Edificio en la Región de Valparaíso recibe la certificación CES

Se trata del CECREA de La Ligua, que alcanzó el Nivel Destacado de la certificación nacional.

Noticia 1El Edificio CECREA de La Ligua, en la Región de Valparaíso, ha concluido exitosamente el proceso de evaluar y acreditar su comportamiento ambiental y estrategias de eficiencia energética obteniendo así la Certificación Edificio Sustentable en nivel Destacado.

El recinto que tiene más de mil metros cuadrados de superficie útil, es obra de los arquitectos Mario López y Soledad Larraín, tiene como unidad técnica a la Dirección de Arquitectura del MOP Valparaíso y sus mandantes son el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio junto a la Municipalidad de La Ligua. Su entidad evaluadora fue Efizity y contó con la asesoría CES de Tomás Venegas y Natalia Spörke.
De acuerdo con los asesores CES, desde la etapa inicial del proyecto se trabajó junto a los arquitectos con el fin de integrar estrategias de diseño pasivo, logrando condiciones interiores confortables con menor demanda energética.
En términos específicos, el trabajo se basó en el correcto dimensionamiento de las ventanas para lograr un balance térmico-lumínico, considerando aporte de luz natural, control de ganancias por radiación y envolvente térmica eficiente, comenta Natalia Spörke.
La profesional agrega que la mayor área de ventanas se concentró en la fachada norte del edificio para facilitar el control solar con buenos niveles de iluminación.

Además, se consideraron lucarnas traslúcidas para las zonas mediterráneas. “Para asegurar el confort de los usuarios, el proyecto se complementa con sistemas de climatización y ventilación mecánica, que cumplen con estándares internacionales de confort y eficiencia, lo que asegura una buena calidad ambiental”, sostiene.

Sobre lo que significa la certificación CES para los usuarios del CECREA de La Ligua, los asesores indican que podrán disponer de espacios interiores confortables, con aporte de luz natural, conexión visual con el exterior y temperaturas confortables durante todo el año, además de contar con adecuados niveles de ventilación y confort acústico. En tanto, el bajo requerimiento energético reduce tantos los costos operacionales como el impacto ambiental del edificio.
Tanto Natalia Spörke como Tomás Venegas coinciden en que este edificio demuestra el impacto que tiene el diseño pasivo en el consumo energético del recinto y confort ambiental interior. “El trabajo integrado entre los distintos especialistas permite lograr un edificio sustentable, alcanzando así el nivel Destacado de CES”, concluyen.