Dos nuevos edificios se certifican CES: el CDI de Caldera y la Sala Cuna Funcionarios UACH

Ambos son los últimos edificios que cuentan con certificación CES y aportan a la calidad de vida de los habitantes, tanto de Caldera como de Valdivia.

Noticia 1El Centro Deportivo Integral de Caldera, perteneciente al Instituto Nacional de Deportes, que obtuvo la certificación CES, fue diseñado por PHH Arquitectos, contó con Daniela Olmos como Asesora CES y con 88 Limitada como Entidad Evaluadora.

Uno de los aspectos más importantes que se consideró al momento de plantear este edificio es el lugar en el que se emplaza, en la Región de Atacama, perteneciente a la zona climática Norte Litoral, que se distingue por condiciones de sequía y falta de recurso hídrico. Por ello, este edificio presentaba un alto desafío: “cuando se proyecta un equipamiento deportivo, la demanda base de consumo siempre es muy alta, un equipamiento de estas características, necesita de gran cantidad de baños y camarines, lo que demanda una gran cantidad de agua y de agua caliente sanitaria (ACS). Para responder a ello y amortizar el consumo que pudiera tener, se instalaron 40 colectores solares térmicos, que cubren el 20% de la demanda primaria”, de acuerdo con Daniela Olmos.

Asimismo, se utilizaron artefactos de agua potable, de bajo consumo, logrando un ahorro del 65,7%, y “se proyectó un paisajismo con especies autóctonas de bajo consumo hídrico, incorporando especies de árboles muy típicas de la zona, como el Chañar, el Pimiento y el Algarrobo. Con la elección de las especies acordes a la zona climática se reduce un 89,7% la evapotranspiración”, comenta.

A ello se suma la elección del riego por goteo, dado que “tiene el mejor factor de eficiencia, las áreas verdes se separaron en siete sectores y se instaló un programador por cada sector, para evitar sobre consumos por mala gestión del agua; se logra así una eficiencia hídrica en riego del 72,2%”, añade la asesora.

Además, se incorporó un “ablandador de agua” para reducir su dureza que en esta zona es muy alta y afecta las cañerías, disminuyendo la capacidad de caudal y la eficiencia en la transferencia de calor al agua.

Otro importante desafío a resolver fue el diseño de los espacios, para que pudieran ser confortables con medidas pasivas. “Desde el diseño se procuró buscar siempre la ventilación cruzada, especialmente en los espacios de mayor profundidad, para garantizar las tasas de renovación mínimas de aire”, explica la profesional. Y en los espacios más grandes, se incorporaron equipos de climatización eficientes, por la actividad física que se realiza en estas salas. Pese a ello, se logró una disminución de la demanda en calefacción, enfriamiento e iluminación de un 41,17%.

“Otro importante aspecto fue la iluminación, que en lo posible, pudiera ser cubierta con luz natural, el terreno sin obstrucciones cercanas lo permitía y a partir del diseño de la envolvente, se obtuvo un aporte del 79,38%. El otro porcentaje fue cubierto con un proyecto de iluminación artificial eficiente, que tiene una reducción de la potencia instalada, en cada recinto, de un mínimo del 41%”, agrega.

En tanto, la envolvente fue calculada y diseñada para proteger de las condiciones climáticas externas, manteniendo una temperatura interior confortable y más estable, lo que “se logró a través de muros y pisos ventilados con EIFS, una cubierta de paneles continuos constituidos por dos láminas de acero, con núcleo aislante de Poliuretano y termopaneles con 12mm de espesor en espaciador”, sintetiza Daniela Olmos.

Sala cuna

El edificio de Sala Cuna de los Funcionarios de la Universidad Austral de Chile, en Valdivia, fue diseñado por la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh; su asesor fue 88 Limitada y la Entidad Evaluadora, Efizity.

En términos de presupuesto, María José Escares, de la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh, en el marco de su exposición en el seminario de Red Campus Sustentable, señaló que hubo un aumento del los presupuestos de diseño de un edificio con certificación CES versus un edificio estándar, lo que se explica, principalmente, en la contratación de la empresa asesora y la empresa evaluadora.

En el ítem construcción, “hay aproximadamente 2,2 UF por m2 de aumento por incorporar características para obtener la certificación. En general, para ambos edificios no tenemos porcentaje de aumento mayor a 8%”, comentó Escares.

Si bien estos valores pueden considerarse inicialmente altos, el aumento se puede contrarrestar, ya que “los estudios que mantiene CES y el registro que nos entrega nuestra empresa asesora de los edificios que se han construido en Chile bajo esta certificación, en que existe de un 25 a un 38% de reducción de consumo de energía”, mencionó. Además, “la productividad de las personas aumenta un 23% cuando la iluminación del lugar donde se desempeñan mejora; un 11% cuando mejora la ventilación y algo que es súper importante para nosotros, porque el acceso a la vista que tenemos en Valdivia es hermoso, entonces en estas condiciones crece entre un 10 y un 25%, dado que las funciones mentales y de memoria crecen cuando el acceso a la vista exterior es superior”, concluyó la profesional.