A fines de noviembre entra en vigor la actualización de la Reglamentación Térmica, artículo 4.1.10 de la de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción, lo que implica importantes cambios en la construcción.
Evidentemente, el foco principal de la actualización es viviendas, no obstante, también se incorporan requisitos para edificios de uso para educación, salud y hoteles. Muchos de los proyectos en los que ya se ha convertido en un estándar incorporar CES, como jardines infantiles, escuelas, colegios, liceos y edificios de educación superior en el caso de uso educación; y centros médicos, CESFAM, hospitales y clínicas, para uso salud, estarán sujetos a estos cambios.
Si consideramos los 151 proyectos registrados en 2024 y lo que va del 2025, el 65% de ellos tendrán estos nuevos requerimientos obligatorios (73 en educación y 25 en salud), lo que es una cifra muy relevante de los edificios que certificamos con CES.
Considerando esto, en colaboración del Comité Técnico Actualización CES, a cuyos integrantes agradecemos enormemente, hemos actualizado nuestro modelo técnico dando origen a la versión CES Edificios Uso Público v1.2. Los cambios más importantes se pueden resumir en los siguientes puntos:
Cambio a la zonificación térmica: La estructura de cumplimiento de los requerimientos se cambia a esta zonificación. Para la evaluación de energía y confort térmico se sigue utilizando el clima del lugar.
Requerimientos para envolvente térmica mínimos: La versión CES v1.1 ya incorporaba requisitos en el mismo orden de magnitud de lo que establece la actualización de la OGUC a los proyectos, ahora solo se realiza un ajuste fino de los valores.
Condensación: Se amplía el requerimiento para salud y educación incluyendo la evaluación de condensación intersticial. CES v1.1 solo incluía evaluación de condensación superficial para salas de clases.
Requerimientos de infiltración de aire: Este es el cambio más significativo, ya que se incorpora como requerimiento obligatorio, para salud y educación, la ejecución de ensayos con blower door, en línea con los requisitos de la nueva RT de la OGUC. Este punto, adicionalmente, abre la necesidad de contar con un registro transitorio para profesionales y/o instituciones que realicen el ensayo, hasta que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo cuente con el registro oficial.
Adicionalmente, con la oportunidad que nos entrega la actualización del modelo técnico, hemos incorporados dos puntos más en sintonía con los avances de la industria:
Huella de carbono incorporada: A partir de los estudios para CES Aeropuertos se desarrolló un requerimiento para medición de carbono incorporado (módulos A1 a A3), que se incorporará como voluntario en CES Edificios Uso Público v1.2.
Sincronía con la taxonomía desarrollada por el Ministerio de Hacienda: Se adecua el lenguaje y nombre de algunos requerimientos, en línea con el desarrollo de la taxonomía.
Todos estos cambios serán publicados en CES v1.2 durante diciembre, por lo que viene una importante periodo de puesta en común de la actualización de la herramienta. ¡Los invitamos a estar atentos a nuestros canales de difusión!
A pocos meses de que entre en vigor la actualización de la Reglamentación Térmica (RT) en Chile, impulsada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), conviene hacer una breve reseña de los avances en materia de eficiencia energética en la construcción de viviendas en el país, y profundizar en los alcances de la nueva normativa que comienza a regir el 28 de noviembre de 2025.
Para dar un contexto general cronológico sobre la normativa térmica en Chile, es necesario mencionar que las primeras exigencias de eficiencia energética para viviendas se incorporaron en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) en el 2000, la que se denominó “primera etapa de la Reglamentación Térmica”, las que se ampliaron en 2007 en una segunda etapa. Luego en 2015 el Minvu desarrolla una propuesta para la actualización de la OGUC que modifica el artículo 4.1.10.
Complementariamente, el Minvu sumó en 2012 un mecanismo a través del cual se podría evaluar la eficiencia energética de las viviendas que se construyeran en el país, implementando, en conjunto con el Ministerio de Energía, la primera versión de la Calificación Energética de Viviendas (CEV), para lanzar en 2018 una versión actualizada de este sistema de aplicación voluntaria. Actualmente, y como dictaminó la Ley de Eficiencia Energética (N° 21.305 del Ministerio de Energía), en octubre de este año la CEV comenzará su etapa de obligatoriedad, lo que implica que todas las viviendas nuevas deberán contar con esta evaluación.
Paralelo al proceso de tramitación y actualización de la nueva reglamentación, en 2022 el Minvu comenzó a aplicar estos nuevos estándares térmicos en viviendas nuevas de los programas de subsidio, en las zonas del centro y sur del país.
El 27 de mayo de 2024 se publicó en el Diario Oficial la actualización de la “Reglamentación Térmica”, la cual entrará en vigor en noviembre del presente año. La nueva normativa mejora las actuales exigencias a techos, muros, pisos ventilados y ventanas, e incluye exigencias a puertas exteriores, sobrecimientos, condensación, infiltraciones de aire y ventilación.
