Ingeniería y sustentabilidad

Por Mario M. Lobo Rojas, ingeniero civil, director Área Ingeniería y Certificaciones de Ecosustenta Consultores.

Actualmente, el desarrollo de las ciudades y las personas requiere de mucho más atención en cuanto a su crecimiento y creación de nuevos servicios, debiendo considerar los impactos que generan en aspectos como aire, agua y suelo, para efectos principales como generación de energía y residuos, buscando maneras creativas para no generarlos, minimizando o mitigarlos, y así cumplir aquella premisa que indica que el desarrollo debe satisfacer las necesidades actuales sin comprometer el de las generaciones futuras, para que se considere sustentable. 

Todo esto, teniendo la noción de que la función de la ingeniería siempre ha sido buscar soluciones eficientes mediante métodos y sistemas basados en la ciencia para generar el desarrollo de la humanidad, avanzando de acuerdo a la técnica y tecnología existente, minimizando los impactos sociales y ecológicos de manera eficiente, sabiendo hoy que son pilares fundamentales en el desarrollo sustentable. Considerando todo esto, no es posible decir otra cosa, que la ingeniería es sustentabilidad o definitivamente está intrínsecamente relacionada.

La ingeniería es sustentabilidad en todos sus ámbitos, buscando la eficacia en primer término pero por sobre todo eficiente en todos sus procesos, en el área de la construcción como un actor relevante, donde no cabe duda de que los impactos existen, dando soluciones a la sociedad y a la arquitectura (o los arquitectos) que pretende responder a sus requerimientos, desarrollando con estos métodos, procesos y diseños eficientes, el uso racional de recursos, con bajas y controladas emisiones y reducido consumo energético, transformándose en un puente entre esta sociedad que demanda soluciones con la ciencia y la tecnología que las aporta. Viviendas y edificios más confortables, con mínima demanda energética y consumo de agua, iluminación natural adecuada, calidad y cantidad de aire adecuadas así como temperaturas y humedad controladas, manejo de residuos, son requerimientos que hoy en día por ejemplo una edificación requiere, donde la ingeniería enfrenta transformaciones y retos importantes, ya que la respuesta ya no basta con entregar un lugar donde vivir, sino que entregue un bien con un sinfín de atributos e incluso la experiencia del habitar el espacio. 

Desde años pretéritos, cuando la ciencia aún era incipiente, antiguas civilizaciones ya construían edificaciones, manejaban cursos de aguas o ejecutaban puentes con la técnica y el desarrollo existente, hoy y con mayor rapidez tanto los requerimientos que la sociedad demanda, los desafíos para la ingeniería en un mundo son aún vez más complejos, con una sociedad informada y exigente, la ingeniería debe cumplir con que la solución y dependiente el punto de vista del actor como por ejemplo un usuario de un edificio de uso público, el inversionista, el mandante, el arquitecto u otro en la ejecución de un proyecto cualquiera, se exige que sean eficientes, rentables, amigables con el ambiente, nulo o bajo en emisiones, nulo o bajo demanda energética, sismorresistente, alta serviciabilidad, adaptado a normas vigentes obligatorias y además otras voluntarias, monitorizada, inteligente, certificada entre muchos otros, pero el desafío tal vez más importante y complejo actualmente, es el de planificar también el término de su vida útil, que es posiblemente una deuda que la ingeniería de aquellos años pretéritos no incluía. Esta ingeniería sostenible, así como se hace cargo a través de dar solución al problema planteado, también debe hacerse cargo en qué se transformará cuando ya no sea una solución en el futuro, debiendo planificarse eventuales otros usos o por qué no, su deconstrucción y reconfiguración.

Como se puede ver, hoy la ingeniería no puede estar ajena a la sustentabilidad y a la integración de otras disciplinas, con una finalidad más allá de dar soluciones, sino que éstas deben ser adaptables en el tiempo a requerimientos cada vez más exigentes y con disponibilidad de múltiples herramientas ya no solo basadas en la experiencia como se hacía en sus inicios, sino que en la ciencia cuando la ingeniería se hizo profesional, incluyendo hoy en día el rápido desarrollo de la tecnología, donde podemos contar con nuevos materiales, versátiles, ultrarresistentes, ultradelgados y livianos, etc.

En el Día de la Ingeniería un afectuoso saludo y una invitación a todas los profesionales ligados a esta área a repensar nuestra misión, explorando soluciones innovadoras dada la responsabilidad que tenemos con las futuras generaciones.

Día de la Ingeniería: una invitación a trabajar colaborativamente

Por Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable – CES.

Hasta hace unos 15 o 20 años las diferencias entre arquitectura e ingeniería constituían una caricatura. Sin embargo, eso ha ido quedado en el pasado, ya que las nuevas metodologías de trabajo y las herramientas computacionales hacen cada vez más fácil integrar a todas las especialidades en un mismo desarrollo. 

Desde la mirada de la edificación, hay muchas especialidades fundamentales para poder lograr el mejor resultado posible en el desarrollo de un proyecto, como la sanitaria, la eléctrica, la estructural o la climatización, las que también inciden directamente en la sustentabilidad de un edificio.

Por ello, el trabajo conjunto de todas estas áreas con arquitectura es imprescindible para poder conseguir un edificio sustentable. En la actualidad, hay proyectos que se desarrollan con una filosofía colaborativa para abordar los diseños y es posible encontrar equipos con la actitud de enfrentar el trabajo conjunto, tanto desde arquitectura como desde ingeniería. 

Dentro de esta modalidad colaborativa de trabajo también es necesario incluir la revisión de un proyecto, que es una parte fundamental, puesto que se relaciona con la supervisión de las materialidades y las estrategias de eficiencia energética incorporadas en la edificación. Una parte es el diseño, estudio y análisis de las estrategias que se van a incorporar, y otra es la construcción, donde es importante revisar que las estrategias funcionen. En ese sentido, en CES incorporamos entidades evaluadoras para llevar a cabo esta labor de revisión, muchas de las cuales dependen de las escuelas de ingeniería de universidades a lo largo de Chile. 

Viendo todo en su conjunto, es posible decir que una buena parte del éxito de las estrategias depende del trabajo conjunto y colaborativo. Por ello, hoy existen proyectos complejos, como los hospitales o aeropuertos que no pueden funcionar de otra manera, y la idea es que esta filosofía siga expandiéndose, como forma de desarrollar buenos proyectos.

No obstante, necesitamos algunos avances para poder lograr ese desafío. En un contexto de sustentabilidad, productividad, avances tecnológicos y otras tendencias, el trabajo colaborativo es privativo. Por eso, el mensaje para las escuelas de arquitectura y las de ingeniería es que, si bien la mirada de cada disciplina es diferente, por su formación, historia e intereses específicos, hay temas en común que pueden ayudar a visualizar el trabajo en conjunto. 

En el Día Nacional de la Ingeniería, invito a los nuevos profesionales a seguir ampliándose hacia el trabajo coordinado y a incrementar esa disposición que nace en la escuela, al salir al mercado laboral.