Construcción: primer sector que define Estrategia de Economía Circular al 2025 

En el marco de la hoja de ruta nacional definida por el Ministerio de Medio Ambiente, la construcción lidera las acciones del sector privado promoviendo cambios que servirán de referencia para otros sectores y gremios.

La Cámara Chilena de la Construcción, el Instituto de la Construcción y el programa Construye2025 de Corfo, guiados por la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), lanzaron hoy la Estrategia de Economía Circular en Construcción, que presenta los lineamientos para el tránsito hacia una nueva cultura del sector.

El propósito es avanzar hacia el desarrollo sostenible, social, ambiental y económico de la industria, a través del apoyo a iniciativas que involucran a los sectores público, privado y académico.

En el lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular en Construcción, el ministro de Medio Ambiente Javier Naranjo relevó que el sector de la construcción es uno de los de mayor potencial para la circularidad. Felicitó la iniciativa e invitó al trabajo colaborativo para avanzar en innovación y nuevos modelos de negocio para la reactivación verde.

Pedro Plaza, vicepresidente de la CChC y presidente del Consejo de Sostenibilidad del gremio, destacó que esta Estrategia es “una poderosa aliada, que abre múltiples oportunidades de innovación y nuevos modelos de negocio para todos los sectores productivos, permitiendo un uso más eficaz de los recursos y minimizando los residuos e impactos ambientales”.

Pedro Plaza dijo que el país es pionero en el mundo al contar con una Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040. Señaló que la economía circular y la reducción de residuos de construcción son el foco del pilar Medio Ambiente de la estrategia que promueve el Consejo de Sostenibilidad Empresarial de la CChC. 

En tanto, Pablo Ivelic, presidente del Consejo Directivo de Construye2025, destacó que si al realizar una actividad se obtiene una ganancia, esta no puede ser a expensas de generar un impacto negativo en el entorno. Por ello, apuntó a la necesidad del desarrollo sostenible, en el que debe convivir el beneficio económico con el beneficio social y medioambiental. “Es bueno preguntarse cómo se comporta nuestro rubro y la respuesta es mal: el 40% de las materias primas que se generan son consumidas por la industria de la construcción y, al mismo tiempo, el 35% de los residuos que se generan a nivel mundial provienen de la construcción y demolición de infraestructura. En adición, el 30% de los gases de efecto invernadero son producidos por nuestra industria”, sostuvo.

Por eso, hizo un llamado a “transformar nuestra industria desde la economía lineal hacia una economía circular y a partir de hoy tenemos una hoja de ruta para esta transición”.

Ricardo Fernández, presidente del Instituto de la Construcción, señaló que la transformación desde una economía lineal a una circular requiere inversiones, cambios regulatorios y conductuales y el convencimiento de que es imprescindible el cuidado y buen uso de los recursos naturales.

“Quiero destacar el gran trabajo que ha hecho y está haciendo el Subcomité de Economía Circular del Instituto, conformado en noviembre de 2020. A la fecha, son 29 las instituciones que participan activamente en este Subcomité, que ha trabajado durante este primer año, en generar bajadas concretas dentro de las 37 acciones planteadas por la estrategia, para que las instituciones participantes puedan proponer y concretar acciones libremente y de acuerdo con sus capacidades”.

Asimismo, agregó que “estamos frente a una oportunidad única para impulsar un cambio en la industria, que favorezca el mejoramiento de los procesos de producción, hacia una circularidad en nuestras obras y un manejo responsable de residuos durante la operación y demolición de edificios. Los instamos a seguir trabajando para su implementación y desarrollo, lo que sin duda traerá innumerables y beneficios para toda la sociedad”.

Ejes de la estrategia

En la actividad participaron también Miguel Pérez, líder del Pilar de Medio Ambiente del Consejo de Sostenibilidad CChC y la subgerenta de Desarrollo de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), Katherine Martínez; y, quienes dieron a conocer el detalle de la Estrategia, que consta de seis ejes:

Colaboración: Crear espacios de encuentro, intercambio de conocimientos, colaboración y construcción de confianza para producir sinergia entre los distintos actores de la cadena de valor de la construcción e industrias relacionadas.

Formación: Contar con profesionales, técnicos y operarios capacitados para realizar proyectos que incorporen la economía circular en el sector construcción.

Marco Normativo: Resolver asimetrías de información respecto al marco normativo y fortalecer la colaboración entre el sector público y privado para el desarrollo normativo.

Benchmarking y Difusión: Disponibilizar casos, datos e indicadores para fomentar la incorporación de conceptos de Economía Circular tanto en la cadena de suministros/ aprovisionamiento, como en etapas tempranas de diseño, construcción y operación.

Innovación: Generar instancias de vinculación entre empresas, academia y ecosistema emprendedor para favorecer la innovación en economía circular.

Incentivos: Generar incentivos que permitan promover que el sector privado cultive una cultura de Economía Circular.

“Hoy, junto con presentar la Estrategia, damos a conocer los frutos tempranos y el despliegue territorial que la CChC ha iniciado, donde destacamos el Acuerdo de Producción Limpia de la región de Valparaíso, y la creación de una mesa interregional para que esta iniciativa exista en el norte y sur de Chile”, mencionó Katherine Martínez, subgerenta de Desarrollo de la CDT.

Por su parte, Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, explicó que esta estrategia ha sido el fruto de un gran trabajo colaborativo de distintas personas e instituciones “donde hemos tenido que coordinar y alinear muchos focos de trabajo”. 

