Villarrica e Isla Teja tienen los edificios precertificados con mayor puntaje

En la ceremonia del Premio CES 2022, fueron reconocidos los proyectos Cuartel de Bomberos Segunda Faja; y el Pabellón Docente del Campus Isla Teja de la Universidad Austral de Chile.

Dos edificios del sur de Chile se llevaron los aplausos por el diseño sustentable y eficiente que alcanzaron. El Cuartel de Bomberos Segunda Faja de Villarrica, que cuenta con aproximadamente 590 metros cuadrados de superficie construida total obtuvo 83 puntos, destacando por su envolvente y diseño pasivo.

“Para nosotros -como gobierno regional- es muy importante poder tener infraestructura de primer nivel en las 32 comunas de nuestra región. Este premio demuestra que estamos construyendo un edificio de alto estándar, desde el punto de vista sustentable y de eficiencia energética, para que los voluntarios del Cuerpo de Bomberos tengan las mejores condiciones”, afirmó Luciano Rivas, gobernador regional de La Araucanía.

En este contexto, la asesora CES Tatiana Vidal, valoró la existencia de una certificación chilena adecuada a los criterios locales. “Entender nuestras zonas climáticas -porque Chile tiene nueve y más, ya que hoy llegamos hasta Isla de Pascua- así como nuestros recursos por zona y materiales genera un ganar-ganar en toda la industria”, comentó la arquitecta.

Según Ernestina Bravo, evaluadora CES de 88 Limitada, para los arquitectos es muy reconfortante ver cómo CES ayuda a que los distintos recintos que acogen a los funcionarios les permitan sentirse bien y cómodos, ya que dan un excelente servicio a la comunidad.

“El diseño integra los criterios de eficiencia energética con la funcionalidad de seguridad y velocidad de respuesta en un cuartel de bomberos”, agregó César Véliz, arquitecto de Arqlofts.


Felipe Pérez, arquitecto Coordinador del Departamento de Infraestructura de la Junta Nacional de Bomberos, recibió el Premio CES 2022.

Pabellón Docente en Isla Teja

El Pabellón Docente del Campus Isla Teja de la Universidad Austral de Chile (UACh) compartió el primer lugar con el Cuartel de Bomberos de Villarrica en la categoría Pre-certificación, tras obtener el mejor puntaje en los requerimientos de confort térmico, consumo de agua potable; y consumo y demanda de energía. “Estamos particularmente orgullosos, porque este es un edificio de gran envergadura, que alberga a un número importante de estudiantes. Que cumpla con altos estándares es motivo de alegría para nosotros”, explicó Hans Richter, rector de la UACh.

Las medidas de eficiencia energética relacionadas con ahorro de energía para iluminación y calefacción, entre otras variables, se tomaron luego de un trabajo coordinado entre la UACh y los profesionales a cargo de desarrollar el proyecto. “Creemos firmemente que la Universidad Austral ya tiene internalizados los requerimientos CES, pero que va más allá de la obligatoriedad. Es un estándar que ellos mismos se impusieron”, comentó Ernestina Bravo, asesora CES de 88 Limitada.

El edificio en Isla Teja cuenta con confortables salas de clases, casino y espacios que conectan a los estudiantes con el entorno. “Existe un requerimiento de toda la comunidad universitaria de mejorar la eficiencia energética y estamos tratando de cumplir ese propósito”, añadió Jorge Alvial, director de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh.

Jorge Alvial, Director de Infraestructura de la Universidad Austral.

Igualmente, Felipe Stolzenbach, arquitecto de la Dirección de Infraestructura y Desarrollo Físico de la UACh, valoró el trabajo del equipo y explicó que cuando se incorporan los criterios CES desde el inicio, luego se hace mucho más fácil. “Es un tremendo plus para nosotros como universidad entregar este tipo de edificaciones a la comunidad”, complementó la arquitecta Marcela Garrido.

Finalmente, para Carlos Saldaña, evaluador de Efizity, fue sorprendente ver cómo se obtuvieron la mayoría de los puntos en casi todos los requerimientos, por lo que celebró el trabajo de asesoría CES.

