CES Net Zero: El camino de la certificación a las cero emisiones netas 

Por Bárbara Rodríguez, académica FAU, Universidad de Chile; coordinadora Magíster en Tecnologías de la Edificación; miembro fundador Foro del Liderazgo del Carbono (CLF LATAM), directora de Certificación Edificio Sustentable.

El año 2021, el Instituto de la Construcción mandató el estudio para construir la definición de Edificación Cero Emisiones Netas y Edificación Cero Energía Neta para Chile con el fin de integrarla a la certificación CES. Un segundo objetivo de este estudio fue apoyar la creación, desarrollo y fortalecimiento de una base de datos y línea de base de huella de carbono para el ciclo de vida completo de la edificación, orientada a proyectos que están en su fase de planificación y diseño. 

El estudio se levantó en el marco de un convenio entre la subsecretaría de Energía firma un Convenio de Colaboración Técnica y Transferencia de Recursos con la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y el Instituto de la Construcción, con el objetivo general de aportar en la ampliación del alcance y la mejora del modelo técnico de la Certificación de Edificio Sustentable (CES). 

La tarea de contar con dichas definiciones para nuestro país aportaba además al cumplimiento de las metas establecidas en la estrategia climática de largo plazo que indica entre otras metas “Al 2050, todos los nuevos edificios residenciales y no residenciales deberán alcanzar emisiones netas cero” . Adicionalmente dichas definiciones se incluyeron en las metas de la Actualización de la Política Energética 2050, Plan Nacional de Eficiencia Energética 2022-2026, y la Contribución Nacional Determinada, actualización 2020

La primera parte de dicho estudio incluyó una revisión bibliográfica y regulatoria internacional de nueve países (o estados) que cuentan con distintas definiciones de cero emisiones netas y cero energía netas para sus edificaciones: Noruega; Suiza; Países Bajos, Finlandia, Australia, Inglaterra, Francia, España y California. En la segunda parte se identificaron posibles brechas de orden organizacional, regulatorio, técnico, tecnológico, social y financiero, respecto a la adopción, en Chile, de las definiciones. Para cada una de ellas, se propuso luego un esquema de oportunidad de solución o medida de mitigación, priorizada a corto, mediano y largo plazo, destacando aquellas medidas que puedan ser catalizadoras. Finalmente, en el tercer informe se abordó la propuesta de definición de edificaciones de consumo de energía neta cero y edificaciones de carbono neto cero, identificando normativa asociada a la consolidación de ambas definiciones, en Chile y estableciendo una recomendación de alcance para materiales y el ciclo de vida completo del edificio. 

De acuerdo a dicho estudio, una edificación de consumo de energía neta cero se define como “Edificio de consumo de energía neta cero, que durante su ciclo de vida (producción, construcción, operación, fin de vida útil), logra minimizar sus emisiones de carbono incorporado y operacional, y compensar cualquier saldo carbono restante”, mientras que un edificio de consumo de energía neta se define como “Edificio que gracias a su diseño pasivo logra un alto rendimiento energético, y su energía anual neta consumida es cubierta por fuentes de energía renovable generadas en el sitio o cercano a este”. 

Desde el año 2021 nuestro país cuenta con la definición de una edificación cero emisiones netas, a través de un estudio mandatado por el Instituto de la Construcción y bajo un convenio tripartito entre la DA MOP, el IC y la Subsecretaría de Energía. Esta definición que contó con un proceso participativo apunta al cumplimiento de la meta.

En base a lo anterior resulta natural que el modelo técnico de la CES incorpore los lineamientos para alcanzar el estándar cero emisiones netas. Esto implica consolidar un enfoque de medición del carbono de ciclo de vida dentro del sistema de certificación que incluya tanto el carbono operacional así como también el carbono incorporado. 

El carbono operacional es actualmente abordado en el sistema de certificación v1.1 en los requerimientos de Arq.Energía 5- Demanda de Energía, a través de la Evaluación prestacional, INSt. Energía 15 a 17 a través del requerimiento de reducción del consumo anual de energía de todo el edificio e INST. Energía 19 Huella de carbono que establece el requerimiento voluntario con puntaje. 

La reducción del carbono incorporado puede ser establecido en el futuro dentro de la categoría de Arq & Construcción. Materiales y Residuos, con la evolución de la variable 08 ARQ.M&R Declaración Ambiental de Productos. Este requerimiento puede llamarse “Carbono de Ciclo de Vida Completo” y puede incluir una medición estandarizada del carbono incluyendo las etapas de manufactura, construcción, y fin de ciclo de vida. 