A su vez, especificó que “como Construye2025, estamos para colaborar en acelerar la transformación de la construcción y para ello hemos trabajado promoviendo la innovación, acercando soluciones circulares a las empresas para facilitar la incorporación de nuevos modelos de negocios, lo que se hizo a través de un estudio que desarrolló tres modelos con su factibilidad económica y técnica y también Corfo realizó un tremendo esfuerzo en apoyar la economía circular en construcción al llamar al sector a disminuir la pérdida de recursos a través de soluciones tecnológicas, donde ganaron ocho proyectos”. 

A ello se suma un segundo ámbito de colaboración, para generar las capacidades para que se desarrollen estos modelos de negocios y mercados circulares. “Para esto nos encontramos trabajando en un reglamento al alero de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 para generar un marco jurídico con énfasis en valorización y foco en economía circular”, precisó.

Finalmente, Paola Molina, presidenta del Subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, indicó que hay una gran esperanza puesta en esta estrategia porque generará un impulso para avanzar de manera temprana hacia una economía circular.

“Esta estrategia incluye a todo el ecosistema de la industria de la construcción. Mientras más representantes tengamos, tendremos una visión más amplia para levantar todas estas acciones. En el comité hemos podido ver cómo el trabajo colaborativo genera el impulso para poder desarrollar esto de manera acelerada y poder responder a todos los desafíos que tenemos por delante”, dijo.

Descargar Estrategia:

Sitio: https://economiacircularconstruccion.cl/

IC y Construye2025 apoyan APL para disminuir los RCD en Valparaíso

En noviembre recién pasado se firmó un Acuerdo de Producción Limpia (APL) entre la Cámara Chilena de la Construcción y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, con el objetivo de gestionar los residuos de construcción y demolición (RCD) e impulsar nuevos modelos de negocios circulares en la Región de Valparaíso.

El Instituto de la Construcción (IC) entidad gestora del Programa Construye2025 de Corfo, es una de las instituciones –junto a los Ministerios del Medio Ambiente y Salud; Dirección General de Obras Públicas; las Municipalidades de Concón, Quillota, Limache y Villa Alemana; Seremis de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas y Medio Ambiente; y Universidad de Valparaíso- que prestará apoyo a través de la participación en mesas de trabajo y actividades de difusión, entre otros, con el fin de colaborar para el cumplimiento de objetivos y metas de este acuerdo que se pretende implementar en un plazo de 24 meses.

Gustavo Cortés, jefe de Proyecto Construye2025, señala que “el Instituto de la Construcción suscribe este APL en calidad de “Tercero Interesado” representando al Programa Construye2025, que tendrá un rol de articulador y coordinador de los diferentes actores, participando activamente en reuniones técnicas necesarias para la implementación de estrategias de economía circular, principalmente vinculadas a la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 que el Programa lideró”.

El APL es un instrumento de gestión que implica compromisos voluntarios entre distintos actores del sector público y privado, y se basa en implementar medidas concretas que apunten a aumentar sus condiciones productivas, ambientales y sociales, a través de mejoras en sus procesos, servicios y productos.

La Región de Valparaíso es la segunda generadora de RCD a nivel nacional, con un promedio anual de 710 mil toneladas en la última década. Al proyectar esta tendencia de generación a los años 2025-2035, la cantidad de RCD aumenta a 986 mil toneladas anuales, lo que equivale a una generación diaria de 2.703 toneladas y a una demanda de procesamiento diario de 4.108 toneladas.

En este sentido, los residuos de la construcción se producen por ineficiencias en el diseño y en los procesos, lo que se traduce en un tremendo desperdicio de materiales e inadecuada gestión que genera costos ambientales y gastos al sector público”, señala Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad del Programa Construye2025.

“Entre los impactos que se esperan con el APL, está implementar la trazabilidad en la gestión de los residuos, reducir su generación, fomentar la valorización y uso de materiales reciclados en obras públicas y privadas, y lo que no se pueda valorizar, disponerlo en forma adecuada. Un aspecto clave es el desarrollo de proveedores para la gestión de residuos y la economía circular, a través de las mejores prácticas y la innovación”, añade Alejandra Tapia.

Paralelamente, se espera trabajar en distintas mesas de trabajo para ir generando las condiciones habilitantes para el cumplimiento de metas y compromisos, como por ejemplo definir una estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la eliminación de residuos.

Cabe señalar que este acuerdo está muy alineado con el trabajo que se ha realizado en la Hoja de Ruta para un Chile Circular 2040 y, principalmente, en la del sector con la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035,  liderada por el programa Construye2025, “la cual contribuye a identificar con una mayor claridad tanto las problemáticas como las posibles soluciones. Además, una de sus principales fortalezas es propiciar la coordinación pública para generar las condiciones habilitantes para el desarrollo de la economía circular, y el alineamiento y colaboración de las instituciones y distintos actores con un horizonte común”, agrega Alejandra Tapia.

Este APL está dirigido a los distintos actores de la cadena de valor del sector construcción de la Región de Valparaíso, es decir, constructoras, contratistas, proveedores, entre otros, quienes una vez adheridos, implementarán un plan de gestión de residuos y declararán su generación, valorización y disposición final. 

Además, cada empresa generadora de residuos fijará metas cuantitativas de prevención de generación y valorización para sus distintos tipos de residuos, las que no pueden ser menor al 10% del total generado, e identificará oportunidades de mejora.

También se desarrollará un catastro de gestores de residuos que operen en la región y sitios de disposición final autorizados y se definirá una estrategia de solución a la falta de sitios autorizados para la eliminación de RCD. Por otra parte, las empresas desarrollarán indicadores de sostenibilidad e implementarán un programa de capacitación y difusión de prácticas de economía circular y sus beneficios.

