TRABAJO INTEGRADO PARA IMPULSAR LA SUSTENTABILIDAD GLOBAL

El objetivo final de una certificación de calidad ambiental de las edificaciones es educar a la población, es decir, que sean los mismos usuarios quienes puedan apreciar -y demandar- los beneficios que reciben al contar con un edificio de vanguardia: un mejor ambiente interior que favorezca su calidad de vida, además de reducción de gastos de energía y agua.

Sin embargo, más allá de los beneficios directos, es necesario fortalecer también el concepto de contribuir a la sustentabilidad global, con el uso de material o energías renovables y esfuerzos para disminuir la contaminación ambiental y evitar la generación de gases de efecto invernadero.

En los países desarrollados estos conceptos se han masificado y ya existe la demanda: aunque la certificación de sustentabilidad de las edificaciones no es obligatoria, sí se ha ampliado el interés y, por lo tanto, la oferta de las construcciones sustentables.

En Chile todavía no hemos llegado a este nivel. Certificación Edificio Sustentable es un aporte en cuanto, a nivel nacional, permite evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de edificios de uso público, tanto nuevos como existentes, sin diferenciar administración o propiedad pública o privada.

En el sector público se ha incorporado la exigencia de certificación CES a los proyectos que desarrollan la Dirección de Arquitectura y la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas, en el Ministerio de Educación, Ministerio de Salud y el Instituto Nacional del Deporte.

Como en todo orden de cosas, se requiere tiempo: es necesaria la difusión e información de los beneficios a corto y largo plazo para los usuarios, además de impulsar el cambio de actitud de las personas y empresas.

Es importante considerar que existen situaciones diferentes y necesidades más apremiantes que en otros países. Las naciones del mundo desarrollado, con altos niveles de contaminación y reducción de sus recursos naturales no renovables, han establecido políticas dirigidas a remediar o paliar estos problemas, por ejemplo, creando múltiples subsidios que hoy están afectando a sus economías. No hay soluciones fáciles. 

En Chile hemos progresado mucho en las últimas décadas; anteriormente estuvimos enfrentados a dar vivienda, mientras hoy ya estamos empezando a incorporar los conceptos de calidad y sustentabilidad. Es de esperar que, herramientas como CES y otros esfuerzos en la misma línea, permitan incorporar en las personas el concepto de sustentabilidad, contribuyendo a su calidad de vida y, a la vez, al cuidado del planeta.