Siguiendo la lógica de la evaluación energética prestacional, los equipos de proyecto pueden hacer una modelación del carbono incorporado en etapas tempranas del diseño y comparar un caso propuesto contra el proyecto base. Al igual que en la medición del consumo energético, lo que se busca no es el indicador en sí, si no más bien lograr un porcentaje de reducción a través de varias iteraciones de diseño. Esto permite la utilización de una amplia gama de herramientas de modelación del carbono de ciclo de vida completo. 

La variable puede incluir el requerimiento obligatorio de medir en alcance de sistemas estructurales, fundaciones y envolvente y de manera voluntaria los sistemas mecánicos, eléctricos y sanitarios, junto con terminaciones. 

Los arquitectos Francis Pfenniger e Yves Besançon reciben distinción

Los destacados arquitectos Francis Pfenniger Bobsien e Yves Besançon Prats recientemente recibieron la distinción universitaria “Arquitecto Claude Francois Brunet de Baines“, otorgada por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. En la oportunidad también alcanzaron este premio Paulina Brugnoli, diseñadora textil; y Jorge Ortiz, geógrafo.

La distinción universitaria “Arquitecto Claude Francois Brunet de Baines” fue instituida por Decreto Universitario del 27 de noviembre de 2003, año en que se entregó por primera vez coincidiendo con la conmemoración de los 154 años de la enseñanza de la Arquitectura en la Universidad de Chile. Con esta distinción se destaca a un profesional Arquitecto, Geógrafo o Diseñador ex alumno y/o académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. Se otorga anualmente y por una sola vez al agraciado.

Francis Pfenniger es un prestigioso arquitecto, con gran experiencia en diseño y construcción prefabricada, acero, madera y hormigón. Además, cuenta con amplia trayectoria en proyectos y consultorías en vivienda social, espacio público, vivienda de emergencia, hotelería y proyectos de investigación, entre otros. Finalmente, es integrante del Comité de Vigilancia Tecnológica de nuestra Corporación de Desarrollo Tecnológico y representante del Instituto de la Construcción en el Comité Directivo de CES.

Por su parte, Yves Besançon es socio ABWB, que lideró el diseño de la Torre Costanera, el rascacielos más alto de Latinoamérica. Además, ocupó relevantes cargos en la Fundación Educacional Alianza Francesa de Santiago, Universidad UNIACC, Asociación de Oficinas de Arquitectos, AOA, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, entre otros. Siempre muy ligado a nuestra Corporación de Desarrollo Tecnológico, fue relator de múltiples eventos y Director de BIM Forum Chile.

Fuente: CDT

Lanzan el primer parque tecnológico para el sector de la construcción

El Parque de Innovación CTeC, iniciativa impulsada por Corfo, la U. de Chile y otras seis universidades nacionales, busca potenciar el desarrollo de innovaciones que promuevan tecnologías para mejorar la productividad del sector de la construcción.

El Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC) lanzó su Parque de Innovación CTeC en Laguna Carén, a tres años de iniciar oficialmente uno de los proyectos más ambiciosos de la Universidad de Chile. 

La iniciativa, que contó con una inversión de $530 millones y tendrá una extensión de 1,5 hectáreas, busca mejorar la productividad y sustentabilidad de la industria de la construcción nacional, a través de la incorporación de un laboratorio a escala real, único en Chile, donde las empresas podrán pilotear y desarrollar nuevos materiales, tecnologías y soluciones constructivas, bajo condiciones reales, antes de ser implementados en obra.

A juicio del rector Ennio Vivaldi, la entrada en funcionamiento del Parque de Innovación CTeC “se trata de un excelente ejemplo de lo que estamos impulsando como Universidad de Chile en el Parque Carén, porque apunta a resolver los desafíos del país en distintas áreas, en este caso la construcción, de forma transdisciplinaria y congregando a todos los protagonistas que queremos sean parte de esta iniciativa. Por una parte, la academia, a través de todas las universidades que integran esta Corporación, el Estado representado por Corfo, el sector privado a través las empresas y, por supuesto, organismos internacionales con su vasta experiencia.”