Finalmente, la coordinadora de Sustentabilidad del Programa Construye2025, señala que “existen grandes oportunidades para generar eficiencias en las obras de construcción, ya hay algunos avances en la valorización de RCD e innovación en el sector público. A modo de ejemplo, la Dirección de Vialidad del MOP, de la región, ha avanzado en esta materia reutilizando los residuos de asfaltos generados en el fresado de vías concesionadas, en la pavimentación de caminos vecinales, obteniendo enormes ahorros en costos, reduciendo la extracción de áridos vírgenes e impactando positivamente en la comunidad”.

Fuente: Instituto de la Construcción

Nueva plataforma y Manual CES 1.1: dos grandes hitos para despedir 2021

Una plataforma más ágil y eficiente para la inscripción de proyectos, además de un renovado manual que incorpora nuevos indicadores mejorarán la certificación de edificios de uso público en Chile.

En agosto de este año comenzó la marcha blanca de la nueva plataforma de Certificación Edificio Sustentable que, en unos pocos meses, lleva 39 proyectos inscritos. Lanzada oficialmente el 10 de diciembre, ha sido bien recibida por asesores y evaluadores que hoy pueden enviar información de manera mucho más sencilla y estandarizada. “Solo nos queda ver el traspaso de algunos proyectos anteriores a la nueva plataforma, pero estamos felices de la acogida que ha tenido de parte de los usuarios”, afirma el jefe de CES, Hernán Madrid.

A contar del próximo año, todos los proyectos operarán en la nueva plataforma que, según cuenta Victoria Opazo, secretaria técnica de CES, que ha estado a cargo de mostrar el funcionamiento del nuevo sitio. “Ahora es posible tener un panorama más completo sobre las condiciones de los proyectos que se van pre certificando, considerando materiales del proyecto, sistemas de protección solar, etc.”, detalla.

Otro de las ventajas del cambio ha sido la automatización de los procesos “Esto funciona más rápido y, además, están la estandarización y la trazabilidad de la información. La idea era que quedara muy bien ordenada y segmentada. También se incorporó la posibilidad de levantar ciertos indicadores de los procesos: consumo de energía, emisiones de CO2, generación de residuos y consumo de agua, para poder mostrar la información de manera automática en el sitio web. Así es posible juntar, agrupar y tener indicadores globales de cómo se ha ido mejorando”, señala Hernán Madrid, quien destaca el aporte de CES en la cuantificación de indicadores.

Nuevo Manual CES 1.1

Cambios gráficos para también de forma incorpora el nuevo Manual CES 1.1 lanzado el 7 de diciembre, que incluye nueva iconografía, actualización de imagen y un reordenamiento de categorías donde hoy aparecen dos temas nuevos: “se creó la categoría de materiales y residuos para dar un nuevo énfasis a los materiales y su carga ambiental; y también apareció la categoría de innovación, lo que permite que aparezcan nuevas estrategias”, sostiene el jefe de CES.

Además, el nuevo manual incorporó cambios en los estándares del sistema de certificación. “En general, el sistema de certificación pone un caso de referencia, con el cual se compara el edificio que se diseña y construye, en algunos requerimientos el nivel de referencia se hace más exigente”, explica Hernán Madrid sobre la forma en que se evalúan los proyectos, en los que se consideran atributos como aislación térmica, envolvente, calefacción y enfriamiento.

“El Manual CES 1.1 sienta las bases para la cuantificación de emisiones de CO2 equivalentes, se hacen los cálculos de consumo en energía primaria y se eleva también el estándar asociado a consumo de agua. Junto con los indicadores asociados a residuos generados en obra, hay una desagregación de la zona climática sur extremo, es decir, se separa la Región de Magallanes de la Región de Aysén en términos de exigencias en los requerimientos”, concluye el jefe de CES.

Adicionalmente, el nuevo manual se pone en contexto frente a la futura calificación energética de edificios de uso público que podría entrar en vigencia antes de 2024.

El escenario post COP26: nuevos enfoques de sustentabilidad para lograr las metas a 2030

Las políticas Net Zero Energía y Net Zero Carbono fueron abordadas en el webinar “Nuevos enfoques de sustentabilidad en construcción en el contexto internacional.

Chile busca alcanzar la carbono neutralidad al año 2050. El objetivo no es menor y, por ello, se han definido 55 metas de avance para el año 2030. Estas buscan encaminar al sector construcción hacia una industria más eficaz en el uso eficiente de la energía y con un mayor control de las emisiones de gases de efecto invernadero en el contexto de cambio climático y en la proyección de crecimiento en el área inmobiliaria.

Al comenzar el webinar “Nuevos enfoques de sustentabilidad en construcción en el contexto internacional”, Katherine Martínez, subgerente de Desarrollo de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), recordó estas metas nacionales. 

Asimismo, en el encuentro quedaron reflejados los frutos del trabajo colaborativo entre el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del MOP, el Instituto de la Construcción y Certificación de Edificio Sustentable (CES), en los que se han planteado las bases para el trabajo específico dentro de los próximos años.

“Hay avances para que la carbono neutralidad tome más fuerza en el desarrollo de todo proyecto inmobiliario”, dijo Gabriel Prudencio, jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, respondiendo a uno de los cuatro ejes que la reducción de gases de efecto invernadero a través de la diversificación de la matriz energética; el desarrollo de la electromovilidad; el hidrógeno verde y la reducción de emisiones en todos los procesos industriales y edificaciones. “Vemos con muy buenos ojos lo que están realizando las diferentes organizaciones, para poder ampliar y mejorar los modelos técnicos de certificación de edificaciones sustentables, que permitan medir la huella de carbono”, señaló.

