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Con el objetivo de masificar el uso y difundir los beneficios de Certificación Edificio Sustentable es que Hernán Madrid, jefe de la herramienta, realizó una serie de reuniones y encuentros en cinco regiones del país durante el 2016.

En cada una de las instancias que se iniciaron en mayo en la Región de la Araucanía, el jefe de CES tuvo la oportunidad de reunirse con diversos actores del sector de la construcción, inmobiliario y público, entre otros, a quienes les dio a conocer los beneficios y alcances de la metodología nacional.

Con el apoyo de las sedes regionales de la Cámara Chilena de la Construcción, Madrid pudo realizar charlas informativas abiertas al público y también a los socios de la institución, en ciudades como Antofagasta, Chillán, Concepción, Coyhaique, Talca y Temuco.

Además, se reunió con profesionales regionales pertenecientes a la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, oportunidad en la que pudo conocer más sobre los nuevos proyectos que se emplazarán en las distintas regiones, los que en su mayoría contemplan a CES en su diseño y/o construcción.

De acuerdo con Hernán Madrid, la idea de realizar esta gira a nivel nacional se gesta por el interés que tienen las instituciones y personas involucradas en CES de contar con una instacia que permita acercar la administración de este sistema chileno a las regiones, de modo de poder abordar las dudas surgidas en la aplicación de la herramienta durante los primeros procesos de certificación en forma directa.

En tanto, destaca la importancia de estas reuniones regionales: “Es necesario seguir marcando presencia en el país. A la fecha, son más de 60 los proyectos que contemplan CES en su desarrollo y, de ellos, la gran mayoría se encuentra en regiones”, sostiene, añadiendo que es necesario que los profesionales locales puedan conocer de primera fuente la metodología y su aplicación.

El programa de visitas regionales, que se extendió por más de seis meses, contempló recorridos en ciudades de La Araucanía, Antofagasta, el Maule, Biobío y Aysén.

Hernán Madrid comenta que ya están planificando el calendario de difusión para los primeros meses del año 2017: visitará la Región de Arica y Parinacota los días 25 y 26 de enero, y la de Magallanes en marzo.

En el marco del proceso Gestión de Inversiones y la propuesta de mejoramiento en la priorización de inversiones en pos de desarrollar una infraestructura sostenible, la Dirección de Planeamiento del MOP invitó a Margarita Cordaro, presidenta, y Hernán Madrid, jefe de la certificación, a dar a conocer la metodología Certificación Edificio Sustentable.

En la actividad, que se realizó en dependencias del ministerio, participaron profesionales pertenecientes a distintas direcciones del MOP: General de Aguas, Obras Hidráulicas, Aeropuertos, Obras Portuarias, Arquitectura, General de Obras Públicas y Vialidad, entre otras.

El objetivo de la ponencia fue que los profesionales conocieran la experiencia de la aplicación de la metodología en edificios de uso público para así analizar la factibilidad de poder aplicarla en distintos tipos de infraestructuras ejecutadas por el ministerio como cárceles, aeropuertos (terminal de pasajeros) y embalses (edificios administrativos), entre otros.

De esta manera, Margarita Cordaro fue la encargada de exponer la historia y el trabajo que la Dirección de Arquitectura ha venido desarrollando desde el año 1999 en términos de estrategias de construcción sustentable y eficiencia energética.

Luego, Hernán Madrid se centró en los detalles técnicos de la metodología y su aplicación. En este contexto, Rodrigo Aguirre, jefe del Departamento de Concesiones de la Dirección de Aeropuertos del MOP, relató a los presentes la experiencia de la DAP al incluir CES en tres proyectos.

Tanto Cordaro como Madrid se mostraron satisfechos con su participación y agradecidos por la oportunidad de poder transmitir los alcances y resultados de la aplicación de la metodología nacional, esperando que más Direcciones del MOP consideren a CES dentro de sus proyectos en el mediano y largo plazo.

El Centro de Creación Artística y Juvenil de Coyhaique (CCrea) y el Complejo Educacional Reino de Suecia de Puerto Saavedra fueron precertificados CES, últimas iniciativas que completaron el proceso en 2016.

Se espera que el proyecto ubicado en Coyhaique constituya un espacio de creación artística en un entorno de confort y sustentabilidad.