Centro Penitenciario La Laguna: proyecto de reinserción social más grande y sustentable

Ubicado en la zona norte de Talca, el recinto construido por Acciona, mejorará sustancialmente la infraestructura penitenciaria gracias a la asesoría CES y el trabajo colaborativo de todos los profesionales que aportaron para lograr una edificación eficiente y amigable con el entorno.

Seguridad, vanguardia y tecnología son los conceptos que mejor describen al Centro Penitenciario de Educación y Trabajo “La Laguna”, ubicado en Panguilemo, Región del Maule. El proyecto diseñado por Luis Vidal + Arquitectos, construido por Acciona, asesorado por la arquitecta Tatiana Vidal y evaluado por Ecosustenta, cuya Unidad Técnica fue la DA MOP del Maule -que cuenta con precertificación CES- se convertirá en uno de los recintos penitenciarios más modernos del continente.

Con más de 1.500 cámaras de televigilancia interna, implicó un gran trabajo de coordinación entre las diversas disciplinas y actores que lo hicieron posible en los 60 mil metros cuadrados que albergarán a más de dos mil internos. “Acá había interés y ganas de aprender, porque hubo que hacer varios cambios de materiales. Uno en obra va tomando decisiones que apuntan, por ejemplo, al control del deslumbramiento”, precisa Tatiana Vidal.

Los internos contarán con gimnasio, venusterios, hospital penal, escuela y central de producción de alimentos. Todo de primer nivel gracias a los atributos de calidad interior y eficiencia energética, los materiales que se utilizaron para la construcción y el trabajo mancomunado de diversos profesionales. “Trabajamos y acompañamos durante unos 20 meses. La principal complejidad era que el edificio debía estar dentro del perímetro de seguridad. Además, tuvimos que pasar de los vidrios al policarbonato para combinar el aspecto técnico con la seguridad requerida”, explica la asesora CES.

El policarbonato debía ser transparente y, por lo tanto, hubo que trabajar en el índice de tramitación lumínica del policarbonato para poder simularlo térmicamente.

Si bien la estructura original era de hormigón prefabricado, hubo que revestir por dentro y agregar celulosa proyectada, un elemento con menores emisiones en la fabricación que el poliestireno expandido. Además, se instalaron celosías de control solar exterior; se utilizaron vidrios tinteados y se pusieron lamas metálicas en las oficinas.

“En obra, a veces, cuesta comunicar a tiempo las decisiones respecto de los equipos de ventilación, porque tiene que apuntar a cierto caudal y cierto porcentaje de filtraje. Pero, la gracia de la certificación es que tienes que cumplir con los estándares que corresponden, con información avalada. Adicionalmente, pudimos lograr ahorros importantes gracias a las griferías y los inodoros”, comenta Vidal.

Energía y paisajismo

El centro penitenciario más grande del país será un recinto modelo de educación y trabajo, porque está pensado no solo para la custodia, sino que también para la reinserción de las personas privadas de libertad. En este sentido, destaca también el paisajismo con utilización de aguas grises. El proyecto incluyó una planta de tratamientos de agua residuales y un conjunto de placas fotovoltaicas que generarán energía verde, para lograr un centro penal amigable con el medio ambiente. “Un paisajismo nativo y respetuoso que se suma al uso de energías renovables, gracias al sistema fotovoltaico instalado para ahorrar energía eléctrica”,cuenta Vidal.

Otra de las particularidades de La Laguna es que se compone de módulos de baja altura, con mucha luz y espacio al aire libre, lo que lo diferencia de otros recintos penitenciarios.

El costo total de la obra con capacidad para albergar a 2.320 internos superó los MM$120.000.

Arquitectura para la salud primaria: las mejoras repercuten en el paciente

Espacios cómodos y amigables con el medioambiente, pero, sobre todo, pensados en el usuario. Así se desarrollan los centros de salud familiares que buscan la certificación CES.

No son pocos los edificios públicos que se construyen o reponen para ofrecer mejores servicios de salud en Chile. Los arquitectos están trabajando en ellos incorporando criterios de evaluación energética, buscando certificarlos no solo para atender a la exigencia de sus mandantes sino también para garantizar un confort de excelencia a los usuarios.

