Dos edificios sustentables en Punta Arenas reciben la visita de la Administradora CES 

La vicepresidenta de CES, Margarita Cordaro, y Hernán Madrid, jefe de la certificación, visitaron el Centro Asistencial Docente e Investigación de la Universidad de Magallanes y el Centro Diurno del Adulto Mayor, cuya construcción fue ejecutada por la Dirección Regional de Arquitectura del MOP.

A casi tres años de la inauguración del Centro Asistencial Docente e Investigación de la Universidad de Magallanes (CADI-UMAG), Margarita Cordaro y Hernán Madrid, vicepresidenta y jefe de CES, respectivamente, llegaron hasta Punta Arenas para hacer en terreno un seguimiento a los edificios certificados CES y a las condiciones que los hicieron merecedores de ella. 

“Este es un edificio bastante grande, de más de 9.000 m2, y que tiene alta tecnología incorporada en la operación. Las personas valoran mucho su funcionamiento, los niveles de temperatura, las condiciones de ventilación y otras características que evaluamos para entregar la certificación. El consumo de energía es bastante bajo, en comparación con el promedio de los edificios de este uso en la región”, afirma el jefe de CES, Hernán Madrid.

Al contar con un sistema de control centralizado, en el edificio -que fue asesorado por Efizity y evaluado por DECONUC– es posible el monitoreo de diversos parámetros relacionados con el sistema de climatización. “El encargado de la operación del edificio, Rubén Avendaño, nos mostró el funcionamiento del sistema de control centralizado del edificio y la optimización en la generación de calor y distribución a los espacios que lo requieren. Tiene una sala de control para sus cuatro pisos y existe un conocimiento detallado y al detalle de todo el equipamiento”, añade el jefe de CES.

El centro de investigación regional -que implicó una inversión de más de 15 mil 800 millones de pesos- se ubica cercano al Hospital de Punta Arenas, mirando hacia el Estrecho de Magallanes. “Las condiciones de viento son bien críticas y fueron muy importantes dentro del diseño”, señala Hernán Madrid. En tanto, el paisajismo del CADI-UMAG consideró vegetación propia del lugar en la mayor parte de la superficie.

“Es importante destacar la amable acogida, lo que nos permitió conocer la opinión de gestión de la administración, la técnica de los operadores del sistema y la de confort de los usuarios. Nos encontramos con una actitud positiva, que permitió evaluar y proponer varios aspectos funcionales y se obtuvo una visión integral, destacando la existencia de un equipo técnico interdisciplinario proactivo para el manejo y uso del edificio”, complementa la arquitecta jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección Nacional de Arquitectura del MOP y vicepresidenta de CES, Margarita Cordaro.

Equipo UMAG con Margarita Cordaro y Hernán Madrid.

Centro Diurno del Adulto Mayor

Visitaron también el Centro Diurno del Adulto Mayor de Punta Arenas, que fue construido para personas que presentan dependencia funcional leve o moderada. “Fue el edificio que ganó el primer lugar del Premio CES 2019, luego de haberse certificado en 2018. Además, lo utilizamos como piloto para un completo estudio que hicimos el año pasado, en el marco del convenio de colaboración con el Ministerio de Energía y el Ministerio de Obras Públicas, para la evaluación de la huella de carbono durante todo el ciclo de vida del edificio. Por eso, era tan importante hacer el recorrido. Es un proyecto muy bien logrado en términos de diseño”, explica Hernán Madrid.

Con certificación destacada (69 puntos), el edificio destaca por una envolvente capaz de soportar todo los requerimientos climáticos de la zona más austral de Chile. Asimismo, logró una reducción de la potencia del sistema de climatización que significó un ahorro cercano al 50% del consumo, mientras que en su desempeño presentó una disminución de 57% de consumo de agua.

“Este edificio reúne méritos para su evaluación. Gestionado por la DA Regional, premiado CES año 2019 y piloto de medición de la huella de carbono en el ciclo de vida. Llama la atención la excelente conservación del edificio y los niveles de confort para este especial funcionamiento con adultos mayores. Nuevamente nos encontramos con una excelente recepción personal, lo que muestra el interés por los niveles de confort y de operación del edificio”, dice la arquitecta jefa del Departamento de Construcción Sustentable de la Dirección Nacional de Arquitectura del MOP, Margarita Cordaro.

Adicionalmente, el jefe de CES destaca el patio con terraza que aporta un espacio agradable para sus usuarios y el uso de paisajismo con vegetación nativa combinada con gravilla y pasto. Asimismo, valoró el equilibrio alcanzado para una óptima iluminación del Centro Diurno del Adulto Mayor. “Los diseños de arquitectura de edificios certificados siempre tratan de privilegiar el acceso a la luz natural, combinando protección solar y diseño”, sostiene Hernán Madrid.

El desafío de hacer arquitectura pensando en el adulto mayor

Los arquitectos que trabajaron en los Centros Día de Punta Arenas y de Puerto Montt tuvieron que preocuparse no solo de los atributos de eficiencia energética, sino también de satisfacer las necesidades particulares de los usuarios.