Con una superficie de 1.313 m2, el CCrea se compone de volúmenes conectados por una circulación central, que albergan salas de ensayo y arte, según explica José Antonio Espinoza, quien colaboró con Bioespacios para la asesoría CES. “Ha sido diseñado para mantener un nivel controlado de superficie vidriada, que es mayor en circulaciones, captando radiación que permitirá generar traspasos de aire con las salas de ensayo”.

También, el edificio cuenta con un sector que funciona como invernadero, espacio que permitirá precalentar el aire en las zonas de circulación y de reunión. “Esperamos que los usuarios reconozcan estas características y se familiaricen con el nuevo estándar de edificación que trae consigo la Certificación CES”, indica.

Por su parte, el Complejo Educacional Reino de Suecia de Puerto Saavedra sufrió graves daños producto del terremoto 27/F en 2010 y está en proceso de reconstrucción. El proyecto contó con la asesoría CES de Bio Espacios, con apoyo de José Antonio Espinoza. Con 3.900 m2 de superficie y amplios espacios de paisajismo, su desarrollo recoge la zona climática en que se emplaza.

“Considerando que está en una zona costera como Puerto Saavedra, el edificio tiene un amplio patio interior alrededor del cual se ubican los recintos, permitiendo un menor intercambio con el aire frío del exterior, lo que ayuda a reducir la demanda energética”, comenta el asesor.

La red primaria de aeropuertos chilenos está compuesta por aproximadamente 16 recintos, ubicados en la mayoría de las capitales regionales en todo el país. En 2015 la Dirección de Aeropuertos (DAP) del Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha comenzado a utilizar la herramienta Certificación Edificio Sustentable en tres ciudades: Arica, Balmaceda y Punta Arenas.

“Como Dirección de Aeropuertos estamos comprometidos con CES y creo que lo más importante es que hemos tomado la decisión estratégica de que todos nuestros diseños y construcción de aeropuertos de ahora en el futuro van a tener incorporada la certificación CES”, señala Rodrigo Aguirre, jefe del Departamento de Concesiones de la Dirección de Aeropuertos del MOP.

Esto parte como un lineamiento del Ministerio de Obras Públicas y de la Dirección de Aeropuertos de incorporar la Certificación Edificio Sustentable de ahora en adelante en todos los anteproyectos referenciales de aeropuertos que tengamos como Dirección. Los primeros en incorporarse son el Aeródromo de Chacalluta en Arica; el Aeródromo de Balmaceda, en Balmaceda, y el Aeropuerto de Presidente Ibáñez, en Punta Arenas.

El trabajo se inició el año pasado y ya estamos terminando con el proceso de diseño del anteproyecto. En febrero o marzo de 2017 ya deberíamos tener los primeros resultados del pre informe. Nosotros no vamos a tener certificación hoy, pero sí vamos a contar con un informe que se hace de forma voluntaria.

Primero, buscamos tener eficiencia energética en nuestros principales terminales de la red aeroportuaria de Chile, especialmente en el sur, porque hay un gasto importante en materia de energía y CES pone enfoque en que el diseño del edificio se oriente en requerir menos energía para operar; ese es uno de los principales factores. Hemos aplicado CES en los diseños de anteproyectos primeramente y estos criterios que incorpora CES en los diseños ahora se van a poder medir.

Hemos realizado un trabajo, tanto con la Dirección de Arquitectura como con el Instituto de la Construcción, llevando a cabo varias actividades en conjunto y eso nos ha permitido trabajar de manera más expedita, tanto en la formulación de los términos de referencia como en la revisión de los antecedentes que nos han llegado. Entonces, ha sido un proceso bastante rápido para nosotros.

Tanto en Balmaceda como en Punta Arenas hemos respetado la materialidad de la zona, entonces eso lo estamos aplicando en estos diseños. Y en el de Arica, que tiene un alto nivel de radiación solar, se incorporarán celdas fotovoltaicas, de modo de captar energía para aportar al funcionamiento del aire acondicionado.

La Dirección de Aeropuertos tomó la decisión estratégica de que, a partir de estos tres aeropuertos, todos los anteproyectos referenciales, los diseños y construcción final de los aeropuertos incorporen la certificación CES. La idea de nosotros es que al año 2022 tengamos a lo menos cuatro aeropuertos con certificación en construcción y al año 2030 todos los aeropuertos de la red primaria estén con certificación CES.

Esperamos también poder traspasar esta tecnología CES a los aeródromos más pequeños. Todavía no partimos con eso, pero está dentro de los objetivos del próximo año incorporar CES en ellos.

