Centro de salud construido en una zona de difícil acceso logra alto puntaje

El diseño optimiza el uso de recursos naturales y estandariza la construcción para facilitar los procesos constructivos, lo que lo llevó a obtener una precertificación sobresaliente.

El proyecto El Divisadero se encuentra en la región de Coquimbo, en la comuna de Punitaqui, en un lugar de difícil acceso, bastante remoto, a aproximadamente 700 metros de altura y en una zona predominantemente rural. “Es un área de un clima complejo, sin muchas lluvias, por lo que la intención de tener bajo requerimiento hídrico fue una de las premisas del proyecto”, precisa Rodrigo Escobar, ingeniero asesor CES precertificación de la obra.

Pese a estas características, el proyecto logró una precertificación “sobresaliente” con 74,5 puntos de 100, “lo cual es un tremendo mérito para ser un edificio público emplazado en lugar extremo”, precisa Christian Araya Castor, arquitecto de la Universidad de Santiago, socio fundador del estudio de arquitectura Araya Arquitectos, que ganó la licitación para el diseño de Reposición de la Posta de Salud Rural el Divisadero el año 2022.

La posta es pequeña, de 300 m2, por lo que el equipo se preocupó de que llevara bastantes estrategias pasivas. Dentro de ellas, “pusimos mucho énfasis en lograr una muy buena iluminación natural, porque son zonas más bien de climas cálidos, corríamos el riesgo de que al dejar que el sol ingresara a los recintos genere sobrecalentamientos, deslumbramientos que iban a hacer que los equipos tuvieran un mayor consumo; entonces, procuramos que la iluminación natural tuviera un muy buen desempeño, y obviamente, controles de todos los posibles ingresos de sol y deslumbramientos que ocurrieran en la zona”, precisa Rodrigo Escobar.

Otra característica del proyecto es que se trabajó con ventilación natural, creando una suerte de chimenea solar, con la cual se aseguró que haya un flujo de aire continuo en los espacios regularmente ocupados y se intentó que ese sistema de ventilación contara con un respaldo censado de CO2, para que los sistemas se activen en caso de que los sistemas de ventilación natural no fueran lo suficientemente potentes como para generar los caudales mínimos. El proyecto tiene una envolvente térmica en cubierta, muros, pisos; ventanas termopanel, protecciones solares en sus fachadas más expuestas y cumple con todos los requerimientos necesarios del sistema CES. 

Como señala el asesor CES, “en términos de agua, nos enfocamos en obtener un óptimo desempeño y en el caso del proyecto, logramos sobre un 70% de reducción de consumo. Eso fue muy importante, fue tan bien recibido por todos: por el mandante y por la oficina de arquitectura. En este caso, Christian Araya estuvo súper dispuesto durante todo el proceso de diseño a abordar todos los requerimientos CES, fue un trabajo súper bien coordinado. La posta, sin duda, será un gran aporte para la comunidad”.

Por su parte, el arquitecto Christian Araya Castro, cree que “una de las principales virtudes es que hemos logrado, junto al equipo de especialistas, desarrollar un diseño que estratégicamente optimiza al uso de recursos naturales y estandariza una construcción facilitando procesos constructivos, así su emplazamiento, sistema constructivo, elección de materiales, orientaciones de recintos y geometría del volumen, nos han permitido lograr un diseño rotundo de partido general en donde la expresión formal siempre está declarando silenciosamente su función o rol para el confort de los recintos”.

Comenta que es un proyecto emplazado en un lugar de difícil acceso, con la particularidad de estar ubicado en una localidad que no cuenta con agua potable; en un paisaje urbano-territorial de escasez, en donde no es posible encontrar alguna sombra durante el día y donde los lugares de encuentro y ocio solo se dan al interior de las construcciones. En ese sentido, Araya comparte que la nueva posta de salud rural viene a regalar un uso y reconocimiento al espacio público de escasez y hasta hoy no vivido, generando lugares de encuentro en sombra (aleros), regalando espacios públicos de expresión religiosa cultural (explanada frente a la capilla), y como pieza de paisaje, consolidando la delimitación de la actual plaza cívica del Divisadero, construyendo una tercera fachada, siendo la cuarta el camino ruta D-69 desde el cual llega a esta localidad.

