El camino a la precertificación del edificio consistorial de Río Ibáñez

En la región de Aysén, se diseñó un proyecto que logró combinar iluminación, confort térmico, eficiencia hídrica y otras variables que fueron necesarias para obtener los 56 puntos necesarios para la precertificación CES.

Un total de 1.800 metros cuadrados construidos y más de 2.700 metros cuadrados de paisajismo conforman el edificio consistorial de Río Ibáñez, mandatado por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas en Aysén. El trabajo encomendado a Tirado Arquitectos y Lira Vigneaux Arquitecto, que cuenta con la asesoría CES de la arquitecta María Catalina Yurisic de Habita Verde y la evaluación CES de 88 Limitada obtuvo 56 puntos en su precertificación.

Liderado por el arquitecto Cristóbal Tirado, el diseño se preocupó de que las de eficiencia energética estuvieran alineadas con las condiciones climáticas de la Región de Aysén Carlos Ibañez del Campo, donde el frío exige ciertas particularidades a la arquitectura. “Los proyectos de Cristóbal son vanguardistas. Acá vemos bóvedas y muros inclinados. Es bien desafiante arquitectónicamente. A la vez, el uso de los materiales es más complejo porque hay que rebuscar más para que cumplan con las formas que se quieren desarrollar”, explica la asesora CES, María Catalina Yurisic.

No obstante, la arquitecta destaca la apertura que ha tenido Tirado para escuchar nuevas propuestas, relacionadas con los estándares CES. “Le pedimos que disminuyera la cantidad de zonas vidriadas por el clima extremo, le propusimos artefactos sanitarios para ahorro de agua, sistemas para optimizar la iluminación, etc. Había que disminuir al máximo el gasto energético porque para esta localidad puede ser un problema sobrecargar el sistema”, señala.

Además, según la especialista hubo un proceso de adaptación a las exigencias. “La iluminación natural fue un tema. Hicimos una lucarna en el techo, a lo largo, porque son 2 edificios en primer piso paralelos, un volumen que flota perpendicular sobre estos dos, un gran balcón tipo granero. El gran problema era que la iluminación natural fuera buena en todos los recintos y que la sensación térmica se mantuviera con un buen nivel, sin abrir tantas ventanas para que no se enfriara, pero que al mismo tiempo se mantuviera iluminado”, detalla María Catalina Yurisic.

Luego de este trabajo integrado, el resultado fue satisfactorio para la arquitecta. “He trabajado con múltiples oficinas de arquitectura. Cristóbal Tirado y su oficina estaban muy abiertos a incorporarse e interiorizarse respecto a lo que había que hacer. Les pareció muy interesante valorar y cuantificar la sustentabilidad. Todos los especialistas nos unimos remando hacia el mismo lado para hacer un buen proyecto final”, concluye.

Biblioteca Gabriela Mistral: cómo funciona el 1º edificio certificado CES de La Serena

No solo confort térmico, visual y acústico ofrece el edificio sustentable que está cerca del mar en la región de Coquimbo, pues se ha incorporado una serie de medidas que transmiten el valor de la economía circular.

Ahorro de agua potable, gracias a sus artefactos eficientes y reutilización de aguas grises; optimización solar gracias a sus grandes vidrieras; y reciclaje, impulsado por una serie de capacitaciones para el manejo de residuos, destacan en la Biblioteca Regional Gabriela Mistral, el primer edificio de uso público con Certificación CES de la región de Coquimbo.

Esta emblemática obra -que cuenta con una superficie útil mayor a 1.000 m2- tomó como base de información y metodología el documento “Términos de Referencia Estandarizados con Parámetros de Eficiencia Energética y Confort Ambiental, para Licitaciones de Diseño y Obra de la Dirección de Arquitectura, Según Zonas Geográficas del País y Según Tipología de Edificios” (TDRe) de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP).

El mandante se preocupó de variables tan diversas como el confort térmico pasivo, el confort visual pasivo, la calidad del aire pasivo, el confort acústico, la demanda de energía, la hermeticidad de la envolvente, los sistemas de agua potable y el manejo de residuos durante la construcción, un trabajo que hoy exhibe maduros frutos.

Debido a las templadas temperaturas promedio de La Serena y a sus oficinas y amplios salones, el proyecto requería contar con bajas ganancias internas producto de los usuarios, iluminación y equipos. Para potenciar las ganancias pasivas y control solar, la fachada norte presenta un screen panel con un 50% de perforación -en promedio- que se gradúa en base al requerimiento de iluminación natural interior. Además, cuenta con un alero que une la cubierta con la fachada metálica, para controlar el ingreso solar durante los meses calurosos.

En tanto, la fachada oriente presenta una baja ganancia térmica solar. Además, cuenta con una doble piel metálica perforada que controla este efecto. Junto con ello, se incorporaron rollers interiores que controlan el deslumbramiento de las tempranas horas de la mañana.

En la fachada poniente, la pantalla metálica vertical presenta un bajo porcentaje de perforación (20%), con el fin de controlar el ingreso de radiación solar durante las horas de la tarde. Junto con esto, se evita el deslumbramiento que se ocasiona producto de la excesiva radiación solar. Asimismo, frente a la cafetería del primer nivel se plantaron árboles de hoja caduca que controlan el sobrecalentamiento en verano.

