Aprendizajes desde Alemania y Países Bajos para el futuro de CES

Por Hernán Madrid, jefe de CES.

Durante abril, en conjunto con el presidente de CES, Ricardo Fernández, estuvimos en Alemania y Países Bajos con el objetivo de conocer el estado de avance tecnológico y de experiencias en edificios claves para el desarrollo de la versión CES Aeropuertos y para las futuras actualizaciones de CES.

Durante la primera parte de la misión en Múnich, Alemania, participamos en la feria BAUMA y nos sumamos a algunas actividades coordinadas por la CAMCHAL, Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria, con diferentes actores de la industria de la construcción en Alemania. 

Nuestro objetivo principal era ver materiales y tecnologías que aporten a la incorporación de electromovilidad, uso de hidrógeno verde en vehículos y descarbonización. Los aspectos más destacados que encontramos fueron:

  • Elementos y equipos de apoyo para los procesos constructivos que incorporan generación en sitio y electrificación para su funcionamiento, disminuyendo o eliminando emisiones de CO2.
  • Maquinaria habitual en construcción que ya presenta modelos comerciales eléctricos, como camiones de carga, camiones mixers, retroexcavadoras, bombas de hormigón, entre otros.
  • Automatización de muchos de los procesos constructivos “no industrializables”, como el movimiento de tierra y pavimentaciones, con modelos comerciales de venta e investigación y desarrollo de la Universidad Técnica de Munich.
  • Procesos para captura de carbono en las industrias de materiales y posibles usos de ese carbono capturado, destacando las investigaciones del centro Fraunhofer-Gesellschaft donde lo incorporan al cemento, en la misma línea que las puzolanas en nuestro país, permitiéndoles generar un “hormigón carbono neutral”.

En la segunda parte de la misión estuvimos en Países Bajos para conocer la realidad de dos aeropuertos que operan de manera sustentable, alcanzando la acreditación ACA (Airport Carbon Accreditation) en nivel máximo y con una cantidad de pasajeros comparables con nuestra realidad en Chile, de modo de que las estrategias que implementan puedan servir de ejemplo para la herramienta que estamos desarrollando en CES.

Primero visitamos el Aeropuerto de Schiphol en Ámsterdam AMS. En 2024, pasaron por sus tres terminales 67 millones de pasajeros, si bien es casi tres veces más que nuestro AMB de Santiago, muchas de las estrategias implementadas pueden ser usadas en nuestros aeropuertos.

Durante el desarrollo de los estudios realizados por la Dirección de Aeropuertos del Ministerio de Obras Públicas, como base para el desarrollo de la versión CES Aeropuertos, Schiphol siempre ha destacado como referente en diversos ámbitos. Los aspectos más que nos interesaba conocer eran el uso eficiente de energía y de agua, acústica, economía circular, uso de cubiertas verdes y huella de carbono.

Precisamente este último punto es uno de los más interesantes, ya que al contar acreditación en nivel 5 de ACA, necesariamente tienen que cuantificar y reducir la huella de carbono de los pasajeros e incluir las operaciones aéreas.

La integración con el transporte público, especialmente con la redes de trenes de Países Bajos, es una de las estrategias mejor logradas, lo que permite que la gran mayoría de los pasajeros lleguen y salgan en tren, disminuyendo considerablemente su huella de carbono.

Por último, visitamos el Aeropuerto de Rotterdam The Hague RTM. Por su terminal pasaron 2,1 millones de pasajeros en 2024, comparable con nuestros aeropuertos de El Loa (Calama), Andrés Sabella (Antofagasta), Carriel Sur (Concepción) o El Tepual (Puerto Montt). 

Este aeropuerto, aún con su pequeña escala, destaca por sus estrategias de uso eficiente de energía, considerando estrategias simples para sombreamiento, gestión de residuos, electromovilidad y reducción de huella de carbono en su operación.