Más allá del puntaje obtenido, Araya considera que es demostrativo el hecho de que el Estado pueda entender que sí es factible realizar una buena arquitectura eficiente y con costos controlados en edificios públicos, y que debieran ser estas obras públicas las que lideren este tipo de arquitectura. “Su relevancia es que creemos y queremos que estas certificaciones, que hoy, además, son exigencias en contratos públicos con el Estado, en la mayoría de los nuevos proyectos, cimienten el cambio en la concepción de bases, términos de referencia y criterios de diseño de edificios públicos. Buscamos que lo que muchas veces se declara como principio en los criterios de diseño pueda tener coherencia con una propuesta innovadora”, añade.

Importancia del Manual CES

Rodrigo Escobar cuenta que el requerimiento de CES venía dado por las bases de diseño, sin solicitar un puntaje especial. “Conversando con el equipo de diseño, fue uno de los primeros temas que tocamos en nuestras reuniones de coordinación y, en definitiva, se transformó en la carta de navegación para todas las decisiones que tomamos como equipo: desde la aplicación de esta chimenea, de los sensores, del sistema de climatización, los monitoreos, la reducción de agua; todas esas decisiones fueron basadas en el Manual de Certificación. Este documento se vuelve algo súper relevante para la coordinación y el diseño integrado del proyecto. Fue una experiencia bastante grata trabajar con el equipo y nosotros ya tenemos experiencia, tenemos varios proyectos que han pasado por el proceso de pre certificación y certificación, entonces ya es como una herramienta de trabajo diaria. El Manual clarifica muchas de las estrategias, las cuantifica también, básicamente entrega los lineamientos para que todas las especialidades comprendan la importancia de la sustentabilidad y el aporte de sus propias especialidades”, dice. 

Alejandro Vásquez: “Ponernos a prueba con la mirada sostenible de la industria”

El vicepresidente de Operaciones y gerente general de Minera Los Pelambres, Alejandro Vásquez, está consciente de la necesidad de que el trabajo de la compañía debe ser continuamente evaluado y puesto a prueba por los organismos de rigor. Aquí nos cuenta sobre los planes de la minera para sumar infraestructura sostenible.

Situada en la provincia de Choapa, en la región de Coquimbo, Minera Los Pelambres está entre los cinco primeros productores de cobre en Chile. Hace un tiempo, la compañía decidió iniciar un proceso de sumar infraestructura sostenible.

“Entendemos que el compromiso con la sostenibilidad no sólo pasa por desarrollar nuestros procesos y negocio sin comprometer los recursos del mañana, sino también por crear valor en lo económico, en lo ambiental y en lo social en las comunidades de las que somos parte”, asegura Alejandro Vásquez, vicepresidente de Operaciones y gerente general de Minera Los Pelambres. 

En esa línea, la infraestructura relacionada con sus proyectos de expansión y los de desarrollo del territorio y cuidado del medioambiente, mantienen ese estándar. Es por ello que están diseñando la siguiente etapa en la historia de la compañía, “para proyectar nuestro aporte al valle de Choapa y la región de Coquimbo más allá de 2035. ¿Por qué la infraestructura sostenible? Porque es nuestro interés y compromiso impulsar una minería moderna en armonía con el territorio, su gente y el medioambiente”, menciona Vásquez. 

Desde el aporte de Minera Los Pelambres en obras para el desarrollo de las comunidades, un claro ejemplo es el Centro de Visitantes del Cerro Santa Inés, con su proyecto “Infraestructura, Administración y Camino de Acceso a Parque Santa Inés”, que considera un desafío importante al buscar poner en valor la belleza natural del lugar, y, al mismo tiempo, mejorar sus condiciones de cuidado, resguardándolo de la intervención humana, y difundir a la comunidad su importancia para la biodiversidad. Este proyecto obtuvo el tercer lugar en la categoría Proyecto Precertificado de los Premios CES 2022.

