Premio CES 2021: los edificios más sustentables están en el sur de Chile

En la categoría Certificado, la Piscina Temperada de Talca obtuvo el primer lugar; mientras que como Precertificado, fue reconocido el proyecto Sala Cuna y Jardín Infantil Pinocho de Temuco.

En un país altamente vulnerable al cambio climático, que requiere incorporar estrategias de sustentabilidad en sus edificaciones, la Certificación Edificio Sustentable (CES) reconoce anualmente a edificios que las han incorporado, de modo de poner en valor las mejores prácticas sustentables y el esfuerzo de certificarlas.

Este jueves 9 de septiembre, se realizó la ceremonia de la tercera versión del Premio CES 2021, donde fueron reconocidas las edificaciones con mejores puntajes en las categorías Certificado y Precertificado. 

“Nos llena de orgullo contar con más de 400 proyectos trabajando con CES de los cuales 74 se encuentran certificados, 238 precertificados y el resto en proceso de asesoría. CES, además de ser un reconocimiento al esfuerzo y logro obtenido por cada equipo en cada proyecto, acredita el aporte a mejorar la calidad de vida de las personas en sus ambientes de trabajo, atención, servicios, deporte, esparcimiento y estudio, donde pasan gran parte del día, impactando positivamente en nuestra sociedad”, comentó la presidenta de CES, Paola Molina. 

Este año, el primer lugar se quedó en la Región del Maule, donde la Piscina Temperada de Talca, mandatada por el Gobierno Regional y el Instituto Nacional del Deporte, logró un aumento significativo del confort térmico pasivo, una reducción de las demandas de energía para climatización e iluminación superior al 29% y una reducción del consumo de agua de más del 49%. 

“La eficiencia energética de CES se nota en el comportamiento interior de los edificios, en el confort. No sientes ni frío ni calor, es un confort muy especial. Si vas a la piscina lo vas a sentir”, afirmó el director regional de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas Maule, Ervin Castillo. 

El edificio -que cuenta con más de 1.900 metros cuadrados de superficie construida total- obtuvo 70 puntos de un total de 100 durante 2020, lo que le permitió alcanzar el nivel de Certificación Sobresaliente. “La certificación CES ha sido un tremendo paso en la calidad, el confort y la eficiencia de muchos proyectos. Nos pone muy contentos ser parte de esta misión, porque las nuevas generaciones tienen que vivir en edificaciones que no impacten en el planeta”, comentó José Antonio Espinoza, arquitecto de EBP Chile, entidad evaluadora CES.

Cambio climático

Durante la ceremonia de premiación, la presidenta del Colegio de Arquitectos, Jadille Baza, valoró el aporte de la certificación en la búsqueda de estándares de sustentabilidad en todas las edificaciones de uso público y el papel que cumplen los arquitectos en el proceso, incorporando las estrategias de sustentabilidad en los diseños. “Del registro de asesores CES más del 80% son arquitectos o arquitectas y en el caso de las evaluadoras CES el porcentaje llega a 70%. Esas cifras nos llenan de orgullo, pero también nos entregan una responsabilidad enorme. Celebramos a quienes se han acreditado y a quienes no lo han hecho, nos gustaría incentivarlos porque solo así podremos lograr edificios viables para los próximos 50 años”, señaló.

Según Jadille Baza, el cambio climático nos obliga -desde este momento y a 2030- a tener estándares que cumplan con lo necesario para poder mitigarlo. “En esa dirección, CES es una herramienta importantísima. Como Colegio de Arquitectos seguiremos comprometidos en visibilizar la certificación que refleja parte de la bella y compleja identidad climática y geográfica de nuestro país”, dijo. 

En tanto, Gabriel Prudencio,  jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, ratificó el compromiso de seguir colaborando con la certificación CES y poder levantar edificaciones sostenibles en Chile, ya que son en estas donde las personas pasan la mayor parte de su vida. 

El segundo lugar en la categoría Certificado se lo llevó la Escuela Los Troncos de Teodoro Schmidt, Región de La Araucanía, un proyecto de 360 m2, que destacó por su envolvente y diseño pasivo capaz de soportar los requerimientos climáticos del lugar. En tanto, el tercer puesto, lo obtuvo la Subcomisaría de Nonguén, ubicada en la Región del Biobío, logró que un 89% de la superficie tuviera condiciones para funcionar solo con iluminación natural.