Objetivos y beneficios de la nueva reglamentación
Para el jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del Minvu, Marcelo Soto Zenteno, “la incorporación de criterios de eficiencia energética en programas y proyectos de Minvu, no solo ayudan a disminuir la demanda energética de las viviendas, también permiten alcanzar condiciones saludables del ambiente interior, incorporando sistemas de ventilación y optimizando la temperatura y la humedad, para entregar mejor calidad de vida a las familias; y esta es nuestra motivación principal”.
Por su parte, Camilo Lanata Giralt, encargado de la Unidad de Habitabilidad y Eficiencia Energética de la Ditec, del Minvu —quien fue parte del equipo que desarrolló la propuesta—, sostiene que la reglamentación busca contribuir a alcanzar condiciones de confort interior, reducir el consumo de energía en calefacción y disminuir las emisiones de contaminantes, principalmente en las zonas saturadas por Material Particulado (MP), y adicionalmente, “La nueva normativa establece, por primera vez en la OGUC, exigencias mínimas de acondicionamiento térmico a establecimientos de educación y salud, lo que representa un avance cualitativo en las condiciones del ambiente interior y la eficiencia energética de este tipo de edificios”.
Entre los objetivos más relevantes de la nueva reglamentación térmica es necesario destacar los siguientes:
Mejorar el comportamiento energético de la vivienda y disminuir su demanda de energía en calefacción,
Alcanzar condiciones de confort interior, mejorando las condiciones de habitabilidad y la calidad de vida,
Evitar patologías constructivas y disminuir causas de enfermedades respiratorias
Disminuir el consumo de energía necesario para mantener las condiciones de confort interior, y
Contribuir a disminuir las emisiones de MP
En términos de beneficios, podemos destacar:
Ahorro energético: Reducción del consumo de energía.
Reducción de contaminación: Menor emisión de Material Particulado (MP) y gases de efecto invernadero (GEI).
Aumento del confort térmico: Mejora de la temperatura, humedad y calidad del aire, en el ambiente interior.
Mejorar la calidad y plusvalía de las viviendas: Edificios más duraderos, eficientes y sostenibles.
Implicancias de la nueva RT
La nueva reglamentación térmica chilena introduce innovaciones y consideraciones que deben ser incorporadas desde una etapa temprana del diseño arquitectónico; entre estas están el clima del emplazamiento y la orientación de las edificaciones, así como la colaboración de equipos multidisciplinarios y especialistas en eficiencia energética, entre otras.
Entre las implicancias más relevantes que se pueden identificar están:
Cambio en la zonificación térmica: considera una nueva zonificación que reconoce la diversidad climática del país, la oscilación térmica y la radiación, así como el efecto del mar, los valles centrales y la cordillera de los andes, aumentando de 7 a 9 zonas.
Aumento de exigencias al comportamiento térmico: se aumentan las exigencias de comportamiento térmico a los techos, muros y pisos ventilados. Adicionalmente, se incorporan exigencias térmicas a puertas exteriores y sobrecimientos.
Porcentaje máximo de ventanas: cambia la actual exigencia máxima para superficie de ventanas, estableciendo superficies máximas según la orientación y el comportamiento térmico de la ventana, permitiendo mayores superficies vidriadas en la orientación norte y menores en la orientación sur.
Análisis del riesgo de condensación: en los complejos de muros perimetrales, techumbre y piso ventilado, se deberá verificar que no exista riesgo de condensación superficial e intersticial. El análisis deberá incluir los puentes térmicos de la solución constructiva.
Hermeticidad: la envolvente térmica de las viviendas deberá cumplir con exigencias respecto a las infiltraciones de aire máxima según su emplazamiento. Asimismo, las puertas exteriores y las ventanas deberán cumplir con una Clase de permeabilidad al aire mínima.
Ventilación: se deberán incorporar sistemas de ventilación para alcanzar condiciones saludables del aire interior.
Finalmente, se espera que las normativas, como la actualización de la reglamentación térmica y la CEV, sean un impulso para la industria hacia el desarrollo de materiales y soluciones constructivas energéticamente más eficientes y sostenibles. Asimismo, que los proyectos incorporen en sus diseños criterios como el clima, la orientación, la eficiencia energética y la sostenibilidad.
Es fundamental que en el diseño arquitectónico se asuma la responsabilidad principal de garantizar el confort interior, incorporando y colaborando con especialistas en materia de eficiencia energética. En este sentido, el nuevo estándar mínimo representa un avance importante hacia la carbononeutralidad en el sector.
En resumen, la actualización de la Reglamentación Térmica marca un cambio significativo que promueve la construcción de edificaciones más eficientes, saludables y confortables, adaptadas a las condiciones climáticas específicas de cada zona del país.
Hernán Madrid, jefe de la certificación, expuso en un seminario de la UTEM sobre los cambios de la actualización de la medición térmica de la ordenanza, prevista para noviembre. “Estas modificaciones son particularmente relevantes para edificios de uso público, como los de salud y educación, en los cuales CES ha colaborado activamente”, sostuvo.
En el contexto del seminario “Actualización de la normativa técnica chilena en el rubro de la construcción”, realizado el 18 de junio en la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), se dieron cita diversos expertos para abordar las últimas versiones de las normas y su impacto en el sector.