El gerente general explica que decidieron trabajar con CES, puesto que “la visión sostenible de Minera Los Pelambres y la ejecución de sus proyectos en esta línea, debe continuamente ser evaluado y puesto a prueba por los organismos de rigor, principalmente para identificar si vamos en el camino correcto y si podemos hacer las cosas aún mejor. En el caso específico del trabajo que estamos impulsando con CES, significa ponernos a prueba con la mirada sostenible de la industria y su materialización en grandes proyectos a nivel país, que buscan las más altas certificaciones en la materia”.

Por ello, el ejecutivo declara que “nos sentimos profundamente orgullosos de recibir este reconocimiento, es el reflejo que en Minera Los Pelambres desarrollamos proyectos que son concebidos desde sus orígenes bajo una visión sustentable”. También reconoce que este ha sido un compromiso que han adquirido con mucha responsabilidad y que no solo ha requerido resguardar de estos espacios, sino también habilitarlos para que la ciudadanía pueda conocer de su importancia para la biodiversidad y, con ello, también cuidarlos. 

Asimismo, “detrás de cada reconocimiento no sólo está el gran trabajo de nuestros profesionales, sino también el empoderamiento de cada uno de ellos con esta mirada de nueva minería que estamos desarrollando. El concepto “Sostenible” está presente en cada una de las actividades, iniciativas, relacionamiento o proyecto que desarrollamos, es un prerrequisito que hemos logrado posicionar en cada rincón de la empresa y que se demuestra con la pronta ejecución de las obras en el Cerro Santa Inés. Lo anterior; sin embargo, nos motiva a un desafío permanente, este es solo el inicio, estamos convencidos de eso”, añade Vásquez.

En ese sentido, la compañía minera tiene ambiciosos planes de infraestructura sostenible, basados en dos pilares: Mejora continua e Innovación. 

Por una parte, “queremos seguir avanzando y mejorando en el desarrollo de proyectos e iniciativas que tengan en su centro la sostenibilidad; que lo ocurrido con el Centro de Visitantes del Cerro Santa Inés sea la base para lo que podemos llegar a hacer”, plantea Vásquez. Por otra parte, “nos comprometemos con el diseño y ejecución de nuevos proyectos que nos permitan reforzar la sostenibilidad como cultura organizacional, posicionando la sostenibilidad como un sello y valor característico de Minera Los Pelambres y de su relación con el entorno”, sostiene. 

El ejecutivo concluye que este último punto es clave, “porque la mirada de infraestructura sostenible también está presente en los proyectos y obras que trabajamos junto con la comunidad, donde hay grandes desafíos. Uno de ellos sigue siendo la grave sequía que enfrenta Chile, la región de Coquimbo y la Provincia del Choapa, lo que nos obliga a buscar nuevas soluciones para optimizar aún más el uso eficiente y sustentable del agua, pero también a ser un actor clave en las soluciones para el territorio”.

Biblioteca Gabriela Mistral: cómo funciona el 1º edificio certificado CES de La Serena

No solo confort térmico, visual y acústico ofrece el edificio sustentable que está cerca del mar en la región de Coquimbo, pues se ha incorporado una serie de medidas que transmiten el valor de la economía circular.

Ahorro de agua potable, gracias a sus artefactos eficientes y reutilización de aguas grises; optimización solar gracias a sus grandes vidrieras; y reciclaje, impulsado por una serie de capacitaciones para el manejo de residuos, destacan en la Biblioteca Regional Gabriela Mistral, el primer edificio de uso público con Certificación CES de la región de Coquimbo.

Esta emblemática obra -que cuenta con una superficie útil mayor a 1.000 m2- tomó como base de información y metodología el documento “Términos de Referencia Estandarizados con Parámetros de Eficiencia Energética y Confort Ambiental, para Licitaciones de Diseño y Obra de la Dirección de Arquitectura, Según Zonas Geográficas del País y Según Tipología de Edificios” (TDRe) de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas (MOP).