 “Trabajar en proyectos de salud es muy relevante. Es más exigente que cualquier otro tipo de proyecto porque se busca la excelencia. No puede haber ningún error, porque cualquier error repercute en un paciente”, afirma César Véliz líder del equipo de ARQLOFTS Arquitectos.

Junto a Tatiana Vidal, el arquitecto ha trabajado en la precertificación del CESFAM Ossandón de La Reina, ubicado en Avenida Alcalde Castillo Velasco 8712, y el proceso no ha sido fácil. “Los puntos son mucho más exigentes que en otros edificios. Pero, nos sentimos conformes porque pasar esta valla nos permite trabajar en otros de la misma envergadura”, señala.

Según el especialista, en este tipo de edificios la eficiencia es sinónimo de la buena coordinación de todas las especialidades que logran que la envolvente se desarrolle y hacen un buen trabajo de climatización. En este sentido, destaca el gran confort que logran los proyectos CES. “Es importante trabajar de manera amable con el medioambiente, donde cada elemento tiene un significado, cada orientación y cada ventana”, afirma.

 El CESFAM Ossandón destaca por ser un proyecto hermético, debido a que los boxes de atención son zonas cerradas. No obstante, deben ser espacios cómodos, por lo que en ARQLOFTS Arquitectos se han preocupado de cada detalle en áreas limpias, áreas sucias, zonas de mantención y zonas de requerimiento acústico.

CESFAM Ossandón, La Reina.

CESFAM Niebla

Con la asesoría de Fernanda Soto, Prat Arquitectos ha sido responsable de trabajar en la reposición del CESFAM Niebla en Valdivia. El recinto busca ofrecer un modelo de atención integral con enfoque familiar y comunitario. En su interior, se priorizan las divisiones interiores livianas, con aislamiento acústico y térmico que permiten modificaciones para posibles adaptaciones durante el funcionamiento del CESFAM.

Pero, además, parte importante de este trabajo arquitectónico ha sido la proyección de un espacio de medicina mapuche que se localiza en el mismo terreno, pero en un volumen separado para destacar el carácter del proyecto como espacio de sanación, donde se integran dos culturas en una respuesta contemporánea.

“En los edificios de salud lo más importante son los aspectos de distribución, porque hay zonas más restringidas que otras. Hay espacios abiertos al público, pero también está la zona de urgencia que requiere rápido desplazamiento y acceso diferenciado. Eso los hace especiales, en comparación con un edificio de oficinas”, señala Leopoldo Prat, socio de Prat Arquitectos.

Pero, además, en el caso del CESFAM de Niebla, el desafío ha sido diseñar un espacio intercultural que incluye recepción, sala tratamientos terapéuticos y sala procedimientos insumos terapéuticos con baño universal. “La salud mapuche, que es más natural, se trabaja con hierbas. Ellos tienen un ritual bien especial, no son tan pragmáticos, ven mucho la parte psicológica. Por eso, hay un fogón donde llegan y conversan, hay un box de atención y después se hacen terapias en base a hierbas y baños de vapor”, explica el arquitecto Leopoldo Prat.

Sin embargo, no se trata solo de cumplir con un programa o de abordar la arquitectura pensando en las exigencias propias de un recinto de salud. En el caso del CESFAM de Niebla, pensar en el usuario ha sido fundamental. “El usuario es bien distinto al del norte. La cosmovisión mapuche hace que sean recintos muy especiales. Por eso, se sacan de lo que es más común y se hace un edificio aparte. Además, las condiciones del norte son distintas a las del sur. Acá es más abierto, por lo que hay patios de luz donde se consideran las condiciones del lugar”, detalla el líder de Prat Arquitectos. 

CESFAM Niebla

Con la asesoría de Fernanda Soto, Prat Arquitectos ha sido responsable de trabajar en la reposición del CESFAM Niebla en Valdivia. El recinto busca ofrecer un modelo de atención integral con enfoque familiar y comunitario. En su interior, se priorizan las divisiones interiores livianas, con aislamiento acústico y térmico que permiten modificaciones para posibles adaptaciones durante el funcionamiento del CESFAM.