Administrada por el Instituto de la Construcción, CES opera mediante la evaluación de un tercero, asegurando la objetividad en la certificación. Esta aborda tres grandes categorías: ambiente interior y energía (las más impactadas por las recientes actualizaciones normativas), eficiencia en el uso de agua, materiales y residuos, e innovación.
Con más de 600 proyectos en diversas etapas de certificación, distribuidos en todas las regiones del país, CES ha demostrado ser una herramienta efectiva para la sostenibilidad. “Los edificios certificados logran un ahorro energético significativo, con consumos que oscilan entre un tercio y un 50% del promedio nacional, lo que se traduce en una notable reducción de emisiones y un impacto relevante en los presupuestos de operación, especialmente en edificaciones de gran escala como hospitales”, explicó Madrid.
Desafíos y actualizaciones en la normativa térmica
Madrid se centró en los cambios que trae la actualización de la medición térmica de la ordenanza, cuya entrada en vigor está prevista para noviembre. “Estas modificaciones son particularmente relevantes para edificios de uso público, como los de salud y educación, en los cuales CES ha colaborado activamente con mesas de trabajo junto a los ministerios de Salud, Educación y Vivienda”, detalló.
Los cinco puntos clave de esta actualización, desde la perspectiva de los edificios de uso público, son:
Cambio en la zonificación térmica: Se transita de zonas climáticas a zonas térmicas para establecer los requisitos, lo cual impactará directamente en el modelo de certificación del CES.
Nuevos requisitos de calidad para la envolvente: Se exigirán estándares mínimos actualizados para los cerramientos, que, aunque en su mayoría ya estaban cubiertos por la certificación CES en versión 1.1, requerirán algunos ajustes finos.
Exigencia de condensación superficial e intersticial: La evaluación de la condensación, que antes en CES se limitaba a salas de clase en educación, ahora se amplía a todos los recintos docentes y médicos.
Incorporación de la medición de infiltración de aire: Se establece un requisito obligatorio para medir la infiltración de aire no controlado, lo que requerirá la implementación de ensayos específicos para edificios de salud y educación.
Requerimientos de ventilación: Este aspecto, vital para el confort y la calidad del aire interior, ya estaba cubierto por el sistema de certificación CES, por lo que no demanda mayores actualizaciones.
En el seminario también participaron otros destacados expertos como Lucio Ricke, presidente del Consejo de Normalización de la Construcción del IC, quien enfatizó el rol de su entidad en la articulación de la normativa y la necesidad de aumentar el conocimiento sobre los procesos normativos. También expuso Susana Jara, del Departamento de Tecnologías de la Construcción del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), quien abordó la actualización de la normativa para la industrialización en el sector habitacional, destacando el avance en la vivienda industrializada tipo (VIT) y sus beneficios en la reducción de plazos y residuos; y Marlena Murillo, consejera del Colegio de Ingenieros y miembro del Instituto Chileno del Acero (ICHA), que detalló el rol de este en la promoción del uso del acero y el desarrollo de normas técnicas, incluyendo las de diseño de elementos de acero y sísmico.
El comité técnico de la Certificación Edificio Sustentable (CES) trabaja en la adecuación de su modelo a los cambios que entrarán en vigencia en noviembre de 2025. Las actualizaciones consideran zonificación, exigencias para envolventes, condensación y control de infiltración de aire.
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Durante el segundo semestre de 2024, el comité técnico de la Certificación Edificio Sustentable (CES) inició un proceso de revisión y actualización de su modelo de certificación en respuesta a las modificaciones introducidas por la nueva Reglamentación Térmica (RT), que comenzará a regir en octubre de este año. El grupo convocó a representantes de más de 20 instituciones y consultoras, entre ellas asesores, evaluadoras y miembros de los Comité Directivo y Consultivo de CES.
Según explica Hernán Madrid, jefe de CES, se identificaron cuatro aspectos claves que deben ser actualizados: la adopción de una nueva zonificación térmica, los requerimientos mínimos para envolventes, la evaluación de condensación (superficial e intersticial) y las exigencias en materia de infiltración de aire.
En cuanto al primer punto, CES cambiará zonificación para definir exigencias, pasando de las zonas climáticas a adoptar las zonas térmicas, ambas definidas en la norma NCh1079, buscando mayor homogeneidad entre distintos tipos de edificaciones a nivel nacional. “Esto implica un cambio importante, pero apunta a la simplificación en el uso de zonificación para todo tipo de uso de edificaciones”, indica Madrid.
Respecto a los requerimientos mínimos de envolvente, el comité acordó alinear los valores de CES con los establecidos en la actualización de la ordenanza, lo que se traducirá en ajustes menores en los valores de referencia respecto a lo existente en CES v1.1.
En los temas de condensación e infiltración de aire, CES ha iniciado mesas de trabajo con los ministerios de Vivienda, Salud y Educación, con el fin de definir lineamientos generales, para luego retomar el trabajo con el Comité Técnico. La actualización contempla ampliar la exigencia de evaluar condensación superficial más allá de las salas de clases a otros recintos docentes y edificios de salud, además de incorporar el análisis de condensación intersticial.