Los mejores precertificados

El primer lugar en la categoría Precertificado, con 75 puntos, fue para la Sala Cuna y Jardín Infantil Pinocho de Temuco, proyecto mandatado por la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji). “Los educadores y los niños van a poder realizar sus actividades en espacios de óptima calidad ambiental interior, es decir, con alto estándar de luz natural, confort térmico, acústico y calidad del aire”, explicó Rodrigo Escobar, asesor CES de Serrago Consultores. 

Para el arquitecto Fabián Morales, de Arquiferreira, el trabajo coordinado en este proyecto fue fundamental. “Sin las indicaciones de nuestro asesor en eficiencia energética y sin la relación tanto de la arquitectura como del resto de las especialidades no se logra llevar a cabo un proyecto que sea coordinado, que sea eficiente y que cumpla con todos los requisitos del sistema de precertificación CES”, afirmó. 

Según Juan Pablo Orlandini, director regional de Junji Araucanía, contar con un espacio certificado a nivel sustentable, permite no solo asegurar que los niños asistan a establecimientos libres de contaminación, sino que, además, les brinda un confort térmico y ambiental acorde a sus necesidades y, desde, la educación inicial les ayuda a generar conciencia respecto del cuidado del medioambiente.

El segundo lugar en Precertificación se lo adjudicó el Centro Limnológico Araucanía de la Dirección General de Aguas; mientras que el tercer premio CES en esta categoría se lo llevó la Escuela Manzanar de Lumaco en la misma región.

La lista con todos los ganadores se pueden ver AQUÍ.

Los frutos del virtuoso trabajo entre Obras Públicas, Energía y el IC

Avances en la futura Calificación Energética de Edificios de Uso Público y una propuesta de definición para avanzar hacia edificios energía neta cero han sido parte de lo que se ha logrado gracias a la articulación de públicos y privados. 

El Estudio Net Zero es el mejor reflejo de lo que puede lograrse gracias al trabajo conjunto, la investigación y la observación de experiencias internacionales. Gabriel Prudencio, jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, nos cuenta más sobre este trabajo que busca proponer una definición para Chile de los conceptos de edificios energía neta cero o Net Zero Energy Buildings y edificios carbono neto cero o Net Zero Carbon, identificando las implicancias de dichas definiciones en el desarrollo de instrumentos regulatorios de medición, reporte y verificación a nivel nacional. 

Este trabajo implicó la revisión de bibliografía académica y regulatoria internacional, donde se establecen definiciones de energía neta cero o Net Zero Energy Buildings y edificios netos cero carbono o Net Zero Carbon, así como la forma de acreditarlo a través de modelos de etiquetado energético o certificaciones de sustentabilidad. Asimismo, se revisaron las definiciones establecidas en el marco normativo, regulatorio y académico a nivel nacional, junto con las posibilidades de incorporar y acreditar en los modelos de etiquetado energético y certificaciones de sustentabilidad vigentes en Chile.

Pero, también se identificaron las fortalezas y limitaciones de la adopción de un marco conceptual y forma de acreditación en particular. “El estudio concluye diferentes aspectos ligados a metodologías, definiciones, indicadores y aplicaciones sobre estándares que permiten reducir emisiones en la construcción. Un punto relevante a destacar es que hoy, por primera vez, en Chile contamos con nuestras propias definiciones Net Zero para el contexto local. Luego de un amplio proceso de participación”, explica Gabriel Prudencio.

Gracias a este trabajo, se logró llegar a la definición de edificaciones de consumo de energía neta cero, como edificios de alto rendimiento energético, cuya energía anual consumida es cubierta por fuentes de energía renovable generadas en el sitio o cercano a éste. 

Ciclo de vida

Igualmente, para la definición de edificaciones de carbono neto cero, se propuso partir del concepto de ciclo de vida y la integración de dos indicadores esenciales: el carbono incorporado y el operacional, considerando, además, su vínculo con la definición de edificaciones de consumo de energía neta cero. “Edificio de consumo de energía neta cero, que durante su ciclo de vida (producción, construcción, operación, fin de vida útil), logra minimizar sus emisiones de carbono incorporado y compensar cualquier saldo carbono restante”, detalla el jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía.

Al no tener definiciones estandarizadas, Prudencio afirma que se cae en el riesgo de integrar diferentes metodologías al analizar la energía o emisiones cero, lo que puede significar que reflejen diferentes alcances o procesos. “Con tal variedad de metodologías, que suelen tener nombres similares, es muy difícil comparar resultados que no están midiendo lo mismo. Por eso es fundamental tener una definición propia que nos permita trabajar de manera sistemática y ordenada, lo que facilita poder acreditar resultados de reducción de emisiones”, explica.