Por su parte, Margarita Cordaro, jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, valoró el convenio que tiene con el Ministerio de Energía y el Instituto de la Construcción, el cual representa una trayectoria enorme. “Recientemente estuvimos presentes en la COP26 con la formulación temprana de sustentabilidad. Nuestro aporte va enfocado hacia la parte operativa, en la que se miden, se evalúan y certifican las obras. En este contexto, el convenio nos permite medir para llegar a una Net Zero Energía y Net Zero Carbono”, dijo.

Para Paola Molina, presidenta del Comité Directivo de CES, un acuerdo tripartito es una gran oportunidad para diseñar, desarrollar y ejecutar obras más competitivas, más eficientes, que minimicen su impacto en el ecosistema. “Pudimos constatar en la COP26, que el sector construcción es una de las áreas donde podemos generar más pronto acciones para poder mitigar y adaptarnos al cambio climático”, afirmó en este aspecto. De ahí que el uso de instrumentos como las certificaciones sea vital para mejorar los estándares y medir el avance de la construcción sustentable en Chile.

Temas abordados

Para desarrollar el camino hacia la Net Zero Energía y Net Zero Carbono, en el marco del convenio de colaboración, se desarrolló un estudio de modo de poder definir para Chile los alcances de ambos conceptos. El estudio fue ejecutado por EBP Chile y el Centro Tecnológico para la Construcción CTeC.

“El objetivo general del estudio es definir aspectos técnicos que nos permitan desarrollar la definición Net Zero Energía para Chile e integrarse a la certificación CES”, comentó Natalia Reyes, investigadora del CTeC. Según la especialista, a nivel internacional, existe una política pública fuerte junto a una estrategia comunicacional efectiva, donde, “incluso muchos ministerios han cambiado sus nombres, como el Ministerio de la Transición Ecológica en España, por ejemplo, posicionando el cambio a nivel comunicacional”.

Un referente destacado por Monserrat Bobadilla de la agencia EBP, es Suiza donde las certificaciones ya han sido adaptadas a marcos regulatorios. Allí, hay demandas máximas de 35 kW/h/m2 año, suplir el consumo energético con autoproducción y con un 0% de matriz energética fósil, recalcó la investigadora, argumentando que “es más fácil adaptarse con este instrumento, ya que otros buscan reducir en porcentajes”.

Asimismo, Bobadilla comentó el caso español, donde valoró aspectos como: las instalaciones térmicas de la edificación; las condiciones para la iluminación limitando la potencia máxima y un sistema de control y regulación; además de contribución mínima de energía renovable; agua caliente sanitaria; envolventes; entre otros.

Los instrumentos que ayudarán a validar la Net Zero Energía como Net Zero Carbono permitirán generar los nuevos lineamientos para el desarrollo de futuras certificaciones CES, según el jefe de CES, Hernán Madrid, quien adelantó las ventajas de la nueva plataforma, además de las consideraciones en la versión 1.1.

Finalmente, Bárbara Rodríguez, profesional de la Unidad de Infraestructura, Edificación y Ciudades del Ministerio de Energía, aseguró que “al 2025 debemos contar con la información de carbono incorporado de todas las edificaciones nuevas y existentes, un gran trabajo en las metodologías, gobernanza, levantamiento y disponibilidad de datos. En 2030 esperamos que el 100% de los edificios reporten públicamente su huella de carbono operacional e incorporado, a través de un instrumento obligatorio”.

Arquitectura para la salud primaria: las mejoras repercuten en el paciente

Espacios cómodos y amigables con el medioambiente, pero, sobre todo, pensados en el usuario. Así se desarrollan los centros de salud familiares que buscan la certificación CES.

No son pocos los edificios públicos que se construyen o reponen para ofrecer mejores servicios de salud en Chile. Los arquitectos están trabajando en ellos incorporando criterios de evaluación energética, buscando certificarlos no solo para atender a la exigencia de sus mandantes sino también para garantizar un confort de excelencia a los usuarios.

 “Trabajar en proyectos de salud es muy relevante. Es más exigente que cualquier otro tipo de proyecto porque se busca la excelencia. No puede haber ningún error, porque cualquier error repercute en un paciente”, afirma César Véliz líder del equipo de ARQLOFTS Arquitectos.

Junto a Tatiana Vidal, el arquitecto ha trabajado en la precertificación del CESFAM Ossandón de La Reina, ubicado en Avenida Alcalde Castillo Velasco 8712, y el proceso no ha sido fácil. “Los puntos son mucho más exigentes que en otros edificios. Pero, nos sentimos conformes porque pasar esta valla nos permite trabajar en otros de la misma envergadura”, señala.

Según el especialista, en este tipo de edificios la eficiencia es sinónimo de la buena coordinación de todas las especialidades que logran que la envolvente se desarrolle y hacen un buen trabajo de climatización. En este sentido, destaca el gran confort que logran los proyectos CES. “Es importante trabajar de manera amable con el medioambiente, donde cada elemento tiene un significado, cada orientación y cada ventana”, afirma.

 El CESFAM Ossandón destaca por ser un proyecto hermético, debido a que los boxes de atención son zonas cerradas. No obstante, deben ser espacios cómodos, por lo que en ARQLOFTS Arquitectos se han preocupado de cada detalle en áreas limpias, áreas sucias, zonas de mantención y zonas de requerimiento acústico.

CESFAM Ossandón, La Reina.