Finalmente, en el caso de la infiltración de aire, CES desarrollará un nuevo apéndice que incluirá protocolos específicos para la evaluación de ensayos e incorporará las exigencias reglamentarias de la actualización de la OGUC como requerimiento obligatorio.
Madrid aclaró que el único aspecto de la RT que no requerirá ajustes es el relacionado con ventilación mínima, ya que esta exigencia ya se encuentra cubierta en el modelo vigente de CES, tanto en sus requerimientos obligatorios como voluntarios.
Durante algo más de 27 años fue director del Instituto de la Construcción, y como tal, trabajó arduamente, entre otras cosas, en impulsar el mejoramiento de las condiciones de confort ambiental y de la eficiencia energética en los espacios habitables, desde la Reglamentación Térmica hasta CES. En esta entrevista, conversamos con uno de los Premios CES Profesional Destacado 2024, José Pedro Campos, sobre este camino y los desafíos que aún se mantienen en el sector.
En un contexto donde la sustentabilidad y la eficiencia energética se han convertido en prioridades globales, Chile tiene mucho camino por delante. A través de iniciativas como la Certificación CES, el país busca transformar su infraestructura para garantizar calidad ambiental y optimizar recursos. En esta entrevista, uno de los galardonados con el Premio CES al Profesional Destacado 2024, José Pedro Campos, comparte su experiencia, los desafíos enfrentados en más de tres décadas de trabajo, y las oportunidades que aún existen para consolidar un futuro más sostenible. Su enfoque combina la creatividad, la persistencia y el compromiso con la mejora de las condiciones de vida en todos los niveles, desde viviendas hasta grandes infraestructuras públicas y privadas.
¿Qué sentiste al recibir el premio CES al Profesional Destacado 2024? ¿Te lo esperabas?
No, la verdad es que no me lo esperaba. Aunque suponía que en algún momento podría llegar, entendía que era importante también reconocer antes a otras personas. En todo caso, lo recibí con mucha alegría porque considero que es un premio muy importante, por lo que, en ese sentido, para mí fue un honor que me lo otorgaran, y además, entiendo que la decisión fue unánime.
A 10 años de la certificación
Ahora, mirando en retrospectiva estos 10 años de CES, ¿cómo crees que ha revolucionado el sector?
El sector público ha entendido plenamente los beneficios de incorporar condiciones ambientales adecuadas, no solo para las actividades que se realizan dentro de estos espacios, sino también para optimizar los costos operativos. Por ejemplo, hemos visto cómo los hospitales han comenzado a certificarse de manera masiva -con la Versión CES Hospitales-, cuestión que también ocurre con las escuelas públicas y muchas otras instituciones que están adoptando CES como su estándar.
Está en proceso la versión CES Aeropuertos, de gran importancia y CES + Resiliencia, y es de destacar que un porcentaje importante de los Bonos Verdes que obtiene Chile es gracias a la Certificación CES, que ha sido reconocida su metodología, para ello.
Por otro lado, las universidades están integrando la certificación en sus planes maestros, porque comprenden que les permite ofrecer mejores condiciones para sus estudiantes, como también reducir los costos de operación y las emisiones de carbono en sus instalaciones. Además, la nueva reglamentación técnica de 2024 ya incorpora exigencias relacionadas con la sostenibilidad para establecimientos de salud y educación.
Hoy, considerando lo que hemos hablado sobre el sector público y las universidades, ¿cómo crees que se puede convencer al sector privado de la importancia de las certificaciones?
Bueno, creo que el ejemplo que está dando el Estado es clave, así como los testimonios que hemos visto durante la entrega de los Premios CES. Por ejemplo, los relatos de Carabineros siempre me impresionan mucho. Tanto las carabineras como los carabineros, los alcaldes, y este año también las personas de Aduanas, que recibieron su premio por el nuevo edificio en Talcahuano, han expresado emociones genuinas al hablar de los beneficios que estas certificaciones han traído a su personal por la alta calidad de sus espacios.
Creo que estos ejemplos poco a poco van permeando hacia el mundo privado, mostrando el valor de los beneficios medioambientales que ofrecen. Además, si uno analiza una oficina, por ejemplo, el principal costo son las remuneraciones. Si las personas trabajan menos o a disgusto debido a condiciones ambientales deficientes, las empresas están perdiendo dinero.
Invertir en mejorar las edificaciones tiene un impacto enorme en el bienestar de las personas y en su rendimiento laboral. Los testimonios lo demuestran, muchas reparticiones públicas que cuentan con estos estándares son envidiadas por las que aún no los tienen.
Y, en términos generales de sustentabilidad, ¿qué desafíos crees que aún tenemos?
Primero, el manejo de residuos, que es un área en la que estamos muy atrasados, tanto en la gestión general como en la de residuos de construcción. Luego, la falta de rentabilidad social percibida, la escasa difusión de los beneficios de estas medidas, y, por supuesto, los sistemas de calefacción intradomiciliaria.
Cuando hablo de calefacción intradomiciliaria, me refiero no solo a las viviendas, sino también a las oficinas.