Por ahora no. Ese aeropuerto tiene elementos de edificación sustentable, pero no tiene los términos de referencia para lograr CES hoy.

Contamos en Chile con una gran oportunidad de tener nuestra infraestructura pública aeroportuaria con sustentabilidad en su edificación y esto es muy importante para el confort de los pasajeros que transitan en nuestros aeropuertos y también para el ahorro de energía, tanto para el aeropuerto como para lo que se da al medioambiente.

Con un total de 29 iniciativas distribuidas en todo el país, Certificación Edificio Sustentable consolida su posicionamiento durante 2016 como sistema nacional y con características propias para evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de edificios de uso público en Chile, tanto nuevos como existentes, sin diferenciar administración o propiedad pública o privada.

A juicio de Margarita Cordaro, presidenta de CES, si bien los procesos son lentos en una etapa inicial para la consolidación y posicionamiento de la Certificación Nacional, durante el año 2016 ha tenido un crecimiento exponencial, de más de 10 veces versus lo sucedido en 2015.

Según comenta, la incorporación de una mayor cantidad de proyectos en comparación con el año anterior da cuenta del trabajo de difusión que se ha dado de forma integrada en el sector público y privado, en distintas regiones del país. “Esto se ha logrado a través del Comité Directivo CES que funciona en el Instituto de la Construcción, por medio de un plan de trabajo que buscó elevar la cantidad de mandantes que utilicen nuestra herramienta de certificación nacional”, sostiene.

 

El posicionamiento de la Certificación CES ha crecido en el sector público con la implementación de gestión de calidad en diseño y construcción de proyectos, donde CES se constituye como una herramienta apropiada para la evaluación y medición de las iniciativas, acogiendo las diversas características geográficas, climáticas y arquitectónicas del país, comenta Margarita Cordaro. Y añade que, aunque en el sector privado la reacción ha sido más lenta, en su experiencia se trata de un proceso similar a lo que sucede en otros países, donde la certificación es más paulatina para este segmento.

Como balance del año en curso, la presidenta hace hincapié en el análisis del factor tiempo e inicio de operación, considerando que en julio de 2014 se firmó el convenio entre las cuatro instituciones que conforman CES: la Cámara Chilena de la Construcción, la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, el Colegio de Arquitectos y el Instituto de la Construcción. Luego se conformaron los comités y en 2015 se inició el trabajo de difusión en instituciones públicas y privadas a nivel país.

“La incorporación de la exigencia de la certificación como herramienta de evaluación y medición de la calidad de los proyectos de diseño y las obras de construcción implica una reformulación en los procesos de desarrollo de cualquier proyecto de inversión y debemos demostrar su eficiencia al tener edificios que logren niveles adecuados de calidad ambiental interior, con un uso eficiente de recursos y baja generación de residuos y emisiones”, acota.

Para 2017 se espera continuar creciendo, diversificar el campo de acción, lograr autofinanciamiento y actualizar la versión de CES. “La diversificación ha sido consecuencia del trabajo directo con las instituciones donde se está implementando el CES, surgiendo instancias dedicadas en específico a hospitales, infraestructura aeroportuaria y grandes obras de infraestructura en general, inicialmente en el sector público”, detalla.

También es de suma relevancia, sostiene, aumentar la participación de mandantes del sector privado y autofinanciarse, lo que se espera lograr a través de gestión integrada para consolidar la certificación CES y su difusión a nivel país.

