El nuevo Cuartel de la PDI de Puerto Varas ya cuenta con Certificación CES

El edificio de seguridad está conformado por una casona patrimonial y un edificio nuevo de tres pisos, adosado a la primera. Frente a esta particularidad, se construyó una central térmica, losas radiantes y radiadores. 

Próximo a su entrega se encuentra el nuevo edificio de la Policía de Investigaciones de Puerto Varas, el cual considera una inversión de más de 2.500 millones de pesos financiados por el Gobierno Regional de Los Lagos y la Policía de Investigaciones, y con la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas como unidad técnica. 

Está conformado por un inmueble existente de dos pisos -la Casa Heim-, una “Casona” que es patrimonio nacional y un edificio nuevo de tres pisos, que se adosa al primero. 

“Debido a las exigencias que impone la ley sobre la casona, no se permite modificar los espacios existentes ni la incorporación de equipamiento. En consecuencia, las instalaciones que deban ejecutarse efectuarán una mínima intervención sobre tabiques y cielo”, comenta el asesor CES Cristián Huenullan Maldonado, profesional encargado de revisar y asesorar los proyectos de climatización y eficiencia energética de los cuarteles policiales a nivel nacional. 

Hoy, el edificio ya está certificado. Alexandra Stepankowsky Leyton, directora regional de la Dirección de Arquitectura de Los Lagos, comenta que “el proyecto fue licitado por la Dirección de Arquitectura Región de Los Lagos, bajo la modalidad de Pago Contra Recepción. Por lo cual, la empresa constructora debe velar por la contratación dentro del proceso de diseño y ejecución de obras civiles”. También cuenta que la empresa que está asesorando la Certificación CES es Estudio 177 Arquitectura, que estuvo trabajando con la Empresa Constructora LN (la que se adjudicó el contrato). “El proceso ha sido muy satisfactorio, ya que nos permite tener un edificio que cumple los estándares de Edificio Sustentable con el medio ambiente. Permite un mayor confort ambiental en cuanto a la renovación de aire automáticamente y una envolvente térmica que con el tiempo posibilita un mayor ahorro en los costos. Por último, se debe indicar que la calefacción es mediante un sistema de aerotermia, lo que ayuda a calefaccionar el edificio mediante losas radiantes y radiadores en la casona”, especifica la autoridad regional del MOP.

Central térmica

Como cuenta Cristián Huenullán, el sistema de calefacción se basa en una central térmica con dos bombas de calor de similar potencia, cada una cubriendo el 50% del requerimiento. La emisión de calor para la “Casona” es mediante radiadores con controladores por piso. Para el Edificio Nuevo se hará por medio de serpentines embebidos en el radier del nivel 1 y sobre losa del nivel 2 y 3, por los cuales recirculará agua caliente a baja temperatura.

Todos los recintos del cuartel policial se encuentran ventilados de forma mecánica con inyección de aire exterior mediante ventiladores de tipo recuperadores de calor.

Lo que hace el recuperador de calor es utilizar ese aire caliente viciado que se expulsa al exterior para calentar el aire frío que entra, de forma que el aire que entra no esté a una baja temperatura y no enfríe el aire caliente que se encuentra en el interior del Cuartel Policial. Esto hace que las bombas de calor tengan que usar menos energía para calefaccionar.

Esta solución se genera por el problema de calefaccionar con un sistema de ventilador tradicional, debido a que mientras el aire interior está calefaccionado (22°C), el sistema de ventilación tradicional renueva el aire expulsando el aire caliente al exterior e introduciendo aire frío, por lo que la bomba de calor (o central térmica) tenga que gastar más energía para calefaccionar el cuartel Policial. 

Los beneficios que posee este sistema en nuestros cuarteles van enfocados en el bienestar de los usuarios, al generar renovaciones de aire, que ayudan a que este sea más saludable, a la eliminación de bacterias y virus como el caso del COVID-19. En eficiencia energética genera que las centrales térmicas utilicen menos energía para calefaccionar y eso genera un ahorro energético que se verá reflejado en las futuras boletas eléctricas”, explica Huenullán.