Por otro lado, el mundo privado también tiene que asumir su parte. Como mencionaba antes, las condiciones ambientales afectan directamente el rendimiento de las personas. Si alguien pasa frío o calor mientras trabaja, no va a tener ganas de trabajar ni lo hará con eficiencia. Esto tiene un impacto directo en la productividad y en los resultados.
Por eso, diría que la sociedad en general, tanto el sector público como el privado, aún tiene un largo camino por recorrer en términos de sustentabilidad.
Desde el punto de vista de CES, ¿qué ves como una evolución natural para la certificación?
Un ejemplo claro son las áreas como el retail, ahí hay un espacio importante para avanzar. En infraestructura también veo una enorme oportunidad. Lo hemos conversado de forma intermitente con Obras Públicas, y creo que hay muchísimo potencial en este ámbito.
Además, está el tema de la vivienda. Esto requiere una conversación más amplia con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Hace más de 10 años, cuando comenzó la Certificación Vivienda Sustentable – CVS , pensamos que sería una sola certificación, lo cual es razonable desde el punto de vista de costos de operación y gestión, sin embargo, todavía no se ha concretado.
Creo que sería ideal que, en algún momento, logremos incorporar las viviendas a CES. Hay muchas oportunidades y avances, y me alegra ver cómo hemos progresado. También reconozco el trabajo de personas como Hernán y Rommy, quienes han hecho un trabajo fenomenal. Pero, como mencioné, hay mucho por explorar en áreas como infraestructura, retail y, ojalá, vivienda en el futuro cercano.
¿Qué mensaje le darías al sector de la construcción?
Mi mensaje sería primero agradecer el enorme esfuerzo de todos los que están trabajando en esto. Es lindísimo ver la cantidad de profesionales jóvenes que se están certificando, calificando y dedicándose a este campo. También me alegra ver cómo las universidades, poco a poco, están incorporando estos temas en sus planes académicos.
Agradezco los esfuerzos del Estado en esta materia, y, mi recomendación sería persistir, no bajar los brazos. Este es el camino correcto, aunque enfrentemos dificultades, como las que hemos vivido durante todos estos años, hay que ser creativos, arriesgarse y resistir. Las cosas suceden con trabajo constante e innovación.
A través de especialistas del Comité Directivo, las Entidades Evaluadores y Asesores CES, se inició el trabajo que le permitirá adecuar los requerimientos a la actualización de la Reglamentación Térmica, que será obligatoria a partir del próximo año.
La actualización de la Reglamentación Térmica ha traído una serie de modificaciones en distintos ámbitos. De hecho, el equipo de Certificación Edificio Sustentable ya trabaja en un Comité Técnico que “responde a la necesidad de revisar, evaluar e incorporar los impactos que tiene la actualización de la ordenanza en los aspectos de la reglamentación térmica, que incluye un alcance para edificios de uso educación, salud y hoteles”, según cuenta Hernán Madrid, jefe de CES.
“Hemos tenido entre 20 y 25 participantes en cada sesión y prevemos que este comité será acotado en su desarrollo, porque tiene que abordar aspectos específicos, y una vez que se cubra eso, el Comité termina su función al entregar los lineamientos y los ajustes de los requerimientos que tendremos en virtud de la Ordenanza de Urbanismo y Construcciones (OGUC) que entra en vigor el próximo año”, comenta Madrid.
Así, se han detectado diferencias en puntos como la zonificación térmica, el requerimiento mínimo para la envolvente, ventilaciones, condensación e infiltración de aire, elementos que requieren ser ajustados dentro del modelo de certificación, para que esté en sintonía con la nueva reglamentación térmica que se incluye en la OGUC.
“Dentro de los objetivos principales ha sido poder acordar con el comité técnico qué haremos con respecto a un primer punto que es la zonificación térmica y/o climática que usamos actualmente en CES. Un segundo punto es respecto a los requerimientos mínimos de la envolvente, que será una exigencia sólo para salud, educación y hoteles, y si eso es o no extensible a otros usos de edificios que se están actualmente certificando. Un tercer punto es las condiciones de ventilación que se incorporan, un cuarto punto está asociado a las condiciones de evaluación de condensación y un quinto punto está relacionado con infiltración de aire, que será uno de los cambios más importantes del sistema de certificación para adecuarse a lo que exigirá la ordenanza”, explica el ingeniero.
Hasta el momento, el Comité ha tenido cinco sesiones, y los principales acuerdos han sido: primero, respecto a la zonificación térmica versus climática, con el acuerdo de cambiar el uso de todos los sistemas de certificación de las actuales zonas climáticas a las zonas térmicas. “Esto es un acuerdo preliminar, porque Ministerio de Obras Públicas pidió la opción de presentar algún estudio adicional que permita reevaluar la consideración de las zonas climáticas, pero en principio el acuerdo es que lo cambien a las zonas térmicas”, añade Madrid.