1. Centro Deportivo Integral de San José de la Mariquina.

2. Cuartel Bomberos de Cunco.

3. Edificio Consistorial de Tierra Amarilla.

4. Escuela Collin Alto de la Araucanía.

5. Taller de Vialidad de Putre.

6. Complejo Educacional Reino de Suecia de Puerto Saavedra.

7. Edificio Consistorial de Curarrehue.

8. Fiscalía Local de Los Ángeles.

9. Centro de Creación Artística y Juvenil CCrea de Coyhaique.

10. Edificio Administrativo Central Hidroeléctrica Angostura de Quilaco.

11. Biblioteca Regional de La Serena.

12. Centro Educacional Eduardo de la Barra de Peñalolén.

13. Colegio Bernardo O´Higgins de Tocopilla.

14. Oficinas Cajas de Compensación Los Andes de Providencia.

15. Centro Deportivo Integral de Caldera.

16. Escuela Estación Toltén de Teodoro Schmidt.

17. Escuela Los Troncos de Teodoro Schmidt.

18. Edificio Consistorial de Tucapel.

19. Centro Deportivo Integral de San Ramón.

20. Consultorio General de Perquenco.

21. Escuela Especial de Ñielol.

22. Liceo B-15 Jorge Teillier de Lautaro.

23. Retén Alemania de Taltal.

24. Cesfam Nuevo Amanecer de Temuco.

25. Centro Día Caja de Compensación Los Andes de Viña del Mar.

26. Centro Deportivo Integral de Chillán Viejo.

27. Centro Deportivo Integral de La Unión.

28. Centro Deportivo Integral de Quinta Normal.

29. Centro Deportivo Integral de San Antonio.

El pasado 10 de noviembre el jefe de CES fue parte del segundo taller del programa Comuna Sustentable, perteneciente al Ministerio de Energía. En la actividad, Madrid tuvo la oportunidad de presentar los beneficios de la certificación frente a más de 40 representantes de al menos 10 municipios pertenecientes a la Región Metropolitana y otras instituciones.

Junto a la presentación de la metodología nacional, los asistentes pudieron conocer otras alternativas que es posible aplicar dentro de sus planes de sustentabilidad y eficiencia energética, como por ejemplo, la implementación de proyectos de energía fotovoltaica y energía solar térmica.

Hernán Madrid calificó la actividad como una “excelente oportunidad para que los municipios puedan conocer más en profundidad la certificación, sus usos y beneficios”, puesto que esto les permitirá poder incluirla dentro de sus políticas de infraestructura.

Agregó que la recepción de los asistentes fue positiva y se mostraron muy abiertos e interesados en la herramienta. Además, destacó la importancia de participar en este tipo de actividades donde “más personas y profesionales pueden conocer los alcances y beneficios de contar con edificios que incluyan criterios de sustentabilidad dentro de su diseño y operabilidad”.

El programa Comuna Energética concluirá su Segunda Fase de Desarrollo en Caldera el jueves 24 de noviembre. La iniciativa tiene por objetivo crear sinergias entre municipios, instituciones públicas y privadas relacionadas al mundo de las energías renovables y la eficiencia energética, para impulsar la ejecución de proyectos concretos a nivel local.

Continuando con la gira nacional de difusión de Certificación Edificio Sustentable el jefe de la herramienta, Hernán Madrid, se trasladó hasta la capital de la Región de Aysén, donde tuvo la oportunidad de presentar los alcances y beneficios de la Certificación Edificio Sustentable.

Entre las actividades que realizó Madrid en la zona destacan la charla organizada por la sede regional de la Cámara Chilena de la Construcción, entidad promotora de CES, en la que tanto la comunidad como profesionales ligados al sector de la construcción, socios regionales y profesionales del sector público, pudieron conocer más en profundidad los detalles de la metodología y objetivos de la herramienta.

Posteriormente, Madrid se reunió solo con socios de la CChC con quienes tuvo la oportunidad de conversar más acabadamente sobre la certificación y su presencia en la región a través de la precertificación del diseño del nuevo edificio para el Centro de Creación de la ciudad, obra mandatada por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.

Durante la mañana de la segunda jornada, el jefe de la certificación se reunió con funcionarios de la Dirección de Arquitectura en la Seremi de Obras Públicas, con quienes pudo conocer más detalles de los próximos proyectos que se emplazarán en la zona y que contemplan a la certificación dentro de sus términos de referencia, como el nuevo aeropuerto de Balmaceda, el Servicio Médico Legal y el nuevo Centro Cívico ubicado en la ciudad de Aysén.

Hernán Madrid calificó su visita a la región como muy positiva y valoró el interés de los actores locales en el uso de metodologías como CES. No descarta volver a la zona durante el 2017 para poder realizar un taller sobre la metodología más en profundidad.

El siguiente paso para el jefe de la certificación es visita la Región de Magallanes, para luego concluir este primer ciclo de difusión nacional visitando la Región de Arica y Parinacota.

Bernardo Echeverría, presidente del Instituto de la Construcción, asumió en octubre como presidente del Comité Inmobiliario de la Cámara Chilena de la Construcción, en un escenario que se muestra complejo para este rubro, dado una serie de variables que está viviendo el mercado en la actualidad.