Cabe destacar que para que este sistema funcione correctamente, depende que la arquitectura posea una envolvente térmica eficiente para cada zona geográfica. “En el caso de nuestro cuartel, posee una aislación térmica en toda su envolvente (muros, techumbre, ventanas y puertas) con una baja transmitancia térmica, generando que la energía térmica no se pierda mediante su perímetro exterior”, especifica.

Debido a estas estrategias el cuartel se encuentra certificado CES, desde el 22 de mayo de este 2023.

La Universidad de Talca suma dos edificios con especificidades al proceso CES

Se trata del Bioterio y Edificio Laboratorios de Microbiología y Biología. La arquitecta y asesora CES María Luis del Campo estuvo a cargo de la inscripción y asesorías de ambos edificios; en esta nota comparte sus requerimientos, sus características y la relevancia de certificarlos.

Edificio Laboratorios de Microbiología y Biología.

María Luisa del Campo es profesora del Departamento de Ingeniería y Gestión de la Construcción de la Universidad de Talca, además es la directora del Diplomado de en Edificación Sustentable de la misma casa de estudios y directora del Centro Tecnológico Kipus. En sus manos estuvo la inscripción de los proyectos del Bioterio y del Edificio Laboratorios de Microbiología y Biología de dicha Universidad. Ambas edificaciones con particularidades por sus requerimientos específicos: el primero por ser un lugar destinado para la mantención y alojamiento de animales de experimentación y con cumplimiento riguroso de las normas de bioética, y el segundo, por las necesidades propias de iluminación de las salas de laboratorios.

La construcción del Bioterio en el Campus Talca necesitó por sus especificidades de uso, es decir, el trabajo científico con animales de experimentación, en un ambiente lo más óptimo posible y con cumplimiento riguroso de las normas de bioética; ¿cuáles fueron estas necesidades en términos de infraestructura del edificio?

Una de las particularidades del Bioterio es ser completamente cerrado, tiene muy pocos ingresos de luz natural, por las mismas condiciones que el laboratorio requería. Por lo tanto, es un edificio ya bien especial en ese sentido, con lo cual para la certificación estamos considerando solicitar que se desarrolle este proyecto como piloto, producto de estas condiciones tan especiales y particulares que se presentaban. Por otro lado, la ventilación no podía ser natural, sino que tenía que ser mecánica y, además, con una serie de filtros, tanto al ingreso como a la salida de estos sistemas, para no contaminar ni siquiera las muestras al interior del laboratorio que se iban a tratar, así como tampoco contaminar el aire producto de eventuales análisis específicos que no deben ser liberados naturalmente al ambiente. 

Por lo tanto, son condiciones bastante especiales para lo cual tuvimos que hacer unos ajustes adicionales. Sin embargo, gracias a esa flexibilidad que permite el sistema de Certificación CES, pudimos validar, frente a estas especificidades tan particulares, con un muy alto estándar de sustentabilidad en este edificio.

¿Cuáles son las características del edificio Laboratorios de Microbiología y Biología?

Es un edificio que tiene salas de laboratorio, donde principalmente se realizan clases con estudiantes y otros que son profesores, académicos e investigadores ya más particulares. El edificio cuenta con un ordenamiento bastante eficiente de su distribución programática, así como la iluminación artificial está homogéneamente distribuida, también la iluminación natural del edificio genera que todos los recintos o la mayor parte de ellos cuente con iluminación natural y alto confort térmico interior. Tienen un muy buen desempeño en cuanto a su consumo energético, gracias a los equipos de climatización de alta eficiencia.

¿Cuál es la relevancia de que estos edificios cuenten con la Certificación CES?

Es muy relevante que los edificios cuenten con la certificación, de alguna forma, es la validación al diseño, a la propuesta de anteproyecto y, finalmente, a su materialización que efectivamente ha pasado por un proceso de revisión externo, con requisitos exigentes para lo que son habitualmente los estándares típicos de construcción en nuestro país. Por lo tanto, el contar con la certificación, es una validación a este buen desempeño de sustentabilidad. No sería lo mismo que el edificio fuese diseñado con ciertos requerimientos y que no cuente con una certificación que lo valide a que tenga el respaldo de una entidad, además tan reconocida como lo es el Instituto de la Construcción.

¿La Universidad de Talca seguirá certificando futuras construcciones?