Y un segundo acuerdo tiene que ver con el requerimiento mínimo obligatorio que la Ordenanza establece para la envolvente de los edificios, que aplica únicamente a salud, educación y hoteles. “En ese sentido, el acuerdo ha sido que hagamos extensivos los requerimientos a todos los usos de edificios, considerando que, por supuesto salud, educación y hoteles es obligatorio, y para los otros usos que no es obligatorio, la exigencia se transforme en que usemos esos valores de referencia para el modelo de simulación dinámica de demanda, consumo de energía y también confort térmico pasivo, y el requerimiento obligatorio sea una pequeña reducción respecto a ese modelo con esas condiciones, y la estructura del requerimiento que se mantenga igual a la que tenemos hasta al día de hoy. Esos niveles, vamos a tener que ajustarlos y, probablemente, tengamos que hacer un estudio para definirlos”, comenta el jefe de CES.
En términos de condensación, el acuerdo fue en que ésta será la mínima reglamentaria para salud, educación y hoteles, que solicitará la Ordenanza, pero también hacerlo extensible para cualquier tipo de edificio que tenga aislación por el interior y para el caso de uso deportes y, particularmente, en el caso de las piscinas temperadas.
De esta manera, se espera que este comité técnico finalice a más tardar en enero de 2025.
Evidentemente que el foco principal de la actualización es viviendas, pero también se incorporan requisitos para edificios de uso Educación, Salud y Hoteles. Muchos de los proyectos en los que ya se ha convertido en un estándar incorporar CES, como Jardines Infantiles, Escuelas, Colegios, Liceos y Edificios Educación Superior en el caso de usoeducación, y Centros médicos, CESFAM, Hospitales y Clínicas, para uso salud.
Dentro de los puntos que será necesario profundizar el análisis, en atención a posibles modificaciones que necesiten los requerimientos CES, se encuentran:
Sincronía entre la zonificación térmica y zonificación climática, ambas de la NCh1079.
Requerimientos para envolvente térmica mínimos y su relación con el caso de referencia de CES.
Requerimientos de infiltración de aire.
En general, hay una correlación bastante buena entre las zonas térmicas y climáticas, con excepción de algunas zonas pobladas, relevantes pero puntuales, como por ejemplo La Serena- Coquimbo. Será necesario evaluar los ajustes que requiere CES para abordar adecuadamente estas diferencias.
Respecto al segundo punto, envolvente térmica, la actualización de la versión CES Edificios de Uso público v1.1 incluyó, entre varios aspectos, un ajuste en los estándares mínimos para el caso de referencia. Debido a que nuestra actualización se produjo hace casi dos años, sin tener completamente a la vista los nuevos requisitos del 4.1.10 de la OGUC, los requerimientos asociados de la v1.1 se encuentran en el mismo orden de magnitud, pero en algunas zonas presentan leves diferencias.
Un ejemplo es lo que se muestra en la siguiente tabla, que para el caso de muros presenta algunas diferencias en todas las zonas climáticas (respecto de las térmicas de la OGUC):
En el último punto, infiltración de aire, el esquema de certificación CES ha abordado hasta el momento el tema como requerimiento voluntario, con el ensayo de infiltración de aire (blower door test). Con la actualización del 4.1.10 de la OGUC el escenario cambia, ya que se vuelve una exigencia reglamentaria realizar la prueba y, por lo tanto, debería pasar a ser un requerimiento obligatorio en CES, dejando espacio para el requerimiento voluntario cumplimientos por sobre el mínimo.
Todos estos temas los comenzaremos a revisar en un Comité Técnico especifico al que pronto convocaremos, pero siempre es una buena noticia tener que ajustar los requerimientos voluntarios porque los mínimos reglamentarios avanzan, es el espíritu de la certificaciones y su relación con los reglamentos.
Arquitectos, ingenieros y constructores civiles interesados pueden inscribirse en el sitio http://www.calificacionenergetica.cl desde el 3 de marzo hasta el 4 de abril de 2022.
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) abrió la convocatoria para postular al llamado nacional de profesionales interesados en acreditarse como evaluadores energéticos de la Calificación Energética de Viviendas (CEV), instrumento impulsado por esta cartera de Estado junto al Ministerio de Energía.
Para participar en el proceso, los interesados deberán cumplir los requisitos definidos por el Minvu en la Resolución Exenta Minvu N°98 del 26 de enero de 2022 y completar el formulario de inscripción disponible en el siguiente enlace: http://calificacionenergetica.minvu.cl/proceso-de-acreditacion-de-evaluadores/.
El llamado de acreditación está dirigido a arquitectos, ingenieros y constructores civiles, que cumplan con los requisitos descritos en la resolución N° 98. Los postulantes debidamente inscritos serán seleccionados para rendir una prueba de conocimientos mínimos habilitante para el siguiente paso del proceso.
Calificación Energética de Viviendas
La Calificación Energética de Viviendas (CEV) es un instrumento disponible desde el año 2012, que permite realizar una evaluación objetiva y estandarizada para estimar y clasificar el requerimiento energético de casas y departamentos para lograr una temperatura considerada como apropiada para sus usuarios.
