Premio CES 2025: Colbún, PUC y Junji cuentan con los edificios más sustentables del país

Desde Diego de Almagro, Temuco y Santiago, hasta Timaukel y la Antártica, los proyectos premiados en la séptima edición del Premio CES reflejan la diversidad territorial de la edificación sustentable en Chile. La certificación reconoció en la CChC, a iniciativas públicas y privadas que lideran en eficiencia energética, confort ambiental y reducción del impacto ambiental.

En el auditorio de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) se realizó la ceremonia de entrega del Premio CES 2025, que distinguió a los proyectos mejor evaluados en el sistema Certificación Edificio Sustentable (CES) durante el último año. La instancia premió a instituciones públicas y privadas que lideran la transición hacia una construcción más responsable, eficiente y saludable en todo Chile.

Los proyectos ganadores de esta séptima edición provienen de distintas zonas del país, desde Diego de Almagro (Atacama), Temuco (La Araucanía) y Santiago (Región Metropolitana), hasta Timaukel (Magallanes) y la Base Aérea Presidente Frei en la Antártica, evidenciando que la sustentabilidad no es exclusiva de una región, sino un objetivo alcanzable a lo largo del territorio.

En representación de la Cámara Chilena de la Construcción, el vicepresidente Claudio Cerda señaló: “Es un honor dar la bienvenida a esta edición de los Premios CES 2025, reconocimiento que se ha consolidado como un referente nacional para destacar los proyectos que están marcando la diferencia en materia de sostenibilidad en la construcción”.

“Hemos sido testigos de una evolución real: hoy existe mayor conciencia, mejores prácticas y un compromiso creciente con la eficiencia energética, el confort ambiental y la reducción del impacto en nuestros territorios”, afirmó Ricardo Fernández, presidente de CES.

“Hoy, más de 650 edificios de uso público están en proceso de certificación. Eso significa mejores espacios para las personas, ahorro energético para los mandantes, y un impacto ambiental más controlado y medible. Es un logro del que todos podemos sentirnos orgullosos”, agregó.

Desde el sector público, el director nacional de la Dirección General de Obras Públicas del MOP, Boris Olguín, expresó: “Una vez más como Ministerio de Obras Públicas nos hacemos presente en esta instancia, donde se premia a los consultores, a los desarrolladores, a los servicios públicos, a los profesionales que están detrás de esto; a toda una estructura, una orgánica que se ha preocupado efectivamente de relevar el tema de la sostenibilidad”.

El presidente de CES finalizó la ceremonia con un llamado al mundo privado: “Nuestro desafío aún no está completo. Hasta ahora, CES ha sido adoptado principalmente en el mundo público. Sin embargo, es fundamental que el mundo privado también se sume y en ello todos ustedes, socios de la Cámara, tienen mucho que colaborar. El sector privado tiene el talento, los recursos y la capacidad de innovación necesarios para acelerar esta transformación. Y la certificación CES está preparada para acompañar ese camino, con una metodología sólida, transparente y adaptada a la realidad nacional”.

Asimismo, Fernández hizo hincapié en que “la sustentabilidad no es una opción, es una responsabilidad compartida. Sigamos construyendo con propósito, con datos, con evaluación técnica y con visión de futuro”, y recordó los impactos tangibles reportados por CES desde 2014 y hasta 2024: 

  • Reducción anual de 51 millones de kWh, equivalente al consumo de 17.000 viviendas.
  • Disminución de 25.900 toneladas de CO₂, equivalente a sacar 11.000 autos de circulación por un año.
  • Ahorro estimado de $1.800 millones al año en costo social por reducción de emisiones.

Proyectos ganadores

Categoría: Edificios Certificados

Primer lugar
Oficinas Administrativas de la Planta Fotovoltaica Diego de Almagro Sur
(Colbún) – Región de Atacama – 73,5 puntos

Reducción del 84% en horas de disconfort térmico pasivo y 60% en demanda anual de energía para climatización e iluminación.

“Este premio nos motiva enormemente a seguir trabajando en nuestro diseño y nuestra idea de mantener unas oficinas sustentables, que es primordial para nosotros, sobre todo en el ámbito de la energía renovable, que es hoy día donde estamos apostando”, señaló Carlos Alberto Frías, subgerente de proyectos fotovoltaicos y BESS de Colbún.


Empate en segundo lugar (70 puntos):

Sala Cuna y Jardín Infantil Pinocho, Temuco – JUNJI – Región de La Araucanía
“Demuestra que el diálogo, el compromiso y el objetivo común puede transformar la forma en que construimos, educamos y vivimos”, destacó Felipe Barros, arquitecto de JUNJI Araucanía.