Sí, la Universidad está impulsando que todos sus edificios, tanto los que están en proceso de diseño como sus edificios que van en un futuro a pasar a un proceso de licitación, cuenten con estándares CES. Nuevamente, es la forma de poder luego validar frente a análisis de sustentabilidad que la Universidad quiera aplicar. Naturalmente, hay una diferencia al tener este respaldo de la Certificación cuando se presenten estos informes y en la política de migrar hacia campus sustentable que muchas de las universidades están promoviendo, la sustentabilidad es un gran plus de validación. 

Ecobuilding: Nueva entidad evaluadora ingresa a CES

Porque han visto que CES logra alcanzar estándares que tienen un impacto positivo en los habitantes de las edificaciones certificadas, decidieron dar un paso más allá y acreditarse como entidad evaluadora CES.

Ha ingresado a CES una nueva entidad evaluadora. Se trata de Ecobuilding, empresa consultora multidisciplinar conformada por un equipo con más de 20 años de experiencia en eficiencia energética en el sector público y privado.

Desde el 2017, los integrantes del equipo de esta empresa están acreditados como asesores CES, tanto para edificaciones comerciales como de oficinas y edificios institucionales, educacionales, industriales e infraestructura, entre otros. “En el 2022, el trabajo de nuestro equipo asesor fue reconocido en la premiación anual CES en la categoría Edificio Certificado Sobresaliente, al obtener el segundo lugar con la asesoría al Proyecto Oficinas Administrativas Central Hidroeléctrica de Colbún”, comenta el arquitecto John Fookes, consultor energético y asesor CES.

Fookes explica que se sumaron a CES como Entidad Evaluadora, porque “queremos ser parte de este proceso de mejoras en el rubro de la edificación, y creemos que nuestra experiencia es valiosa y puede contribuir al fortalecimiento y desarrollo de proyectos integrales, donde la Certificación CES es una herramienta clave e importante para evaluar, calificar y certificar objetivamente el comportamiento ambiental de proyectos que se ajusta a la realidad nacional”.

El arquitecto agrega que “en nuestra experiencia, hemos visto que la certificación logra alcanzar estándares que tienen un impacto positivo en las personas que utilizan las edificaciones certificadas, lo que se traduce en un impacto real, aportando al bienestar de las personas en proyectos que son un aporte a la sociedad”.

De esta manera, como Ecobuilding buscan generar un impacto real en el bienestar de las personas y sociedad, a través de proyectos personalizados y adaptados a las necesidades de cada cliente con un enfoque en eficiencia energética y sustentabilidad. A juicio de John Fookes, “esto se traduce en soluciones integrales en los distintos ámbitos del proyecto a través de la implementación y gestión de estrategias innovadoras. Esto no sólo agrega valor a los proyectos y clientes, sino que también asegura una inversión a largo plazo con bajos costos de operación, rentabilizando el proyecto en las distintas etapas del ciclo de vida del mismo”.

La nueva vida del Palacio Subercaseaux como Archivo Regional de Valparaíso

La remodelación a partir de las ruinas del palacio ubicado en el barrio puerto, conjuga lo existente con lo proyectado y con alto estándar de eficiencia.

A comienzos del año pasado, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (SNPC), abrió el proceso de licitación para el diseño del Archivo Regional de Valparaíso. La construcción tenía el desafío de valorizar y reactivar las ruinas del histórico Palacio Subercaseaux en el barrio puerto de Valparaíso y, a la vez, el objetivo de conservar documentos y colecciones históricas. Se admitieron 13 iniciativas, siendo la ganadora la de las arquitectas Cecilia Puga, Paula Velasco y equipo. A cargo de la eficiencia energética, estuvo Antonio Espinoza de EBP.

Carolina Sepúlveda Zepeda, jefa del Departamento de Gestión de Proyectos Patrimoniales del SNPC, precisa que el objetivo de la construcción/remodelación del Palacio Subercaseaux es elaborar un proyecto de diseño y, posteriormente, la ejecución de la obra, que ponga en valor la tipología de edificio-manzana del Ex Palacio Subercaseaux, contemplando la reparación de su capacidad estructural y rehabilitando sus condiciones arquitectónicas y funcionales. 