El mandante se preocupó de variables tan diversas como el confort térmico pasivo, el confort visual pasivo, la calidad del aire pasivo, el confort acústico, la demanda de energía, la hermeticidad de la envolvente, los sistemas de agua potable y el manejo de residuos durante la construcción, un trabajo que hoy exhibe maduros frutos.

Debido a las templadas temperaturas promedio de La Serena y a sus oficinas y amplios salones, el proyecto requería contar con bajas ganancias internas producto de los usuarios, iluminación y equipos. Para potenciar las ganancias pasivas y control solar, la fachada norte presenta un screen panel con un 50% de perforación -en promedio- que se gradúa en base al requerimiento de iluminación natural interior. Además, cuenta con un alero que une la cubierta con la fachada metálica, para controlar el ingreso solar durante los meses calurosos.

En tanto, la fachada oriente presenta una baja ganancia térmica solar. Además, cuenta con una doble piel metálica perforada que controla este efecto. Junto con ello, se incorporaron rollers interiores que controlan el deslumbramiento de las tempranas horas de la mañana.

En la fachada poniente, la pantalla metálica vertical presenta un bajo porcentaje de perforación (20%), con el fin de controlar el ingreso de radiación solar durante las horas de la tarde. Junto con esto, se evita el deslumbramiento que se ocasiona producto de la excesiva radiación solar. Asimismo, frente a la cafetería del primer nivel se plantaron árboles de hoja caduca que controlan el sobrecalentamiento en verano.

En tanto, la fachada sur vidriada ofrece una pantalla muy transparente para aprovechar lo más posible la iluminación natural. Para eso, se consideró un porcentaje de apertura superior al 80% de la pantalla screen panel. Además, esta última se separa 4 metros del muro para aumentar la ganancia lumínica. Los ventanales, por su parte, consideran el control del ruido y también la minimización de las pérdidas térmicas del interior.

Manejo del agua y los residuos

Otro punto por destacar es el ahorro de agua potable de la biblioteca, para lo cual se incorporaron artefactos eficientes en el uso del recurso agua, comparando los valores de caudales y consumos de artefactos. “Tenemos manejo de aguas grises, todas las plantas se riegan con ellas; tenemos paneles fotovoltaicos; optimización de luz solar y mejor control de temperatura interna”, explica la directora interina de la Biblioteca Regional Gabriela Mistral, Paloma Soto.

En el edificio, el reciclaje juega hoy un rol fundamental. Por eso, gran parte del proceso para su desarrollo ha sido acompañado por la Fundación Huancara y el Ministerio del Medioambiente. “Nos capacitaron tanto al equipo como a la empresa de equipo de aseo externa para hacer la separación de residuos. Tenemos reciclaje de botellas PET, latas, papel y cartón. Reciclamos una tonelada y media de insumos el año pasado”, comenta Paloma Soto, quien cuenta que cada piso de la biblioteca dispuso contenedores para estos fines. 

Además de la certificación CES, en el recinto existe una huerta comunitaria que se ha ido ampliando poco a poco. “Queremos también reciclar los residuos orgánicos y siguiendo con el espíritu de Gabriela Mistral, hacemos talleres enfocados en aprender tocando la tierra, para que las personas conozcan las plantas. En la huerta hay poemas de la poetisa. No sólo nos preocupamos del fomento lector que es el corazón de toda la biblioteca, sino también de la educación, nos preocupamos de la sustentabilidad y de la innovación”, explica la directora interina de la biblioteca.

En la huerta inspirada en la Premio Nobel de Literatura existen muchas hierbas medicinales: ruda, albahaca, hierba buena, acelga, tomates, lechugas, acelga y frutillas. “Hemos aprendido los ciclos, cada cuanto se cosecha. Muchas de las lechugas nacieron de semillas que sacamos de lechugas anteriores, hemos aprendido a semillar. No solo queremos trabajar hacia fuera sino también hacia dentro para que el equipo viva la certificación que tenemos”, señala.

Gracias a la mesa de educación para la sustentabilidad creada para impulsar acciones en esa línea, junto al CEAZA, se desarrolló un kit de observación de aves. Además, como la biblioteca se ubica al lado de un humedal existe una bitácora colaborativa, que permite que todos los que piden el kit anoten las aves que observan para que, luego, los investigadores trabajen con ella.