Edificio Aulas Pataguas, Torre B, Campus San Joaquín – PUC – Región Metropolitana
“Nos ha permitido consolidar la definición de estándares tanto de arquitectura como de las principales instalaciones, permitiendo implementar mejores espacios, mejores lugares para los alumnos, para nuestra comunidad en general y sobre todo sin descuidar el uso eficiente de los recursos”, señaló Francisco Palacios, jefe de proyectos de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Categoría: Proyectos Precertificados

  • Primer lugar: Edificio Consistorial Timaukel – Región de Magallanes – 87,5 puntos
  • Segundo lugar: Anteproyecto Aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin – Antártica – 86,5 puntos
  • Reposición Escuela Básica Molco Alto – Región de Los Ríos – 75,5 puntos

Premios especiales

  • Profesional Destacado: Waldo Bustamante, ingeniero civil mecánico de la Universidad de Chile y director del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable UC (CEDEUS). “Estamos en un momento bien particular, en el año 25 de este siglo, un cuarto de siglo, donde los desafíos del país apuntan hacia el 2050, tenemos compromisos que son importantes para el país, porque yo creo que lo que hemos hecho hasta el momento y los desafíos que vienen traen caminos y desafíos que tenemos que resolver”, señaló al aceptar el premio.
  • Política Pública Destacada: Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI). “Cuando contamos con espacios, patios, aulas; cuando manejamos responsablemente los residuos, cuando tenemos sistemas de riego eficiente o un invernadero que acerca a niños y niñas a las maravillas de la naturaleza; no solo creamos un espacio educativo de calidad, sino que también sembramos desde la primera infancia valores de sostenibilidad y conciencia ambiental”, manifestó Daniela Triviño, vicepresidenta ejecutiva de Junji.
  • Iniciativa Privada Destacada: Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC). Recibió el premio Tomás Dalla Porta, director de Infraestructura, quien afirmó que “la Universidad Católica de Chile ha consolidado su compromiso con la sustentabilidad a través de la incorporación de criterios sustentables en sus procesos de construcción y licitación, de infraestructura embarcada en su estrategia para la acción climática y carbono neutral al 2038 y en su plan de desarrollo institucional”.
  • Premio a la Trayectoria 10 Años CES: Margarita Cordaro Cárdenas, arquitecta de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, vicepresidenta de CES. La profesional que tiene una carrera de más de 40 años dedicados a la construcción sustentable, expresó con emoción que “Chile está dando un ejemplo en esta certificación de sus edificios con una seriedad bárbara, con un grupo de consultores maravillosos, con evaluadoras increíbles; y lo más importante, con arquitectos, empresas constructoras, consultoras, ingenieros, constructores, todos comprometidos”.

Avances clave en la normativa técnica chilena: La contribución de CES

Hernán Madrid, jefe de la certificación, expuso en un seminario de la UTEM sobre los cambios de la actualización de la medición térmica de la ordenanza, prevista para noviembre. “Estas modificaciones son particularmente relevantes para edificios de uso público, como los de salud y educación, en los cuales CES ha colaborado activamente”, sostuvo.

En el contexto del seminario “Actualización de la normativa técnica chilena en el rubro de la construcción”, realizado el 18 de junio en la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), se dieron cita diversos expertos para abordar las últimas versiones de las normas y su impacto en el sector. 

Uno de los expositores clave fue Hernán Madrid, ingeniero civil y jefe de Certificación CES administrada por el Instituto de la Construcción (IC). Madrid ofreció una detallada presentación sobre el sistema de Certificación Edificio Sustentable (CES), destacando su carácter voluntario y su trayectoria de 10 años, consolidándose como una alianza público-privada que involucra a entidades como el Ministerio de Obras Públicas, la Cámara Chilena de la Construcción, el Colegio de Arquitectos, el Instituto de la Construcción y los ministerios de Energía y Vivienda.

Administrada por el Instituto de la Construcción, CES opera mediante la evaluación de un tercero, asegurando la objetividad en la certificación. Esta aborda tres grandes categorías: ambiente interior y energía (las más impactadas por las recientes actualizaciones normativas), eficiencia en el uso de agua, materiales y residuos, e innovación.

Con más de 600 proyectos en diversas etapas de certificación, distribuidos en todas las regiones del país, CES ha demostrado ser una herramienta efectiva para la sostenibilidad. “Los edificios certificados logran un ahorro energético significativo, con consumos que oscilan entre un tercio y un 50% del promedio nacional, lo que se traduce en una notable reducción de emisiones y un impacto relevante en los presupuestos de operación, especialmente en edificaciones de gran escala como hospitales”, explicó Madrid. 