Por una parte, ya hay una caída importante en la demanda. “Y el mercado se va a ver más complicado a partir del 31 de diciembre con la incorporación definitiva del IVA a la vivienda, que va a producir efectos adicionales”, señala el arquitecto.

Asimismo, durante su mandato le interesa ocuparse de la creciente demanda de suelo urbano habilitado para la vivienda y el desarrollo urbano, “lo que se traduce -en términos prácticos- en que si bien hay una presión por nuevas soluciones, no hay una respuesta acorde en materia de suelo”, especifica. Eso ha repercutido en los últimos años directamente en un alza creciente en su precio y, por ende, impacta en el valor de las viviendas.

“Hoy es cada día más caro comprar una vivienda y si no se resuelve esto, el próximo año va a ser mucho más caro, el año siguiente mucho más y así sucesivamente. Esto es más notorio en algunas ciudades que en otras, pero representa un fenómeno de carácter nacional”, precisa Echeverría.

Por supuesto que la construcción sustentable está dentro de la agenda del Comité Inmobiliario, dice su nuevo presidente, quien da cuenta de una serie de normas que están en proceso de cambio: “Lo que nos interesa es que haya un cambio racional hacia formas de mayor calidad de la vivienda y por racional entendemos que sea progresivo y no de golpe, sino que se vayan incorporando de manera sucesiva para que estas puedan ser absorbidas por el aumento del ingreso de la población”, explica el también presidente del IC.

Lo ideal es que “el encarecimiento que estos nuevos requerimientos representen, de alguna manera, se vaya mitigando también con un ingreso mayor de la población y, por lo tanto, no signifique una dificultad adicional para el acceso a la vivienda”, sostiene.

Además, Echeverría indica que hoy no existe una certificación tipo CES para el sector vivienda, aunque sí las hay de tipo energéticas, pero que son parciales. “Este es un tema que hemos estado discutiendo con el equipo de CES y exactamente una de las tareas futuras que debieran ser parte del CES es visualizar cómo incorporar al sector vivienda, en forma voluntaria, al proceso de certificación de sustentabilidad”, adelanta.

Recientemente, la empresa Volcán premió al Instituto de la Construcción -entre otras entidades- por su aporte al desarrollo normativo y a la sustentabilidad en la edificación en Chile.

Para Bernardo Echeverría, como presidente del IC, “siempre hemos entendido que Volcán tiene un fuerte compromiso con la actividad del Instituto y ha sido un socio estratégico en el desarrollo tanto de normativas específicas al sector vivienda como de normativa general de edificación; entonces, creo que este es un reconocimiento, en definitiva, al trabajo hecho en conjunto. Volcán ha sido parte del esfuerzo que se premió en esta ocasión”.

Emplazado en la provincia de Elqui, Región de Coquimbo, se espera que impacte positivamente en la calidad de vida de los usuarios.

Definido como un hito por la oportunidad que representa de convertirse en un polo de desarrollo para las actividades de la comunidad, el Centro Educacional de Andacollo, proyecto municipal, recientemente se precertificó CES.

El proyecto considera una superficie total de 9.793 m2 y participó como asesora la arquitecta Daniela Olmos, quien comenta que su aporte será relevante no solo para la ciudad de Andacollo, sino para las comunidades rurales cercanas. “Además de ser una necesidad, acogerá las principales actividades de la comuna y, lo mejor de todo, con una respuesta arquitectónica de gran calidad espacial y confortabilidad interior”.

Entre sus características, la asesora CES comenta que se privilegió el aprovechamiento de la iluminación natural y que acústicamente cuenta con niveles por sobre las exigencias de la herramienta. Además, habrá un auditorio con capacidad para 447 personas, salas de música e instrumentos.

En tanto, el desarrollo se hizo cargo de uno de los principales problemas de la región, la escasez de agua, con la posibilidad de reutilización de aguas grises y paisajismo con especies de la zona y de bajo consumo hídrico.

También se consideró el manejo de residuos, con zonas de recogida de basura diferenciada para apoyar la labor educativa en la comunidad sobre la importancia del reciclaje.

Desafíos y oportunidades

Durante el desarrollo del proyecto, los requerimientos más complejos de abordar fueron los referidos al acceso visual al exterior y la declaración de energía y agua incorporada en base a etiquetados ambientales.