En tanto, la fachada sur vidriada ofrece una pantalla muy transparente para aprovechar lo más posible la iluminación natural. Para eso, se consideró un porcentaje de apertura superior al 80% de la pantalla screen panel. Además, esta última se separa 4 metros del muro para aumentar la ganancia lumínica. Los ventanales, por su parte, consideran el control del ruido y también la minimización de las pérdidas térmicas del interior.

Manejo del agua y los residuos

Otro punto por destacar es el ahorro de agua potable de la biblioteca, para lo cual se incorporaron artefactos eficientes en el uso del recurso agua, comparando los valores de caudales y consumos de artefactos. “Tenemos manejo de aguas grises, todas las plantas se riegan con ellas; tenemos paneles fotovoltaicos; optimización de luz solar y mejor control de temperatura interna”, explica la directora interina de la Biblioteca Regional Gabriela Mistral, Paloma Soto.

En el edificio, el reciclaje juega hoy un rol fundamental. Por eso, gran parte del proceso para su desarrollo ha sido acompañado por la Fundación Huancara y el Ministerio del Medioambiente. “Nos capacitaron tanto al equipo como a la empresa de equipo de aseo externa para hacer la separación de residuos. Tenemos reciclaje de botellas PET, latas, papel y cartón. Reciclamos una tonelada y media de insumos el año pasado”, comenta Paloma Soto, quien cuenta que cada piso de la biblioteca dispuso contenedores para estos fines. 

Además de la certificación CES, en el recinto existe una huerta comunitaria que se ha ido ampliando poco a poco. “Queremos también reciclar los residuos orgánicos y siguiendo con el espíritu de Gabriela Mistral, hacemos talleres enfocados en aprender tocando la tierra, para que las personas conozcan las plantas. En la huerta hay poemas de la poetisa. No sólo nos preocupamos del fomento lector que es el corazón de toda la biblioteca, sino también de la educación, nos preocupamos de la sustentabilidad y de la innovación”, explica la directora interina de la biblioteca.

En la huerta inspirada en la Premio Nobel de Literatura existen muchas hierbas medicinales: ruda, albahaca, hierba buena, acelga, tomates, lechugas, acelga y frutillas. “Hemos aprendido los ciclos, cada cuanto se cosecha. Muchas de las lechugas nacieron de semillas que sacamos de lechugas anteriores, hemos aprendido a semillar. No solo queremos trabajar hacia fuera sino también hacia dentro para que el equipo viva la certificación que tenemos”, señala.

Gracias a la mesa de educación para la sustentabilidad creada para impulsar acciones en esa línea, junto al CEAZA, se desarrolló un kit de observación de aves. Además, como la biblioteca se ubica al lado de un humedal existe una bitácora colaborativa, que permite que todos los que piden el kit anoten las aves que observan para que, luego, los investigadores trabajen con ella.

“Queremos que la certificación CES sea más que una placa pegada fuera de la biblioteca. Esperamos que desde este lugar la gente se vaya con conocimiento sobre el cuidado del medioambiente. Este es un edificio muy bonito y cómodo; luminoso, limpio y transparente; con accesibilidad universal y terrazas; un edificio cálido, que tiene verde y está cerca del mar. Todos los edificios debieran construirse en esta línea. Pero el tema de las aguas grises es vital, no se puede construir un edificio sin esos sistemas, no podemos botar el agua y mucho menos con sequía. A partir de lo público hay que dar el ejemplo a los privados, mostrar que el edificio funciona porque nosotros no tenemos ningún problema en su funcionamiento y no es más caro”, concluye Paloma Soto.

Cómo los edificios eficientes benefician a las ciudades

El urbanizar las ciudades representa grandes retos y en muchos casos los urbanistas pasan tiempo y tiempo en busca de nuevas soluciones, pero demasiado a menudo se olvidan de los propios edificios que componen las ciudades. 

Unos edificios,  que muchas veces se encuentran  fuera de la «estrategia urbana renovadora» pero que con diferentes actuaciones se pueden convertir en edificios eficientes ayudando a aliviar muchos de los desafíos que enfrentan las ciudades; desde el cambio climático a los problemas de salud pública, desempleo o la pobreza, entre otros.

Un nuevo informe de investigación WRI (World Resources Institute) examina el rol del edificio eficiente y el papel que desempeña en el futuro de las ciudades sostenibles y su  desarrollo desde los puntos de vista económicas, sociales y ambientales ante la eficiencia energética del edificio.

Debemos recordar que la estrategia que podamos aplicar en la ciudad con relación a los edificios, implica a todos los sectores en su conjunto:

Edificios eficientes proporcionan mejores rendimientos sociales y financieros

En realidad, los edificios son grandes inversiones y de larga duración. Si vemos las estadísticas,  el sector de la construcción representa un 10% del PIB mundial, siendo realmente inversiones a largo plazo que crean empleos y movimiento económico constante.

Las edificaciones eficientes producen menos riesgos, es decir,  los edificios y la construcción son responsables del 60% del consumo de electricidad, el 12% del uso del agua, el 40% de los residuos, el 40% en el uso de los materiales, ocupan el 50% o más de la superficie de suelo de una ciudad…etc.  Cada uno de ellos es un coste, pero cada mejora de la eficiencia del edificio en el uso de energía y los  recursos,  elimina un coste que la ciudad y sus habitantes ya no tienen que pagar.

Por ejemplo, cada Euro invertido en la eficiencia energética puede evitar más de dos Euros en el gasto del suministro de energía, por lo que los  ahorros en eficiencia liberan dinero para otras inversiones, que se puede extender a otros recursos más escasos. 