Desafíos y actualizaciones en la normativa térmica

Madrid se centró en los cambios que trae la actualización de la medición térmica de la ordenanza, cuya entrada en vigor está prevista para noviembre. “Estas modificaciones son particularmente relevantes para edificios de uso público, como los de salud y educación, en los cuales CES ha colaborado activamente con mesas de trabajo junto a los ministerios de Salud, Educación y Vivienda”, detalló.

Los cinco puntos clave de esta actualización, desde la perspectiva de los edificios de uso público, son:

  1. Cambio en la zonificación térmica: Se transita de zonas climáticas a zonas térmicas para establecer los requisitos, lo cual impactará directamente en el modelo de certificación del CES.
  2. Nuevos requisitos de calidad para la envolvente: Se exigirán estándares mínimos actualizados para los cerramientos, que, aunque en su mayoría ya estaban cubiertos por la certificación CES en versión 1.1, requerirán algunos ajustes finos.
  3. Exigencia de condensación superficial e intersticial: La evaluación de la condensación, que antes en CES se limitaba a salas de clase en educación, ahora se amplía a todos los recintos docentes y médicos.
  4. Incorporación de la medición de infiltración de aire: Se establece un requisito obligatorio para medir la infiltración de aire no controlado, lo que requerirá la implementación de ensayos específicos para edificios de salud y educación.
  5. Requerimientos de ventilación: Este aspecto, vital para el confort y la calidad del aire interior, ya estaba cubierto por el sistema de certificación CES, por lo que no demanda mayores actualizaciones.

En el seminario también participaron otros destacados expertos como Lucio Ricke, presidente del Consejo de Normalización de la Construcción del IC, quien enfatizó el rol de su entidad en la articulación de la normativa y la necesidad de aumentar el conocimiento sobre los procesos normativos. También expuso Susana Jara, del Departamento de Tecnologías de la Construcción del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), quien abordó la actualización de la normativa para la industrialización en el sector habitacional, destacando el avance en la vivienda industrializada tipo (VIT) y sus beneficios en la reducción de plazos y residuos; y Marlena Murillo, consejera del Colegio de Ingenieros y miembro del Instituto Chileno del Acero (ICHA), que detalló el rol de este en la promoción del uso del acero y el desarrollo de normas técnicas, incluyendo las de diseño de elementos de acero y sísmico.

El seminario completo está disponible aquí:

Caminar en círculo nos lleva al futuro

Desde el inicio de la Revolución Industrial la humanidad ha estado dominada por un sistema económico absolutamente lineal: producir, consumir y desechar. No es necesario detenerse a explicar el impacto que este modelo ha tenido en nuestro medio ambiente. Son tan graves que según un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU nuestro planeta va a alcanzar el decisivo límite de 1,5 ℃ por encima de la temperatura de la época preindustrial en el año 2030.

Es por eso por lo que urge cambiar la economía lineal por una circular y el desafío es trabajar con una visión de largo plazo que permita generar un modelo que vaya más allá del reciclaje y en el que las empresas y organizaciones de todo tipo y tamaño se hagan cargo adecuadamente de sus residuos, valorizarlos y dándoles una nueva vida o uso.

Todos lo sabemos, pero muchos olvidamos que vivimos en un planeta de recursos finitos y cada día somos más humanos con un modelo de vida que es imposible sustentar, el principal pilar de la economía circular es la regeneración. Sus acciones buscan restaurar el equilibrio que necesita el ecosistema para que nuestra especia pueda prosperar en armonía con la naturaleza.

Ya entrando en materia, en la construcción es habitual la recuperación de los despuntes de acero para reciclarlos y fabricar acero nuevo. Pero no sólo los despuntes de acero son residuos en una obra, también hay madera, hormigón, plásticos y vidrios, entre otros. En el mundo, la construcción es responsable del 35% de los residuos sólidos.

“Actualmente los Residuos de la Construcción y Demolición (RCD), son un gran problema en el mundo, y en Chile generamos mucho más. Por ejemplo, en un país desarrollado la construcción de un edificio habitacional genera 0,14 metros cúbicos (m3) de residuos por cada metro cuadrado (1m2) construido. En cambio, en nuestro país, para ese mismo edificio generamos 0,26 m3 por m2, casi el doble”, explica Felipe Ossio, académico de la Escuela de Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Chile y vicepresidente del SubComité de Economía Circular del Instituto de la Construcción (IC).