Por ello, se considera la construcción de una obra nueva al interior del predio que dialogue armónicamente con lo existente, con el mejoramiento del entorno inmediato, de manera tal de conservar la integridad tipológica del edificio, en cuanto a sus materialidades, a la quinta fachada y al ritmo y proporciones de sus fachadas. Se respetan crujías, ritmos y proporciones existentes con materiales de primera calidad, procurando mantener la imagen histórica del vestigio que actualmente existe. Se mantiene en ritmo de la fachada, previa liberación de intervenciones discordantes, con la posibilidad de reinterpretar los vanos existentes.

De la propuesta ganadora, “se destaca el respeto de los elementos originales, conjugando adecuadamente lo existente con lo proyectado, mostrando respeto con el entorno, las alturas, teniendo especial énfasis en los criterios de intervención del edificio y ser un proyecto que se adecúa a las necesidades planteadas en el encargo y las materializa, consolidando y rehabilitando adecuadamente las fachadas existentes, a partir de las relaciones programáticas del encargo”, señala Sepúlveda.

El 10 de marzo, este proyecto ingresó al proceso de certificación CES. La representante del SNPC afirma que “tiene una gran relevancia en cuanto al estándar de la construcción con que contaremos para el Archivo Regional de Valparaíso, que nos permite ser un ejemplo a seguir para la recuperación de edificios de conservación patrimonial, sobre todo por la envergadura del proyecto y su importancia en la recuperación de Valparaíso, esperamos ser pioneros y que este tipo de iniciativas se puedan replicar para el mejoramiento de la calidad de vida de los funcionarios y ciudadanos que ocupen los edificios”.

En términos de eficiencia energética, el Asesor CES Antonio Espinoza comenta que el edificio presentaba dos problemas principales: que las piezas del Archivo tienen condiciones de control de viabilidad muy ajustados, entonces el proyecto tenía que ser capaz de proveer esas condiciones sin que las variaciones de temperatura y humedad afecten al edificio. Y también hay un problema público que es en el primer nivel, junto con el auditorio, se tiene que proveer condiciones de habitabilidad en transición, porque hay espacios de transición que se están proyectando, como dos grandes lobbies -por ejemplo- y espacios de oficina que están en la parte superior, donde hay mayor adaptabilidad, gracias a que cuentan con una cubierta extensa y una terraza que permite tanto las vistas como el control solar. 

“La relevancia que tiene la certificación CES en un edificio como el Archivo Regional de Valparaíso está principalmente en demostrar que se puede proyectar algo moderno en una envolvente, en este caso existente, patrimonial, con criterios de sostenibilidad poniendo en valor la arquitectura. Es una combinación de estos factores que van en paralelo sin superponerse uno al otro. La habitabilidad y el confort es tan importante como la arquitectura en este caso y es tan importante como las condiciones de eficiencia energética, entonces, la CES permite poner esa parte en valor. Y ha sido, en general, una herramienta que ha fortalecido mucho la calidad en la edificación, el conocimiento y el control”, explica el profesional.

Espinoza, quien es Máster en Diseño Ambiental Sostenible por la Asociación de Arquitectura de Reino Unido; agrega que la premisa de diseño del proyecto es que es un edificio que está dentro de una cáscara existente, de un envolvente de adobe, piedra o ladrillo -dependiendo de la época de construcción- con que se comunica. 

Además, “tiene una serie de vanos que son parte del edificio nuevo y eso es muy interesante, porque en el diseño tenemos que ver cómo hacer parte las condiciones de confort y habitabilidad, entre el área existente con la nueva y es por eso que tanto al sector norte como al sector sur de la parte pública, los accesos se han pensado como grandes espacios de transición. Uno es más cerrado que el otro, semi cerrado, que será climatizado naturalmente, con el control de aperturas; mientras que el otro es abierto porque también tiene que proveer el aire para los sistemas de climatización, no podemos dejarlo fuera, porque las condiciones de climatización del Archivo tienen que ser muy controladas. Entonces, la combinación de esos factores, gracias a la arquitectura, es muy importante para la parte de eficiencia energética”, especifica.

Más de 30 equipos universitarios diseñarán las viviendas sociales del futuro

Los grupos, conformados por estudiantes de diferentes universidades de todo el país, diseñarán proyectos de viviendas sociales innovadoras y sustentables. 