Otro ejemplo sería que las mejoras y medidas de ahorro de energía  son particularmente importantes para los habitantes con ingresos más bajos, porque una mayor  porción de sus ingresos se destina al gasto energética de la vivienda, son menos capaces en pagar los precios más altos de la energía o hacer frente a las fluctuaciones inesperadas de los costes.

Oportunidades económicas en la implantación del edificio eficiente 

Se espera que las ciudades aumenten en 3 mil millones entre 2008 – 2050, casi el doble de la población urbana actual. La expansión y necesidades de cobijo que se deben de preparar realza una gran problemática dentro del urbanismo y la arquitectura edificatoria de las urbes,  sobre todo en países en desarrollo como China, India,  Indonesia, África …etc. Reacción!…. Las emisiones de CO2 irán aparejadas en un aumento importante.

Cómo decidan las ciudades cómo se construirá en un futuro inmediato,  será de gran relevancia tanto para un desarrollo sostenible como futuras ciudades más eficientes. Estos países podrían cosechar los beneficios económicos y climáticos de los edificios energéticamente eficientes,  evitando décadas de ineficiencia y las necesidades costosas de futuras rehabilitaciones en beneficio de la eficiencia energética. (Ver artículo beneficios y costes de la construcción sostenible).

La eficiencia del edificio frena el cambio climático

Además de reducir los costes de infraestructura y los gastos del hogar, la construcción eficiente también proporciona un mayor retorno de la inversión ante la reducción de las emisiones de CO2 frente al cambio climático.

Proporciona un retorno de la inversión mucho más rápido sobre los gastos en energía. Una diferencia significativa ante las inversiones de ahorro en emisiones en comparación a otros sectores como la agricultura o el transporte, que son relativamente caros o con un resultado en la reducción de emisiones más bajo.

Los edificios eficientes producen menos enfermedades

Un ejemplo de edificio más eficiente puede reducir significativamente enfermedades y muertes relacionadas con la contaminación del aire. Contribuyen a una mejor calidad del aire interior y exterior mediante la reducción de la contaminación (Menos gasto energético, menos contaminación) y la mejorar la de ventilación, lo que conlleva beneficios económicos y de salud.

Las tasas más altas de exposición están en ciudades en desarrollo, donde las personas dependen de la combustión de combustibles en el interior de las viviendas y casas para la calefacción o cocinar. En China e India, disponen de las regiones con las tasas de mortalidad más altas relacionadas con la contaminación del aire.

Fuente: CDT

CChC CONSTITUYE MESA INTERREGIONAL DE GESTIÓN DE RESIDUOS DE LA CONSTRUCCIÓN

La Mesa Interregional de Gestión de Residuos en la Construcción, conformada por las cámaras regionales de Antofagasta, Valparaíso, Puerto Montt y Punta Arenas, busca trabajar colaborativamente en la prevención y gestión de residuos de la construcción.

Un tercio de los desechos sólidos del país proviene de esta actividad. Por este motivo, desde hace varios años el sector trabaja en una estrategia que permita el tratamiento de los materiales de desecho de las obras.

El foco de esta tarea, está en la implementación de prácticas de economía circular. Para eso, se han estudiado acciones innovadoras que se adecuen a cada territorio.

En Valparaíso comenzó la implementación de este modelo de tratamiento de residuos. En 2021, la cámara regional de la quinta región impulsó el primer Acuerdo de Producción Limpia de la Construcción, contando con la adhesión de 40 centros de trabajo, instituciones y organismos públicos.

Esta experiencia ha permitido que otras sedes regionales se sumen a la Mesa Interregional de Gestión de Residuos de la Construcción, poniendo el foco en sus realidades territoriales.

“La idea de esta mesa, es que, pese a las diferencias de cada una de las regiones, podamos contar con una estrategia nacional que permita hacernos cargo de lo que desechamos, disminuyendo el impacto al medio ambiente”, aseguró el Presidente Nacional del gremio Antonio Errázuriz, quien encabezó el lanzamiento de esta Mesa.

El 35% de los desechos sólidos del país proviene de la construcción. Por este motivo, desde hace varios años el sector trabaja en una estrategia que permita el tratamiento de los materiales de desecho de las obras. El foco de esta tarea está en la implementación de prácticas de economía circular. Para eso, se han estudiado acciones innovadoras que se adecuen a cada territorio. Joaquín Cuevas, Gestor de Cultura Sostenible y CEO Reviste, dictó una charla sobre la temática durante el lanzamiento de la Mesa.

Errázuriz agrega la necesidad de modificar algunas prácticas: “tenemos que hacer cambios, salir de la caja, pensar de forma distinta, hacer capacitación. Las regiones más adelantadas han hecho una gestión muy potente en esta materia”.

A partir de esta iniciativa, se espera fortalecer la coordinación de actores de la cadena de valor, impulsar la prevención de residuos e impactos ambientales, instaurar la cuantificación y trazabilidad de residuos, maximizar la valorización, promover innovación, incorporar conocimiento y capacitación sobre gestión de residuos y economía circular.

En esa línea, en el lanzamiento de la Mesa participaron varias autoridades regionales: Jorge Flies, Gobernador de Magallanes; Christian Gallardo, Seremi de Hacienda; Daniela Droguett, Seremi de Medio Ambiente; y Doris Sandoval, Seremi del Trabajo, entre otros.