“En una primera etapa en Chile hemos abordado la economía circular en la construcción a través del concepto de gestión de residuos. Tanto públicos como privados han dado pasos fundamentales y con grandes resultados en esa línea, pero es indispensable transitar a modelos circulares que incluyan las etapas de gestión y diseño. Primero, hay que tener claro que los materiales y componentes deben mantenerse circulando en la tecnósfera (ciclos técnicos) y biosfera (ciclos biológicos) por el mayor tiempo posible con la mayor calidad posible; debemos privilegiar uniones físicas antes que químicas que permitan el desmontaje, adaptación, recuperación y mantenimiento de estos”, señala Anamaría De León arquitecta y consultora en economía circular, miembro del SubComité de Economía Circular del IC.

Y agrega que “en la etapa de diseño arquitectónico y de materiales se define entre el 60% y 80% de la sostenibilidad de una obra o producto. El diseño para la deconstrucción, diseño para la reversibilidad, banco de materiales, modulación y estandarización reversibles y diseñar por capas, son algunas de las estrategias que podemos activar en etapas tempranas de un proyecto.”

Para enfrentar este problema, el programa Construye2025, impulsado por Corfo y administrado por el Instituto de la Construcción, elaboró una Hoja de Ruta RCD Economía Circular en Construcción, que se lleva a cabo en conjunto con los ministerios de Vivienda, Medio Ambiente y Obras Públicas.

El objetivo es lograr un país que gestiona sus recursos en forma eficiente, por lo cual trabajan en cinco ejes estratégicos: el ordenamiento y planificación sustentable del territorio; la coordinación y articulación pública; la cadena de valor sustentable y circular; la necesidad de desarrollar y fortalecer plataformas de datos que entreguen información para el diseño de políticas públicas y creación de nuevos mercados en torno a la economía circular en construcción; y la remediación ambiental de los resultados de la extracción de áridos y disposición inadecuada de los RCD.

La iniciativa busca generar una industria más productiva disminuyendo en un 20% los costos de producción; aumentar en un 20% las edificaciones sustentables y disminuir en un 30% las emisiones de CO2 al 2030.

La coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025 a cargo de la iniciativa, Alejandra Tapia, señala que la economía circular busca optimizar los recursos mejorando la sustentabilidad, productividad y competitividad de las empresas, así como también impulsar la innovación para la creación de modelos de negocios y servicios que disminuyan la extracción de recursos, constituyendo una oportunidad para ampliar la base de la economía del país.

Así, no sólo tenemos una industria más sustentable, sino que también la economía circular ayuda a generar nuevos empleos que la OIT los cataloga como “empleos verdes” y los califica de la siguiente manera: “Empleos decentes que contribuyen a preservar y restaurar el medio ambiente ya sea en los sectores tradicionales como la manufactura o a la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética”. Más aún hace hincapié en que estos empleos verdes permiten: aumentar la eficiencia del consumo de energía y materias primas; limitar las emisiones de gases de efecto invernadero; minimizar los residuos y la contaminación; proteger y restaurar los ecosistemas; y contribuir a la adaptación al cambio climático.

Desde hace más de un año, el Instituto de la Construcción articula, junto a un gran número de reparticiones gubernamentales, universidades, oficinas de ingenieros y arquitectos, además de empresas privadas y organismos que las representan, como el Instituto Chileno del Acero y la Corporación de Desarrollo Tecnológico; el Subcomité de Economía Circular, que está trabajando para promover y aplicar en la construcción este modelo, cuyos beneficios son claros y muy palpables. Además de la disminución en el uso de la energía, lo que permite reducir la huella de carbono en la construcción, está el mejoramiento de la calidad de vida de las personas, pues permite contar con ciudades más sustentables y pensadas en beneficio de la sociedad.

Este es un tema muy relevante, pues el Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) estimó que en 2050 el 90% de la población latinoamericana vivirá en ciudades, es decir alrededor de 570 millones de personas. Si somos conscientes y trabajamos en beneficio de ellas, muchas de estas personas podrán disfrutar de un medioambiente más sano y una mejor calidad de vida para mediados de este siglo.

Fuente: Instituto de la Construcción

Chile avanza en su estrategia de huella de carbono para la construcción

Gracias al trabajo público-privado, el país contará con lineamientos, metas, responsables e indicadores de seguimiento para fomentar el uso sustentable de los recursos, a lo largo de todo el ciclo de vida de los proyectos.

Elevated view of the city of Antofagasta, Chile

Debido al impacto que genera la construcción y operación de las edificaciones en el medioambiente, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Instituto de Cemento y Hormigón de Chile (ICH) formaron, en 2018, una mesa público- privada que buscaba definir metodologías de levantamiento de monitoreo reporte y verificación, bases de datos y calculadoras para promover la gestión y reducción de Huella de Carbono en la Construcción.