CESFAM Niebla

Con la asesoría de Fernanda Soto, Prat Arquitectos ha sido responsable de trabajar en la reposición del CESFAM Niebla en Valdivia. El recinto busca ofrecer un modelo de atención integral con enfoque familiar y comunitario. En su interior, se priorizan las divisiones interiores livianas, con aislamiento acústico y térmico que permiten modificaciones para posibles adaptaciones durante el funcionamiento del CESFAM.

Pero, además, parte importante de este trabajo arquitectónico ha sido la proyección de un espacio de medicina mapuche que se localiza en el mismo terreno, pero en un volumen separado para destacar el carácter del proyecto como espacio de sanación, donde se integran dos culturas en una respuesta contemporánea.

“En los edificios de salud lo más importante son los aspectos de distribución, porque hay zonas más restringidas que otras. Hay espacios abiertos al público, pero también está la zona de urgencia que requiere rápido desplazamiento y acceso diferenciado. Eso los hace especiales, en comparación con un edificio de oficinas”, señala Leopoldo Prat, socio de Prat Arquitectos.

Pero, además, en el caso del CESFAM de Niebla, el desafío ha sido diseñar un espacio intercultural que incluye recepción, sala tratamientos terapéuticos y sala procedimientos insumos terapéuticos con baño universal. “La salud mapuche, que es más natural, se trabaja con hierbas. Ellos tienen un ritual bien especial, no son tan pragmáticos, ven mucho la parte psicológica. Por eso, hay un fogón donde llegan y conversan, hay un box de atención y después se hacen terapias en base a hierbas y baños de vapor”, explica el arquitecto Leopoldo Prat.

Sin embargo, no se trata solo de cumplir con un programa o de abordar la arquitectura pensando en las exigencias propias de un recinto de salud. En el caso del CESFAM de Niebla, pensar en el usuario ha sido fundamental. “El usuario es bien distinto al del norte. La cosmovisión mapuche hace que sean recintos muy especiales. Por eso, se sacan de lo que es más común y se hace un edificio aparte. Además, las condiciones del norte son distintas a las del sur. Acá es más abierto, por lo que hay patios de luz donde se consideran las condiciones del lugar”, detalla el líder de Prat Arquitectos. 

CESFAM Niebla

Con la asesoría de Fernanda Soto, Prat Arquitectos ha sido responsable de trabajar en la reposición del CESFAM Niebla en Valdivia. El recinto busca ofrecer un modelo de atención integral con enfoque familiar y comunitario. En su interior, se priorizan las divisiones interiores livianas, con aislamiento acústico y térmico que permiten modificaciones para posibles adaptaciones durante el funcionamiento del CESFAM.

Pero, además, parte importante de este trabajo arquitectónico ha sido la proyección de un espacio de medicina mapuche que se localiza en el mismo terreno, pero en un volumen separado para destacar el carácter del proyecto como espacio de sanación, donde se integran dos culturas en una respuesta contemporánea.

“En los edificios de salud lo más importante son los aspectos de distribución, porque hay zonas más restringidas que otras. Hay espacios abiertos al público, pero también está la zona de urgencia que requiere rápido desplazamiento y acceso diferenciado. Eso los hace especiales, en comparación con un edificio de oficinas”, señala Leopoldo Prat, socio de Prat Arquitectos.

Pero, además, en el caso del CESFAM de Niebla, el desafío ha sido diseñar un espacio intercultural que incluye recepción, sala tratamientos terapéuticos y sala procedimientos insumos terapéuticos con baño universal. “La salud mapuche, que es más natural, se trabaja con hierbas. Ellos tienen un ritual bien especial, no son tan pragmáticos, ven mucho la parte psicológica. Por eso, hay un fogón donde llegan y conversan, hay un box de atención y después se hacen terapias en base a hierbas y baños de vapor”, explica el arquitecto Leopoldo Prat.

Sin embargo, no se trata solo de cumplir con un programa o de abordar la arquitectura pensando en las exigencias propias de un recinto de salud. En el caso del CESFAM de Niebla, pensar en el usuario ha sido fundamental. “El usuario es bien distinto al del norte. La cosmovisión mapuche hace que sean recintos muy especiales. Por eso, se sacan de lo que es más común y se hace un edificio aparte. Además, las condiciones del norte son distintas a las del sur. Acá es más abierto, por lo que hay patios de luz donde se consideran las condiciones del lugar”, detalla el líder de Prat Arquitectos. 

Balance 2021: 87 proyectos inscritos, con Aysén y Magallanes como protagonistas

El aumento de más del 40% en el número de inscripciones CES, la certificación de proyectos emblemáticos del área de la salud y del rubro de oficinas, así como el trabajo para crear la nueva versión aeropuertos, hicieron de 2021 un año redondo.

El equipo de Certificación Edificio Sustentable cierra el año con enorme satisfacción. Luego de concluir el convenio de tres años con los ministerios de Obras Públicas y Energía, se han visto los frutos de ese trabajo conjunto que ha permitido avanzar en los estándares de sustentabilidad para evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de edificios de uso público.

Además, el jefe de CES, Hernán Madrid, destaca el incremento de más de 40% en las inscripciones de proyectos, cuyo número llegó a 87 durante 2021 y la certificación de tres recintos hospitalarios: el Hospital Quillota Petorca, el Hospital de Curicó y la Mutual de Seguridad Providencia.

Asimismo, este año se certificó el primer edificio de oficinas de planta libre en Santiago. Se trata del proyecto Majestic, emplazado en Santo Domingo esquina Av. San Martín.