“Queremos que la certificación CES sea más que una placa pegada fuera de la biblioteca. Esperamos que desde este lugar la gente se vaya con conocimiento sobre el cuidado del medioambiente. Este es un edificio muy bonito y cómodo; luminoso, limpio y transparente; con accesibilidad universal y terrazas; un edificio cálido, que tiene verde y está cerca del mar. Todos los edificios debieran construirse en esta línea. Pero el tema de las aguas grises es vital, no se puede construir un edificio sin esos sistemas, no podemos botar el agua y mucho menos con sequía. A partir de lo público hay que dar el ejemplo a los privados, mostrar que el edificio funciona porque nosotros no tenemos ningún problema en su funcionamiento y no es más caro”, concluye Paloma Soto.

Los edificios que mejoran el confort de los pacientes en la Región de Coquimbo

El Instituto de Rehabilitación Teletón Coquimbo ya cuenta con certificación CES, mientras que la posta El Divisadero de Punitaqui optará por la precertificación. En tanto, el Centro de Salud Familiar de Caren de Monte Patria se certificará cuando comience la construcción.

La Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas ha procurado fortalecer la gestión ambiental, territorial y de sustentabilidad en la ejecución de proyectos de edificación pública y patrimonial. En la Región de Coquimbo, destaca su gestión integral en el ciclo de vida de los proyectos, es decir, desde la prefactibilidad y el diseño hasta la obra.

Según Giancarla Gómez, jefe de la Unidad de Planificación de la Dirección de Arquitectura del MOP, se han creado instrumentos que se utilizan de acuerdo con la etapa en que se encuentre el proyecto. En conjunto, éstas conforman el compendio de instrumentos de gestión de la DA-MOP. Esto último a través de la exigencia de implementar un diseño arquitectónico pasivo, eficiencia energética y la evaluación y medición de la gestión a través de la certificación nacional CES.

“En términos generales, en los diseños se solicita una precertificación CES, en la etapa de ejecución, la certificación. En las licitaciones en modalidad de Pago Contra Recepción, que incluye diseño y ejecución, la Dirección de Arquitectura exige que el edificio obtenga la precertificación y certificación CES”, explica la arquitecta.

A la fecha, los proyectos de Salud que incorporaron CES, por mandato de la Dirección de Arquitectura son tres:

1. Reposición Instituto de Rehabilitación Teletón Coquimbo, edificio terminado en mayo del 2021, con certificación CES.

Instituto de Rehabilitación Teletón Coquimbo.

2. Reposición Posta El Divisadero, Punitaqui. En etapa de diseño, actualmente se encuentra en proceso de adjudicación e incluye la exigencia de la precertificación CES.

3. Reposición Centro de Salud Familiar de Caren, Monte Patria. Proyecto licitado en modalidad Pago Contra Recepción DS MOP 108. Hoy en proceso de adjudicación incluye el requisito de la Certificación CES, una vez ejecutada la obra.

“Los proyectos que se incorporan a la cartera de la Dirección de Arquitectura son monitoreados desde sus inicios en la realización de consultas de pertinencia e indígenas, según corresponda. Posteriormente, en el uso de criterios de diseño arquitectónico y de soluciones constructivas que aporten al confort ambiental de los edificios públicos como aspectos fundamentales de nuestra labor como unidad técnica”, señala Giancarla Gómez.

Hospital de La Serena

En tanto, en la Dirección General de Concesiones de Obras Públicas adjudicaron el nuevo Hospital de La Serena, en enero, a la Sociedad Concesionaria Hospital La Serena S.A. Con una inversión de 258 millones de dólares y un plazo de la concesión de 15 años de operación, el proyecto beneficiará a una población de 700 mil vecinos de las comunas de La Serena, La Higuera, Vicuña y Paihuano.