Pensados para acoger a personas de más de 60 años nacieron los centros diurnos para el adulto mayor, que buscan ofrecer autonomía, independencia y permanencia en un entorno familiar y comunitario, retrasando la pérdida de funcionalidad. Dos arquitectos que asumieron el reto de trabajar pensando en usuarios de la tercera edad y en los atributos de eficiencia energética que exige CES, comparten su experiencia.

“Era una propuesta pública, donde nosotros participamos con una empresa constructora. Nuestra propuesta ganó y tuvimos que desarrollarla en tres meses. Como tenía que ir de la mano de la eficiencia energética, trabajamos con Pasiva, donde nos fueron asesorando. El edificio fue planteado para captar la luz solar, proteger del viento y generar un confort dentro del edificio para generar la sustentabilidad que nos pedían”, recordó el arquitecto Néstor Vásquez, que trabajó en el Centro Día de Punta Arenas (1º lugar Edificio Certificado Premio CES 2019).

Para desarrollar el proyecto, había que apegarse a los requerimientos del Ministerio de Obras Públicas, dándole vida a un edificio que tuviera accesibilidad, pero también correlación con las necesidades del adulto mayor. En este sentido, uno de los objetivos fue lograr que pudiera ser recorrido en su totalidad. “Incorporamos colores en cada recinto, cada uno tiene un color distinto para que el usuario pueda identificar las salas con mayor facilidad. Además, el edificio funciona como una organización en línea sin diferencias de nivel ni quiebres; hay una circulación lineal y en esa línea se organizan los espacios, lo que ayuda para que el adulto mayor no tenga problemas de ubicación dentro del edificio”, explicó el arquitecto.

Los espacios exteriores fueron hechos para que el adulto mayor, efectivamente, pueda usarlos en una zona donde el viento suele hacerse presente. Para eso, se utilizaron cortavientos y hacia el lado del sol se dejó abierta la posibilidad de conexión con el área verde. “Creemos que esto es parte de la sociabilización del adulto mayor, buscar que puedan participar e insertarse en el sistema. En general, el adulto mayor está apartado así como las personas con discapacidad y, por eso, el edificio viene a incorporarlos y darles importancia”, comentó Néstor Vásquez.

Una de las cosas que más satisfacción le dio al profesional radicado en la Región de Magallanes es la posibilidad de generar un espacio de mayor confort y sustentabilidad, teniendo como foco a usuarios que, en general, habían sido invisibilizados. Además, el terreno en que está emplazado el edificio colinda tanto con viviendas sociales como con hogares de alto nivel socioeconómico, por lo que invita a convivir en un mismo espacio a dos mundos que, finalmente, tienen una necesidad común, la de socializar.

Centro Día Puerto Montt

Para el arquitecto Emilio Vargas, por obvio que pareciera, a la hora de diseñar, había que considerar que el Centro Día Adulto Mayor de Puerto Montt era un espacio para albergar a adultos mayores en modalidad diurna, por lo cual el espacio destinado al esparcimiento era muy importante. “Lo más relevante es cómo los espacios están relacionados entre sí, para que la oferta de servicios de entretención esté disponible. Acá es central el desplazamiento. Hay que cumplir con toda la normativa de acceso universal, pero hay que preocuparse de que al ingresar la persona tenga todo muy cerca”, detalló.

En este contexto, Emilio Vargas explicó que su idea fue que al ingresar el adulto mayor pudiera comprender rápidamente cómo funciona el edificio, es decir, que con una reflexión pequeña pudiera saber dónde está la oferta de servicios, sin una necesidad inmensa de información gráfica. En definitiva, enfrentarse a un edificio que hablara por sí solo.

“Al estar en el sur, la arquitectura del lugar también tenía que estar reflejada, el edificio no podría parecer una comisaría. Entonces, quisimos tratarlo como una gran casa. En el sur las casas son compactas, iluminadas, calefaccionadas”, comentó el arquitecto sobre este edificio de doble entrada.

Aunque aún está en proceso de certificación, el proyecto ya destaca por su confort térmico, lumínico y acústico. Además, cuenta con artefactos eficientes y otros atributos que conversan con las características del sur de Chile. “En Puerto Montt, a las seis de la tarde está oscuro y por eso era importante el confort lumínico. Siguiendo con la lógica de que es una arquitectura del sur, hay ventanas, una composición que cubre todo el contorno del espacio, uno puede leer que es una ventana y no un muro acristalado. Sigue manteniendo la expresión de casa, restándole un poco de institucionalidad -sin perderla- pero dando una recepción hogareña”, afirmó Emilio Vargas.

Según el arquitecto, la certificación CES puede plantearse como un check list a cumplir que obliga a los especialistas a sentarse en una mesa a hacer una declaración de principios: “vamos a cumplir con la eficiencia energética”, pero debiese transformarse en el hilo conductor del diseño. “Como arquitectos muchas veces somos muy autorreferentes porque hacemos lo que pensamos que es mejor, pero tenemos que recoger la voz del usuario, siempre hay que escuchar al usuario final”, concluyó Emilio Vargas.