La Dirección de Arquitectura ha sido un pilar fundamental a lo largo del año para CES y también este año se incorporaron con fuerza otros mandantes, la Junta de Jardines de infantiles (Junji) merece una mención especial, por el número de proyectos inscritos. Y aunque, a la fecha, la Región de La Araucanía -con una población de poco más de un millón de habitantes- es la que más edificios ha inscrito para lograr la certificación, si relacionamos el número de inscripciones con la población en cada región, Aysén y Magallanes se toman la delantera con 12 y 11 proyectos inscritos, respectivamente, ya que estas cifras representan un 17% de los edificios certificados por 100 mil habitantes en el caso de Aysén y un 11% en el caso de Magallanes.

Difusión CES

Dos webinars, en el marco del convenio Minenergía – MOP – IC, buscaron transmitir la importancia de CES y cómo se realiza el proceso desde la inscripción de un proyecto hasta su certificación. El primero, realizado en marzo se tituló “Iniciativas que mejoran la sustentabilidad de la edificación en Chile”.

En dicho encuentro -moderado por la secretaria ejecutiva del Consejo de Construcción Industrializada, Katherine Martínez; y subgerente de Desarrollo de la CDT- participaron Gabriel Prudencio, jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía; Raúl Irarrázabal, director nacional de Arquitectura del MOP; Ricardo Fernández, presidente del Consejo Directivo de CES; Margarita Cordaro, jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección de Arquitectura del MOP; Bárbara Rodríguez, profesional de la Unidad Edificación y Ciudades de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía; Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable; y Romy Luckeheide, asistente de Certificación Edificio Sustentable.

En tanto, el más reciente evento online de difusión fue el denominado “Nuevos enfoques de sustentabilidad en construcción en el contexto internacional”, realizado la primera semana de diciembre. Moderado también por Katherine Martínez, contó con figuras tan relevantes como las del evento organizado en marzo.

Y cómo no mencionar el trabajo con la Dirección de Aeropuertos, que permitió actualizar parámetros para la certificación de los terminales de pasajeros, sus estacionamientos y accesos, sentando las bases de la versión CES aeropuertos.

Asimismo, Hernán Madrid, destacó la inscripción del primer piloto versión Net Zero, desarrollada en el marco del convenio Minenergía – MOP – IC. Se trata del edificio Parque Nacional Alerce Andino mandatado por la Corporación Nacional Forestal, cuyas obras podrían superar los 900 millones de pesos de inversión.

Constituyen mesa interregional para impulsar Acuerdos de Producción Limpia (APL)

Con el objetivo de promover a nivel nacional el desarrollo de la construcción sustentable como pilar del Compromiso PRO, la Cámara Chilena de la Construcción constituyó la Mesa Interregional para impulsar Acuerdos de Producción Limpia (APL) en la construcción.

La instancia gremial será liderada por la presidenta de CChC Valparaíso, Marisol Cortez, integrante del Consejo de Sostenibilidad de la Cámara, quien viajó hasta Antofagasta esta semana junto a la gerenta de Sostenibilidad CChC, Paulina Concha y la subgerente de Desarrollo de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT), Katherine Martínez, para reunirse con la presidenta de la CChC Antofagasta, Marcela Torres y el gerente regional Tareq Polloni y realizar la primera reunión de trabajo.

A esta Mesa, en la que participarán también las Cámaras regionales de Puerto Montt y Punta Arenas, la CChC Valparaíso llevará su experiencia desarrollando y gestionando el proyecto de APL en Construcción en la Región de Valparaíso, el primero de su tipo en el país, al que ya han adherido una treintena de empresas, instituciones y organismos públicos.

De esta manera se dio inicio a una gestión gremial transversal e integrada en el gremio, que pretende avanzar con los socios hacia la economía circular en la industria de la construcción.

Fuente: CChC

En charla de la AOA revisan la aplicación de la Certificación CES 

Dos arquitectos con experiencia en sustentabilidad y el jefe de CES, Hernán Madrid, conversaron sobre el tema junto al socio de AOA y anfitrión de este ciclo de capacitaciones, Mauricio Ramírez. 

Una distendida y clarificadora jornada virtual se realizó el 19 de noviembre, en una charla organizada por la Asociación de Oficinas de Arquitectos (AOA), en la cual se expusieron los proyectos desarrollados por los arquitectos Raimundo Lira, socio de Lira Arquitectos Asociados; y Alfredo Massman, socio de Massman Arquitectos. 

En la conversación, que tuvo por objetivo explorar la aplicación de la Certificación Edificio Sustentable (CES) en dos edificios, con distintos programas arquitectónicos, ubicaciones geográficas y climas, participó el jefe de la Certificación CES, Hernán Madrid. 

El primer proyecto revisado fue el Edificio Corporativo de la Caja Los Andes, ubicado en Viña del Mar, que se construyó en 2016 y que obtuvo Certificación CES sobresaliente. En tanto, el segundo proyecto fue la Escuela Roberto White, emplazada en Palena, edificio certificado CES que se levantó en 2019. 

Durante el evento virtual, el jefe de CES, Hernán Madrid, explicó cuáles son los criterios y énfasis locales que considera la certificación, además de las características principales que se contemplan en el ciclo de vida de un edificio. “Algo que siempre destacamos es que el foco está puesto en el diseño pasivo que genera mejores condiciones de habitabilidad para las personas”, señaló.

Asimismo, el ingeniero destacó que las condiciones climáticas impactan de forma diferente a cada edificio; así como los parámetros técnicos que CES toma en cuenta a la hora de certificar un proyecto. Entre éstos, mencionó: las emisiones GEI, la calidad de ambiente interior, el agua y la gestión de residuos. 