Pero, además, parte importante de este trabajo arquitectónico ha sido la proyección de un espacio de medicina mapuche que se localiza en el mismo terreno, pero en un volumen separado para destacar el carácter del proyecto como espacio de sanación, donde se integran dos culturas en una respuesta contemporánea.

“En los edificios de salud lo más importante son los aspectos de distribución, porque hay zonas más restringidas que otras. Hay espacios abiertos al público, pero también está la zona de urgencia que requiere rápido desplazamiento y acceso diferenciado. Eso los hace especiales, en comparación con un edificio de oficinas”, señala Leopoldo Prat, socio de Prat Arquitectos.

Pero, además, en el caso del CESFAM de Niebla, el desafío ha sido diseñar un espacio intercultural que incluye recepción, sala tratamientos terapéuticos y sala procedimientos insumos terapéuticos con baño universal. “La salud mapuche, que es más natural, se trabaja con hierbas. Ellos tienen un ritual bien especial, no son tan pragmáticos, ven mucho la parte psicológica. Por eso, hay un fogón donde llegan y conversan, hay un box de atención y después se hacen terapias en base a hierbas y baños de vapor”, explica el arquitecto Leopoldo Prat.

Sin embargo, no se trata solo de cumplir con un programa o de abordar la arquitectura pensando en las exigencias propias de un recinto de salud. En el caso del CESFAM de Niebla, pensar en el usuario ha sido fundamental. “El usuario es bien distinto al del norte. La cosmovisión mapuche hace que sean recintos muy especiales. Por eso, se sacan de lo que es más común y se hace un edificio aparte. Además, las condiciones del norte son distintas a las del sur. Acá es más abierto, por lo que hay patios de luz donde se consideran las condiciones del lugar”, detalla el líder de Prat Arquitectos. 

Primer Lugar Categoría Precertificado: un proceso comprometido y participativo

El Terminal de Buses de Hualpín, en Teodoro Schmidt, es una obra de gran envergadura e impacto para la comunidad. La coordinación de especialidades y los encuentros de participación ciudadana destacan en el proyecto.

Con 77 puntos en su proceso de precertificación, el proyecto Reposición Terminal de Buses de Hualpín en la comuna de Teodoro Schmidt, Región de la Araucanía, logró el primer lugar en la categoría Precertificado de los Premios CES 2020. El equipo de ARQLOFTS Arquitectos, conformado por César Véliz, Juan Díaz, Rolando Muñoz, Nicolás Véliz, Daniel Hernández, Flabio Pastén y Alejandro Vera, entre otros, junto a la asesora CES, Tatiana Vidal, entre otros, están sacando adelante esta obra que mejorará el confort de los usuarios.

El alcalde de la Ilustre Municipalidad de Teodoro Schmidt, Alfredo Riquelme, agradeció el trabajo de los profesionales que, según dijo, fue muy comprometido, y, además, participativo, por lo que extendió su agradecimiento a quienes estuvieron presentes en los encuentros de participación ciudadana. “Es el único terminal que vamos a tener en nuestra comuna. Pero, este es el diseño, aún queda la ejecución, que será evaluada por el Gobierno Regional. Esperemos que con este reconocimiento se motive para poner los recursos que permitirán ejecutar la obra”, afirmó la autoridad comunal.

  Por su parte, César Véliz, gerente general de ARQLOFTS Arquitectos, destacó la coordinación general de las distintas especialidades que confluyen en el proyecto, entre ellas, clima, iluminación y sanitarias. “Esto se refleja en detalles y elementos constructivos que nos llevaron a cumplir con cada punto exigido por nuestra asesora CES, Tatiana Vidal. Cada estrategia, procedimiento y coordinación buscó satisfacer los requerimientos del mandante: un edificio de mayor estándar con un confort privilegiado para los usuarios”, explicó.

  La Unidad Técnica del proyecto está representada por la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas de La Araucanía, mientras que la evaluación es responsabilidad de Mauricio Ramírez de 88 Ltda. “Felicidades al equipo de arquitectos de ARQLOFTS, por el excelente proyecto del Terminal de Buses de Hualpín. Merecido el primer lugar en la precertificación”, cerró la arquitecta Tatiana Vidal que ha prestado su asesoría desde el inicio.