  Y como lo que mide no se puede gestionar, para reducir eficazmente las emisiones, Gabriel Prudencio, considera importante avanzar para conocer de mejor manera cuál es la magnitud de las emisiones a lo largo del ciclo de vida del edificio completo. Por ello, ya comenzaron los estudios que incluyen las mediciones piloto en edificios residenciales y no residenciales. 

Impacto de las certificaciones

  Para el jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, las certificaciones nacionales son, en este sentido, fundamentales, porque -según dice- pueden generar las bases necesarias para las mediciones que permitan acreditar emisiones y poder gestionar su reducción. “El rendimiento energético necesario para lograr net cero se puede alcanzar en base a los instrumentos que ya existen, herramientas robustas desde las cuales se puede fundamentar una metodología de cálculo y verificación para este tipo de edificaciones”, comenta.

Así ha sucedido con la Calificación Energética de Vivienda y la futura Calificación Energética de Edificios, que serán la base para integrar indicadores orientados a la transición hacia edificaciones de consumo de energía neta cero en el marco regulatorio nacional. Adicionalmente, Prudencio hace hincapié en la importancia de los sistemas Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) y Certificación Edificio Sustentable (CES) como herramientas voluntarias que pueden ser consideradas sinérgicamente, bajo un esquema de metodológico virtuoso que permita traccionar al mercado.

En Chile, existen experiencias que reducen considerablemente las emisiones o consumo energético, las cuales aumentan las condiciones de confort. Pero, independientemente de ello, para poder acreditar la condición carbono neto cero, primero había que acordar definiciones, metodologías e indicadores. Tras pavimentar el camino, es tiempo de avanzar en la difusión de las definiciones para que puedan ser aplicadas, ojalá, por todos los actores de la construcción en Chile.

Ley de Eficiencia Energética: construcción sustentable y cambio climático

Chile es un país altamente demandante de energía. Por eso, la gestión del recurso y el etiquetado energético de edificaciones fueron prioridades en la elaboración de la nueva normativa que apuntará a mitigar los efectos del cambio climático.

En el webinar “Iniciativas que mejoran la sustentabilidad de la edificación en Chile”, organizado por los ministerios de Energía y Obras Públicas, junto con el Instituto de la Construcción y Certificación Edificio Sustentable (CES), se abordó el contexto e implementación de la Ley 21.305, sobre eficiencia energética. Gabriel Prudencio, jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, expuso una serie de antecedentes sobre el consumo de energía en Chile.

El profesional hizo hincapié en la necesidad de lograr una transición energética eficiente y vinculada a la construcción sustentable, con miras a mitigar el impacto del cambio climático. “La realidad del consumo energético en Chile refleja que un 22% de ésta corresponde a uso residencial, público y comercial; 36% a transporte y 38% a industria y minería”, detalló Prudencio. En este sentido, se refirió a la importancia de institucionalizar la eficiencia energética, es decir, formalizar una visión país a través de un Plan Nacional de Eficiencia Energética, actualizado cada cinco años, que incluyera procesos participativos y fuera aprobado por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.

Además, el especialista explicó que nuestro país debe hacerse cargo, al menos, de tres grandes consumos energéticos:

– Gestión energética de los grandes consumidores: hacer una gestión activa del gasto de energía. Éstos deberán informar anualmente sus consumos y, además, las empresas con mayor consumo de energía deberán implementar un Sistema de Gestión de la Energía (SGE), fiscalizado por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles.

– Estándares de eficiencia para vehículos: la ley pretende promover la renovación del parque vehicular con automóviles más eficientes, fijando estándares para vehículos livianos, medianos y pesados. Tanto los importadores como los representantes que comercializan estos automóviles, deberán cumplir con ese estándar para el promedio de los vehículos que puedan vender cada año.

– Etiquetado energético de edificaciones: para que los usuarios cuenten con mejor información al momento de comprar un inmueble, es que se instauró la calificación energética o etiquetado de todas las edificaciones nuevas. Esto incluye viviendas, pero también edificios de uso público, edificios comerciales y oficinas. El etiquetado deberá obtenerse antes de la recepción final del inmueble y con la opción de una precalificación de las etapas anteriores para fines publicitarios, siendo mandatados a cumplir con esta obligación tanto las empresas constructoras e inmobiliarias como los servicios de vivienda y urbanismo en todo Chile.

“Esta información sobre la eficiencia o el consumo energético que tendrá la calificación no necesariamente exige el cumplimiento de un estándar mínimo, sino más bien constata justamente cómo son los usos energéticos de la vivienda en el tiempo”, explicó Gabriel Prudencio.