Son 34 los equipos de 16 universidades de todo el país los que serán responsables de diseñar las viviendas sociales del futuro a través del Desafío NetZero 2030, concurso para estudiantes de pregrado de arquitectura y carreras afines a la construcción, que busca generar un proyecto de vivienda social, considerando el consumo neto de energía, emisiones netas de CO2, industrialización y la economía circular como sus pilares fundamentales.

En una jornada online, encabezada por Construye2025 y el Colegio de Arquitectos de Chile, fueron presentados los equipos inscritos y se dio a conocer el terreno donde deberán diseñar los proyectos. El sector elegido es Isla Cautín, emplazada en la comuna de Temuco y colindante con Padre Las Casas, en La Araucanía, por lo que los concursantes deberán tomar en cuenta las características y necesidades propias de la zona. 

Marcos Brito, gerente de Construye2025, programa impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, junto con Natalie Mollenhauer, arquitecta y directora del concurso, indicaron que los prototipos también deberán ir en línea con el Programa de Integración Social y Territorial del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (DS19), el Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) del Ministerio del Medio Ambiente y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la 

ONU. De esta manera, “no sólo estaremos avanzando en estos objetivos, sino también en ser un aporte para paliar el déficit de viviendas, que supera las 650 mil unidades a nivel nacional”, destacó Brito. 

Por su parte, Beatriz Buccicardi, presidenta del Colegio de Arquitectos, indicó que “este concurso es un gran desafío, porque nos ayuda a generar un ecosistema que apoye a los futuros profesionales para que puedan enfrentar los desafíos que nos impone el cambio climático. Es un desafío para la academia, tanto en la formación como en la investigación; para los proveedores de materiales, quienes deben avanzar hacia prácticas cada vez más sostenibles; y también al sector de la construcción, entregando profesionales cada vez más empoderados que puedan proponer diseños y concretar construcciones NetZero”.

Los protagonistas

Los equipos están conformados por dos o más estudiantes de arquitectura y otras carreras ligadas a la construcción de las universidades de Santiago, de Chile, Pontificia Universidad Católica, Tecnológica Metropolitana, UNIACC, del Desarrollo, de La Serena, Católica del Norte, de las Américas, del Bío-Bío, de Viña del Mar, San Sebastián, Mayor (sede Temuco), Autónoma (sede Temuco) y Austral, planteles que brindarán el acompañamiento necesario a los alumnos para desarrollar los proyectos que serán presentados al jurado.

Pablo Vera, estudiante de arquitectura y capitán de uno de los equipos de la Universidad Mayor, indicó que “como equipo estamos emocionados por participar en este concurso de vivienda Netzero. Creemos firmemente en la importancia de la innovación en la construcción de viviendas sociales, especialmente en la región de La Araucanía, donde existe una gran necesidad de soluciones habitacionales sostenibles y accesibles para la población”. En tanto, Paula Araya, capitana del equipo de la U. de la Serena, agregó que “nos motivaron a ser parte de la temática, tanto su problemática habitacional como su énfasis en las estrategias bioclimática, que es algo tan importante para el futuro del país y del mundo”.

Asimismo, Sarai Toledo, estudiante de arquitectura y capitana de uno de los grupos de la Universidad de Santiago, comentó sobre su motivación y la de sus compañeras para conformar un equipo y participar en este desafío. “Nos llamó bastante la atención el tema de la sustentabilidad, creemos que es una de las bases para un mejor vivir, que la implementación de ésta en la arquitectura es completamente relevante y prudente en el contexto actual y en cómo nos puede entregar soluciones”, enfatizó. 

Por último, Carolina Garafulich, presidenta de Construye2025, indicó que estos equipos pasan a ser parte de los constructores del nuevo mundo, haciendo hincapié en el impacto positivo que tendrá esta experiencia en nuestro país, ayudando a las instituciones y la sociedad en general – a través de sus proyectos- a cómo alcanzar la carbono neutralidad para el 2050. 

El concurso se desarrollará durante todo este año, conociéndose a los ganadores en noviembre, quienes realizarán una pasantía en la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, además de premios en dinero para el segundo y tercer lugar. 

El equipo de CES se prepara para visitar en terreno los edificios certificados

Nuevamente, los profesionales de CES están agendado visitas a terreno para verificar el comportamiento de los edificios certificados en regiones.