Actualmente, el concesionario está desarrollando el proyecto de ingeniería definitiva, por lo que la etapa de construcción debería iniciarse durante el segundo semestre de 2023. El nuevo recinto contará con una superficie de 121 mil m2 y 668 camas, distribuidas en 146 para pacientes críticos, 332 camas médico quirúrgicas, 90 ginecobstétricas, 48 pediátricas, 18 neonatológicas y 34 para psiquiatría de adulto. El hospital también dispondrá de 15 pabellones, 85 boxes de consultas médicas, dentales y no médicas, 6 salas de atención integral del parto y un servicio de urgencia.

“En materia de eficiencia energética, el nuevo hospital busca contar con un alto estándar en la integración y coordinación de sus especialidades, lo que permitirá que durante su etapa de operaciones el edificio disponga de elementos que le permitan administrar de manera eficiente su gasto energético y optimice recursos. En esta etapa la concesionaria deberá elaborar un informe de Seguimiento de Desarrollo Sustentable que dé cuenta de la eficacia de la implementación de la gestión ambiental aplicada en el proyecto”, explican en la Dirección General de Concesiones.

Fotografía principal: Foto de JJ Ortega en Pexels

DA-MOP: “Queremos que la gente de cada lugar pueda estar satisfecha con sus edificios”

 La Región de Coquimbo y la Provincia del Limarí tiene una variedad de proyectos arquitectónicos, que el director Irarrázabal detalló, principalmente en materia de educación, pero también otros destinados a la cultura, la salud e incluso la formación de Carabineros. En todos, la autoridad rescató la importancia de que los usuarios se sientan acogidos

En su vista a la Provincia del Limarí, el Director Nacional de Arquitectura, Raúl Irarrázabal, se dio el tiempo de conversar con Diario El Ovallino sobre los proyectos de infraestructura que se encuentran en la provincia y la región.

‘La Dirección de Arquitectura es la unidad técnica más grande que tiene el Estado, hay otras menores y más especializadas, pero somos los únicos que hacemos todo tipo de obras, desde una cárcel, una comisaría, un centro cultural, una restauración patrimonial, una iglesia, un liceo, pasos fronterizos, pero lo importante es que todas tienen el mismo estándar de construcción’, comenzó señalando.

Educación

La conversación comenzó en materia de educación, ya que la visita fue dada en el contexto de la entrega del Liceo Alberto Gallardo López de Punitaqui. Al respecto el Director Nacional señaló que a nivel regional cerca de 1.400 estudiantes se verán beneficiados de los seis proyectos que en su totalidad superan la inversión de 33 mil millones de pesos.

En la comuna de Ovalle en particular hay dos escuelas por construir, la primera de ellas es San Antonio de la Villa en la localidad de Barraza, la que tendrá 6 mil metros cuadrados, con una inversión de 2.500 millones de pesos.

En segundo lugar aparece la Escuela Marcos Rigoberto Pizarro en el pueblo de San Julián, la cual tendrá 3.284 metros cuadrados con una inversión de aproximadamente 2.400 millones de pesos.

Ambas obras debiesen ser entregadas durante el año 2023, la primera durante el primer trimestre, mientras la segunda a final del año. También destaca la Escuela Rural de Monte Patria con una inversión de 7 mil millones de pesos.

La gran mayoría de estos establecimientos tendrían la Certificación Edificio Sustentable (CES), que es la misma que se le otorgó al liceo punitaquino, lo cual permite un ahorro energético.

‘La certificación siempre la solicitamos, pero hay que tener en cuenta que nuestros proyectos son mandatados por terceros, entonces en el fondo debemos tener la autorización, porque estas son soluciones que muchas veces tienen un costo mayor al principio, por eso esto debe ser autorizado por el mandante. Pero nosotros siempre tratamos de mantener el mismo estándar en todo Chile’, señaló el Director Nacional.

En educación también está en proceso el Hogar Estudiantil de Combarbalá, ‘lo cual es muy importante para los niños provenientes de los sectores rurales’, según señaló Irarrázabal. Esta tendrá una capacidad para 150 estudiantes y se espera que esté lista a finales del año 2023.

En cuanto a proyectos ya terminados durante los últimos años, el Director Nacional quiso destacar a la nueva Escuela América de Combarbalá y a la Escuela de Canela Baja (su símil de Canela Alta también está en proyecto).