“Quiero agradecer a la Cámara Chilena de la Construcción por escoger Magallanes para comprometerse con la gestión de residuos de las obras. El objetivo es que los proyectos de construcción, desde el diseño hasta el término de la obra, puedan reducir el gran volumen de residuos que se generan y luego también reciclar lo que queda. Como Gobierno Regional estamos dispuestos a trabajar, en conjunto con la Asociación de Municipalidades, para que se genere un acuerdo de trabajo por esta temática y, en conjunto con el mundo privado y la academia, realizar licitaciones que tengan en cuenta la gestión de residuos. Esperamos poder implementarlo y ser un piloto a nivel nacional”, señaló Jorge Flies, Gobernador de Magallanes.

Cabe destacar que la CChC Punta Arenas creó la Comisión de Economía Circular el año pasado, donde participan empresas de construcción a nivel regional, y es parte activa de la recién lanzada Mesa Interregional de la Gestión de Residuos de la Construcción.

“El plan para continuar con esta Mesa Interregional es desarrollar un catastro de gestores de residuos y de sitios de disposición final autorizados, para luego fijar metas de prevención de generación y valorización para sus distintos tipos de residuos, las que no pueden ser menor al 10% del total generado”, concluyó Carlos Braun, presidente de la CChC Punta Arenas.

Las empresas y centros de trabajo que se sumen deberán fijar metas de prevención de generación y valorización para sus distintos tipos de residuos, las que no pueden ser menor al 10% del total generado. El plan contempla que las regiones desarrollen un catastro de gestores de residuos y de sitios de disposición final autorizados.

Fuente: CChC

Caminar en círculo nos lleva al futuro

Desde el inicio de la Revolución Industrial la humanidad ha estado dominada por un sistema económico absolutamente lineal: producir, consumir y desechar. No es necesario detenerse a explicar el impacto que este modelo ha tenido en nuestro medio ambiente. Son tan graves que según un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU nuestro planeta va a alcanzar el decisivo límite de 1,5 ℃ por encima de la temperatura de la época preindustrial en el año 2030.

Es por eso por lo que urge cambiar la economía lineal por una circular y el desafío es trabajar con una visión de largo plazo que permita generar un modelo que vaya más allá del reciclaje y en el que las empresas y organizaciones de todo tipo y tamaño se hagan cargo adecuadamente de sus residuos, valorizarlos y dándoles una nueva vida o uso.

Todos lo sabemos, pero muchos olvidamos que vivimos en un planeta de recursos finitos y cada día somos más humanos con un modelo de vida que es imposible sustentar, el principal pilar de la economía circular es la regeneración. Sus acciones buscan restaurar el equilibrio que necesita el ecosistema para que nuestra especia pueda prosperar en armonía con la naturaleza.

Ya entrando en materia, en la construcción es habitual la recuperación de los despuntes de acero para reciclarlos y fabricar acero nuevo. Pero no sólo los despuntes de acero son residuos en una obra, también hay madera, hormigón, plásticos y vidrios, entre otros. En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos.

“Actualmente los Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), son un gran problema en el mundo, y en Chile generamos mucho más. Por ejemplo, en un país desarrollado la construcción de un edificio habitacional genera 0,14 metros cúbicos (m3) de residuos por cada metro cuadrado (1m2) construido. En cambio, en nuestro país, para ese mismo edificio generamos 0,26 m3 por m2, casi el doble”, explica Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile y vicepresidente del SubComité de Economía Circular del Instituto de la Construcción (IC).

“En una primera etapa en Chile hemos abordado la economía circular en la construcción a través del concepto de gestión de residuos. Tanto públicos como privados han dado pasos fundamentales y con grandes resultados en esa línea, pero es indispensable transitar a modelos circulares que incluyan las etapas de gestión y diseño. Primero, hay que tener claro que los materiales y componentes deben mantenerse circulando en la tecnósfera (ciclos técnicos) y biosfera (ciclos biológicos) por el mayor tiempo posible con la mayor calidad posible; debemos privilegiar uniones físicas antes que químicas que permitan el desmontaje, adaptación, recuperación y mantenimiento de estos”, señala Anamaría De León arquitecta y consultora en economía circular, miembro del SubComité de Economía Circular del IC.

Y agrega que “en la etapa de diseño arquitectónico y de materiales se define entre el 60% y 80% de la sostenibilidad de una obra o producto. El diseño para la deconstrucción, diseño para la reversibilidad, banco de materiales, modulación y estandarización reversibles y diseñar por capas, son algunas de las estrategias que podemos activar en etapas tempranas de un proyecto.”

Para enfrentar este problema, el programa Construye2025, impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, elaboró una Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, que se lleva a cabo en conjunto con los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas.

El objetivo es lograr un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, por lo cual trabajan en cinco ejes estratégicos: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; la cadena de valor sustentable y circular; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular en construcción; y la remediación ambiental de los resultados de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los RCD.

La iniciativa busca generar una industria más productiva disminuyendo en un 20% los costos de producción; aumentar en un 20% las edificaciones sustentables y disminuir en un 30% las emisiones de CO2 al 2030.

La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, señala que la economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.

Así, no sólo tenemos una industria más sustentable, sino que también la economía circular ayuda a generar nuevos empleos que la OIT los cataloga como “empleos verdes” y los califica de la siguiente manera: “Empleos decentes que contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente ya sea en los sectores tradicionales como la manufactura o a la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética”. Más aún hace hincapié en que estos empleos verdes permiten: aumentar la eficiencia del consumo de energía y materias primas; limitar las emisiones de gases de efecto invernadero; minimizar los residuos y la contaminación; proteger y restaurar los ecosistemas; y contribuir a la adaptación al cambio climático.