Con este fin, el Minvu –a través de la Secretaría ejecutiva de Construcción Sustentable de la Ditec- convocó a 10 instituciones del sector construcción, entre ellos, los ministerios de Medio Ambiente, Obras Públicas y Energía, el Instituto de Cemento y Hormigón de Chile (ICH), el Instituto Chileno del Acero (ICHA), Madera21 de Corma y el Instituto de la Construcción, con la participación de Hernán Madrid, jefe de CES, como representante. 

El primer año se dedicó a nivelar conocimiento y gestionar acuerdos. Luego, se acordó formalizar una mesa técnica, cuyo fin era definir una visión estratégica y plan de trabajo a mediano plazo, asociado a actividades, productos y estrategia de financiamiento. Así fue como, a mediados de 2019, en el Instituto de la Construcción, se consolidó el Comité de Huella de Carbono del Sector Construcción, como una de las iniciativas del programa de trabajo del Convenio entre el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el IC, en el que también participó el jefe de CES. 

Uno de los logros de este comité fue el estudio “Estado del arte nacional e internacional de alternativas metodológicas para levantamiento de datos, monitoreo, reporte y verificación y calculadoras de Huella de Carbono”, que permitió conocer el estado del arte nacional e internacional y hoy están disponibles en el sitio web de CES. Como segunda etapa, se definieron objetivos y hoja de ruta para los próximos tres años, lo que llevó a pensar en la implementación de una estrategia a largo plazo para la gestión de la huella de carbono del sector.

Hoy, se desarrolla la “Estrategia Nacional de Huella de Carbono Sector Construcción, Chile”, que establecerá lineamientos, metas, responsables e indicadores de seguimiento para fomentar el uso sustentable de los recursos, a través de la gestión eficiente de la huella de carbono del sector a lo largo de todo el ciclo de vida, es decir, incluyendo tanto el carbono incorporado como el carbono operacional. 

Los documentos de la estrategia ya están disponibles para consulta en el sitio web de Certificación Edificio Sustentable.

Descarga aquí la Estrategia Nacional Huella de Carbono y la presentación del Minvu.

Licitan estudio para definir edificación energía neta y cero emisiones en Chile

En el marco del convenio de colaboración entres los ministerios de Energía y Obras Públicas y el Instituto de la Construcción -entidad administradora de CES-, se busca definir los conceptos y su implicancia en el desarrollo de instrumentos y herramientas.

Elevated view of the city of Antofagasta, Chile

En línea con los objetivos del Acuerdo de París, todos los edificios nuevos deberán diseñarse para operar con carbono neto cero a partir de 2030 y el 100% de los edificios (nuevos y existentes) deben operar con carbono neto cero para 2050. La industria de la construcción ha respondido con el avance hacia edificaciones de menor demanda energética y menores emisiones de carbono asociadas. 

Por eso, el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas y el Instituto de la Construcción están licitando el “Estudio del estado del arte de definiciones de edificación cero energía neta y cero emisiones netas en el contexto regulatorio internacional”.

Lo anterior, porque en Chile no existe una definición estandarizada de la definición de net zero o cero neto para los dueños, diseñadores y operadores, de edificios. Esto afecta  la cuantificación del consumo energético y de las emisiones de carbono de las distintas edificaciones  en base a los mismos alcances a lo largo del ciclo de vida. Igualmente, se espera que el estudio llegue a una definición en los distintos documentos de las políticas de estado, para armonizar metodologías y establecer metas.

Las definiciones que se propongan deberán estar en concordancia con las herramientas nacionales vigentes Calificación Energética de Viviendas CEV, Certificación de Vivienda Sustentable CVS, Certificación Edificio Sustentable CES y los términos de referencia estandarizados TDRe DA MOP, en las que se implementaran las consideraciones de NZEB y/o NZCB.

Encuentra aquí las bases técnicas y administrativas AQUÍ.
Encuentra las preguntas/respuestas AQUÍ.

Plazos

  • Plazo para recepción de propuestas para el desarrollo del estudio, de acuerdo a los TDR adjuntos: hasta el lunes 14 de diciembre de 2020.
  • Las consultas, si las hubiese, serán recibidas hasta el miércoles 9 de diciembre, en el correo hmadrid@iconstruccion.cl, y se enviarán las mismas respuestas a todos los consultores invitados a participar.
  • Los resultados serán informados el martes 22 de diciembre 2020 por este mismo medio.