Como ya es habitual, el equipo de CES tiene preparado un programa de visitas a regiones, que este 2023 incluirá a la Araucanía, Magallanes, Maule y Ñuble, Arica, Coquimbo, Los Ríos, Atacama y Antofagasta.

El objetivo de estas visitas es poder verificar en terreno el comportamiento de los edificios ya certificados con CES y medir los consumos de energía y agua, principalmente.

De esta manera, durante abril CES iniciará su programa con una visita a Magallanes. Hernán Madrid, jefe de CES visitará el Hospital Clínico Dr. Augusto Easmann de Puerto Natales, que fue el piloto para el desarrollo de la versión CES Hospitales, aunque este hospital no ha sido certificado. Sin embargo, como cuenta Madrid ahora hay un proyecto para certificación de un proyecto de ampliación de este recinto hospitalario. La versión de CES Hospitales se desarrolló como una respuesta al programa de desarrollo de infraestructura hospitalaria del Ministerio de Salud. 

Madrid, además, tendrá una reunión con la Cámara Chilena de la Construcción de Punta Arenas y la Dirección de Arquitectura del MOP regional. 

A ello se suma una visita al aeropuerto de Puerto Natales, que fue uno de los pilotos para el desarrollo de la versión CES Aeropuertos. 

¡Se inscribió en CES el edificio 400!

Con la inscripción de la 2da Comisaría de Antofagasta a inicios de 2023, ya son 400 los edificios inscritos en el sistema de certificación nacional CES. Además, destacan tres edificios inscritos y precertificados este primer trimestre de 2023, que obtuvieron más de 70 puntos.

CES comenzó este 2023 celebrando el proyecto inscrito número 400. Se trata de la 2da Comisaría de Antofagasta, que, además, logró en marzo la precertificación con 44,5, gracias al trabajo de la asesora Natalia Sporke y el evaluador Ecosustenta.

“Este es un gran logro, puesto que muchos de los proyectos que se han inscrito los primeros meses de 2023 ya han logrado la precertificación y/o certificación. Con estos proyectos sumamos 1.785.997 m2 de superficie que han sido estudiadas para incorporar las mejores estrategias de diseño y sistemas para lograr eficiencia y confort”, comenta Romy Luckeheide, profesional de CES.

Además, los proyectos son de variados usos y, por ende, implican desafíos diversos. Entre ellos, destacan inscritos de seguridad, salud, educación, cultura y deporte, que corresponden a diferentes regiones desde Arica hasta Torres del Paine, cubriendo varias regiones del norte, centro, sur y sur extremo del país. 

“El primero del año fue el proyecto Complejo Fronterizo Río Don Guillermo ubicado en Torres del Paine, en el paso fronterizo Río Don Guillermo, con 3.820 m2”, precisa Luckeheide.

Complejo Fronterizo Río Don Guillermo.

También destaca la inscripción del proyecto Habilitación Servicios Públicos Provinciales en Ex Hospital Puerto Natales y dos ingresos de Hospitales: Hospital de Santa Bárbara y Hospital de Nacimiento, en la región del Biobío que se espera desarrollar durante este año. 

Además, también se inscribió un edificio de salud de baja complejidad: la Reposición Posta de Salud Rural El Divisadero, en la comuna Punitaqui, región de Coquimbo, que ya ha logrado la precertificación. 

Reposición Posta de Salud Rural El Divisadero.

Y los proyectos privados no se han quedado atrás: “La Universidad Católica de Temuco ingresó dos proyectos al sistema de certificación CES y Volcán se posiciona como empresa pionera en la habilitación de sus oficinas en la versión de Edificios Existentes”, comenta la arquitecta.

Esta es la lista de edificios precertificados este primer trimestre de 2023:

Dentro de los proyectos precertificados con mayor puntaje, están Escuela La Piedra, Galvarino, diseñado por Correa 3 Arquitectos; Reposición Posta de Salud Rural El Divisadero, diseñado por Christian Araya Castro, Arquitecto EIRL, y Reposición Segunda Comisaría Puerto Montt, diseñado por Gonzales y Schumacher Ltda., que “destacan por tener muy buen puntaje en el requerimiento de demanda y de calidad del ambiente interior, es decir, en ARQ Energía y en ARQ Calidad del ambiente interior, que están relacionadas con los criterios pasivos implementados”, de acuerdo con Romy Luckeheide.