Desde hace más de un año, el Instituto de la Construcción articula, junto a un gran número de reparticiones gubernamentales, universidades, oficinas de ingenieros y arquitectos, además de empresas privadas y organismos que las representan, como el Instituto Chileno del Acero y la Corporación de Desarrollo Tecnológico; el Subcomité de Economía Circular, que está trabajando para promover y aplicar en la construcción este modelo, cuyos beneficios son claros y muy palpables. Además de la disminución en el uso de la energía, lo que permite reducir la huella de carbono en la construcción, está el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, pues permite contar con ciudades más sustentables y pensadas en beneficio de la sociedad.

Este es un tema muy relevante, pues el Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) estimó que en 2050 el 90% de la población latinoamericana vivirá en ciudades, es decir alrededor de 570 millones de personas. Si somos conscientes y trabajamos en beneficio de ellas, muchas de estas personas podrán disfrutar de un medioambiente más sano y una mejor calidad de vida para mediados de este siglo.

Fuente: Instituto de la Construcción

Mesa interregional de gestión de residuos impulsa economía circular en la construcción

La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) trabaja en su compromiso con el desarrollo sustentable de la construcción mediante iniciativas como Compromiso PRO. “Como gremio nos hemos comprometido con la sostenibilidad de nuestro desarrollo, especialmente en nuestro rubro de la construcción. Es por eso que nos hemos impuesto como objetivo promover a nivel nacional el desarrollo de la construcción sustentable”, indica Marisol Cortez, presidenta de la CChC Valparaíso.

Desde “Compromiso PRO”, la CChC está comprometiendo a empresas, obras y centros de trabajo con la mejora permanentemente de su desempeño, sus prácticas y procesos, considerando siete pilares: gobernanza; trabajadores; seguridad y salud laboral; cadena de valor; comunidad; innovación y productividad; y medioambiente. Este último pilar, se vincula a colaborar en la gestión de residuos de la construcción, con un enfoque de economía circular que responda al desafío de forma innovadora, según cuenta Katherine Martínez, subgerente de Desarrollo de la Corporación Chilena de Desarrollo Tecnológico (CDT).

De allí nació la “Mesa interregional de gestión de residuos hacia la economía circular”, que busca materializar Acuerdos de Producción Limpia (APL) para la industria nacional, trabajando junto a la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de Corfo y CDT.

“La mesa interregional nace como una forma de colaboración e intercambio de experiencias entre las distintas cámaras regionales, para, juntos, desde las particularidades de cada territorio, poder avanzar en una estrategia país”, añade Katherine Martínez. Así, a partir de la experiencia piloto iniciada en 2020 con el “Acuerdo de Producción Limpia hacia la economía circular en la región de Valparaíso”, se extenderá el alcance hacia la macrozona norte, sur y sur austral del país, con acciones lideradas por las cámaras regionales de Antofagasta, Puerto Montt y Punta Arenas. 

“En la Mesa interregional como CChC Valparaíso estamos aportando nuestra experiencia y gestión al proyecto de APL en Construcción en la Región de Valparaíso, considerando las particularidades de cada territorio para que pueda ser adaptada y aplicada en todo el país. Nuestro APL es el primero en su tipo en Chile, donde se destaca la adhesión de una treintena de empresas con más de 40 centros de trabajo realizando el proceso. Instituciones y organismos públicos y, sobre todo, alcaldes permiten que esta alianza público-privada sea una realidad, lo que nos tiene a todos muy entusiasmados”, afirma la presidenta de la CChC Valparaíso, Marisol Cortez.

Metas de los APL

Uno de los principales objetivos de los Acuerdos de Producción Limpia (APL) es la colaboración, es decir, la promoción de alianzas para impulsar soluciones a temas ambientales que preocupan al país y a las personas“Esperamos fortalecer la coordinación entre los distintos actores de la cadena de valor; impulsar la prevención de la generación de residuos e impactos ambientales; instaurar la cuantificación y trazabilidad de residuos; maximizar la valorización; promover innovación; e incorporar conocimiento y capacitación sobre gestión de residuos y economía circular”, sostiene la Subgerente Desarrollo de la CDT. 

Además, Marisol Cortez destaca el aprendizaje que dejó la pandemia: “no hay fronteras y podemos tener una muy buena gestión gremial transversal e integrada en la Cámara, desde cualquier rincón de nuestro país. Y este es el caso del APL, que busca avanzar con los socios de todas las regiones del país hacia la economía circular en la industria de la construcción”, enfatiza. 

Como integrante del Consejo de Sostenibilidad de la Cámara, la presidenta del gremio en Valparaíso ha sostenido una serie de reuniones con sus pares de otras regiones, tanto en el norte como en el sur de Chile para promover la iniciativa y compartir su experiencia. La gestión transversal e integrada en el gremio ha incluido una serie de talleres e instancias participativas en las regiones, para avanzar junto a los socios hacia la tan anhelada economía circular del sector.

Fuente: Construye2025

Pablo Jordán F. es el nuevo presidente de la Asociación de Oficinas de Arquitectos

Como vicepresidenta, los directores AOA eligieron a Marisol Rojas S. 

Con una mesa directiva paritaria y luego de un proceso eleccionario democrático, la Asociación de Oficinas de Arquitectos renovó parcialmente su directorio, organismo que eligió al urbanista Pablo Jordán como nuevo presidente AOA, en un mandato que se extenderá por dos años.