“La Caja Los Andes hace muchos años está preocupada de entregar bienestar y calidad de vida a sus afiliados y trabajo. En este caso, obtener la certificación significó ir un paso más allá”, comentó Raimundo Lira, sobre el proyecto que comenzó a gestarse en 2014, en la Región de Valparaíso y que cuenta también con una certificación internacional. 

Enseguida, el arquitecto Alfredo Massmann, relató cómo se gestó la historia de la Escuela Roberto White, en Palena. Se llamó a un concurso donde había que proponer un proyecto en base a una evaluación económica y calidad del diseño. “Optamos por un proyecto prefabricado para que los pudiéramos trasladar y la exigencia CES viene desde el Estado. Por lo tanto, no era un tema nuevo pero la condición extrema de Palena requirió un acucioso trabajo”, detalló. 

Estrategias clave

En el edificio desarrollado en Viña del Mar, las dimensiones del terreno, los distanciamientos y altura fueron importantes. “El primer piso tiene atención de público, el tercero atención a pensionados, en el cuarto hay una terraza y del sexto al noveno hay oficinas administrativas. Una de las cosas importantes era la ubicación porque el edificio tiene cercanía con el metro tren lo que nos permitió disminuir la cantidad de estacionamientos, porque solo podíamos hacer dos subterráneos debido a las características del terreno”, indicó Raimundo Lira. 

En Palena, en tanto, se privilegió la orientación norte. Allí se construyeron dos pisos de aulas, las cuales eran importantes porque los niños pasaban allí el 85% del tiempo. “En el proyecto, se necesitaba una ganancia solar pasiva, además de iluminación y temperatura para el gimnasio. El terreno era bastante grande, así es que privilegiamos la orientación norte al máximo posible”, comentó Alfredo Massmann.

La integración de los especialistas fue crucial en ambos proyectos. “Buscamos una envolvente de alto desempeño y un diseño integrado Todas las especiales se orientaron a lograr las exigencias de la certificación, no tuvimos ninguna discrepancia porque coincidimos en la mayoría de las estrategias que podíamos tomar para el desarrollo del edificio”, explicó el arquitecto Raimundo Lira. 

Por su parte, Alfredo Massmann, comentó que desde el día cero hubo que preocuparse de la integración temprana del equipo. “Tenemos una estructura pre-armada para los proyectos que van con certificación: en el organigrama primero está arquitectura, luego viene el asesor de eficiencia energética o especialista en certificación CES que domina a las otras especialidades”, argumentó. 

Finalmente, Mauricio Ramírez, destacó que muchos colegas de AOA participan en proyectos CES, por lo que valoró la instancia de conversación que giró en torno a la experiencia de la certificación. 

“Contar con un sistema centralizado para gestionar la documentación es una gran ventaja”

El arquitecto Mauricio Ramírez, especialista en sustentabilidad, no solo valora la transparencia de la nueva plataforma CES, sino también el formato gráfico de la interfaz tipo cuadro de mando, que permite a todos los actores contar con información sobre el estado del proceso.

La nueva Plataforma de Gestión Documental (PGD) de Certificación de Edificio Sustentable está facilitando el trabajo de los evaluadores y clientes que la utilizan, ofreciéndoles ejecutar acciones automatizadas y un análisis estandarizado de la información.

“Creo que la plataforma se activa en un buen momento para CES. Por una parte, hay un flujo de proyectos tal que era necesario poder contar con un entorno digital con mayor estandarización. Por otra parte, tanto asesores como evaluadoras ya cuentan con experiencia suficiente como para poder sugerir y aportar ideas para posibles mejoras u optimizaciones al sistema”, afirmó el arquitecto Mauricio Ramírez, activo usuario de la plataforma.

Según el especialista, para un sistema de certificación como CES es una gran ventaja competitiva contar con un sistema centralizado para gestionar la documentación. “La gestión de la calidad hace mucho énfasis en la calidad de las evidencias, en la organización clara de los procesos, en las acciones correctivas para evitar no conformidades y en la mejora continua. Veo que la plataforma responde muy bien a éstos y otros conceptos presentes en sistemas de gestión de la calidad como ISO 9001 y eso me deja muy contento”, comentó.

Otro aspecto positivo, para el socio fundador de 88 Limitada es el formato gráfico de la interfaz tipo “cuadro de mando”, que permite contar con información sobre el estado del proceso a todos los que interactúan en una certificación: mandante, administradora, asesor y evaluadora. “La transparencia en un sistema de certificación siempre será bienvenida”, acotó Mauricio Ramírez.

No obstante, a partir del potencial que tiene digitalizar el proceso de certificación CES en una plataforma de este tipo, el arquitecto propone incorporar a futuro la posibilidad de incluir la medición en tiempo real de los edificios que optaron a sello Plus Operación o de los que no optando al sello, cuenten con sistemas BMS (Building Management Systems) para gestión de sus operaciones. “Esto permitiría muchas otras cosas: benchmarking en tiempo real; recolectar y procesar datos para mejorar procesos; sugerir optimizaciones a propietarios ya certificados CES o los potenciales; y un sinnúmero de otras posibilidades propias de la digitalización de nuestro entorno físico”, afirmó.

Según el evaluador, la Plataforma de Gestión Documental es el lugar digital donde se podría gestionar la información del ciclo completo de sustentabilidad del edificio que se certifica. Esto, tendría un gran potencial porque, a través de herramientas de Business Intelligence (BI), se podría generar información muy relevante para las futuras actualizaciones de la certificación, así como para políticas públicas que Chile puede implementar o perfeccionar. “En este último caso, no nos olvidemos que no tenemos exigencias obligatorias de sustentabilidad para edificios terciarios, por lo que el conocimiento que se está generando a propósito de los edificios certificados CES tiene un tremendo valor para nuestro país y para ir avanzando hacia un entorno construido más sustentable”, concluyó Mauricio Ramírez.