Escuela La Piedra, Galvarino.
Segunda Comisaría Puerto Montt.

Por otra parte, el proyecto Reposición Escuela Rural de Compu obtuvo la certificación CES con 50 puntos y una reducción en el consumo de agua de 23,5%. La asesora es Tamara Catalán y la entidad evaluadora, Ecosustenta.

Huella de carbono: requerimiento voluntario del Manual CES 1.1 

Uno de los nuevos requerimientos incorporados en la versión 1.1 del Manual CES, que será de uso obligatorio para proyectos nuevos inscritos a partir del 1 de abril de 2023, es la huella de carbono en la operación. Hernán Madrid cuenta los objetivos tras esta incorporación.

A partir del 1 de abril, comienza a ser obligatorio para la inscripción de proyectos nuevos, el uso del Manual CES versión 1.1, lanzado en enero de este año.

Entre los cambios que introduce esta nueva versión, está el requerimiento voluntario de huella de carbono de los proyectos de edificación, la que se mide durante la operación del edificio, no aborda en esta versión todo el ciclo de vida.

“Este requerimiento nuevo está muy en línea con los requerimientos existentes, porque utiliza la metodología base de los requerimientos de consumo por energía y de energía renovable no convencional, para estimar la reducción de emisiones basado únicamente en la operación del edificio”, precisa Hernán Madrid, jefe de CES.

Este es un punto de partida para ir avanzando en la medición de huella en el ciclo completo, con miras a los compromisos de carbono neutralidad, de modo de poner a disposición de los equipos de proyecto esta herramienta en la certificación nacional y “esperamos que en la siguiente versión podamos incorporar criterios de huella de carbono en el ciclo completo de la edificación. Este es el primer paso”, dice Madrid.

Cómo se calcula

Desde la mirada de CES, el requerimiento de huella de carbono está construido, al igual que los requerimientos de demanda y consumo de energía, es decir, comparando un caso de referencia con el edificio que finalmente se diseña y construye, con todas las estrategias de mejoras incorporadas. “Ello permite estimar la cantidad de emisiones para el caso real y de referencia y, de esa manera, con esos dos valores, se calcula un porcentaje de reducción, que es lo que finalmente tenemos como un indicador dentro del requerimiento y, además, como un indicador dentro de los reportes finales e implementado como uno que aparece en el sitio web”, explica Madrid.

Dichas reducciones se hacen a través de diseño pasivo y también de diseño activo. 

Bonos verdes

Como especifica el jefe de CES, hasta el momento el cálculo para reportar bonos verdes se hacía fuera del sistema, por lo que a contar del comienzo del uso de la versión 1.1, “aumentamos la robustez de lo que estamos reportando, porque tiene el proceso regular de certificación, que incluye una evaluación tercera parte, independiente. Hasta el momento, la evaluación de reducción de emisiones para reportar a los de bonos verdes se hizo con la misma metodología, pero sin la participación de la evaluadora.

¿Cómo aporta esto al camino de la descarbonización? “Aporta muy significativamente”, a juicio de Madrid, “porque ponemos a disposición de todos los proyectos una herramienta de cuantificación validada a nivel internacional”. En ese sentido, esta actualización permite ir avanzando y marcando el camino, “porque a lo que queremos llegar, idealmente en la versión 2 del Manual, es a incorporar la huella de carbono en el ciclo completo de la edificación”, sostiene.

La incorporación del requerimiento voluntario de huella de carbono se suma a otras iniciativas del sector, como el proyecto Pasaporte de Materiales del Centro Tecnológico de la Construcción (CTeC) y Chile GBC, y Construye Zero, también del CTeC. 

Ambos proyectos abordan “la parte de la que hasta hoy no tenemos información suficiente en Chile para abordar, que son los procesos productivos de materiales. De manera que, si esa información se empieza a poblar y empezamos a tener datos de los distintos tipos de materiales, va a ser mucho más sencillo y factible avanzar hacia el ciclo completo de la edificación”, cree el ingeniero.

Por esa razón, CES ha estado involucrada como patrocinadora en ambos proyectos, “porque son iniciativas que vienen a complementar aspectos que nos faltan a nivel país”, explica Madrid.