En un contexto complejo marcado por el debate del desarrollo de la ciudad y las necesidades habitacionales junto al panorama de incerteza jurídica, con su nueva mesa directiva -con Pablo Jordán como presidente y Marisol Rojas como vicepresidenta-, AOA pone énfasis en el aporte de la profesión a la conformación de las urbes más allá del diseño, sumando su experticia en planificación, actualización normativa y gestión urbana.

“El desarrollo de nuestras ciudades representa hoy un desafío de equidad, construcción de comunidad y de calidad, todas áreas en las cuales los arquitectos y nuestra Asociación tienen mucho que aportar”, sostuvo el nuevo presidente.

Trayectoria del presidente

Arquitecto de la Pontificia Universidad Católica y máster en Ciencias de la Arquitectura del Massachusetts Institute of Technology (MIT), Pablo Jordán es especialista en Planificación y Gestión Urbana, en Diseño Ambiental y en Vivienda Social, con experiencia en Chile y en el extranjero.

Se ha desempeñado como funcionario público municipal, como experto internacional en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en desarrollo de asistencia técnica en gestión urbana para municipios de toda América Latina, mientras que en el Banco Mundial trabajó como consultor en temas de políticas habitacionales y desarrollo urbano. 

En Chile, trabajó en la Secretaría Comunal de Planificación de la Municipalidad de La Pintana y de Santiago, y como investigador del Centro de Estudios (CEP), a cargo de las áreas de descentralización y de pobreza. 

Es socio y gerente de consultorías de la oficina URBE Arquitectos, dedicada a enfrentar los grandes desafíos del urbanismo en Chile, tanto en diseño, como planificación y gestión. En ella proyecta y ejecuta el desarrollo de las ciudades desde lo institucional y lo estratégico, con planes reguladores e instrumentos de planificación territorial, además de proyectos urbanos y habitacionales.

Con años de experiencia como director de AOA, Pablo Jordán ha liderado el Comité de Comunicaciones en dos ocasiones, mientras que también ha participado activamente en el de Vinculación Social, en el de Normativas y en la Planificación Estratégica de su Directorio.

Conformación de AOA

Con la más reciente elección, que renovó parcialmente la mesa, se incorporan al directorio los arquitectos Ana María Dávila, María Inés Buzzoni y Pablo Altikes, mientras que Cristián Undurraga se mantiene, ya que fue reelecto por un nuevo periodo. 

Completan el Directorio en ejercicio, Pablo Jordán, Marisol Rojas, y los directores Alberto Texido y Germán Squella, además de Mónica Álvarez de Oro, quien se erige como past president.

El nuevo directorio fue proclamado en la Asamblea Ordinaria de Socios AOA, instancia que se realizó por primera vez en dos años de forma completamente presencial, en donde además Mónica Álvarez de Oro entregó la cuenta de la gestión que realizó como presidenta del gremio, durante dos años, donde destacó el crecimiento de la Asociación en distintos ámbitos, en un escenario desafiante. 

Municipalidad de Chañaral acogerá a sus usuarios en un renovado espacio sustentable

Con una superficie edificada superior a los dos mil metros cuadrados, el nuevo edificio consistorial destaca por su techo semi transparente y los materiales nobles que se utilizaron en su construcción.

El nuevo edificio consistorial de Chañaral, cuya obra fue ejecutada por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, implicó una inversión de más de seis mil millones de pesos. Cofinanciado con recursos del Fondo Reconstrucción de Ciudades, asignado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) a la municipalidad y el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), el proyecto reemplazó la antigua edificación que fue gravemente dañada tras el aluvión de 2015.

“Luego del aluvión que afectó a Chañaral, el municipio debió trasladarse a instalaciones modulares, algo que mermó de cierta forma la comodidad de sus trabajadores y también de la comunidad que día a día se acerca a la municipalidad a hacer diversos trámites. La pronta inauguración de este nuevo edificio consistorial hará que tanto usuarios como trabajadores puedan tener un mejor espacio para desenvolverse”, afirma la alcaldesa de Chañaral, Margarita Flores.

El edificio cuenta con una superficie edificada de 2.040 m2 donde se utilizó la piedra, como elemento integral; y materiales nobles de la zona. El recinto cuenta con 985 m2 de estacionamiento subterráneo y bodegas y fue conformado en hormigón armado en los tres niveles. Su techo semi transparente facilita la observación del emblemático Faro de Chañaral.

“Entre los atributos arquitectónicos más destacables se podría mencionar la mampostería en piedra, que releva los elementos de material local. Además, la ubicación del edificio hace que se apodere de la pendiente de la cordillera, lo que también permite una visión inédita de la bahía desde los pisos superiores. En tanto, su cobertura de acero corten (autopatinable) hace que no le afecte la corrosión, algo importante si se considera que es una zona donde hay sol prácticamente durante todo el año”, comenta la alcaldesa de la comuna.

Gracias al trabajo de Crisosto Smith Arquitectos y la asesoría CES de Fernanda Soto, el edificio representa -según la edil Margarita Flores- el progreso que todos los chañaralinos y chañaralinas anhelan para la comuna. “De cierta forma, es significa también un regreso de la actividad cívica a ese punto de Chañaral, el cual durante muchos años fue el centro de la ciudad y donde ahora convergen diversos lugares como la Plaza de Armas, Biblioteca Pública, Centro de Formación Técnica, Fiscalía, y el propio edificio consistorial”, concluye la alcaldesa.