La información, tecnología, aplicación de estrategias de sustentabilidad y los desafíos que han debido superar fueron enormemente enriquecedoras, y sin duda una valiosa contribución para nuestra futura versión CES Aeropuertos y las actualizaciones del modelo CES que vendrán.

Siguiendo el camino de Europa en carbono neutralidad

Por Hernán Madrid, jefe de CES.

Lograr edificios carbono neutrales es una de las grandes metas de la industria de la construcción en Europa. De hecho, el continente tiene metas muy concretas de reducción de emisiones estimadas para 2030 y 2050. La industria es muy transparente con sus impactos y se ha concentrado en desarrollar soluciones innovadoras ligadas tanto a la metodología constructiva como a los materiales.

Por su parte, nuestro país presentó a las Naciones Unidas en abril de 2020 la actualización de su NDC, que plantea alcanzar la neutralidad de emisión de GEI para 2050, fijando como meta la emisión de 95 millones de toneladas equivalentes (MtCO2eq) para 2030.

Si queremos avanzar con decisión hacia la carbono neutralidad en nuestras edificaciones es una buena idea fijarnos en los que lo han hecho mejor. En este sentido, la Unión Europea muestra más avances en carbono neutralidad a nivel mundial.

Y es un área desde la que podemos apoyar con CES, a través de una herramienta para cuantificar las emisiones de huella de carbono, así como potenciar las estrategias que contribuyan a ese objetivo, por medio de direccionamiento en las cantidad de puntos de los requerimientos dentro del sistema de certificación. 

Una mirada reciente al respecto es la que se ha venido desarrollando con la Dirección de Arquitectura del MOP, con la cuantificación de emisiones durante la operación de los edificios y el desarrollo de versión CES Aeropuertos, en conjunto con la Dirección de  Aeropuertos, que incluirá con mayor fuerza los temas de cuantificación de huella de carbono en operación, incorporando, además, la huella de carbono durante el proceso completo de la edificación, por lo tanto incluirá los materiales y los procesos constructivos que se van a evaluar, junto con estrategias específicas que favorecen la reducción de la huella de carbono, por ejemplo, temas de electromovilidad y de uso de hidrógeno verde dentro de vehículos en los terminales.

Precisamente, el último punto es el que ha ido tomando más fuerza y que pude constatar en el aeropuerto de Lyon, Francia. Hoy, el uso de hidrógeno verde está incluido formalmente en la operación del recinto aeroportuario a nivel de vehículos. Es difícil que en un corto plazo los edificios operen con esta fuente de energía, pero sí con renovables a partir de energía solar.

El uso de energía renovable en el sitio contribuye significativamente a la reducción de la huella de carbono del sistema de operación. En el caso del edificio piloto de Punta Arenas, se veía que el impacto de tener generación fotovoltaica del 40% de la energía requerida,  tiene un impacto superior a la reducción del 40% en términos de emisiones.

Para llegar a la carbono neutralidad, el aeropuerto de Lyon ha añadido elementos que nosotros podemos incluso ampliar, por ejemplo, en Francia no hay impulso a que la calefacción sea a través de electricidad con bombas de calor, sino que a través de gas y avanzar hacia biocombustible. Pero acá, como tenemos un mayor potencial de uso de renovables, tenemos una mejor proyección pensando en la carbono neutralidad.

En nuestro país tenemos grandes posibilidades con las renovables y el uso de hidrógeno verde, que si los combinamos con el ejemplo de países con mayor desarrollo, nos permitirán avances mucho más rápidos y directos. El camino se ve bastante claro, aprendamos de los países más desarrollados y potenciemos nuestras ventajas locales para alcanzar la carbono neutralidad de manera efectiva.

Economía circular, huella de carbono y electromovilidad: la mirada a futuro de CES

El equipo de Certificación Edificio Sustentable ya está pensando en el desarrollo de nuevas versiones, que incorporarán indicadores relacionados con ejes fundamentales para un país que lucha contra el cambio climático.