A contar de septiembre de 2021, los procesos de certificación CES comenzaron a incorporarse a la nueva plataforma web.

El desafío de hacer arquitectura pensando en el adulto mayor

Los arquitectos que trabajaron en los Centros Día de Punta Arenas y de Puerto Montt tuvieron que preocuparse no solo de los atributos de eficiencia energética, sino también de satisfacer las necesidades particulares de los usuarios.

Pensados para acoger a personas de más de 60 años nacieron los centros diurnos para el adulto mayor, que buscan ofrecer autonomía, independencia y permanencia en un entorno familiar y comunitario, retrasando la pérdida de funcionalidad. Dos arquitectos que asumieron el reto de trabajar pensando en usuarios de la tercera edad y en los atributos de eficiencia energética que exige CES, comparten su experiencia.

“Era una propuesta pública, donde nosotros participamos con una empresa constructora. Nuestra propuesta ganó y tuvimos que desarrollarla en tres meses. Como tenía que ir de la mano de la eficiencia energética, trabajamos con Pasiva, donde nos fueron asesorando. El edificio fue planteado para captar la luz solar, proteger del viento y generar un confort dentro del edificio para generar la sustentabilidad que nos pedían”, recordó el arquitecto Néstor Vásquez, que trabajó en el Centro Día de Punta Arenas (1º lugar Edificio Certificado Premio CES 2019).

Para desarrollar el proyecto, había que apegarse a los requerimientos del Ministerio de Obras Públicas, dándole vida a un edificio que tuviera accesibilidad, pero también correlación con las necesidades del adulto mayor. En este sentido, uno de los objetivos fue lograr que pudiera ser recorrido en su totalidad. “Incorporamos colores en cada recinto, cada uno tiene un color distinto para que el usuario pueda identificar las salas con mayor facilidad. Además, el edificio funciona como una organización en línea sin diferencias de nivel ni quiebres; hay una circulación lineal y en esa línea se organizan los espacios, lo que ayuda para que el adulto mayor no tenga problemas de ubicación dentro del edificio”, explicó el arquitecto.

Los espacios exteriores fueron hechos para que el adulto mayor, efectivamente, pueda usarlos en una zona donde el viento suele hacerse presente. Para eso, se utilizaron cortavientos y hacia el lado del sol se dejó abierta la posibilidad de conexión con el área verde. “Creemos que esto es parte de la sociabilización del adulto mayor, buscar que puedan participar e insertarse en el sistema. En general, el adulto mayor está apartado así como las personas con discapacidad y, por eso, el edificio viene a incorporarlos y darles importancia”, comentó Néstor Vásquez.

Una de las cosas que más satisfacción le dio al profesional radicado en la Región de Magallanes es la posibilidad de generar un espacio de mayor confort y sustentabilidad, teniendo como foco a usuarios que, en general, habían sido invisibilizados. Además, el terreno en que está emplazado el edificio colinda tanto con viviendas sociales como con hogares de alto nivel socioeconómico, por lo que invita a convivir en un mismo espacio a dos mundos que, finalmente, tienen una necesidad común, la de socializar.

Centro Día Puerto Montt

Para el arquitecto Emilio Vargas, por obvio que pareciera, a la hora de diseñar, había que considerar que el Centro Día Adulto Mayor de Puerto Montt era un espacio para albergar a adultos mayores en modalidad diurna, por lo cual el espacio destinado al esparcimiento era muy importante. “Lo más relevante es cómo los espacios están relacionados entre sí, para que la oferta de servicios de entretención esté disponible. Acá es central el desplazamiento. Hay que cumplir con toda la normativa de acceso universal, pero hay que preocuparse de que al ingresar la persona tenga todo muy cerca”, detalló.

En este contexto, Emilio Vargas explicó que su idea fue que al ingresar el adulto mayor pudiera comprender rápidamente cómo funciona el edificio, es decir, que con una reflexión pequeña pudiera saber dónde está la oferta de servicios, sin una necesidad inmensa de información gráfica. En definitiva, enfrentarse a un edificio que hablara por sí solo.

“Al estar en el sur, la arquitectura del lugar también tenía que estar reflejada, el edificio no podría parecer una comisaría. Entonces, quisimos tratarlo como una gran casa. En el sur las casas son compactas, iluminadas, calefaccionadas”, comentó el arquitecto sobre este edificio de doble entrada.

Aunque aún está en proceso de certificación, el proyecto ya destaca por su confort térmico, lumínico y acústico. Además, cuenta con artefactos eficientes y otros atributos que conversan con las características del sur de Chile. “En Puerto Montt, a las seis de la tarde está oscuro y por eso era importante el confort lumínico. Siguiendo con la lógica de que es una arquitectura del sur, hay ventanas, una composición que cubre todo el contorno del espacio, uno puede leer que es una ventana y no un muro acristalado. Sigue manteniendo la expresión de casa, restándole un poco de institucionalidad -sin perderla- pero dando una recepción hogareña”, afirmó Emilio Vargas.

Según el arquitecto, la certificación CES puede plantearse como un check list a cumplir que obliga a los especialistas a sentarse en una mesa a hacer una declaración de principios: “vamos a cumplir con la eficiencia energética”, pero debiese transformarse en el hilo conductor del diseño. “Como arquitectos muchas veces somos muy autorreferentes porque hacemos lo que pensamos que es mejor, pero tenemos que recoger la voz del usuario, siempre hay que escuchar al usuario final”, concluyó Emilio Vargas.