El establecimiento, que tiene una superficie construida de más cinco mil metros cuadrados, contó con la asesoría de María Luisa del Campo y la Entidad Evaluadora a cargo del proceso de certificación fue el CIAES de la Universidad Católica del Norte.
El desarrollo del diseño consideró este factor, sin afectar el aprovechamiento de la luz natural y la transparencia de los muros”, sostiene María Luisa del Campo. De esta manera, se espera que la certificación de este establecimiento educacional sea un referente para el desarrollo de futuros proyectos en la zona, en cuanto mejoran la calidad de vida de los usuarios al entregar ambientes más confortables en términos de temperatura, acústica e iluminación.
Para la experta, la incorporación de algunas características de sustentabilidad, tanto en el diseño como en la construcción, no tienen que necesariamente comprometer el costo de las obras. Asimismo, comenta que, en muchas ocasiones y con la incorporación de algunos cambios, se generan impactos relevantes en el ahorro de energía y funcionamiento diario de los proyectos. El proyecto fue mandatado por la Dirección de Arquitectura de la Región de Antofagasta, es obra de la oficina Valle y Cornejo Arquitectos y fue ejecutado por la Constructora B y C Ltda.