La CEV evalúa la eficiencia energética de las viviendas en su etapa de uso considerando el desempeño de su envolvente, el aporte de energías renovables y el consumo de energía para obtener agua caliente sanitaria, iluminación y calefacción. El resultado de dicha evaluación se materializa en una etiqueta que muestra el porcentaje de ahorro en la demanda de energía y la cantidad de energía necesaria para calefacción y enfriamiento.
Nueva Ley de Eficiencia Energética: Más calidad para las viviendas
Respecto de este instrumento de medición, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, expresó que: “como ministerio, estamos incorporando criterios de eficiencia energética en nuestros programas y proyectos, porque estamos convencidos de que este tipo de iniciativas, junto con disminuir el consumo energético de las viviendas, permiten optimizar la temperatura en el interior y dar una mejor calidad de vida a las familias. Con esto, reducimos al mismo tiempo la emisión de gases de efecto invernadero, lo que va en la línea de lo que estamos impulsando desde el Minvu, que son estándares de construcción más sustentables y comprometidos con el medio ambiente”.
“Un hito crucial en este ámbito se relaciona con la reciente promulgación de la Ley de Eficiencia Energética –agregó el ministro Ward–, que hace obligatorio mostrar la CEV en toda publicidad de proyectos inmobiliarios y la recepción municipal definitiva de viviendas desde el 2023. Este nuevo escenario generará un alza en la demanda de evaluaciones, la que requerirá una mayor masa crítica de evaluadores energéticos de los ya existentes, por lo cual seguimos trabajando en mejorar los procesos de acreditación de nuevos evaluadores”, precisó.
Por su parte, Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec) del Minvu, añadió que: “La información que proporciona la CEV es relevante en muchos sentidos, pero, por sobre todo, para los usuarios finales, ya que una vivienda energéticamente eficiente, no sólo involucra un menor gasto energético, sino también tiene un impacto directo en la calidad de vida de las familias y en la vida útil y plusvalía de la vivienda. Asimismo, la CEV fomenta la edificación de viviendas más eficientes, aportando en la introducción de un gran cambio en la forma en que se diseñan y construyen las viviendas en nuestro país, al concebir las medidas de sustentabilidad desde la génesis de los proyectos y no como elementos anexos”.
El trabajo del Minvu en esta materia apunta a que la eficiencia energética sea un atributo que influya al momento de adquirir una vivienda, ya que no solo mejora la calidad de vida de las familias que viven en ellas, sino que también es un importante atributo de calidad que las hace más competitivas, tal como ocurre en mercados más desarrollados. En esta tarea es fundamental el rol de evaluadores energéticos, que son los profesionales acreditados para aplicar la calificación; por esta razón abrimos una nueva convocatoria para sumar nuevos evaluadores a los 1.148 que ya operan a lo largo del país”.
Las principales fechas del segundo proceso de acreditación de 2021 son las siguientes:
Avances en la Calificación Energética de Viviendas
La calificación energética está vigente desde 2012. Al 31 de diciembre de 2021, y a lo largo de todo el país, se han realizado más de 97 mil evaluaciones y se han acreditado como evaluadores energéticos de la CEV 1.148 profesionales.
En 2015 ya se había logrado un gran avance en la instalación de capacidades para el uso masivo de la CEV, lo que permitió recoger la experiencia de distintos actores de los sectores académico, industrial y gubernamental, además de la retroalimentación que aportaron los evaluadores energéticos de distintas regiones a lo largo del país. A partir de esta información se desarrolló la actualización de la CEV que entró en vigencia el 21 de abril de 2018, y que afina el proceso de cálculo, incorporando nuevas variables que incluyen los cambios introducidos en la reglamentación térmica (4.1.10 Bis de la OGUC), y entrega resultados más detallados y útiles, tales como la demanda de enfriamiento y horas fuera de la temperatura confortable.
En los primeros años de operación fue necesario realizar importantes esfuerzos para instalar capacidades a lo largo del país y comunicar los atributos de la CEV a los mandantes de proyectos. Este trabajo se puede ver en el progreso de las evaluaciones de viviendas desarrolladas por inmobiliarias privadas, que, al principio, fue discreta, pero que en 2019 mostró una evolución muy significativa, sobrepasando el volumen de evaluaciones anuales históricas realizadas a viviendas sociales (ver gráfico).
Por: Paola Molina, directora y presidenta del Subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción (IC).
En el área de la construcción están sucediendo notables avances en relación con la eficiencia energética, que de alcanzarse todos, mejorarán considerablemente en nuestro país la calidad de vida de las personas en sus viviendas, lugares de estudio y trabajo, aportando también ahorros.
Con el sustento de destacadas competencias técnicas en algunas unidades del Estado y la academia, que aportan una visión de objetivos clara frente a los desafíos a mediano y largo plazo, y también con la creciente colaboración de la industria y distintas instituciones público-privadas que empiezan a avanzar y aportar en los desafíos que tenemos por delante; estamos frente a un escenario muy positivo que necesitamos consolidar frente a las actuales demandas sociales, económicas y ambientales.
Actualización de la Reglamentación Térmica (RT) 2021
A fines del año pasado, el Minvu hizo una consulta pública para actualizar la Reglamentación Térmica (RT) vigente desde el 2007, cuya base de actualización se sacó de un estudio desarrollado para el Minvu en el año 2013.