Los edificios que mejoran el confort de los pacientes en la Región de Coquimbo

El Instituto de Rehabilitación Teletón Coquimbo ya cuenta con certificación CES, mientras que la posta El Divisadero de Punitaqui optará por la precertificación. En tanto, el Centro de Salud Familiar de Caren de Monte Patria se certificará cuando comience la construcción.

La Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas ha procurado fortalecer la gestión ambiental, territorial y de sustentabilidad en la ejecución de proyectos de edificación pública y patrimonial. En la Región de Coquimbo, destaca su gestión integral en el ciclo de vida de los proyectos, es decir, desde la prefactibilidad y el diseño hasta la obra.

Según Giancarla Gómez, jefe de la Unidad de Planificación de la Dirección de Arquitectura del MOP, se han creado instrumentos que se utilizan de acuerdo con la etapa en que se encuentre el proyecto. En conjunto, éstas conforman el compendio de instrumentos de gestión de la DA-MOP. Esto último a través de la exigencia de implementar un diseño arquitectónico pasivo, eficiencia energética y la evaluación y medición de la gestión a través de la certificación nacional CES.

“En términos generales, en los diseños se solicita una precertificación CES, en la etapa de ejecución, la certificación. En las licitaciones en modalidad de Pago Contra Recepción, que incluye diseño y ejecución, la Dirección de Arquitectura exige que el edificio obtenga la precertificación y certificación CES”, explica la arquitecta.

A la fecha, los proyectos de Salud que incorporaron CES, por mandato de la Dirección de Arquitectura son tres:

1. Reposición Instituto de Rehabilitación Teletón Coquimbo, edificio terminado en mayo del 2021, con certificación CES.

Instituto de Rehabilitación Teletón Coquimbo.

2. Reposición Posta El Divisadero, Punitaqui. En etapa de diseño, actualmente se encuentra en proceso de adjudicación e incluye la exigencia de la precertificación CES.

3. Reposición Centro de Salud Familiar de Caren, Monte Patria. Proyecto licitado en modalidad Pago Contra Recepción DS MOP 108. Hoy en proceso de adjudicación incluye el requisito de la Certificación CES, una vez ejecutada la obra.

“Los proyectos que se incorporan a la cartera de la Dirección de Arquitectura son monitoreados desde sus inicios en la realización de consultas de pertinencia e indígenas, según corresponda. Posteriormente, en el uso de criterios de diseño arquitectónico y de soluciones constructivas que aporten al confort ambiental de los edificios públicos como aspectos fundamentales de nuestra labor como unidad técnica”, señala Giancarla Gómez.

Hospital de La Serena

En tanto, en la Dirección General de Concesiones de Obras Públicas adjudicaron el nuevo Hospital de La Serena, en enero, a la Sociedad Concesionaria Hospital La Serena S.A. Con una inversión de 258 millones de dólares y un plazo de la concesión de 15 años de operación, el proyecto beneficiará a una población de 700 mil vecinos de las comunas de La Serena, La Higuera, Vicuña y Paihuano.

Actualmente, el concesionario está desarrollando el proyecto de ingeniería definitiva, por lo que la etapa de construcción debería iniciarse durante el segundo semestre de 2023. El nuevo recinto contará con una superficie de 121 mil m2 y 668 camas, distribuidas en 146 para pacientes críticos, 332 camas médico quirúrgicas, 90 ginecobstétricas, 48 pediátricas, 18 neonatológicas y 34 para psiquiatría de adulto. El hospital también dispondrá de 15 pabellones, 85 boxes de consultas médicas, dentales y no médicas, 6 salas de atención integral del parto y un servicio de urgencia.

“En materia de eficiencia energética, el nuevo hospital busca contar con un alto estándar en la integración y coordinación de sus especialidades, lo que permitirá que durante su etapa de operaciones el edificio disponga de elementos que le permitan administrar de manera eficiente su gasto energético y optimice recursos. En esta etapa la concesionaria deberá elaborar un informe de Seguimiento de Desarrollo Sustentable que dé cuenta de la eficacia de la implementación de la gestión ambiental aplicada en el proyecto”, explican en la Dirección General de Concesiones.

Fotografía principal: Foto de JJ Ortega en Pexels

Construye2025 impulsa certificación para trabajadores en manejo de residuos

A través de un proyecto colaborativo presentado a ChileValora, buscan desarrollar perfiles para trabajadores y dar herramientas para el manejo de los residuos de la construcción que definan un adecuado desempeño en su quehacer. 

Ante el desafío climático global, la industria de la construcción en Chile está trabajando hace varios años en una transformación cultural. Tras los lanzamientos de la Hoja de Ruta RCD y Economía Circular en Construcción 2035 y la Estrategia de Economía Circular en Construcción 2025, se hizo necesario fortalecer un ecosistema para el desarrollo de la economía circular y el manejo de residuos de la construcción y demolición.

Una de las formas es contribuir a generar capacidades en el sector, para lo cual Construye2025, con el apoyo del Instituto de la Construcción, junto con las empresas constructoras Axis DCViconsa y Suksa se adjudicaron un proyecto cofinanciado por ChileValora, que tiene por objetivo desarrollar perfiles laborales y planes de formativos que definan el desempeño adecuado de trabajadores en actividades relacionadas al manejo de los residuos de la construcción.

