistema como una herramienta técnica y confiable para evaluar el comportamiento ambiental de edificios de uso público en Chile. Además, mostró los avances del desarrollo de las nuevas versiones de CES.

Con casi 600 proyectos registrados desde su inicio en 2014, la certificación CES ha permitido integrar criterios de eficiencia energética, confort ambiental y sustentabilidad en el diseño, construcción y operación de edificios públicos. 

También se reconocieron proyectos recientemente destacados por CES, como el Hospital de Alto Hospicio (tercer lugar en 2023), presentado por el director regional DA Iquique, Rodrigo Jara; el Complejo Penitenciario La Laguna en Talca (primer lugar en 2023), a cargo del inspector fiscal de la DA Maule, Carlos Valverde, y el Liceo Jorge Teillier de Lautaro (primer lugar en 2024), con la presentación del director regional de la DA Araucanía, Manuel Bravo

La actividad finalizó con un panel de conversación en el que participaron representantes del MOP, del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, y del propio CES, generando un valioso espacio de diálogo interinstitucional sobre el rol de la edificación sustentable en las políticas públicas.

CES celebra 10 años junto a periodistas del sector construcción

A través de un desayuno con periodistas, se dio el inicio a las actividades conmemorativas de este año, destacando el impacto positivo que ha tenido CES en la edificación en Chile y su aporte a la carbono neutralidad.

Dentro de las actividades de su décimo aniversario, la Certificación Edificio Sustentable (CES) organizó un desayuno con periodistas especializados en construcción, arquitectura e innovación, en el que se repasó la historia, evolución y proyecciones de este sistema voluntario que hoy se posiciona como el más exitoso del país en su tipo, con cerca de 600 proyectos inscritos y más de 140 certificados a lo largo del territorio nacional.

Durante el encuentro, Ricardo Fernández, presidente de CES, junto a parte del equipo técnico y comunicacional, expusieron los avances logrados en estos 10 años gracias a una inédita alianza público-privada integrada por el Ministerio de Obras Públicas, la Cámara Chilena de la Construcción, el Colegio de Arquitectos y el Instituto de la Construcción, a la que más tarde se unieron los ministerios de Vivienda y Urbanismo y de Energía.

“Partimos en 2014 con una visión clara: crear un estándar chileno para evaluar y certificar el desempeño ambiental de edificios de uso público. Hoy no sólo lo logramos, sino que además contribuimos a una reducción concreta de emisiones, eficiencia energética y mejora del confort para las personas”, destacó Fernández.

Hernán Madrid, jefe de CES, detalló que la certificación contempla variables como calidad ambiental interior, eficiencia energética e hídrica, manejo de residuos, operación e innovación, y que su diseño se adapta a las condiciones climáticas locales. “Uno de los mayores impactos de CES ha sido su descentralización: regiones como La Araucanía lideraron por años el número de proyectos inscritos. Esto responde a realidades locales donde la eficiencia energética no es un lujo, sino una necesidad”, comentó.

En la ocasión, se presentó, además, el calendario de actividades conmemorativas para 2025, que contempla visitas a edificios certificados en distintas regiones, el lanzamiento de un libro con los hitos de la certificación, y la séptima versión de los Premios CES, entre otras iniciativas.

Finalmente, se subrayó que CES ha sido un aliado clave del Estado en la emisión de bonos verdes soberanos, gracias a la validación internacional de su metodología para cuantificar ahorros energéticos y reducciones de CO₂, además de su proyección para expandirse a nuevos tipos de edificaciones, como aeropuertos y edificios existentes.

El desayuno fue una oportunidad para estrechar lazos con los medios y renovar el compromiso de CES con la sostenibilidad, la innovación y el bienestar de las personas.