La RT del 2007 considera aislación en complejos de techumbre, muros, pisos ventilados y ventanas con estándares bastante básicos que han colaborado a la industria a introducir gradualmente parámetros de eficiencia energética en gran parte de la envolvente y en mitigar las patologías y la inconfortabilidad térmica. Pero la propuesta de actualización sube las exigencias, agrega componentes de puertas, sobrecimientos, superficies de ventana, orientación, infiltraciones, ventilación y condensación, lo que augura mejoras cuantificables en los resultados.
Hoy se espera su pronta aprobación después de 14 años, para poder garantizar, sobre todo en estos tiempos, condiciones positivas de habitabilidad para las viviendas nuevas de nuestro país, algo fundamental para subsanar a futuro la pobreza energética, lo que significa muchas horas al año sin un confort térmico, patologías en las murallas, enfermedades y altos costos en calefacción.
Pendiente queda para futuras etapas, abarcar las viviendas para paulatinamente ser actualizadas mejorando también sus estándares.
Es importante destacar que, en la actualización, además de viviendas, se incorpora edificios de salud y educación. Por su parte, los edificios de uso público gestionados por la Dirección de Arquitectura del MOP, ya cuentan con muy buenos estándares y resultados para la envolvente detallados en los TDR que exigen para sus licitaciones.
PPDA: Planes de Prevención y/o Descontaminación Ambiental
En el año 2015, el Ministerio del Medio Ambiente, ante la creciente problemática de la calidad del aire en muchas ciudades desde O´Higgins al sur y con colaboración del Minvu, ocupó el estudio elaborado en el Minvu el 2013, para aplicarlos como una medida efectiva para las ciudades con necesidad de descontaminación ambiental, creando los PPDA.
Los PPDA, al aplicar las exigencias de la propuesta de Actualización de la RT 2021, validan la capacidad de la industria y del mercado para asumir las nuevas exigencias a nivel de todo el país a través de la actualización de la RT. Además, año a año se incluyen más localidades, permitiendo avanzar hacia la descontaminación de cada lugar.
Ley de Eficiencia Energética
Por otra parte, en enero pasado salió la Ley de Eficiencia Energética la cual en aproximadamente 24 meses más, obligará a empresas constructoras e inmobiliarias y los servicios de Vivienda y Urbanismo, a través de sus artículos 3 y 4, a usar la Calificación Energética en todos los proyectos nuevos, inicialmente de viviendas (CEV) y en 48 meses se incorporarán los edificios de uso público, comerciales y de oficina a través de un sello que actualmente se encuentra en desarrollo, que será la Calificación Energética de Edificios de uso público (no residenciales).
La Calificación Energética es una etiqueta parecida a la de los electrodoméstico que muestra cómo se comporta la edificación energéticamente, destacándola con una letra y mostrando un porcentaje de ahorro frente a la misma vivienda, comparándola con las exigencias vigentes de la actual RT. Las letras van desde la A+ hasta la G; en la letra G se encuentran todas las viviendas construidas sin ninguna exigencia térmica, que son las construidas antes del año 2000, en la letra F están las que cumplen solamente con las exigencias de complejos de techumbre, y en la letra E las que cumplen con la actual Reglamentación Térmica. Las viviendas que cumplan con la futura actualización de la RT estarán cercanas a las letras C y D que ya garantizan un adecuado ahorro y calidad del ambiente interior, desde la letra B hacia arriba, se consideran viviendas con un alto propósito de eficiencia energética y con un poco de más de costos asociados para lograr dicho propósito.
Lo importante de esto es que en 24 meses más, gran parte de las personas que vayan a comprar una vivienda, podrán tener un sello objetivo a la vista, que les permita comparar y ver cuál de las opciones de compra es la más conveniente en relación a su eficiencia energética desde el diseño y de sus equipos de clima, destacando el ahorro energético que implica viviendas con una mejor letra y mejor porcentaje de ahorro, influyendo positivamente en la decisión de compra.
Es importante comentar que para que la actual Ley de Eficiencia Energética logré cumplir su propósito de impulsar adecuados estándares en todas las edificaciones a nivel nacional, es fundamental que se tramite pronto la Actualización de la Reglamentación Térmica 2021, sino el piso con la actual reglamentación será muy bajo para avanzar hacia mejores estándares de calidad de vida y ahorro de energía.
Junto con optimizar las condiciones de habitabilidad de las viviendas, esta actualización de la Reglamentación Térmica permitirá mejorar la eficiencia energética del parque habitacional y reducir las emisiones de material particulado (MP) y Gases de Efecto Invernadero (GEI), contribuyendo a descontaminar el país y a mitigar los efectos del cambio climático.
Desde el 2000 Chile cuenta con una Reglamentación Térmica que establece requerimientos mínimos a las viviendas nuevas, en materia de eficiencia energética y habitabilidad. Actualmente, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) se encuentra tramitando una propuesta de actualización de los estándares que fija esta reglamentación, que mejoran la calidad de las edificaciones.