En 12 meses, debiera estar creado el Reglamento de Calificación de Viviendas y, asimismo, en un año, debería establecerse el Reglamento de Evaluadores Energéticos. Asimismo, la nueva norma fijó un plazo de 36 meses para desarrollar el Reglamento de Calificación de Edificios de Uso Público, Comerciales y Oficinas.

De aplicarse todas las medidas contempladas en la ley, el Ministerio de Energía estima una reducción de intensidad energética del 10%, un ahorro acumulado de US$15.200 millones y una reducción de 28,6 millones Ton CO2. El Plan Nacional de Eficiencia Energética se revisará cada cinco años y considerará edificación, transporte, ciudades inteligentes, sectores productivos, educación y capacitación, entre otros aspectos, con un enfoque participativo.

Los avances que impulsan la sustentabilidad de la construcción como política pública

Representantes del sector público y privado participaron en un webinar, en el que destacaron el papel de la certificación CES en la eficiencia energética y su amplia proyección en la construcción sustentable de edificios. 

El cambio climático representa un gran desafío para la construcción, pero también la oportunidad de jugar un rol clave, tanto en la adaptación como en la resiliencia de las ciudades. De hecho, según Katherine Martínez, subgerenta de Desarrollo de la CDT, se estima que la construcción y operación de edificios se relaciona al 36% del uso final de energía global y cerca del 39% de las emisiones de CO2 relacionadas. 

En ese contexto, se realizó el webinar “Iniciativas que mejoran la sustentabilidad de la edificación en Chile”, organizado por CES, el Ministerio de Energía, la Dirección de Arquitectura del MOP, el Instituto de la Construcción, y producido por la CDT, que concluyó que descarbonizar el sector es una de las formas más efectiva de mitigar los potenciales efectos del cambio climático. 

En el encuentro participaron el director nacional de Arquitectura del MOP, Raúl Irarrázaval; el jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio de Energía, Gabriel Prudencio; el presidente de CES; Ricardo Fernández; el jefe de CES, Hernán Madrid; y la asistente de CES, Romy Luckeheide; junto a la jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección de Arquitectura del MOP, Margarita Cordaro; y Bárbara Rodríguez, profesional de la Unidad Edificación y Ciudades de la División de Energías Sostenibles del Ministerio De Energía. 

“No da lo mismo cómo consumimos y generamos la energía. Ello puede generar un impacto en la calidad de vida, por los ahorros y la productividad”, señaló Gabriel Prudencio, en representación del Ministerio de Energía, quien también se refirió a las implicancias de la Ley de Eficiencia Energética.

Por su parte, el director nacional de Arquitectura del MOP, Raúl Irarrázabal, destacó los beneficios ambientales de la gestión energética en edificaciones. “El MOP confía plenamente en una edificación pública sustentable y esto no es un discurso, es algo real y concreto”, dijo. 

En este sentido, la autoridad del MOP, comentó que utilizar la energía adecuadamente es tarea de todos. Por eso, su gestión se ha incorporado como una política pública. “El 38% de los bonos verdes que emitieron desde Hacienda vienen, justamente, de la certificación CES y, en gran medida, de los edificios que construye la Dirección de Arquitectura. Los efectos de esta política ya se están viendo y espero que se profundicen”, comentó. 

Enseguida, el presidente del Comité Directivo de la Certificación Edificio Sustentable, Ricardo Fernández, recordó la importancia de socializar los avances relacionados con el trabajo del convenio de colaboración Minenergía, DA MOP y CES, “Llevamos algo más de dos años, entre otras cosas, tenemos mejoras y nuevas versiones de CES, nuevos resultados en nuestra plataforma CES y la versión CES 1.1; ediciones reales, mostrar los beneficios de los edificios certificados CES. Estamos con iniciativas para la línea de base del carbón y el desarrollo de archivos climáticos. Ya podemos proyectarnos como referente en construcción”, cerró. 

En el webinar, Margarita Cordaro del MOP, se refirió a la sustentabilidad en la edificación pública, a través de los bonos verdes soberanos y otras iniciativas en el marco de la construcción sustentable. Asimismo, Bárbara Rodríguez y Hernán Madrid explicaron los alcances del Estudio 1 (de tres) para la Calificación Energética de Edificios de Uso Público, comerciales y oficinas, ejecutado en el marco del Convenio por un equipo de la UBB.

Al finalizar, Hernán Madrid adelantó los cambios que presenta la actualización  del Manual CES versión 1.1, que se presentará en los próximos meses, en tanto que Romy Luckeheide presentó la nueva plataforma de CES y cómo los asesores tendrán que interactuar con ella, así como las nuevas funcionalidades que trae.

El webinar está disponible AQUÍ.