Al menos tres temas nuevos están marcando la pauta en el trabajo que desarrolla el equipo de Certificación Edificio Sustentable (CES) junto a las instituciones involucradas en el Comité Directivo para evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de edificios de uso público en Chile. Se trata de lineamientos que paulatinamente irán incorporándose en las siguientes versiones del sistema de certificación.

“Hemos estado revisando varios temas. El primero tiene que ver con indicadores asociados con cuantificación de la huella de carbono del edificio. Hemos trabajado en la versión 1.1 que vamos a liberar a fin de año, la cual va a incorporar la cuantificación de las emisiones de carbono en la operación”, comenta el jefe de CES, Hernán Madrid.

Adicionalmente, en el contexto del convenio de colaboración con los ministerios de Energía y de Obras Públicas, se está desarrollando un estudio piloto para medir la huella de carbono completa de un edificio ya certificado, como es el Centro Día Adulto Mayor de Punta Arenas. De esta manera, se ha podido explorar la cuantificación de las emisiones, además de la etapa de operación, lo que ha permitido revisar materiales, proceso de construcción, transporte de materiales y elementos constructivos. “Lo que estamos tratando de hacer es ver las brechas que hay, lo que nos falta y cómo abordarlo”, señala Hernán Madrid.

El objetivo de este trabajo ha sido entregar información e incorporar los lineamientos que ha desarrollando la Mesa de Huella de Carbono para la Edificación, albergada en el Instituto de la Construcción, en el marco de un convenio de colaboración con el Ministerio de Vivienda, donde CES ha estado participando desde el comienzo, de manera de alinear sus metodologías con el trabajo que se desarrolla en el país. 

“Con todos esos antecedentes esperamos desarrollar un set de requerimientos para incorporar en una futura versión 2 de la certificación, que apunte a cuantificar la huella de carbono durante todo el ciclo de vida del edificio, considerando la operación que ya la tenemos abordada y la etapa diseño con  materiales y productos para la construcción, el proceso constructivo y la posterior renovación y mejoramiento del edificio”, detalla el jefe de CES.

Economía circular

El segundo punto en el que se ha estado avanzando es la economía circular. Si bien, ya existe una actualización de esta mirada en la versión 1.1, que tiene que ver con el plan de gestión de residuos durante la construcción y la cuantificación de los residuos que genera el proceso de construcción, en las siguientes versiones queremos incorporar indicadores directos de economía circular. “Algunos tienen que ver con la reutilización de un edificio completo o de parte de ellos. Los edificios patrimoniales tienen algo de eso, pero ahora la mirada es más amplia. La idea es que las partes del edificio o uno completo se diseñe pensando en modularidad, para poder desarmarlo y poder armarlo en otro lugar”, indica Hernán Madrid.

En definitiva, la apuesta es lograr la reutilización del edificio, su estructura, terminaciones o la envolvente. El segundo punto considerado para una nueva versión de la certificación es la reutilización de material. “El ejemplo más fácil de visualizar es el pavimento: los áridos que se usan nuevamente como si fueran un material nuevo en los alrededores. Vamos a buscar la reutilización de todo tipo de materiales”, afirma el jefe de CES.

Finalmente, muy de la mano de la innovación, la mirada se ha puesto sobre la electromovilidad. “La línea que hemos explorado en el marco del convenio de colaboración direccionaba a la incorporación de elementos que faciliten la  electromovilidad en la ciudad. Buscamos identificar cuántos estacionamientos deberían tener cargadores eléctricos, qué características deberían tener, por ejemplo”, señala Hernán Madrid.

Asimismo, CES no ha estado ajeno a la incorporación del hidrógeno verde como fuente de energía, debido a la amplia gama de aplicaciones que puede ofrecer. “Hemos visto algunas a escala cerrada en instalaciones de aeropuertos o centros de distribución. Al movilizarse equipaje o encomiendas, en descarga de camiones y almacenaje; equipos que se utilizan con energía eléctrica que puedan migrar para que esa energía esté en forma de hidrógeno verde. Son temas nuevos, pero debemos darle cabida dentro de la certificación”, concluye el jefe de CES.