El proyecto denominado “Nuevos perfiles ocupacionales y planes formativos para trabajadores en el manejo de residuos de la construcción”, ha visualizado tres perfiles relacionados a este manejo en obras e instalaciones: perfil maestro manipulador, capataz y encargado de bodega y logística para manejo de residuos de la construcción.

“Hemos tenido un importante avance con el reciente lanzamiento de la Estrategia de Economía Circular en Construcción, que se sumó a la Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción 2035, por lo que los desafíos para este año son promover tanto la valorización de los residuos como generar las capacidades para la gestión”, explica Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025. La profesional también destaca “la importancia de avanzar en distintos frentes en el sector, a través del apoyo a las distintas iniciativas, como es el caso del Acuerdo de Producción Limpia de Economía Circular en Construcción de la Región de Valparaíso, que entre sus acciones y metas busca promover la capacitación en todos los niveles.

Beneficios para la industria

“Esperamos que una vez aprobados los perfiles, mucha gente de obra se capacite y certifique, con los beneficios que tiene para las empresas contar con gente cuyas competencias están certificadas, y para los trabajadores contar con una certificación de sus aprendizajes y competencias, que sin duda los posiciona y fortalece”, declara José Pedro Campos, director ejecutivo del Instituto de la Construcción.

Así también lo esperan desde el sector privado. Empresas como Viconsa, Axis DC y Suksa han apostado por este proyecto, por los beneficios que implica para ellas y sus equipos. 

A juicio de Lucas Bracho, jefe del Departamento de Medio Ambiente de Constructora Viconsa, “este proyecto es fundamental para avanzar en el correcto uso de nuestros recursos”. Y es que “los perfiles de cargo que se están desarrollando están enfocados a disminuir el impacto ambiental que se genera en todo el ciclo del proyecto de construcción, desde la llegada de los materiales, la optimización de estos y el adecuado manejo de los residuos basada en una jerarquía de residuos”, precisa.

Por ello, Bracho resalta “la importancia de las personas, de cada integrante del equipo, para que se sientan parte de estos cambios que son de suma urgencia. Hacemos un llamado al rubro a tomar las medidas necesarias para disminuir el impacto ambiental de sus proyectos y a unirse a esta nueva forma de construir”.

Y esto también repercute en la productividad de las constructoras. “A la construcción entran personas sin conocimientos y con esto, la empresa puede estar mucho más tranquila de que sus trabajadores van a ser más productivos. Por otra parte, el trabajador puede ser reconocido por su capacitación formal”, dice Joaquín Cuevas, especialista en gestión de residuos. 

El cambio cultural es un punto clave para Axis DC, empresa que lleva un par de años trabajando en gestión de residuos. Por ello, “tener estos nuevos perfiles o competencias es un tremendo plus para la gestión de residuos y buscamos que cada vez más profesionales y trabajadores de la obra manejen estos conceptos, porque mientras más personas adquieran estos conceptos, va a ser mejor para la industria”, cree Mikel Fuentes, líder de Innovación de Axis DC. 

En Axis DC tienen altas expectativas una vez que se publiquen estos perfiles, porque “sí o sí el rubro va a avanzar hacia allá”, a juicio de Fuentes, quien también destaca la colaboración de este proyecto. “Ha sido una experiencia súper enriquecedora, entre el ámbito privado y público, con distintas miradas”, precisa Fuentes. 

Luego de seis años implementando gestión de residuos, desde Constructora Suksa se manifiestan muy contentos de ser parte de este proyecto. “Constantemente estamos capacitando a nuestros trabajadores, pero hoy cobra relevancia poder avanzar hacia competencias formales para nuestros colaboradores, que son quienes, finalmente, llevan a cabo los planes para lograr los objetivos ambientales, para cumplir con nuestro compromiso ambiental respecto a la reducción de nuestras emisiones”, comenta Victoria Leiva, jefa de procesos del Grupo BIBA.

Por qué certificar

“La capacitación y certificación de competencias laborales ha sido uno de los temas que ha estado en la agenda del Instituto de la Construcción desde sus inicios, hace ya más de 20 años, oportunidad en que hicimos un diagnóstico y propuestas al respecto. Posteriormente, en el marco de una colaboración entre países del sur de América, este tema saltó con fuerza, mirando las experiencias de países vecinos, especialmente la de Argentina”, precisa José Pedro Campos.

Por ello, “haber colaborado en la presentación y haber logrado la aprobación por parte de ChileValora de la elaboración de tres perfiles de competencias laborales en un ámbito tan importante y vigente, como es el manejo de residuos de construcción y demolición en obra, nos es muy satisfactorio”, añade.

En tanto, Francisco Silva, secretario ejecutivo de ChileValora, comenta que “el Certificado de Competencias Laborales que otorga ChileValora implica un reconocimiento del Estado a las habilidades y conocimientos que cuenta una persona para ejercer un oficio y, por tanto, constituye un importante instrumento de empleabilidad y un aporte significativo al sector. Estos nuevos perfiles y planes formativos serán una herramienta fundamental para impulsar trayectorias formativas y laborales en los trabajadores y trabajadoras de la construcción, abriendo así un camino de desarrollo profesional y personal para ellos”.

Finalmente, cabe resaltar que la formación de estas capacidades contribuirá a la implementación del “Reglamento Sanitario para el manejo de residuos de las actividades de construcción y demolición”, el que se espera que entre en vigencia a principios del 2023, y que regulará toda la cadena de manejo de residuos.

Fotos gentileza Viconsa.

Fuente: Construye2025