El parque está diseñado bajo la asesoría de BRE, centro de investigación del Reino Unido, y busca congregar a empresas del sector, así como también a startups, investigadores e instituciones públicas, convirtiéndose en una plataforma de encuentro, propiciando sinergias e instancias de colaboración e innovación, promoviendo tecnologías y metodologías disruptivas que aceleren el salto tecnológico que requiere la industria.

Antonio Errázuriz, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, indicó que “sin duda que el Parque de Innovación CTeC marcará un importante hito en el futuro de la construcción. Esta iniciativa permitirá llevar desde los laboratorios a las obras, las mejoras en la tarea de construir. Como gremio, buscamos potenciar el vínculo de nuestras empresas socias con espacios de desarrollo e innovación como el CTeC, por lo que esperamos que esta iniciativa potencie la sostenibilidad de nuestra industria”.

Mientras que para la directora ejecutiva de CTeC, Carolina Briones, el parque presenta una gran oportunidad para todas las empresas del sector. “Se trata de un espacio único, que permitirá testear y validar las distintas innovaciones, que requieren de una mirada externa antes de ser puestas en el mercado. Estamos convencidos de que este laboratorio a escala real, será una excelente oportunidad de integración para que las distintas soluciones se potencien a través de la colaboración de los actores. Además, significará una vitrina, tanto a nivel nacional como internacional, propiciando proyectos de alto impacto que trasformen positivamente a la industria y posicionado a nuestro país como un referente a nivel latinoamericano”, precisó.

A la fecha, el Parque cuenta con la participación de más de 20 empresas que se sumaron al desafío de la innovación y colaboraron con su puesta en marcha. Con ellos, ya se comenzarán los primeros trabajos de testeos y estudios. Por ejemplo, Urban Spark, empresa creadora de la baldosa que genera energía al pisarla, está monitoreando los parámetros relacionados al flujo y horarios de las pisadas y Timberecco, que recicla plástico de desechos y los transforma en un material funcionalmente parecido a la madera natural, se encuentra midiendo el desempeño de sus decks en zonas de mediano tráfico peatonal.

Dentro de los próximos desafíos, CTeC inaugurará dos nuevas estaciones de pilotaje en el norte y sur del país, a cargo de las Universidades de Antofagasta y de La Frontera, respectivamente, con el objetivo de responder a las necesidades de la industria a nivel nacional.

Como está conformado el CTeC

CTeC es un Centro Tecnológico difusor de tecnologías disruptivas e innovación abierta, que propicia sinergias y colaboración en el ecosistema de la construcción. A través de la digitalización, el prototipaje y pilotaje, los proyectos de I+D y la capacitación, busca mejorar la productividad, sustentabilidad y competitividad de las empresas y/o instituciones.

Conformado por una red de socios que aúnan conocimiento nacional y experticia global, CTeC cuenta con la participación de la Universidad de Chile, Universidad de Santiago, Universidad Tecnológica de Chile (INACAP), Universidad de La Serena, Universidad de Antofagasta, Universidad de La Frontera, Universidad de Concepción, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Instituto de la Construcción, Recylink, Construye 2025, BRE de UK, Tecnalia y Eurecat de España.

Además, CTeC forma parte del Parque Carén de la Universidad de Chile, iniciativa universitaria que se propone como un lugar de encuentro entre la academia, el sector público y privado, la comunidad y el territorio; un laboratorio sustentable que abre sus puertas a iniciativas nacionales y globales con el fin de fortalecer y facilitar la integración, creación de conocimiento y recreación de la innovación, la experimentación, la investigación de clase mundial y la vinculación territorial, teniendo como centro el respeto por el medio ambiente y la conservación.

En el Parque Carén de la Universidad de Chile se inaugurará también este semestre el Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA) y próximamente se sumarán el Centro de Biotecnología y Producción de Vacunas, el Centro de Energías y Electromovilidad, el Centro de Tecnologías, entre otros.

Nueve oportunidades para la construcción

  1. Espacio único para la transferencia de conocimiento y el fomento de la innovación.
  2. Trabajo colaborativo entre sector público, privado, academia y startups, fomentando la innovación abierta.
  3. Disminución de riesgos e incertidumbres de innovación anticipando pilotos en condiciones reales.
  4. Infraestructura flexible y adaptable a las necesidades del cliente.
  5. Detección continua de oportunidades de mejora.
  6. Validación y certificaciones por entidades neutrales.
  7. Posicionamiento de la marca en el ecosistema.
  8. Instancias para el networking.
  9. Conocimiento experto, tanto de socios nacionales como internacionales.

Fuente: Construye2025