Para el acceso visual se consideró una segunda piel que, si bien deja ver hacia el exterior, no lo permite de manera libre. En tanto, respecto de la declaración de energía y agua, el proceso se complejizó por la dificultad de encontrar los materiales que contaran con la información necesaria. Ello, a juicio de Daniela Olmos, pone el acento en la necesidad de que el mercado provea productos que incorporen las etiquetas ambientales.

Otro desafío relevante fue la incorporación de la mirada de la arquitectura bioclimática o sostenible en la dinámica de desarrollo. “Es transversal al proyecto de arquitectura y a todas sus especialidades, parte junto con los primeros trazos, la decisión de orientar un volumen, su compacidad, los porcentajes de paños vidriados, el estudio de condiciones climáticas y culturales del lugar. Además, un proyecto que se somete a las exigencias de una certificación CES obliga a que todos los actores que intervienen en él tengan la disponibilidad y capacidad de poder desarrollar sus especialidades en este estándar”, sostiene.

El Centro Deportivo Integral de San Ramón y el Edificio Consistorial de Tucapel se incorporaron a Certificación Edificio Sustentable.

En el caso del primero, el mandante es el Instituto Nacional de Deportes, organismo que incluyó como requerimiento la certificación CES en las bases de licitación para el diseño y la construcción de al menos cuatro CDI a lo largo del país.

Se espera que la iniciativa provea a los usuarios el desarrollo de sus actividades bajo condiciones controladas en términos acústicos, lumínicos y térmicos, con una adecuada calidad de aire interior, bajo consumo energético y reducido consumo de agua, comenta el asesor CES del proyecto, Rodrigo Escobar.

Entre las características pasivas orientadas a disminuir los requerimientos de calefacción y enfriamiento del edificio, destaca el diseño de la envolvente térmica, con incorporación de materiales aislantes, destinada a eliminar los puentes térmicos con el exterior.

“Asociado a este punto se encuentra la aislación acústica de la misma, enfocada principalmente en los elementos vidriados del edificio, procurando que la composición de sus cristales permita una adecuada mitigación al ruido de tráfico predominante en la zona”, explica.

Sostiene que estos resguardos fueron la base para el diseño de un sistema de ventilación mecánica (estrategias activas), que incorpora recuperación de calor en los recintos de mayor ocupación, considerando que estos demandan una mayor renovación de aire, lo que incide fuertemente en el dimensionamiento de los equipos que proporcionan calor y/o frío en los recintos.

La temperatura del agua caliente sanitaria (ACS) se apoyará con sistemas solares, el consumo de agua se reducirá con grifería más eficiente y la iluminación se complementará con sistemas LED.

En tanto, la generación de energía para calefacción y enfriamiento del edificio se plantea con sistemas de bombas de calor de bajo consumo energético, lo que implica bajas emisiones al medioambiente, explica el asesor.

Entre los principales desafíos que planteó el Centro Deportivo Integral de San Ramón estuvo la condición climática de Santiago, con elevadas temperaturas en los meses cálidos y altos niveles de radiación, que proponían un escenario con una marcada demanda de frío. “Asimismo, la cercanía con la Autopista Vespucio Sur y los niveles de ruido en la zona nos obligaron a proponer un sistema que nos protegiera de un entorno hostil que afectaba el confort térmico, lumínico y acústico de los recintos”, añade.

Para resolver estas problemáticas se desarrolló el uso de una envolvente térmica mesurada, que permite una adecuada correlación entre lo que el edificio requiere respecto de frío y calor, mientras que para la ventilación de los recintos se consideraron sistemas mecánicos que permiten controlar las tasas de renovación de aire, asegurando su calidad interior. “Asimismo, el tratamiento acústico de la envolvente permite proteger al edificio del ruido existente, proveniente principalmente del alto tráfico en Vespucio Sur”, agrega.

En términos de la iluminación natural y mediante la utilización de protecciones solares se lograron niveles adecuados de iluminación en los recintos regularmente ocupados expuestos a sol directo en meses de verano. Este diseño permitió evitar la sobreiluminación y el sobrecalentamiento de sectores en los que además se planteaba una alta carga ocupacional.

El proyecto ubicado en la Región del Biobío postula a Edificio Certificado y se somete a la evaluación de diseño para precertificación. Con una superficie construida total es de 3.178 m2, considera 400 m2 de paisajismo. Su destino es oficinas.

El asesor del proceso en la comuna de Tucapel es IDIEM y la arquitectura pertenece a MN Asesoría y Desarrollo de Proyectos Ltda.