Vestigios regionales a Ovalle

Otro punto a destacar durante la entrevista fue el Depósito Regional para los hallazgos arqueológicos, el cual estará ubicado en la comuna de Ovalle, específicamente en el cruce a Socos.

Este albergará a gran parte de los vestigios del Sitio Arqueológico El Olivar, entre otros hallazgos hechos en toda la región, no solo en cuanto a arqueología, sino también en paleontología y documentos antiguos.

Esta ‘bodega’ no es para ser expuestos al público, más bien para los estudios de especialistas, ‘obviamente que cuando hayan muestras regionales, salen de ahí, se muestran en el museo, y después vuelven al lugar, también pueden salir desde ahí al extranjero con todos los permisos que correspondan, para después volver’, comentó Irarrázabal.

En cuanto a su especialidad, lo netamente arquitectónico, el Director Nacional manifestó que este depósito ‘tiene condiciones soleamiento especiales, no puede dar el sol directo porque puede dañar cualquier objeto, también tienen control de temperatura, tiene cortafuegos para que en caso de un incendio no se queme todo, también tienen extinción de incendios con polvo seco y otros materiales que no dañan los elementos guardados, se incluirán laboratorios, será uno de los primero depósitos regionales de Chile y con la mejor tecnología’.

La elección de Ovalle para esta importante infraestructura tiene dos grandes razones, ‘alguien podría pensar que esto podría estar ubicado en La Serena o Coquimbo, pero este es un depósito regional, hay hallazgos en toda la región, entonces se buscó un lugar en toda la región, se barajó La Higuera, Vicuña, Illapel, Salamanca, pero al final se decidió por Ovalle primero porque las condiciones de humedad son mucho más estables que en la costa, y segundo porque hay una muy buena conexión con el resto de la región a través de las autopistas, por esto se decidió que este era el mejor lugar’, señaló Irarrázabal.

Este proyecto tiene listo su diseño, y prontamente será licitada la ejecución.

Otros proyectos

En el final de esta entrevista el Director Nacional destacó otros tipos de proyectos, como la ampliación de la Escuela de Carabineros en Ovalle, la cual es una de las cinco que se están construyendo en Chile.

‘Para tener a personas dos años en una escuela, porque básicamente viven ahí en internados, se necesitan instalaciones de otro tipo, entonces primero está el tema habitacional, pero además está la formación de los futuros Carabineros que ahora es más compleja, por eso la infraestructura necesita condiciones adecuadas’, detalló.

También se destaca el nuevo CESFAM de Carén, el cual es un anhelo de años de los vecinos del sector.

‘Nuestra misión es dar empleo en cada uno de los sectores donde hacemos obras, de hecho siempre pedimos a todas las constructoras que un porcentaje de los trabajadores, de entre 10 a 20%, sean habitantes del lugar’, indicó.

La gran mayoría de los proyectos debiesen ser ejecutados y terminados en el próximo gobierno de Gabriel Boric, al respecto el Director Nacional señaló que ‘la dirección de arquitectura en general ha mantenido una misma línea, a pesar de que han cambiado los gobiernos, los ministros y los directores, pero ha mantenido una línea estable porque es más que nada una dirección técnica’.

Identidad local

Uno de los factores más importantes en la realización de proyectos para el Director Nacional, es que las construcciones no solo encuentren calidad técnica, sino también una identificación con la comunidad que lo usará, un ejemplo de esto son los trazos diaguitas en el Hospital Provincial de Ovalle.

‘La gente debe sentir que el edifico es suyo y que lo identifica, por su arquitectura, sus colores, su infraestructura, porque si no, pasa a ser una cosa ajena’, comenzó señalando Irarrázabal.

‘Queremos que la gente de cada lugar pueda estar satisfecha con sus edificios, cada edificio es una verdadera obra de artesanía, porque todos son distintos, siguiendo estándares según su ubicación geográfica, su contexto climático y la identidad de las personas que habitan el lugar’, concluyó.

Fuente: El Ovallino