Escuela Rural Cantino: madera, tecnología y arquitectura pasiva

El edificio que se adjudicó el tercer lugar de los Premios CES 2020 aprovechó el potencial de la madera, utilizó papel reciclado y consideró también la cultura de los usuarios.

 La Escuela Rural Cantino de Vilcún, en la Región de La Araucanía, es el único edificio público ubicado en una zona rural, conformada, principalmente, por familias de origen mapuche. Por eso, la oficina de arquitectura Taller Vida Maestra tuvo en cuenta la cosmovisión al diseñar una infraestructura cuya materialidad fue gobernada por la madera y se preocupó de cada detalle para ofrecer un alto confort ambiental, que pudiera favorecer el desarrollo de los niños que asisten al establecimiento

“Este proyecto nació de un plan piloto que realizamos en 15 escuelas rurales que estaban en muy malas condiciones, postergadas por mucho tiempo, en muchos casos con población indígena. Se desarrollaron proyectos a través de concursos de arquitecturas, la gran mayoría, y hoy vemos los frutos de este proceso: una escuela de excelente calidad, donde CES nos ha ayudado a asegurar, medir y evaluar las condiciones de confort para que los niños puedan llevar adelante su proceso educativo.Este es el estándar con el que soñamos construir la educación pública”, comentó Esteban Montenegro, jefe del Área de Arquitectura del Departamento de Infraestructura Escolar del Ministerio de Educación.

Para el gerente de Taller Vida Maestra, Jaime Gatica, es muy gratificante que su proyecto figure entre los reconocidos por los Premios CES, especialmente, porque reafirma el trabajo de su equipo, que ha venido trabajando la sustentabilidad por mucho tiempo. “Somos una oficina de provincia y eso, de algún modo, también tiene que ver con una línea de trabajo”, señala.

La fortaleza de la madera

Llevar la tecnología a la inversión pública para hacer un buen edificio y beneficiar a la comunidad mapuche, fue igual de gratificante para los arquitectos, que habían visto la precariedad de la antigua infraestructura educativa. “Aquí hay un trabajo en madera, que es una fortaleza súper potente. Hay mucha tecnología incorporada, se diseñó con un software de modelamiento, se aisló completamente con papel de diario reciclado, incorporamos climatización, renovación de aire, recuperación de calor, sistema de calefacción que es por biomasa, calderas a pellet. Todo fue pensado en una línea con conceptos ambientales”, detalló Jaime Gatica.

Finalmente, el arquitecto afirmó que si el edificio deja de usarse, dentro de 50 años, su huella de carbono será de bajo impacto. “En la Escuela Cantino, tuvimos la oportunidad de visitar el edificio también en etapa de funcionamiento y reconocer en los usuarios finales la satisfacción de ocupar orgullosamente un edificio sustentable, que les provee de un espacio confortable e incrementa su calidad de vida en el día a día, que es en donde vemos el mayor reconocimiento a nuestro trabajo”, complementó el asesor CES, Rodrigo Escobar.

Por su parte, la jefa de Educación de Vilcún, Celmira Arellano, en nombre de la alcaldesa, Susana Aguilera, agradeció el trabajo que hizo posible la escuela y valoró el logro de un desafío que llevaba muchos años pendiente. “Hace tiempo que no se hacían construcciones de esta categoría en los sectores más necesitados, es un tema de equidad importante y quiero agradecer a todas las personas que hicieron posible que esto se concretara y también a CES por este premio”, dijo.